LA SILLA VACIA

Hace cuatro años, Magangué fue protagonista de las regionales en todo el país, luego de que un candidato independiente lograra la hazaña de ganarle la Alcaldía a la carta de la entonces súper poderosa Enilce López alias La Gata (hoy condenada por homicidio y concierto para delinquir). Esta vez, la historia es otra. El aspirante que ganó el domingo fue apoyado por el combo de los gatos. Tres días después de esa elección, un grupo de magangueleños salió a las calles a gritar que hubo trampa.

Se trata de unas 200 personas (según nos dijeron dos fuentes distintas que están allí), que se plantaron sobre la avenida Diego de Carvajal, frente al coliseo cubierto de la ciudad, en donde se realizan los escrutinios.

Buena parte de esas personas hacen parte de la campaña o simpatizan con el candidato perdedor: el exalcalde Alfredo Posada, quien compitió avalado por la ASI y por el Partido de La U. También hay varios espontáneos, como le contó a La Silla un taxista de nuestra confianza.

El plantón está animado por las declaraciones de Posada, quien está diciendo a los medios locales que en Magangué se dio el domingo “uno de los más grandes fraudes que se hayan visto en la historia reciente de Colombia. A más de tres mil personas que no estaban habilitadas para votar, les fue permitido el voto por todas las autoridades”.

Según el candidato, las cédulas que dio de baja en Magangué el Consejo Nacional Electoral por trashumancia no fueron sacadas nunca del censo físico y todas esas personas pudieron votar.

Su campaña nos mandó como ejemplo esta cédula que aparecía para votar en Barranquilla y votó en Magangué.

Posada le dijo a La Silla que él mismo sirve de evidencia a ese hecho pues, como hasta el año pasado vivía en Bogotá, su cédula fue dada de baja en la página de la Registraduría, pero aún así apareció apto para votar en una mesa de Magangué. Y que también son señales de trashumancia las decenas de buses que se vieron el domingo en el pueblo llevando gente de afuera a votar allí. Ese dato fue confirmado por La Caribe con cuatro personas más que no están en su campaña.

Estas son imágenes de buses llevando gente el domingo a Magangué. La persona señalada por la flecha es, según la campaña Posada, un funcionario.

Sobre el tema de las cédulas, le preguntamos al presidente del Consejo Nacional Electoral, Emiliano Rivera, y él nos dijo que el Registrador Nacional les había confirmado que las cédulas dadas de baja habían quedado excluidas del censo físico, y por tanto es imposible que lo que denuncia Posada haya pasado.

Sin embargo, La Silla confirmó que al despacho de Armando Novoa, otro magistrado del CNE, han llegado denuncias de otras partes del país según las cuales al parecer las personas que no podían votar en unos sitios por trashumancia pudieron hacerlo.

Rivera dijo que en todo caso para salir de dudas habría que comparar los formularios E11 (que contienen el registro de votantes anotados por los jurados) con la resolución del CNE excluyendo cédulas de Magangué por trashumancia. Y agregó que en varios despachos habilitaron de oficio a los candidatos de las regionales para que todos pudieran votar, lo que explica que Posada haya aparecido apto para sufragar en Magangué.

En sentido parecido, el registrador Carlos Ariel Sánchez nos explicó que los E11 están en custodia  de las comisiones escrutadoras, y que de todas maneras él no ha oído nada sobre el tema de Magangué.

Posada llama la atención sobre el hecho de que las cédulas dadas de baja en Magangué “sean 3.600 y la diferencia entre el primero y el segundo son unos 4000 votos”.

Su campaña también denuncia otras presuntas irregularidades como supuestos tarjetones marcados.

Por otro lado, La Silla conoció a través de una profesional de Magangué el testimonio de un testigo electoral, cuyo nombre omitimos por su seguridad, que dice que en la mesa 21 del puesto electoral escuela comunal del barrio Versalles había 360 personas habilitadas para votar, pero a las 2 de la tarde, cuando apenas habían votado 230, “se habían acabado los tarjetones”.

El nuevo alcalde de Magangué se llama Pedro Alí y sacó 28 mil votos, frente a 23.400 de Alfredo Posada. Como lo contó La Caribe, el mandatario electo -quien tiene grupo político propio- contó con el aval de Cambio Radical y el apoyo del alcalde barranquillero Álex Char.

Además, a Alí lo respaldó la estructura del combo de La Gata, representado en el exalcalde Arcesio Pérez, el excandidato Giovanni Meza (quien perdió hace cuatro años con el independiente Marcelo Torres), la representante Karen Cure y los primos Javid Benavides y Elsi Sampayo Benavides.

Todos ellos son reconocidos como “gatos” en la Magangué política porque por años han jugado a favor de los intereses de La Gata y han sido patrocinados o impulsados por ella.

El domingo, esa campaña salió a celebrar un triunfo que hasta ahora ninguna autoridad pone en duda. Sólo la campaña contraria y un grupo ciudadano.

Perfiles relacionados: 
Enilse de Jesús López Romero

Otros confidenciales recientes

Miércoles, Febrero 24, 2016 - 00:23
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En medio de versiones confusas, el hoy director de Gestión Riesgo de Santander y copresidente del Centro Democrático en el departamento, Ramón Ramírez, ha salido a defender la nota de Caracol Noticias en la que lo señalan de recibir más de $60 millones como miembro de la Unidad de Trabajo Legislativo del Senador Alfredo Ramos sin trabajar en ella. 

Primero dijo que durante todo el año pasado sí había continuado haciendo las labores por las que le pagaron legalmente desde agosto de 2014 (luego de su fallida candidatura a la Cámara) a enero de 2015 (fecha en la que le pidireron la renuncia, según las declaraciones del mismo senador Ramos, por malo); luego dijo que estaba trabajando para todo el Centro Democrático y no solo para el senador Ramos y completó diciendo que despachaba desde Santander. 

Ramírez  fue elegido en mayo de 2015, en la víspera del arranque de la campaña electoral de ese año, como copresidente del Centro Democrático, y pese a que al menos en el papel era funcionario público, participó activamente de todas las campañas a las que se sumó ese partido, incluida la de Didier Tavera, quien como contraprestación lo nombró en el cargo que hoy tiene.

Sin embargo, Ramírez, por estar cobrando salario en el Congreso como UTL, no podía hacer campaña política. Es decir, además de responder por haberse quedado con un salario que presuntamente no debía, (en eso coinciden desde el Senador, hasta la Oficina de Control Interno del Congreso que remitió la investigación a la Contraloría), la Procuraduría también podría entrar a mirarlo por participar en política y al mismo tiempo ser funcionario en el Congreso.

Sobre eso Ramírez también cambió la versión, y pese a que en toda la campaña el año pasado le dio declaraciones a medios en Santander, entre esos a La Silla, como copresidente del Centro Democrático, ahora dice que no hizo política; y las fotos en diferentes campañas se las atribuye a reuniones privadas.

En conversación con La Silla sobre su participación en política, se defendió preguntando si había dado algún discurso. Este medio encontró que sí lo hizo en un acto de adhesión de la campaña de Iván Aguilar (el entonces candidato del uribismo que fue sacado de la contienda por la Gobernación tras un fallo del CNE) a la de Didier Tavera.

Este es el primero de los nombramientos de Tavera que empieza a tambalear por presuntas irregularidades; falta ver si lo mantiene o si lo retira mientras los entes de control lo investigan. 

Ramón Ramírez (tercero de derecha a izquierda) durante la adhesión de una facción del Centro Democrático a la campaña liberal de Carlos Ibáñez por la Alcaldía de Bucaramanga. Foto tomada de redes sociales. 
Ramón Ramírez junto a candidatos al Concejo de Floridablanca en el cierre de campaña de Héctor Mantilla, en Floridablanca. Foto tomada de redes sociales.
Ramón Ramírez (primero de izquierda a derecha) junto a otros miembros de Centro Democrático en Santander y Danny Ramírez, alcalde de Piedecuesta. Foto tomada de redes sociales. 

 

Conversación de La Silla con Ramón Ramírez a través de whatsapp. 
Martes, Febrero 23, 2016 - 13:04
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Ayer, luego de varias reuniones, el ministro consejero para el Posconflicto, Rafael Pardo, terminó de ultimar detalles con el general Rafael Colón, de la Dirección para la Acción Integral contra Minas Antipersonal (DAICMA), y llegaron a los 20 municipios de la primera fase de desminado para este año. La Silla conoció cuales son. Aquí está la lista.

Martes, Febrero 23, 2016 - 10:58
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Desde el 25 de enero, cuando la Corte Constitucional le reactivó una orden de captura por sus vínculos con los paramilitares, al médico zenú Pedro ‘el Indio’ Pestana no le han faltado las manifestaciones de apoyo entre los miembros de esa etnia indígena, en Córdoba y Sucre, donde los últimos 15 años ha construido su fortín político. Este fin de semana, los militantes de su grupo aprovecharon las corralejas que se celebraron en el municipio sucreño de San Antonio de Palmito, que hace parte del área de influencia del ‘Indio’, para expresarle su respaldo público.

En esa población del Golfo de Morrosquillo, algunos habitantes visten desde la semana pasada camisetas con el mensaje “De corazón soy pestanista y martinista”, en honor a Pestana y a su socio político Antonio Martínez Hernández, también indígena y requerido por la justicia por nexos con los paramilitares.

Ese apoyo “de corazón” se trasladó a las corralejas, que terminaron ayer. Allí los pestanistas y martinistas salieron al ruedo con pancartas en honor a los dos políticos prófugos, como lo muestran estas fotografías.

 

A Pestana y a su socio Martínez, el Tribunal Superior de Bogotá los condenó a seis años de prisión en 2009 porque en 2006 acordaron con el ex jefe paramilitar alias Don Antonio trabajar desde la etnia zenú a favor de las autodefensas. Pero, no han estado ni un solo día en prisión porque argumentaron haber pagado su condena en una cárcel indígena, en San Andrés de Sotavento. Ese argumento la Corte Constitucional lo dejó sin validez en enero pasado y de inmediato les ordenó a las autoridades la captura de ambos y su traslado a una cárcel ordinaria.

Como contó La Caribe, Pedro Pestana es un súper poder en Córdoba y Sucre porque ha consolidado una engrasada maquinaria electoral en los municipios de San Andrés de Sotavento, Chimá, Tuchín, Momil, Sampués y San Antonio de Palmito, gracias a la IPS Manexka, que fundó en 1998. Esa entidad le presta servicios de salud a unos 250 mil indígenas, quienes elección tras elección se convierten en potenciales votos para los candidatos respaldados por Pestana.

Pestana tiene hoy una curul en el Senado y otra en la Asamblea de Sucre, a través de sus hermanas Yamina y Ana, respectivamente; participación en el gabinete del gobernador de Sucre Edgar Martínez con la secretaria administrativa Acela Calderín, un diputado en Córdoba y la Alcaldía de Tuchín.

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