Durante sus ocho años de gobierno, Álvaro Uribe realizó 305 consejos comunitarios, convirtiendo estos actos públicos en un sello de su gobierno y en un “ritual” insalvable de fin de semana. Entre regaños, promesas, despidos, quejas, actos de coquetería y repartición pública de números telefónicos, los colombianos conocieron una manera bastante particular de hacer política. Aunque es imposible seleccionar pocos momentos memorables, casi en todos sucedieron hechos que serán difíciles de olvidar (en particular cuando al presidente se le ocurría recitar o pedirle a Moreno de Caro que interviniera), hemos incluido un aparte del último. En el que, este 24 de julio de 2010, aparte de la nostalgia hubo tiempo para volver a trovar.