El concejal embolador

A Luis Eduardo Díaz le bastaron 1.393 votos para llegar al Concejo de Bogotá. Su única carta de presentación era ser un lustrabotas, cuya esposa (Gloria Esperanza Vargas) trabajaba en un puesto de dulces, y por ello su intención era ayudar a las madres cabeza de familia que en muchos casos tenían que dejar encerrados a sus hijos mientras salían a trabajar.

Con estos antecedentes y su intención de no hacerse rico, sino de pagar la operación de una de sus hijas, Díaz se convirtió en el personaje político favorito de los medios.  Quienes además veían en él la encarnación del embolador interpretado por el humorista Jaime Garzón, Heriberto de la Calle.

Esa fijación mediática no varió durante un año. Lo que cambiaron fueron las razones, pues aunque no se reseñaron muchas iniciativas políticas del concejal, si se hablaba de supuestas borracheras y escándalos públicos. Para mayo de 2004, cuando gozaba de una licencia de tres meses y se dedicaba a participar en “La isla de los famosos”, un reality de RCN, la Procuraduría lo destituyó e inhabilitó por 13 años y tres meses. 

El entonces procurador delegado, José Fernando Reyes, indicó que la decisión era fruto de una investigación en la que se comprobó que en contra del Concejal existían dos sentencias condenatorias por el delito de hurto agravado y que la inhabilidad era conocida por él mismo.

Aunque poco se sabe de “Lucho”, como lo llamaban los bogotanos, pasará a la historia por encarnar una de las maneras más pintorescas de hacer política y por haber perdido su caja de dientes en La Isla de los Famosos y preocuparse más por eso en público que por la decisión de la Procuraduría.