Después de renunciar a la U, Marta Lucía Ramírez asistió el martes a la Comisión Segunda del Senado ante los ojos aterrados de sus colegas que creyeron ya no tenía curul. Ella, basada en tres conceptos del Consejo Nacional Electoral que dicen que la curul es del pueblo (de sus 68 000 votos) y no del partido, pensó que podía seguir ejerciendo como senadora mientras sacaba adelante dos proyectos que tiene pendientes. Pero Ramírez se quedó con los crespos hechos: hoy al medio día el Secretario del Senado le anuló los carnets a los miembros de su UTL. De ahora en adelante ellos ni Martha Lucía podrán entrar al Congreso como funcionarios.
A pesar de que el presidente Juan Manuel Santos aceptó la renuncia del Ministro de Minas, tras endilgarle la responsabilidad de un eventual apagón, Tomás González recibió un espaldarazo público de un grupo muy diverso y prestigioso de personas relacionadas con el sector minero que le expresan su respaldo por su trabajo y la experticia que demostró durante el año y medio que fue la cabeza del sector.
Se trata de casi todos los miembros del Grupo de Diálogo sobre la Minería, Gdiam, un grupo de alto nivel creado por la Fundación Ford (que financia el cubrimiento minero de La Silla) para convenir una visión de la minería a largo plazo que apoye el desarrollo socioeconómico del país y la construcción de paz.
Entre los firmantes están personas tan diversas como Fabio Arjona, el director ejecutivo de la Ong ambiental Conservación Internacional en Colombia hasta el ex ministro y el ex viceministro de minas Luis Ernesto Mejía y Henry Medina pasando por líderes del sector como Claudia Jiménez, la ex directora ejecutiva del gremio de minería a gran escala y León Teicher, el ex presidente del Cerrejón y líderes sociales como Alcibíades Escué, líder de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte en el Cauca, Benjamín Mosquera, representante legal del Consejo Comunitario del Río Anchicayá y Fabio Velásquez, presidente ejecutivo la Fundación Foro Nacional por Colombia.
Esta es la carta: