Ante las revelaciones de que existió un espionaje sistemático por parte del DAS a periodistas, políticos y magistrados de las altas cortes, esta semana los participantes de la Movida del Día [1] debatieron [2]sobre quién responderá políticamente por estas graves violaciones.
Para todos, es más claro que nunca que las violaciones del DAS obedecieron a una política de espionaje y no son simplemente hechos aislados. Cada vez se hacen más comparaciones a las policías secretas y agencias de inteligencia de las más brutales dictaduras del mundo. La profesora de gobierno del Externado Cristina de la Torre [3] compara las operaciones del DAS a las de la KGB, la Gestapo y las agencias de inteligencia del Cono Sur.
Laura Gil [4], observadora de derechos humanos de las Naciones Unidas y uruguaya de nacimiento, reconoce que aún hay diferencias importantes entre la crisis de derechos humanos de su país y la colombiana, pero dice: "cada día más me despierto con la sensación de que el presente de mi país adoptivo está muy cerca del pasado de mi país de nacimiento. Y, como allá, la gente buena no quiere creer".
A pesar de que el Fiscal General ha anunciado que adelanta investigaciones para llegar al fondo de los hechos, muchos temen que el tema de la responsabilidad política quedará, como siempre, en el aire. Creen que es poco probable que las consecuencias lleguen a tocar a las altas esferas políticas. "Hallarán, sin duda, los culpables segundones. Pero la responsabilidad política permanecerá convenientemente en las tinieblas, así el DAS dependa en forma directa de la Presidencia de la República" añadió De la Torre.
El consultor político Miguel Silva [5]está de acuerdo: "lo que vienen son responsabilidades penales, no políticas. Si es que la investigación llega a alguna parte. Lo dudo, porque hasta ahora, en lo que se refiere al DAS, hemos tenido varias investigaciones y una comisión política de alto nivel que produjo recomendaciones para su reforma. Y nada ha sucedido".
Varios comentaristas de La Movida del Día coinciden en que, al ser el DAS una entidad que depende de la Presidencia de la República, las consecuencias deberían caer sobre altos funcionarios del gobierno. "Por más Noguera que sea, no me imagino a un director del DAS que llega por la mañana y de golpe decide, para ganar puntos en Palacio de Nariño, destinar a un equipo de funcionarios a investigar críticos y opositores del Gobierno. Si eso es así, el Gobierno es responsable por elegir directores del DAS irresponsables que cometen actos al borde del retraso mental. Lo que no creo que haya sucedido", comenta Gonzalo de Franciso [6], ex Consejero de Seguridad Nacional.
Álvaro Forero [7], director de la fundación Sendero de Democracia y Liderazgo, declara de manera pesimista que la responsabilidad política simplemente "no se practica" en Colombia. Benjamín Ardila [8], consultor privado, está de acuerdo, y cita como ejemplo la reforma de la silla vacía propuesta en el Congreso, que fue tumbada por el gobierno porque "vale más un Congreso de mayoría uribista, que un Congreso responsable políticamente".
Pero como dice Elisabeth Ungar [9], directora de Congreso Visible, "los ciudadanos tenemos el derecho y el deber de exigir que los responsables las asuman. Si nos dejan..."