Ayer por la tarde se confirmó un rumor que venía sonando con insistencia desde marzo: el ministro de Agricultura Juan Camilo Restrepo saldrá del Gobierno dentro de algunas semanas.
Por ahora los conservadores respiran tranquilos, porque ya obtuvieron del presidente la garantía de que el ministerio seguirá en manos azules. Aunque la última palabra sobre el reemplazo de Restrepo la tiene Santos, seis personas del conservatismo y del sector agrario le confirmaron a La Silla que dentro del partido ya genera consenso el nombre de Francisco Estupiñán, el presidente del Banco Agrario y un funcionario que ha trabajado muy de cerca con Restrepo. Pero que no genera tantas resistencias en las toldas conservadoras como el ministro.
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El presidente confirmó ayer la salida de Juan Camilo Restrepo del Ministerio de Agricultura después de dos meses de rumores. Foto: Juan Pablo Pino |
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A los conservadores les gustaría que Francisco Estupiñán, el presidente del Banco Agrario, sucediese a Juan Camilo Restrepo. Foto: La Opinión El presidente Juan Manuel Santos enfrenta el reto de dejar contentos a los conservadores y al mismo tiempo encontrar un ministro de Agricultura que conozca el agro. El nombre de Juan Lucas Restrepo, director de Corpoica, también ha sonado como posible reemplazo del ministro, aunque ha perdido fuerza. Foto: Juan Pablo Pino |
La salida del ministro
Pese a que no era la primera vez que se rumoraba la salida de Juan Camilo Restrepo del gobierno, en los últimos meses su imagen sufrió un importante desgaste a raíz de los paros del sector agrario. En ese momento sectores tan disímiles como el uribismo y el Polo comenzaron a pedir su renuncia.
La Silla supo que Restrepo presentó su carta de renuncia a comienzos de abril, pero que Santos no la había aceptado hasta esta semana y le había pedido que no se fuera hasta que no terminara algunas tareas.
En parte porque, como contó La Silla, era altamente improbable que el Presidente le entregara su cabeza a los uribistas, que siempre consideraron su nombramiento como una de las primeras señales de ruptura entre el ex presidente Uribe y su sucesor.
Pero también porque, según confirmó La Silla, Restrepo ha aportado mucho al proceso de paz y ha sido el responsable de una de las políticas centrales del gobierno: la restitución de tierras despojadas a las víctimas del conflicto.
Hace unos días Restrepo comenzó a dar señales de que sus días en el edificio de la Avenida Jiménez estaban contados. “Yo creo que varias de las tareas que me encomendó el presidente Santos ya están o redondeándose o concluyendo”, dijo en una entrevista con La República este miércoles.
Detrás de su salida también hay un trasfondo político. A pesar de que Restrepo siempre ha sido fiel a su ideología conservadora, como funcionario ha tenido un perfil más bien independiente y esto no ha caído bien a muchos dentro del partido liderado por Efraín Cepeda.
Una parte importante del Partido siente que Restrepo -al igual que otros ministros de origen conservador como Mauricio Cárdenas, Juan Gabriel Uribe o Juan Carlos Echeverry- ni los representaba de verdad, ni les daba juego burocrático ad portas de una campaña electoral.
Todo esto en momentos en que el partido vive un intenso debate sobre cómo alinearse en torno a la reelección. Los más cercanos al ex presidente Uribe, como la senadora Liliana Rendón o el ex gobernador de Antioquia Luis Alfredo Ramos, buscan tender puentes con el Centro Democrático.
Otros sectores buscan una candidatura presidencial propia pero también cercana al uribismo, como las de Marta Lucía Ramírez o José Félix Lafaurie. Y finalmente un sector más cercano al gobierno busca ir con un candidato propio, como Echeverry o el mismo Restrepo, que pueda hacer una alianza con Santos en segunda vuelta.
El candidato conservador
La salida de Restrepo plantea un enorme desafío para Santos: debe mantener contentos a uno de sus aliados claves y alineados con la Unidad Nacional, pero al mismo tiempo necesita a alguien con experiencia en temas agrarios, dada la crisis que atraviesa el sector y la importancia que tiene en los diálogos con las Farc en La Habana .
Por lo pronto los conservadores ya aseguraron lo que más les angustiaba. La Silla supo que hace tres semanas se reunieron los principales líderes conservadores con Santos y éste les prometió que el partido mantendría la cartera.
Una semana después, los senadores azules se reunieron con el ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas y con el secretario general de Presidencia, Juan Mesa, tras lo cual le retiraron el apoyo al ministro. Eso fue preparando el terreno para su salida definitiva.
Y también para ir pensando en el nombre que quieren sugerirle a Santos. El de Francisco Estupiñán surgió rápidamente como uno de consenso y los azules buscan enviarle señales de humo al presidente sugiriéndolo.
Dos figuras del conservatismo le dijeron a La Silla que aunque el presidente del Banco Agrario tiene un perfil más técnico que político, es una figura conciliadora que siempre les contesta el teléfono y se ha mostrado muy disponible para ayudar en donde haya incendios. Varios le atribuyeron un papel decisivo en conjurar paros como el de los cafeteros y el de los cacaoteros.
“Hay consenso muy a favor suyo tanto en el Senado como en la Cámara”, le dijo a La Silla un político conservador. “Con esta crisis del sector agrario, no se puede poner al frente del ministerio a alguien que tenga que arrancar de cero. Improvisar sólo generaría un trauma gravísimo en el sector”, dijo otra figura conservadora que reconoce que la preocupación de muchos azules por el ministerio no era exactamente por temas agrarios. Eso sí, las seis fuentes consultadas coinciden en que Estupiñán no tiene el perfil de prestarse al apetito burocrático de algunos sectores azules.
Pese a su paso por el brazo económico del Ministerio, Estupiñán Heredia no es precisamente una persona del sector agropecuario. La carrera de este economista de la Universidad Externado ha estado sobre todo en el sector financiero, habiéndose desempeñado como director general del Presupuesto Nacional y como presidente del Banco Granahorrar durante tres años, antes de su venta al BBVA. Su llegada al Banco Agrario se debió precisamente a Juan Camilo Restrepo, con quien es cercano desde que fue su viceministro de Hacienda durante el gobierno de Andrés Pastrana. Es además el papá de Nicolás Estupiñán, el viceministro de Transporte.
En el sector agrario tienen una imagen favorable de él, aunque saben que no proviene del agro. “Es magnífico en temas financieros y de hacienda, pero no es una persona que sepa del manejo del campo”, dice una persona que conoce bien al sector y que preferiría una persona con mayor experiencia agropecuaria, pero que teme que llegue al ministerio alguién que le de un manejo político. Desde ese punto de vista el presidente del Banco Agrario sería bien recibido por el agro.
Con la promesa de mantener la cartera de agricultura en manos azules, Santos parecería garantizar la reparación de los puentes con uno de sus aliados claves en momentos en que arranca la campaña electoral. Un eventual nombramiento de Estupiñán podría servirle para jugar a tres bandas, generando tranquilidad entre los conservadores, en el ministro saliente y también dentro del sector. Falta ver si Santos les dará gusto a los azules nombrando al hombre que ellos quieren.
Felicitaciones a La Silla Vacia. Otro pronóstico que se cumple.
El nuevo ministro independientemente del color político, deberá contar con un grupo de asesores y directores de dependencias pro activos que agilicen las ejecuciones de los proyectos, programas y recursos que vienen de vigencias anteriores todavía sin asignar; no me parece que Estupiñán sea el relevo idóneo del actual ministro porque la gestión en el Banagrario ha estado también cuestionada por los productores de las regiones donde manifiestan que se ha convertido en un banco perverso por las trabas para acceder a un minicrédito. Lo cierto es que la locomotora agropecuaria se encuentra varada porque los escuderos del actual ministro se dedicaron a perseguir y mirar por el espejo retrovisor la labor del ministro anterior creando al interior del MADR un síndrome denominado AIS,de allí se deriva la ineficiencia de la gestión del Dr Juan Camilo aunado a la férrea gestióndela Restitución de Tierras descuidando paralelamente la problemática de las cadenas productivas.
Más de lo mismo. El Ministerio tiene único dueño los conservadores.
Viva la prosperidad de Santos.
El número de hectáreas restituidas a los campesinos muestran un porcentaje ínfimo frente a lo que los paramilitares al servicio de los terratenientes ganaderos, palmicultores y narcotraficantes arrebataron a los pobres del campo y a los medianos propietarios rurales; no se hizo nada en materia de legalización de predios de los campesinos, la mayoría de los cuales no tienen título de propiedad; el desarrollo rural fue ninguno, particularmente tratándose del impulso a la producción agrícola de los campesinos quienes sin o con poca tierra y sín crédito, además de no contar con la adecuada y permannte asistencia técnica se debaten hoy en la misma pobreza de todo el tiempo. Los anuncios del saliente ministro de agricultura se anclaron en las buenas intenciones.
Los ejes esenciales de la política agraria del gobierno de SANTOS al principio se percibían necesarios, además de oportunos: restitución de tierras, legalización de predios y desarrollo rural. Quienes hemos estado al tanto de la problemática del campo dudábamos que que tales fines pudiesen materializarse. Por el arraigo histórico de los problemas; por el fracaso de proyectos que fueron mejor diseñados y asumidos por el propio Presidente de la República como el de LLERAS RESTREPO(1966-1970), además de contar con la receptividad de la población rural mucho mayor para aquellos tiempos que los porcentajes en qué se muestra distribuida y representada hoy.
El asesinato de casi 100 líderes de tierra en las zonas donde predominó el desplazamiento; los paros en el sector cafetero y papero, entre otros, lo mismo que el descontento de los ganaderos y otros sectores del agro testimonian que la gestión de JUAN CAMILO RESTREPO se estrelló contra las históricas barreras estructurales del campo.
Yo lo único que veo, y después de leer el enlace de Robin Hood me queda aún más claro, es esto: empezó la faranduleada conservadora por las elecciones.
De mi parte, yo veo un campo un poco más allá del CARAJO, ejércitos de anti-restitución de tierras campantes y sonantes y nadie poniendo en cintura al ICA o similares.
Es decir: si el tipo hizo algo, felicidades, ¡lo tiene bien oculto!, porque nos fuimos al carajo y un poco más bajo su trabajo.
Antes de decir que no, favor revisar situación actual del agro y tejido social del mismo y hablamos de nuevo.
No hay ningun tipo de analisis con respecto a lo que esto pueda significar con los acuerdos en tema agrario de la mesa de diàlogo. Tampoco a si influyò èsta en la renuncia del ministro.
Sin duda LSV es un medio que necesitabamos los colombianos, para conocer el transfondo de las movidas del poder, y más importante, para conocer quiénes son los responsables de éstas. Pero hay algo que me molesta de algunos artículos: se utiliza insistentemente el adjetivo 'político' para los negociados de la torta burocrática. He aquí algunos ejemplos: "Detrás de su salida también hay un trasfondo político", "ni les daba juego político". Si consultamos definiciones, podemos encontrar que el término 'burocrático' se ajusta mucho más al contexto de lo que se expone, sin ser su uso peyorativo. Es importante distinguir entre ambos significados. Burocracia es un grupo de funcionarios no elegidos dentro de un gobierno u otra institución que implementa las reglas, leyes, ideas, y funciones de dicha institución. Mientras que 'político' se refiere al estudio del estado, no a las personas.
No le fue bien como era de esperarse.
Pasara a la historia como el Ministro defensor a ultranza de la extranjerizacion de las tierras, o sea que fue critico del pasado gobierno fue por puro oportunismo político y figuración. Su paso por su ministerio fue para poder culminar esto:
http://www.verdadabierta.com/tres-agroindustrias-de-los-llanos-compraron...
El no tiene de que preocuparse, terminara en una embajada y los medios se encargaran de tapar y lavarle la imagen a esta gente de bien.