Cinco años después de haber sido uno de los municipios gravemente inundados por las aguas del río Magdalena, Campo de la Cruz, en el sur del Atlántico, vuelve a ser protagonista de una inundación: la de cédulas inscritas para las elecciones locales del próximo 25 de octubre.
Con un 66% más de inscritos que en 2011, esta población ubicada a hora y media de Barranquilla encabeza el listado de los municipios con mayor variación en el número de cédulas zonificadas en cuatro años: hasta el 6 de julio pasado tenía 830 personas inscritas, mientras que para la misma fecha de las locales pasadas registraba 530.
Ese aumento obedece una vez más al delito de trashumancia electoral, según alertó la Misión de Observación Electoral (MOE). Diógenes Rosero, su coordinador en el Atlántico, le dijo a La Silla que esta semana las autoridades deben redoblar esfuerzos no solo en Campo de la Cruz sino en el resto de municipios del país porque hasta el domingo 12 de julio se realizarán la inscripciones de cédulas en los puestos de votación y podría presentarse una asistencia masiva de votantes en buses.
Como lo contó La Silla, la movilización de votantes en buses de un municipio a otro, es una trampa electoral recurrente.
Campo de la Cruz es una de las poblaciones del Atlántico con trashumancia histórica. Prueba de ello es que su censo electoral supera el número de habitantes. Para las presidenciales pasadas, por ejemplo, tenía 19.057 potenciales votantes, mientras que según el Censo Dane de 2005 sus pobladores no eran más de 16.500.