El viernes pasado el Consejo Superior de la Judicatura falló una tutela [1] contra los 'afro no afro', dos políticos que, sin tener arraigo en las comunidades negras, se ganaron las curules de la circunscripción de negritudes en la Cámara de Representares.
Como contó El Espectador [2], horas después apareció una denuncia penal contra la ponente de la tutela, María Mercedes López, por supuestamente haber recibido un millón de dólares a cambio de rendir esa ponencia y contra otras personas por supuestamente haberla presionado. Pero La Silla supo que esa denuncia la puso un fantasma.
Según el texto de la denuncia, el denunciante es Vicente Playonero Urrutia, identificado con la cédula 16'987.594 de Cali. Esa cédula no existe, según la página web de la Registraduría.
Además, Playonero dijo que su domicilio es la calle 12#7-65 de Bogotá y su teléfono 5658500. Pero esos datos son los del Palacio de Justicia de Bogotá, donde trabaja López.
Playonero tendría que ampliar su denuncia en la Comisión de Acusaciones para que ésta avance, y tuvo que entregar sus datos precisamente para que lo contactaran para esa ampliación. Todo indica que el proceso contra López nació muerto pero el denunciante fantasma logró lo que quizás buscaba: que saliera esa nota enlodando a la magistrada que propuso devolverle la curul de los afro a los afro.