El lunes pasado fueron las penúltimas plenarias en Senado y Cámara, y había proyectos muy importantes (como la reforma tributaria) en el orden del día. En medio de una sesión muy movida, en la Cámara los representantes recibieron dos regalos navideños.
Primero se acercaron varias personas a sus curules y les entregaron un sombrero vueltiao personalizado: todos tenían el nombre de cada congresista tejido.
Al entregarlos, le avisaron a cada uno que debía salir del recinto para recibir un celular. Los representantes fueron saliendo y regresaban al recinto con un IPhone 6 nuevo.
La Silla averiguó con varios representantes qué ocurría, y les dijeron que los sombreros eran un regalo del presidente de la Cámara, el liberal cordobés Fabio Amín, y que los celulares eran de dotación de la Cámara.
Amín le contó a La Silla que los sombreros son un regalo de él y de la directora administrativa, Gloria Inés Raigoza, a todos los representantes (que fueron quienes los eligieron en sus cargos). Amín contó que mandó a hacer los sombreros en el resguardo indígena de Tuchín cuando lo eligieron, en julio, pero que como eran personalizados se demoraron y decidió entregarlos ahora.
En cuanto a los celulares, Amín explicó que se trata de una reposición de los equipos que entrega la Cámara a todos los representantes, que esa reposición se hace cada seis meses y que no vale nada porque la asume el contratista. El teléfono "viejo" lo deben entregar el 19 de enero.
Así, los representantes salieron de la plenaria doblemente regalados.