
Hoy se reunirá la bancada de Cambio Radical y mañana la liberal y la de La U para tomar posiciones oficiales al respecto pero, a seis días de que se terminen las sesiones extraordinarias en el Concejo de Bogotá, todo apunta a que los concejales no derogarán todo el cobro de valorización, como lo pidió el alcalde Petro.
Ayer los tres ponentes del proyecto -Julio César Acosta (Cambio Radical), Germán García (liberal) y Antonio Sanguino (verde)- almorzaron en un centro comercial de Bogotá y coincidieron en que el cobro debe mantenerse para las obras que ya cuentan con estudios, diseños y predios. Casi todas son de la Fase II que se está cobrando este año.
Respecto al futuro de las fases III y IV del cobro aún no hay acuerdos, pues mientras Antonio Sanguino propone que las obras se suspendan mientras se reajusta el Estatuto de Valorización, Julio César Acosta plantea que se eliminen de manera definitiva.
Lo que es claro, entonces, es que los tres radicarán mañana en la Comisión de Hacienda ponencias positivas con modificaciones, pues lo que propuso el alcalde Petro es que se derogue la valorización y ellos sí aceptarán derogar el cobro para algunas obras, pero no para todas.
Lo que indica que, como pasará con el cupo de endeudamiento, que es el otro proyecto que se tramita en estas sesiones extras, el Concejo le ganará el pulso político al alcalde.


Los ponentes no están solos. Incluso el Polo Democrático, una bancada que siempre hace coalición con progresistas para apoyar al gobierno distrital, es partidario de que se continúe con el cobro de algunos proyectos por valorización y que los de más valor sí se hagan vía cupo de endeudamiento. “Serían unas 15 obras del Grupo II que le costarían a la gente unos 300 mil millones de pesos”, le dijo a La Silla el concejal Celio Nieves.
Concejales independientes como Juan Carlos Flórez (ASI) y opositores como Orlando Parada (La U) comparten la idea de mantener el cobro de este impuesto como un instrumento para hacer obras sin tener que endeudar a la ciudad.
“La gente perdió la confianza en este instrumento, pero es clave preservarlo haciendo las obras que se cobran”, opinó por su parte la liberal María Victoria Vargas.
Todo lo anterior es una muestra de cómo actuarán las diferentes bancadas del Concejo. Sólo Progresistas está cien por cien con la iniciativa: "Creemos que las obras de valorización deben hacerse vía cupo porque la ciudad puede endeudarse. Y también, como lo propone Petro, que debe eliminarse el POZ Norte", le dijo a La Silla el progresista Yesid García.
Y, al parecer, a los ciudadanos no les caerá tan mal el asunto. Por lo menos eso se deduce al revisar la encuesta Colombia Opina 2013 de Ipsos, que señala que el 33 por ciento de los bogotanos cree que las obras de la ciudad deben financiarse por valorización. En los estratos 5 y 6, es el 45 por ciento el que piensa eso. Es decir, la gente pudiente está de acuerdo en pagar esta contribución.
Una posición que va en la misma vía de la cultura de pago de impuestos que ha tenido Bogotá, especialmente desde la época del alcalde Mockus, y que queda aún más en evidencia al revisar que las manifestaciones en contra de la valorización han sido, casi todas, por el cobro excesivo y porque muchas obras no se han hecho, no en contra de la contribución.
El alcalde Petro propuso derogar esta contribución y devolver los recursos a quienes pagaron la Fase II como una forma de acabar con el descontento ciudadano. Varios de esos proyectos planteó hacerlos vía cupo de endeudamiento.
En febrero su idea era otra, pues en otro proyecto de acuerdo ese mes Petro le pidió al Concejo que se cobrara la valorización a menos personas para hacer dos megaobras propuestas por él. El Concejo aprobó en primer debate el proyecto, pero sacó las dos megaobras propuestas por el alcalde.

Con su decisión, el Concejo deberá asumir buena parte de la responsabilidad en lo que resulte del cobro de la fase II de la valorización. La ciudad ya conoce el resultado del primer cobro (son cuatro fases de cobro autorizadas en el Acuerdo 180) que hizo la administración de Samuel Moreno, que dejó obras sin terminar y abusó de las adiciones a dedo en un caos directamente relacionado con el cartel de la contratación.
Si el Concejo no deroga la valorización y las obras no se hacen o se hacen a medias, esta corporación terminará cargando con una parte del costo político.
Pero por otra parte la administración, en cabeza del IDU, también tendría que garantizar que las obras por valorización estén blindadas, pues es el IDU la entidad encargada de diseñar el cobro, cobrarle a los ciudadanos y contratar las obras que se hacen vía esta contribución.
Eso con un antecedente: y es que la Personería de Bogotá por estos días está revelando (en El Espectador) un supuesto desorden técnico en el IDU al liquidar este año el cobro de la Fase II. Ese desorden habría hecho que algunos predios terminaran pagando sumas excesivas de dinero por obras lejanas. Este punto, precisamente, fue el que desató la ira ciudadana que se ha manifestado en contra de la valorización.
La consecuencia inmediata de no derogar el cobro de la valorización recaerá sobre el otro proyecto que discute por estos días el Concejo: el cupo de endeudamiento por 4,3 billones de pesos al que el alcalde quiere amarrar algunas obras de valorización.
El alcalde pidió este cupo (el más grande en la historia de la ciudad) para financiar su Plan de Desarrollo y, para garantizar su aprobación en un Concejo opositor, le amarró algunas de las obras de infraestructura que pidió derogar por valorización.
Sin embargo, como contó La Silla, el Concejo no le va a aprobar este cupo al alcalde pues considera que es muy alto y que no está sustentado con estudios, y lo que va a pasar es que unas 15 obras que están propuestas vía cupo (y que valen alrededor de 400 mil millones de pesos) seguirán propuestas vía valorización. El cupo, si no se hunde por tiempos, será aprobado pero por un monto menor.
De dónde sacan que 45% es la mayoría? De qué encuestas esta hablando la periodista? En dónde las podemos ver y cuáles las fichas técnicas?
Hola Suarezterapia, destacamos que 45 por ciento es un buen porcentaje y la encuesta con su ficha técnica está linkeada ¿tienes problemas para abrirla?
menos mal que estos articulos terminan salvados por los buenos lectores.
Gracias Milbarras, el Acuerdo 180 se aprobó en el Gobierno de 'Lucho' Garzón, no decimos que sea de Samuel y tampoco que 33 y 45 sean mayoría, pero sí que son porcentajes significativos. Saludos
señorita laura usted si concluye que la gente esta dispuesta a pagar basandose en un porcentaje menor y muy menor a siquiera la mitad. lease: "la encuesta Colombia Opina 2013 de Ipsos, que señala que el 33 por ciento de los bogotanos cree que las obras de la ciudad deben financiarse por valorización. En los estratos 5 y 6, es el 45 por ciento el que piensa eso. Es decir, la gente pudiente está de acuerdo en pagar esta contribución."
Don Nadie, lo que decimos que señala la encuesta es que un porcentaje considerable de personas está de acuerdo con que las obras se financien con valorización, no que sean mayoría. De hecho, muchos quisieran que fuera vía cupo también. 33 y 45 son porcentajes considerables aunque no hagan mayoría. Recuerde que con menos porcentaje se eligió, por ejemplo, al alcalde Petro
señorita laura, usted subestima la comprension de lectura de la gente. yo copie literalmente lo que usted escribio y no se si despues lo cambio o lo cambiara, pero usted saca la conclusion mas olimpica del mundo y dice: "es decir la gente pudiente esta de acuerdo en pagar esa contribucion". para cualquier persona, por mas ignorante que le pueda parecer a los sabios de aqui, eso significa que su conclusion es que la gente rica quiere pagar y eso contradice las cifras de 33% y 45%. O son mentiras las cifras y eso si no lo se.
¡Pero a qué se deben estas sandeces!
¡Falta de criterio para ponerse a escribir sin sentidos con el único fin de atacar una producción periodística!
Supongo que dirán que el candidato de la silla, así escrito como para generar suspicacias, era Peñalosa. Pues es bueno recordar que en su momento los peñalosista o verdes criticaban a la silla cuando, por ejemplo, lanzaron el artículo en donde se hacía una bigrafía sobre Petro o sobre Parody.
Es una pobreza argumentativa muy fuerte a los de los adláteres políticos. No importa el político. Solo creen que cualquier comentario será una conspiración o un ataque contra el líder político que siguen.