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Viernes Junio 09, 2023

A pesar de que el presidente Juan Manuel Santos aceptó la renuncia del Ministro de Minas, tras endilgarle la responsabilidad de un eventual apagón, Tomás González recibió un espaldarazo público de un grupo muy diverso y prestigioso de personas relacionadas con el sector minero que le expresan su respaldo por su trabajo y la experticia que demostró durante el año y medio que fue la cabeza del sector.

Se trata de casi todos los miembros del Grupo de Diálogo sobre la Minería, Gdiam, un grupo de alto nivel creado por la Fundación Ford (que financia el cubrimiento minero de La Silla) para convenir una visión de la minería a largo plazo que apoye el desarrollo socioeconómico del país  y la construcción de paz.

Entre los firmantes están personas tan diversas como Fabio Arjona, el director ejecutivo de la Ong ambiental Conservación Internacional en Colombia hasta el ex ministro y el ex viceministro de minas Luis Ernesto Mejía y Henry Medina pasando por líderes del sector como Claudia Jiménez, la ex directora ejecutiva del gremio de minería a gran escala y León Teicher, el ex presidente del Cerrejón y líderes sociales como Alcibíades Escué, líder de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte en el Cauca, Benjamín Mosquera, representante legal del Consejo Comunitario del Río Anchicayá y Fabio Velásquez, presidente ejecutivo la Fundación Foro Nacional por Colombia.

Esta es la carta:

 

Carta Tomás González by lasillavacia

Otros confidenciales recientes

Viernes, Febrero 5, 2016 - 17:55
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Cuando iniciaba su Administración, a principios del mes pasado, el Alcalde de Cartagena conformó una terna para elegir al nuevo gerente de Transcaribe, el megaproyecto de movilidad más grande en la historia de la ciudad que ha arrancado con varios tropiezos. Aunque ya venía sonando, La Silla Caribe confirmó hoy con alguien de la Alcaldía que el favorito de Manolo Duque allí es el ingeniero José Alfaro Villadiego, quien tiene un perfil técnico y no cuenta con padrino político.

La elección del nuevo gerente es una de las más grandes asignaturas pendientes del sistema masivo, y vuelve a tomar vigor especialmente desde ayer que se conoció la renuncia del exsecretario general del Distrito Carlos Coronado, quien llevaba más de medio año encargado en el puesto bajo una lluvia de críticas por el accidentado inicio del proyecto.

Alfaro Villadiego viene de ser director de operaciones de Transcaribe y se conoce al dedillo el proyecto porque trabajó en él desde sus inicios, hace más de 10 años. Hace dos años había renunciado por diferencias con el gerente pasado, José López Amarís, quien era cuota de la casa política de los García Zuccardi.

El Alcalde lo conoce porque “José Julián (Vásquez, su hermano y poder a la sombra) también trabajó en Transcaribe. Es especialista en transporte, que es la etapa en la que está ahora el sistema. Nunca ha ocupado un cargo gerencial y eso es otra cosa”, nos dijo una persona que conoce bien la iniciativa.

Según esa fuente conocedora, a Alfaro le faltan relaciones con los bancos, que son los que van a prestar la plata para que la empresa Transcaribe también funcione como uno de los operadores del sistema.

En dos semanas que sesione la junta de Transcaribe se sabrá si Manolo logró llevarlo al cargo. El colectivo tiene cinco miembros, entre ellos el mandatario, pero la Nación tiene las mayorías. Además, se rumora que la casa García (liderada por el exsenador, condenado por corrupción, Juan José ‘Juancho’ García) tiene interés en entrar en la puja por ese puesto. En cabeza de José López, lo tuvieron por tres años.

Viernes, Febrero 5, 2016 - 13:46
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En los últimos dos días  una serie de cuestionamientos sobre la administración del alcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, han salido a flote por el rasero que se está utilizando en la administración para definir el personal.

Aunque en campaña Hernández abrió una convocatoria para que todos los ciudadanos interesados en trabajar en la Alcaldía le hicieran llegar su hoja de vida con el fin de buscar entre sus perfiles a los nuevos funcionarios y contratistas, esa promesa se ha quedado corta.

Si bien, y según aseguró el jefe de gabinete de Hernández, Manolo Azuero (ex editor de la Silla Santander), esa política está en etapa de implementación y señaló que algunos de los nuevos integrantes del equipo de la Alcaldía han sido seleccionados a partir de esa base de datos,  personal cuestionado de la pasada administración volvió al ruedo.

La Silla revisó el portal único de contratación y encontró que en los 22 reportes que se han hecho de la vinculación de personal, ya hay un nombre que sonó en el cuatrienio pasado por escándalos.

Se trata del de Adriana Milena Sanabria Hernández, quien fue nombrada en un artículo de la Unidad Investigativa de Vanguardia Liberal, por ser una de las contratistas de la era de Lucho Bohórquez que obtuvo varios contratos de prestación de servicios sin presuntamente tener la experiencia ni la idoneidad para ejecutarlos.

Para el caso de los funcionarios de libre nombramiento y remoción, ha generado suspicacias el nombramiento de Lía Patricia Carrillo, quien es la subsecretaria administrativa de la Alcaldía y quien es afín, según tres fuentes que conocen la movida política en la ciudad, a la cuerda del diputado liberal Honorio Galvis.

Precisamente,según versiones de dos fuentes que están dentro de la administración, Lía Patricia ha enfrentado acusaciones de acoso laboral y es señalada de mover el personal a su acomodo. No obstante, la funcionaria señaló que las afirmaciones en su contra no son ciertas, e indicó que de los seis sindicatos que existen en la Alcaldía de Bucaramanga uno solo es el que se ha quejado de su labor.

"Yo me ciño estrictamente a la ley, el acoso laboral del que ellos hablan es porque se exigen cumplimiento de horarios y tareas y eso no es acoso laboral. Yo no muevo a nadie de los cargos, yo soy una subordinada y recibo órdenes y cuando ha existido traslado de personal todo está completamente soportado y con solicitudes de jefes de cada oficina", indicó.   

Al respecto, Azuero le dijo a La Silla que las personas que continuaron de la administración pasada no están en esos cargos por su procedencia política sino “porque saben del tema que están manejando”.  

Sobre la base de datos el jefe de gabinete indicó que esperan que esté en funcionamiento a mediados de febrero, para a partir de ella seleccionar los perfiles del personal,  en razón a que la mayoría de los contratos que se han suscrito solo son por 5 meses.

A ese escenario se ha sumado la contratación de Pedro Porras Porras como conductor privado de Rodolfo Hernández con honorarios mensuales de $4 millones.

Según la explicación que entregó la Alcaldía, el pago que recibirá es proporcional a sus funciones debido a que deberá acompañar todos los días al mandatario y a que si lo vinculaban directamente en la planta de personal, el salario aumentaría por el pago de horas extras, dominicales y nocturnos. 

Desde la administración de Hernández también se dijo que  el nuevo conductor cuando estaba en el sector privado recibía el mismo sueldo, y se aseguró que fue él el elegido porque era del círculo de confianza de Hernández y las autoridades habían recomendado que alguien con ese plus llegara a ese cargo debido a las amenazas que recibió el Alcalde.

Sin embargo, el tema de fondo está dado en que la Alcaldía de Hernández estableció un estándar para definir el pago de honorarios a contratistas que está basado en la experiencia y en el nivel académico de cada persona que se vincula.

Aunque, según lo reconoce la misma Alcaldía, esa escala no es de obligatorio cumplimiento, sí es el rasero que se está teniendo como punto de referencia para definir el valor de la prestación de los servicios del personal.

La Silla comparó los honorarios del nuevo conductor, que según los estudios previos de la Alcaldía debe tener estudios primarios para ser contratado, con los de los  abogados y profesionales de diferentes especialidades que se vincularán a la administración,  y encontró que la  diferencia en algunos casos es solo de $500 mil mensuales.

Nota de la Editora: Después de la publicación de este artículo, Lía Carrillo se comunicó con este medio y nos dio su versión sobre los señalamientos que le hacen. La actualización se hizo a las 4:36 p.m.

Viernes, Febrero 5, 2016 - 12:21
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María Victoria Calle será la nueva presidenta de la Corte Constitucional. Y lo será un poco a regañadientes porque ya le había tocado asumir este cargo durante casi todo el año pasado después de que el polémico magistrado Jorge Pretelt se hubiera visto obligado a renunciar a la presidencia y no quería serlo ya en propiedad durante un año más.

Pero le tocó porque si no aceptaba se daba una situación muy complicada: como los presidentes se van eligiendo en orden alfabético, el siguiente en la línea era el magistrado Luis Guillermo Guerrero.

Esto, en principio, no representaría un problema si no fuera porque su vicepresidente sería el también polémico magistrado Alberto Rojas, cuya permanencia en la Corte, como contó La Silla, tiene que ser decidido por la sala plena en las próximas semanas salvo que la nueva presidente lo engavete.  

Si no era Rojas, la siguiente en la lista sería la magistrada Gloria Ortiz. El problema de Ortiz es que es sobrina política del magistrado Guerrero, con lo cual la dupla directiva de la Corte quedaría entre parientes.

Ante tanto enredo, Calle tuvo que aceptar la presidencia.

Con esa decisión a regañadientes, Calle volverá a ser una de las encargadas de armar el Consejo de Gobierno Judicial, la nueva junta directiva de la Rama que creó la reforma de Equilibrio de Poderes y que debe definir la creación o eliminación de juzgados o el presupuesto de la justicia.

El año pasado ella participó, junto con los ex presidentes del Consejo de Estado (Luis Rafael Vergara) y de la Corte Suprema (Leonidas Bustos), en el fallido proceso para armar ese nuevo Consejo, que hundió el Consejo de Estado por varias irregularidades.

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