Hace tres semanas la Alianza Verde y los liberales sellaron una alianza que los deja como jugadores fuertes en Boyacá en octubre. Pero esta alianza está tambaleando por cuenta de una pelea entre dos hermanas.
Esa alianza -que sellaron en un evento con 4 mil personas en la Cámara de Comercio de Tunja y con la presencia del senador liberal Horacio Serpa y el verde Antonio Navarro- volvió viables las cartas de ambos partidos.
A cambio de que los rojos apoyen al ex representante Carlos Andrés Amaya a la Gobernación, los verdes se comprometieron a respaldar a dos candidatos liberales: en Tunja a Gilberto Rondón, el ex candidato del ex presidente César Gaviria a la Contraloría, y en Sogamoso (la segunda ciudad del departamento) a Alejandro Gutiérrez, quien fue la segunda votación roja a la Cámara en 2014.
A Amaya le ayuda que los liberales -agrupados en torno al representante Rafael Romero- son la segunda fuerza política en el departamento, sacando 61 mil votos a la Cámara el año pasado. Y a los liberales, que los verdes tienen actualmente la alcaldía de Tunja con Fernando Flórez y sacaron la tercera votación allí en la Cámara.
El acuerdo parecía sólido hasta que entró en escena la representante verde Sandra Ortiz. Hace unos días ella le dijo al periódico Boyacá 7 Días que sus bases prefieren a Pablo Cepeda de Cambio Radical en Tunja y a Enrique Camargo de la ASI en Sogamoso en cambio de los candidatos liberales.
Dos personas de la Alianza Verde le dijeron a La Silla que es muy probable que ella pida en la reunión de la comisión nacional de avales esta tarde que no haya aval compartido para Rondón y Gutiérrez, sino que la dejen a ella en libertad de voto.
El tema es que, si se cae el aval verde para los dos rojos, es muy posible que también se caiga el liberal para Amaya.
El trasfondo de esa pelea es de carácter familiar: Sandra está peleada con su hermana María Elena, quien fue secretaria privada de Carlos Andrés Amaya en la Cámara y ahora es la candidata liberal a la alcaldía de Paz del Río, el pueblo de donde son oriundos los tres.
Según le dijo Sandra al periódico boyacense, ese aval nunca le fue consultado y, si María Elena sale elegida (fue segunda en 2011 con los verdes), ella no podría repetir Congreso en tres años. Eso hizo que Sandra le ayudara a buscar un aval a su hermana en Cambio Radical, que María Elena no aceptó (aunque, curiosamente, eso tampoco le hubiera impedido una inhabilidad).
Más allá de cómo resuelva el caso la Alianza Verde, Ortiz es la segunda congresista verde que se pelea con su partido y sus padrinos. Al igual que el representante Óscar Ospina en el Cauca, la decisión de Ortiz va en contravía de la alianza que tejieron los verdes y su padrino Jorge Londoño, el ex senador verde y ex gobernador de origen liberal que sirve de bisagra entre ambos partidos y que apadrinó a Amaya.
Actualización: Al final de la tarde la comisión nacional de avales decidió que se mantiene la alianza con los liberales y no avalará candidatos distintos en Boyacá, con lo que Ortiz perdió la pelea.