La muerte de Pablo Escobar

Pablo Escobar fue sin duda alguna uno de los criminales más sanguinarios de la historia de este país. Empezó su carrera delictiva en la década de los setenta como comprador de objetos robados y contrabando a pequeña escala. Pero luego entró en el mundo del las drogas como traficante de marihuana, y luego, de cocaína.

Fue en esta misma época que Escobar entró también en el mundo de la política en su ciudad natal, Medellín. Creó un barrio para los desheredados de Medellín, proyecto que llamó "Medellín sin tugurios" (hecho que ya fue reseñado en otra pieza de este Polimuseo), con el cual logró obtener los votos que lo convirtieron en teniente de alcalde del Ayuntamiento de Medellín y, convertirse luego en candidato del Movimiento de Renovación Liberal, y diputado suplente del Congreso de la República en 1982.

Su carrera política fracasó. Pero, al igual que Gacha, Escobar siguió adelante con el Cartel de Medellín y participó en la creación del MAS (Muerte a los Secuestradores). Grupo que se considera el origen de los grupos de paramilitares y que nació como respuesta, entre otros hechos, al secuestro de Marta Nieves Ochoa.

A pesar de empezar a vivir en la clandestinidad después de llamar la atención de los americanos y las agencias de seguridad como la DEA y la Interpol, Escobar se convirtió en el capo de capos, cargando a cuestas acusaciones como el asesinato de Guillermo Cano director de El Espectador, Rodrigo Lara Bonilla, Ministro de Justicia en 1984, Luis Carlos Galán, Líder del Nuevo Liberalismo y candidato presidencial de Colombia en 1989, y del secuestro de ocho periodistas. También se le responsabilizó por el asesinato de Carlos Pizarro Leongómez, líder del M-19 y del lider de izquierda Bernardo Jaramillo Ossa.

Entre muchos otros crímenes, como la aterradora ola de bombardeos que sufrió el país a finales de la década de los 80 y comienzos de los 90, Escobar se convirtió en el asesino más peligroso del país y en uno de los hombres más buscados. Para evitar su extradición a los Estados Unidos llegó a un acuerdo con el gobierno colombiano para entregarse, recluyéndolo en Envigado en una celda de lujo donde permaneció 13 meses antes de fugarse el julio de 1992. Fue entonces cuando aparecieron los PEPES (Perseguidos Por Pablo Escobar), quienes iniciaron una cruzada contra el capo, atacando sus propiedades, familiares, abogados y asociados. A raíz de esta persecusión, la familia de Escobar buscó asilo para ser recibidos como refugiados políticos.

Después de una larga persecusión, Pablo Escobar murió en Medellìn abaleado por 15 policìas del Bloque de Búsqueda en el techo de su casa el 2 de diciembre de 1993, un día después de su cumpleaños número 44.

Las llamadas que hizo a su familia y a una emisora fueron las que le dieron al Bloque de Búsqueda la información sobre la ubicación de Escobar. El Bloque de Búsqueda introdujo una serie de innovaciones tecnológicas de inteligencia electrónica, las cuales llegaron en parte de la mano de Óscar Naranjo.

Naranjo en ese entonces se desempeñaba como analista en labores de inteligencia, e implementó técnicas como el rastreo satelital de llamadas telefónicas. El uso de dicha tecnología fue la clave para localizar el escondite de Escobar, pues ese 2 de diciembre de 1993 a las dos de la tarde, el comandante del ejército José Guzmán, rastreó la llamada telefónica que Escobar hizo a la emisora Radio Súper para protestar por la negativa del gobierno alemán a recibir a su esposa e hijos, quienes fueron obligados a regresar a Colombia dos días después de su arribo.

Para el Polimuseo decidimos elegir la foto de la muerte de Escobar. Pues, pese a su crudeza, se ha convertido en un documento simbólico de la lucha contra el narcotráfico.