
Ayer el Distrito decidió suspender el inicio de las obras para construir Transmilenio por la carrera Séptima, tal como se lo había pedido la Procuraduría, con el argumento de que los constructores aún no tienen listo el plan de manejo de tráfico. Pero, en realidad, la suspensión también era la mejor decisión política para Samuel Moreno.
No es la primera vez que la Procuraduría le pide al alcalde de Bogotá cambiar una decisión. Ya en este mismo tema, hace unos meses le solicitó [1] suspender la licitación de la construcción del Transmilenio por la Séptima, a lo que Moreno se negó. Tampoco aceptó las observaciones [2] de la Procuraduría a la audiencia a la adjudicación de Doña Juana.
Esta vez, aunque no suspendió la obra de la Séptima por las razones de peso que argumentó la entidad de control, como la falta de diseños detallados y de licencias y permisos necesarios para la obra sino porque los constructores no presentaron el plan de manejo de tráfico, el alcalde sí le hizo caso [3] a la Procuraduría. ¿Por qué?
La troncal ‘liviana’ en la Séptima se había convertido en uno de los flancos débiles de la administración de Moreno más fáciles de solucionar. Suspendiendo la obra, le quita sus opositores y sobre todo, a los candidatos a la Alcaldía –principalmente a Enrique Peñalosa- un argumento para criticarlo.
El ex rival de Moreno por la alcaldía y actual precandidato del Partido Verde, Enrique Peñalosa, siempre se ha opuesto a una troncal 'liviana'. Este domingo dijo [4] que las obras que quería empezar Samuel son “un despilfarro”. En una columna de prensa dedicada al tema, David Luna, quien es el precandidato más sonado del Partido Liberal, le pidió [5] al alcalde Moreno que mejor construyera la troncal pesada. Y decía que Bogotá “está perdiendo la fe en sus gobernantes”. Y Carlos Fernando Galán, de la bancada opositora de Cambio Radicial y quien suena como candidato a la Alcaldía, también dijo [6]que le parece sensato que sólo se inicie la obra cuando existan diseños actualizados.
Por el lado de los medios no le fue mejor. Esta última semana muchos líderes de opinión atacaron la troncal. Nuestro blogger Juan Carlos Flórez [7], Enrique Santos Molano en su columna [8]en El Tiempo, la revista Semana [9], el redactor de Bogotá de El Tiempo, Yesid Lancheros [10] y Claudia Hoyos [11], de CM&, son algunos ejemplos.
Además, algunos en la sociedad civil se sumaron a este coro. Como ya dijo La Silla Vacía, los ciudadanos que inicialmente se movilizaron para defender a la ciclovía por la Séptima, pasaron a oponerse a la troncal, como es el caso de la ex alcaldesa de Chapinero Angélica Lozano [12] en cabeza de un grupo de ciudadanos. Y se sumaron otros críticos, como la Sociedad de Mejoras y Ornato.
Con tantas voces en contra, a Samuel Moreno le convenía suspender la obra y ganar tiempo, por lo menos para tener un mejor plan de tráfico, para desembotellar la ciudad con el avance de otras obras, y para terminar los diseños de detalle. El problema es que ya firmó el contrato de construcción con una promesa de sociedad futura compuesta por Construcciones el Cóndor y Sainc Ingenieros Constructores y suspender la obra por su propia improvisación acarreaba un costo. De ahí que la solicitud de la Procuraduría le vino como anillo al dedo.
Samuel aprovechó la solicitud de la Procuraduría para sacarse de encima un problema político. Y también le conviene hacerse pasito con una entidad que lo está investigando.
Si antes el alcalde Moreno no le hacía mucho caso a la Procuraduría, ahora sigue sus recomendaciones. A diferencia de solicitudes anteriores que había ignorado, ya hace un mes también suspendió la licitación para el Sistema Integrado de Recaudo, Control e Información (Sirci) del Sitp y acogió [13] una recomendación del Procurador de reiniciar el proceso.
El cambio frente a la Procuraduría coincide con el inicio [14] de la investigación disciplinaria contra Moreno por el escándalo del ‘carrusel de las contrataciones’. La chiva de Francisco Santos en RCN sobre la destitución del Alcalde, aunque falsa [15], mostró hasta dónde hay una espada colgando sobre la cabeza de Samuel.