En 1950, el primer premio del Salón Nacional de Artistas de Colombia lo obtuvo el artista Moisés Vargas. La obra que le permitió conseguir la distinción fue un busto en granito negro del entonces presidente Laureano Gómez. Ya de por sí, ese hecho llama la atención, pues pocas veces una pieza que rinde homenaje a un gobernante que tiene el poder en sus manos en ese instante, es premiada en eventos artísticos. Pero ese no es el único detalle llamativo de esta historia, pues la obra de Vargas, quien además dedicó gran parte de su vida a inmortalizar la figura de próceres y personajes políticos como Rafael Reyes, Enrique Olaya Herrera, Eduardo Santos y Mariano Ospina Pérez; no aparece. Como quien dice la famosa cabeza sin cuerpo del político conservador anda perdida desde hace años y ninguna de las pesquisas organizadas para encontrarla ha dado frutos. Por ser uno de esos símbolos que reflejan la dimensión del poder de algunos personajes políticos, a mediados del siglo anterior, así como su relación con diversas áreas creativas hemos decidido incluir las imágenes que logramos encontrar del busto de Laureano que anda perdido. Igualmente, porque no deja de llamar la atención que una pieza premiada en un evento con el mencionado, no haya sido conservada o al menos no se haya seguido su ruta. ¿Será que al final nadie le concedió ningún valor como coleccionable?