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Hace unos minutos Bernardo Alejandro Guerra, concejal liberal de Medellín, sacó un comunicado público en el que le pide al candidato a la alcaldía de su partido, el ex senador Eugenio Prieto, que se retire. Con ese anuncio público, Prieto acumula en pocos días tres reveses fuertes.
El comunicado de hoy es especialmente duro por dos motivos.
Uno es que, Guerra hasta ahora había aceptado su derrota frente a Prieto en una encuesta (mecanismo que acordaron los entonces cuatro precandidatos) para definir quién sería el candidato rojo. Pero hoy dejó dudas sobre ese mecanismo, pues se refiere a ello como "El empate técnico que arrojó un estudio de opinión cuyos soportes aún no han sido dados a conocer públicamente, tal como fue pactado cuando fui candidato a esa nominación".
Y el segundo es que el concejal es muy conocido en la ciudad por sus denuncias de corrupción o desgreño en diferentes administraciones de la ciudad y por eso el impacto de que le pida a Prieto que se retire. "En medio de la soledad y la escasa prosperidad de la campaña del candidato liberal a la Alcaldía de Medellín, es prácticamente imposible lograr revertir la tendencia y hacer viable su aspiración", dice uno de los apartes del comunicado de Guerra. "El Dr. Eugenio Prieto debe considerar seriamente su retiro de la actual contienda electoral para evitar la grave derrota que se cierne sobre la colectividad"
El golpe solo se modera porque hasta ahora Guerra no ha venido haciendo campaña con Prieto, así que no se trata de alguien que abandona un barco. Pero el golpe de imagen sí queda claro.
Otro duro revés para Prieto fue que ayer el rector de la Universidad de Medellín, Néstor Hincapié, hizo público su apoyo a la aspiración de Gabriel Jaime Rico, candidato por firmas y avalado por La U, Cambio Radical y el Partido Conservador. Como Hincapié lidera uno de los grupos liberales de la ciudad, que tiene en la concejal y ex precandidata a la alcaldía Aura Marleny Arcila su principal carta, ese anunció se recibió como una prueba de lo que se venía rumorando: que Prieto no tiene el apoyo unánime de su partido, algo que el comunicado de Guerra refuerza.
Y el tercer golpe son los recientes resultados de las encuestas, en las que a Prieto le va mal. La más reciente fue la del Centro Nacional de Consultoría de antier en la que sale de quinto con solo el 6 por ciento de intención de voto, la mitad de Rico que aparece cuarto). Sin embargo, dado que la campaña vive una guerra de encuestas y que a Prieto le ha ido bien en algunas (por ejemplo, en la de Cifras y Conceptos de hace dos semanas salió en un triple empate en el segundo puesto con Rico y el uribista Juan Carlos Vélez),
Prieto se ha defendido recordando a los demás liberales que su deber es acompañar a los candidatos oficiales del partido, algo que recordó ayer el Veedor nacional del partido en una dura circular a sus miembros, y dice que los otros precandidatos rojos que derrotó en la encuesta nunca lo han acompañado (además de los concejales Guerra y Arcila, participó Libardo Álvarez, quien se lanzó al concejo por Opción Ciudadana).
También le dijo a La Silla que no es triunfalista cuando le va bien en las encuestas ni derrotista cuando no lo favorecen; que cree que cuando miembros de los partidos no acatan las decisiones legítimas de éstos, se desdibujan; y que la gente es quien ha avalado su proyecto, algo fundamental porque espera construir un programa de gobierno participativo.
Mejor dicho, que no se retira.