LA SILLA VACIA

Después de probar con varios nombres, el grupo Char ya definió la carta con la que se enfrentará a los Name, los Gerlein y al senador Efraín Cepeda en la puja por la Alcaldía de Soledad, el segundo municipio más importante del Atlántico y conocido por ser la caja nacional de votos durante las elecciones legislativas.

Joao Herrera Iranzo, de 76 años y avalado por Cambio Radical, fue presentado esta mañana en ese municipio por el cacique y líder de Cambio en el Atlántico Fuad Char y sus hijos, el aspirante a repetir en la Alcaldía de Barranquilla Alejandro y el senador Arturo.

Herrera se desempeñó hasta la semana pasada y durante tres décadas como notario primero de Soledad. Lidera la intención de voto, según dos encuestas recientes. En la primera, de la firma Datanálisis y divulgada el mes pasado, obtuvo el 16%. Aunque la medición fue realizada cuando seguía al frente de la Notaría y no hacía parte de la actual contienda, el que fuera incluido en la consulta fue interpretado como una jugada charista para calibrar el termómetro soledeño.  A esa encuestadora los Char suelen encargarles las mediciones de intención de voto y favorabilidad de sus candidatos.

En la segunda medición, también realizada por Datanálisis y publicada la semana pasada, obtuvo el 19%.

Inicialmente fuentes que trabajan con los Char le aseguraron a La Silla que era poco probable que Herrera se convirtiera en candidato por su edad y porque estaba próximo a jubilarse en la Notaría, pero después de la segunda encuesta, el miércoles de la semana pasada, decidió dar el sí.

La candidatura de Herrera no terminaba de hacerse pública cuando comenzaron a circular en Soledad, desde el martes pasado, unos panfletos en los que se lee 'No más Char' y se enlistan las razones por las cuales los habitantes de ese municipio supuestamente no deberían votar por él. Se desconoce quién está detrás de esos volantes.

Herrera se convirtió en el as de los Char después de que la primera opción, el exsecretario de Gobierno de la administración de Elsa Noguera, Modesto Aguilera, no despegó. En las encuestas nunca obtuvo más del 3%. Aguilera, además, se había lanzado en las legislativas pasadas a la Cámara de Representantes con el aval de Cambio Radical, pero ese apoyo ni el del vicepresidente Germán Vargas Lleras le alcanzaron para obtener la curul. Obtuvo 41 mil votos.

Que Herrera sea el candidato de los Char no causa sorpresa ni en Barranquilla ni en Soledad porque su familia siempre ha sido cercana a ellos. Su esposa, la exdiputada y exconcejal Alba Olaya de Herrera, hizo parte de la lista de Fuad Char para el Senado en 1998, y su hijo, Joao Herrera Olaya, integra el gabinete de la alcaldesa barranquillera del grupo de los Char, Elsa Noguera, como secretario de Recreación y Deportes. En 2011 se había lanzado al Concejo de Barranquilla, avalado por Cambio Radical.

Pese a que los aspirantes en Soledad superan la docena, el panorama comienza a aclararse. Hasta ahora Herrera se enfrenta a la exdirectora de la entidad medioambiental de Barranquilla, Jackeline Reina, apoyada por el senador Roberto Gerlein; al concejal Rodolfo Ucrós, respaldado por el senador Efraín Cepeda; al candidato que La U ponga, en cabeza de su líder en el Atlántico, el presidente del Senado José David Name Cardozo, y al exsecretario de Salud Cristian Barraza, quien va por firmas.

Otros confidenciales recientes

Jueves, Febrero 4, 2016 - 13:44
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Hasta el domingo pasado la seguridad de Bogotá se pensaba en un centro de estudios con más de 50 personas. Desde esta semana, esa labor la harán muchos menos funcionarios, en uno de los primeros pasos para preparar la creación de la Secretaría de Seguridad que quiere crear Enrique Peñalosa.

Va a cambiar radicalmente el Centro de estudios y análisis en convivencia y seguridad ciudadana, Ceascs, que durante ocho años ayudó a crear programas bandera de las alcaldías de izquierda, como los Camad (los Centros de Atención Médica a Drogadictos) de Gustavo Petro, las políticas de desarme o las restricciones a la venta de alcohol de la alcaldía de Clara López.

Según dos de los funcionarios salientes, 53 de sus miembros terminaron labores el domingo.Y su director Rubén Darío Ramírez, cerebro de esas políticas de seguridad de los últimos tres alcaldes, renunció el 10 de enero, 20 días  antes de la terminación de su contrato.

En entrevista con La Silla Vacía expresó que con la administración actual vio la llegada de una visión radicalmente diferente a cómo se ha manejado durante los últimos 12 años, y por eso se fue.

Ramírez considera que la aproximación social que se viene dando a temas como los habitantes de calle y los vendedores ambulantes, no va a tener continuidad. Y teme que la nueva administración vaya a realizar operativos de recuperación del espacio público a punta de represión.

Daniel Mejía, actual Subsecretario de Seguridad de Peñalosa y quien va a ser su Secretario de seguridad una vez se cree esa entidad, le dijo a La Silla que el Ceascs “malgastaba recursos” en una nómina demasiado grande. También dijo que ese centro “no le daba información absolutamente a nadie”, por lo cual no estaba cumpliendo con su función de orientar a las secretarías del Distrito.

Según dijo, la administración actual va a contratar personal mejor calificado para producir estudios más técnicos y transparentes.

Ese modelo recuerda el que existió en las administraciones de Mockus y Peñalosa, entre 1995 y el 2003, cuando el Sistema de Información de Violencia y Delincuencia tenía un equipo de trabajo de uno seis analistas, cada uno enfocado en un delito diferente.

Además de esa reducción en la nómina, Mejía está evaluando qué programas del Centro se van a mantener. Por ahora, se decidió que sigue el de Gestores de Convivencia, que capacitó a más de 9.000 jóvenes en la resolución de conflictos y el acompañamiento de eventos, protestas y manifestaciones.

El organismo que reemplace al Ceascs tendrá que lidiar con una ciudad que, si bien tiene menos homicidios, también vive una crisis de la percepción de seguridad. Según Bogotá Cómo Vamos, en el 2015 el 59% de los bogotanos aseguraron que se sentían inseguros en el espacio público.

 

Miércoles, Febrero 3, 2016 - 17:46
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Esta tarde, un juez de Cartagena dejó sin efectos la elección de la contralora distrital Nubia Fontalvo Hernández y le ordenó al Concejo devolver el concurso a la etapa de las entrevistas. Con esta decisión judicial, el alcalde Manolo Duque sufre a menos de mes y medio de mandato su primer gran golpe porque, por lo pronto, se queda sin la aliada a la que su grupo político puso para hacerle control fiscal.

La tutela que tumbó a Fontalvo fue interpuesta por el abogado Rafael Camargo Jiménez y coadyuvada por Iván Sierra Porto, miembro de la lista de elegibles a contralor. Ambos argumentaron que el Concejo de Cartagena violó el debido proceso en la elección porque la entrevista a los aspirantes debió hacerla la mesa directiva del Cabildo que se posesionó el primero de enero pasado y no la del que terminó periodo el 31 de diciembre.

Ahora la nueva mesa directiva tiene 10 días para volver a hacerles las entrevistas a Fontalvo y a Porto Sierra, consolidar los puntajes y votar una vez más para designar al titular de la Contraloría. Solo competirán ellos dos porque el tercer miembro de la lista de elegibles había renunciado días antes de la elección, que se realizó la primera semana de enero.

Como contó La Caribe, la abogada Fontalvo fue escogida por la gestión que hicieron el hermano del alcalde Manolo Duque, José Julián Vásquez, y el senador liberal Lidio García, quien respaldó la candidatura de Duque.

Fueron Vásquez y García quienes la noche del 7 de enero lograron cambiar la votación porque ese mismo día, por la tarde, los concejales habían decidido en reunión en un hotel de Bocagrande que el contralor sería el conservador Sierra Porto, según le contaron a La Silla dos políticos cartageneros.

Sierra Porto, hermano del exmagistrado Humberto Sierra Porto, representa una amenaza para el alcalde Duque porque es más afín al excandidato conservador Antonio Quinto Guerra, a quien el actual mandatario venció el 25 de octubre.

Miércoles, Febrero 3, 2016 - 14:24
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Uno de los preacuerdos que estaban buscando tres de los implicados en el ‘carrusel de contratos’ que tuvo lugar en la administración de Héctor Moreno Galvis en la Alcaldía de Bucaramanga se cayó.

La Fiscalía Cuarta Delegada ante el Tribunal radicó el escrito de acusación e inició el juicio formal contra dos exfuncionarios del Municipio y el representante legal de la fundación Corsoder, por su participación en la ejecución presuntamente irregular de un contrato para capacitar líderes comunales que no tiene soportada la inversión del 60% de su valor tptal que fue de $55 millones.

Los implicados son José Ludbin Gómez Martínez, exsecretario de Desarrollo Social, Ulises Dueñas, supervisor del  contrato, y Libardo Jaramillo Sarmiento,  representante legal de Corsoder, quienes se negaron a devolver a las arcas del Estado los más de $33 millones que, al parecer, no fueron ejecutados en el contrato, a cambio de beneficios.

Los delitos por los que la Fiscalía los investiga son peculado por apropiación, celebración de contratos sin el cumplimiento de los requisitos legales y falsedad ideológica en documento público y privado.

Los tres investigados ya tienen medida de aseguramiento por su participación en la ejecución de más contratos investigados  por el escándalo del ‘carrusel’.

Ese escándalo de contratación en Bucaramanga también tiene privados de la libertad al exalcalde Moreno Galvis, así como a varios exfuncionarios, contratistas y supervisores.

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