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Jueves Junio 01, 2023

El comité ejecutivo del Polo Democrático el jueves pasado terminó en un bonche por la decisión del partido de fijar la consulta para su congreso en apenas cinco semanas. Esa tensión podría desaparecer esta tarde, ya que el Consejo Nacional Electoral decidirá -a pedido del Polo- si se puede aplazar esa consulta para todos los partidos. De darles el sí, se desactivaría la más reciente pelea dentro del ya dividido partido de izquierda.

La historia es la siguiente. El Polo llevaba casi cinco meses sin una reunión de su comité ejecutivo, por lo que aún no habían hecho un balance de la campaña presidencial de Clara López ni habían podido sentarse a discutir temas cruciales como su estrategia para las elecciones regionales del 2015 o si se declaran en oposición al gobierno Santos II. Y se esperaba una áspera discusión, como contó La Silla, alrededor del apoyo de Clara a Santos en segunda vuelta.

Para evacuar tantos temas agendaron todo el día, pero no alcanzaron casi a discutir ninguna porque el futuro congreso del partido se convirtió en el tema central.

Como todos los partidos tienen que organizar un congreso (o convención) cada dos años para no correr el riesgo de perder la personería jurídica y el último del Polo fue en noviembre de 2012, en agosto López -que es la presidenta del Partido- le elevó una consulta al CNE para saber cuándo podrían organizarlo. Y preguntó cuándo se podrían elegir popularmente los delegados, lo que haría con congreso abierto y no cerrado, una decisión que aún no se había tomado.

Hace unos días el Consejo Electoral respondió que el 30 de noviembre es la fecha prevista para que todos los partidos puedan hacer sus consultas populares para escoger delegados si van a hacer congresos abiertos.

Con esa respuesta Clara planteó el tema en el comité y se armó la grande. Tras una apretada votación de 15 a 14, ganó la idea de hacer una consulta abierta ese día para escoger los 758 delegados con voto en el congreso en vez de hacer un congreso cerrado, como el Polo había hecho hasta ahora. Esa decisión los puso en una carrera contra el reloj, pues tienen que armar listas esta semana, preparar la publicidad y hacer campaña todo en un mes.

El sector que perdió -liderado por el Moir de Jorge Robledo y por Alexander López- se retiró de la reunión, muy molesto porque consideraba que los tiempos eran demasiado apresurados y porque en una consulta abierta puede votar cualquiera -y no solo los miembros del partido- para luego en la convención definir temas netamente partidistas como sus estatutos, su nuevo comité ejecutivo y su presidente.

Y además porque, al ser el único partido en optar por esa fecha (ya que la mayoría de partidos hicieron sus congresos en 2013), la ciudadanía quedaría con la impresión de que todo el gasto electoral era solo por el Polo. Por no hablar del mensaje de debilidad política si terminan saliendo pocos votantes.

Por eso el Polo, tras varias cartas públicas aireando su pelea interna, decidió elevar la consulta al Consejo Electoral. Su decisión esta tarde podría cortar de un tajo la razón de esa disputa o volver a alborotarla.

Comentarios - Cada usuario tiene la posibilidad de incluir solo tres comentarios
Mié, 2014-10-22 21:26
A veces creo que eso no puede ser posible. Simplemente por un factor: la excesiva y mortal intransigencia del MOIR en cabeza de Robledo.
Mié, 2014-10-22 18:12
Mié, 2014-10-22 18:09 <a>un día para Ser parte dl medio donde se había d TODO el mundo y se le sostiene</a>
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Otros confidenciales recientes

Martes, Marzo 1, 2016 - 11:02
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Después de un largo proceso lleno de tutelas y acusaciones públicas entre los aspirantes, el Concejo de Valledupar eligió ayer al personero de esa ciudad para los próximos cuatro años. Los 19 concejales unánimemente reeligieron al abogado Alfonso Campo Martínez, hermano del exrepresentante conservador Juan Manuel Campo y quien en 2012 llegó a esa silla con el respaldo del entonces alcalde Fredys Socarrás. Con la reelección de Campo, el principal derrotado es el representante conservador Ape Cuello, uno de los súper poderes del Cesar tras las regionales de octubre, porque no logró que su candidata fuera la escogida.

Con 83,81 puntos sobre 100 posibles, Campo Martínez obtuvo la calificación más alta del concurso de méritos y se impuso ante la también abogada Lorena Cabrera. Ella obtuvo 76,27 puntos e interpuso una acción de tutela buscando que la Universidad Autónoma del Caribe, institución contratada por el Concejo para poner en marcha el proceso, evaluara nuevamente su hoja de vida. Sin embargo, aunque la tutela le fue fallada a su favor y la universidad tuvo que volver a revisar la experiencia profesional y los estudios acreditados, Campo Martínez terminó con un puntaje más alto.

Para este concurso, Cabrera tenía el apoyo del representante Cuello, quien es el nuevo poder en ascenso del Cesar después de haber sido el principal financiador y promotor del proyecto político que hoy tiene a Tuto Uhía en la Alcaldía de Valledupar. Además, Cabrera trabajó en la campaña de Uhía. Por eso, con la derrota de la abogada, también pierde el mandatario porque queda con un personero que no es de su cuerda política sino de la del exalcalde Fredys Socarrás, quien en las regionales pasadas le puso votos a uno de sus contrincantes: el exconcejal de Cambio Radical Jaime González.

El tercer derrotado con la reelección de Campo Martínez es su propio hermano, el exrepresentante Juan Manuel Campo, quien queda inhabilitado para las legislativas de 2018 en su aspiración de regresar al Congreso. En Valledupar se daba por descontado que el conservador Juan Manuel sería la fórmula del también conservador Ape Cuello, quien ha manifestado en reuniones privadas que quiere dar el salto al Senado. Sin embargo, el personero no desistió de su aspiración de quedarse cuatro años más en el cargo y terminó atravesándole a su hermano.  

Dos políticos activos del Cesar le contaron a La Silla que los 19 concejales prefirieron elegir a Campo Martínez para evitarse nuevas investigaciones de la Procuraduría porque fue él quien obtuvo el mayor puntaje, pese a las negociaciones que desde diciembre venía haciendo con ellos el representante Ape Cuello.

En enero, la Procuraduría Regional del Cesar ya les había advertido a los 19 concejales que vulneraban el debido proceso de la elección al decidir que sería la mesa directiva y no todos los concejales, como estaba estipulado desde el inicio del concurso de méritos, los que tendrían la facultad de evaluar las entrevistas de los aspirantes.

Esa modificación generó suspicacias en la Valledupar política porque el representante Ape Cuello tiene influencia sobre la mesa directiva: el actual presidente de ese organismo es de su cuerda política, el conservador Guido Castilla. La etapa final valía un 10% y era clave para los participantes, especialmente para los dos que desde el comienzo se perfilaron como los más opcionados a la silla de personero: Campo Martínez y Cabrera.

Los concejales también llegaron temerosos a la elección de ayer porque la Procuraduría les abrió, en enero, una indagación preliminar por posibles irregularidades y conflicto de interés en la elección de Álvaro Castilla Fragoso como contralor de Valledupar.

Castilla Fragoso fue uno de los financiadores de Uhía, según los reportes que esa campaña presentó al portal Cuentas Claras, y es miembro del comité inscriptor del grupo significativo 'Avanzar es posible', que lo avaló como candidato a la Alcaldía.

Viernes, Febrero 26, 2016 - 15:17
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Otro liberal terminó enredado en el escándalo del ‘carrusel’ de contratación en el Instituto Municipal de Fomento y Empleo de Bucaramanga, Imebú.

A cinco días de que Augusto Rueda González, quien llegó a la Personería impulsado por los liberales en 2012, entregue su cargo como personero de Bucaramanga,  la Procuraduría Regional de Santander le abrió un proceso verbal por su presunta participación en el escándalo de contratación que vincula a fundaciones que jamás ejecutaron recursos destinados a población vulnerable.

La Silla conoció copia de la citación que le fue hecha al funcionario y en ella se señala que el ente de control entrará a investigarlo por participar como enlace entre el Imebú y una de las fundaciones contratistas, cuyo representante legal ya fue condenado por la ejecución irregular de recursos.

La participación de Rueda González en la controvertida contratación, se remite a que habría sido intermediario entre un exasesor de su despacho (Joel Molina) y la Fundación para el Desarrollo Comunitario, Fundecom, de la que es cofundadora la mamá de uno de sus hijos.  

Según los relatos del entonces asesor de Rueda, y de varios de los testigos que fueron citados a entregar su versión, fue el Personero quien recomendó el nombre de esa fundación para que se pudiera ejecutar un contrato por $45 millones con el fin de realizar talleres de emprendimiento a población vulnerable de Bucaramanga, objeto que no se cumplió.

A Rueda González también lo investigarán por no hacer las denuncias por el enredo de ese contrato y omitir la apertura de la investigación en el ente de control que él mismo dirige.

Precisamente, según los testigos, el saliente Personero conocía de las irregularidades en la ejecución del contrato y le prestó plata a su entonces asesor (se la descontó posteriormente de los honorarios que recibía en la Personería), para que este último la devolviera, debido a las investigaciones que se adelantaban. 

La versión de Rueda se ha mantenido en que él no hizo nada irregular, y aunque ha reconocido que fue intermediario tanto en el contrato como en la recuperación del dinero que se comprometió, ha señalado que el problema es de su exasesor debido a que él fue el que no ejecutó bien el contrato.

Al caso de Rueda, se suma el del exdirector de ese instituto Cristian Rueda, quien es cuñado de la concejala roja Nancy Lora, y quien está privado de la libertad por las investigaciones en su contra por ese 'carrusel'. Por su parte, Leonardo Vásquez, integrante del directorio Liberal en Santander, es el defensor de varios de los salpicados en el escándalo.

Jueves, Febrero 25, 2016 - 15:16
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El martes pasado, la gobernadora Oneida Pinto escogió al abogado Edwin López Fuentes como el nuevo director en propiedad del ICBF de La Guajira. Aunque hasta ahora en ese departamento ha caído bien la elección de López, porque allí lo reconocen como un experto en contratación sin filiación política particular, la directora nacional del ICBF Cristina Plazas no quedó contenta y ayer hizo público su malestar en Riohacha.

Plazas y la gobernadora Pinto se reunieron con los directores de las IPS y EPS para recordarles que, como parte de la lucha contra la desnutrición infantil wayuu, deben realizar más actividades de promoción y prevención en las rancherías.

A la reunión también asistió López Fuentes, quien aprovechó para presentarse como el nuevo director regional del ICBF ante las directivas médicas y diputados asistentes. Esa presentación, que generó aplausos, a Plazas no le gustó porque el abogado la hizo sin haber hablado antes con ella y porque todavía no está lista la resolución de su nombramiento.

Tanto le disgustó a Plazas la presencia de López que no permitió que pronunciara unas palabras al cierre del evento. Y hasta regañó a la presentadora por haber anunciado ese discurso como parte de la programación.

La Silla supo que, más allá de ese impasse, Plazas está molesta porque quería que el escogido fuera el administrador público y funcionario de carrera del ICBF Félix Orozco Mejía, quien tenía el mayor puntaje de la terna que ella misma envió y a quien puso el año pasado como director encargado de la regional Magdalena.

Esta mañana, la gobernadora Oneida Pinto le dijo a La FM que había escogido a López por ser el único guajiro de la terna, de la que también hacía parte el médico Óscar Alberto Pernía Maldonado, exgerente de Caprecom en Tolima.

La mandataria dijo que para el cargo del ICBF, especialmente en una coyuntura de crisis como la actual, se necesita a un profesional que conozca la cultura guajira y entienda a la etnia wayuu. Y en la misma entrevista negó haberlo escogido por recomendaciones políticas, como publicó el portal Las Dos Orillas.

La Silla consultó con cuatro fuentes del mundo político guajiro y todas, por aparte, coincidieron en que el nuevo director del ICBF no milita ni en el movimiento Nueva Guajira del presidente de la Cámara Alfredo Deluque ni en la Gran Alianza, del exgobernador Jorge Ballesteros. Y en cambio, lo describieron como un abogado y académico que trabajó hasta hace poco en la Universidad de La Guajira, donde dirigió la Oficina de Relaciones Internacionales y fue profesor.

Esas fuentes también nos dijeron que es uno de los pocos expertos en contratación de ese departamento, por lo que ha sido asesor de la Alcaldía de Riohacha y de la Gobernación, sin que al ocupar esos cargos fuera considerado cuota política.

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