La telaraña de las empresas relacionadas con Julio Gómez en Bogotá
Ayer, la concejal bogotana Liliana de Diago denunció [1] una supuesta irregularidad de contratación en el Hospital de Meissen entre 2009 y 2010, que involucra a ONG que han sido relacionadas con Julio Gómez. El nombre de este contratista salió a relucir a raíz de la grabación del ex representante Germán Olano y de Miguel Nule, en el que hablan de un 'Julio'. Los periodistas de Caracol dijeron que se trataría del contratista del IDU.
En dicha grabación, Miguel Nule dice [2] que “en lo de salud sí lo sacaron, el hospital que tenía grande se lo quitaron, lo abrieron y le van a sancionar otro y van a ver que a Julio no solo lo revientan por el IDU sino lo revientan por salud”.
La concejal Diago, del Partido de la U, denunció que gran parte de la contratación de este hospital ascendido el año pasado a tercer nivel, se adjudicó a las mismas Ong Funalcer, Funhori y Funarkgo. Y que en estos dos años se han ganado licitaciones de este hospital por dos mil millones de pesos.
Ella no mencionó a Gómez, pero dos de estas son las mismas ONG que hace unos meses el concejal Carlos Fernando Galán, de Cambio Radical, relacionó con este contratista en lo que denominó un ‘carrusel de contratación’ y que actuaban de la misma manera a cómo ahora lo denuncia Diago.
La concejal de la U dijo a La Silla Vacía que estas tres ONG suelen licitar juntas y que “lo raro es que en una contratación sacan a dos y en la siguiente, sacan a la que ganó en la primera y así sucesivamente”.
Diago aseguró que dentro de su investigación halló que las tres firmas tienen los mismos números telefónicos y que además, aparecen unas personas representantes con algunos parentescos. Agregó que estas mismas entidades tiene contratos con otros hospitales como los de Suba, Chapinero, Pablo Sexto, Bosa y San Cristóbal, entre otros. Y que todo esto formará parte de un debate que ella hará en los próximos días en el Concejo.
La telaraña
En junio de este año, antes de que se divulgara la grabación de Olano, el concejal Galán denunció [3] que Julio Gómez, a través de varias empresas relacionadas con él o con su esposa, Jannett Arévalo, se ganó la mayoría de las licitaciones del IDU en las que participó entre 2008 y 2009, periodo en el que Liliana Pardo fue directora de la entidad. Pardo renunció a la entidad en abril en medio de cuestionamientos por los atrasos de las obras en Bogotá.
Las nueve empresas relacionadas por el concejal Galán con Julio Gómez son Constructora Arkgo Ltda., cuyos socios son él y a su esposa; Constructora INCA Ltda., que cuenta entre sus socios a varios parientes de la esposa de Gómez; Coopmunicipal, en la que Julio Gómez aparece como gerente técnico; Costco Ingeniería Ltda., cuya representante legal es Martha Julieta Gómez Reyes, familiar de Gómez.
Otras de las empresas relacionadas por Galán con Gómez y que licitaron para hacer obras, tienen un objeto principal muy diferente al de la ingeniería o construcción. Mauros Food tiene por objeto principal “el procesamiento industrial de alimentos” mientras que las fundaciones Funarkgo, manejada por el cuñado de Gómez, y Funalcer, ahora mencionadas por Diago, se dedican a la prevención del consumo de drogas, entre otras cosas, y cuentan en su historial con informes “no satisfactorios” por parte de la Contraloría Distrital. Galán también relacionó a Gómez con Geos Construcciones y Equipluss S.A., que, si bien no tienen un vínculo familiar con Gómez, sí suelen licitar en los mismos consorcios.
Estas nueve empresas, licitando juntas o en consorcios temporales con empresas de otros dueños, al final se ganaron licitaciones con el IDU por más de 250 mil millones de pesos.
Julio Gómez ha explicado [4] que es dueño de Arkgo, y que los sobrinos son dueños de INCA pero que esas empresas son autónomas. Admitió que participó en un consorcio con Geos Consulting, cuyos dueños son de Sahagún, Córdoba [5], que son unos ‘pelados que están empezando a trabajar y que cumplían con los términos de referencia del consorcio', pero que Geos no es de él. Y que sí asesoró a Coopmunicipal en el 2004, pero que no es suya. “Las licitaciones a las que se han presentado mis empresas son públicas y es "equivocado tipificarlo como algo delictivo”, dijo. Agregó que, simplemente, así es como funcionan los consorcios en una licitación.
Como dice Gómez, esta práctica de licitar con varias empresas a la vez no es ilegal. Pero como estas licitaciones se asignan por ‘media geométrica’, es decir, que en el caso de empate de condiciones entre dos o más licitantes, se hace un promedio de costos para otorgarle puntos adicionales a cada proponente, según la cercanía de su costo a la media, se podría prestar para manipulaciones que los concursantes tengan relaciones tan estrechas así pertenezcan a dueños diferentes. Esto es lo que los concejales Galán y Diago denuncian en relación con estas empresas.
Esta es la telaraña que se forma al revisar los procesos de licitación del IDU en la que participaron las empresas que han sido mencionadas en conexión con Gómez. Después del debate de Diago, se conoceran las del sector salud: