Al comenzar a negociarse el segundo punto de la agenda en Cuba, el gran pulso parece ser la posibilidad de una asamblea constituyente. Las Farc insisten en que la participación política no se limita a su llegada a la política, sino que pasa por lo que Iván Márquez describió como “un tratado de paz y nuevo contrato social”. Humberto de la Calle, jefe negociador del Gobierno, salió rápidamente a rechazar la propuesta, porque una asamblea reabriría todos los temas negociados. ¿Cree usted que el tema de la asamblea constituyente debería estar vetado en La Habana?