La mayoría de colombianos recuerda a Belisario Betancourt por su paso por la Casa de Nariño. Como Presidente, entre 1982 y 1986, el político conservador debió enfrentar dos de los hechos más dolorosos de la historia nacional reciente: la toma del Palacio de Justicia y la tragedia de Armero, con las consecuencias conocidas por todos.
Si bien la historia política de este líder azul nacido en Amagá, Antioquia, cuenta con varios capítulos llamativos, como haber sido el único diputado que respaldó a Laureano Gómez como Presidente constitucional, a mediados del siglo XX, o haber fracasado tres veces en su intención de llegar a la Presidencia antes de lograrlo; en el Polimuseo decidimos rescatar la otra cara del ex Presidente: el hombre literario.
Llamados, por nuestra usuaria Gertrudis, los arrebatos literarios de Betancourt (que además citan en todas sus biografías de manera idéntica) son tres: "Agua linda", "Media vuelta a la derecha", y "El viajero sobre la tierra, en prosa y verso". Acá están dos de las obras de Belisario, para que entre párrafos como: "Consiguió plata el muchacho, no hay que negarlo. Levantó centavos. Con todo y su marranada, se hizo a un poco de papeles que ya le aseguran la vida, si no es carajo. Porque si es cualquier marrangatanga, los mismos que se le vuelan, con las espadas que hay en el pueblo y con las fieras que lo persiguen por todas partes", se revele la cara creadora del ex Presidente.