El Gobierno y el Directorio Nacional Conservador consideraron la posibilidad de convocar una Asamblea Constituyente "si las minorías logran derrotar la iniciativa popular" según publicó El Tiempo. Luis Carlos Restrepo, jefe del partido de “la U” dijo que apoyaría la medida. ¿Sería una manera legítima de lograr la segunda reelección?
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Es ampliamente aceptado que una actitud populista es aquella que busca lograr objetivos caudillistas, pasando por encima de las instituciones, apelando directamente al llamado "sentimiento" del pueblo.
La propuesta de una Asamblea Constituyente en estos términos es una idea populista. Sería un hecho político propio de países vecinos que padecen de la debilidad de sus instituciones jurídicas y políticas y que estan siendo gobernados por déspotas que tratan a su pueblo como menores de edad.
Lo único bueno que tendría esta propuesta sería la de permitir el ajuste de la Carta en todo lo que se ha desequilibrado a cuenta del excesivo presidencialismo que generó la primera reelección. Pero sabemos de antemano que en vez de buenas propuestas, estariamos todos pendientes de los peligrosos micos politiqueros a los que nos tienen acostumbrados los padres de la Patria.
Da tristeza que sea el Conservatismo, el supuesto defensor de la institucionalidad, el que abandere esta idea.
Sin duda de de presión. Es que intentar cambiar las reglas por un lado o por el otro, es como un plomero cacharrero que pretende arreglar un daño metiendo un palito, un cablecito, un pedacito de esto y de aquello, con el único propósito de decir listo se arregló el problema. Pero es que no ha llegado la noche y está el reguero de agua por todas partes y el remedio será más complicado y costoso.
Actitudes como estas definitivamente pueden ser una presión muy fuerte, y pareciera que algo se puede reventar. El país está absurdamente polarizado y estos mensajes son peligrosos. La seguridad democrática se funda en las reglas del juego, y su constante cambio deprime la institucionalidad, la confianza, la convivencia. Por Dios hasta donde se quiere llegar.
Qué depresión! Y solo miramos a los vecinos.
La constitución de 1991 calificada como la más avanzada del mundo. Pues si, pero no supimos como manejarla, nos quedamos varados y fregados. Alguien! Llame un técnico!!!
Director, Fundación Liderazgo y Democracia
En la sociedad colombiana hay una profunda tensión ideológica entre la concepción uribista y los principios de la Constitución del 91. La filosofía política del uribismo es de corte utilitarista, por lo que mide la corrección de sus acciones con base en los resultados y reclama el derecho a imponer la voluntad de las mayorías.
La filosofía política de la Constitución es de corte garantista, por lo que establece limitaciones tanto al poder de los gobernantes como al de las mayorías. Los problemas del trámite del referendo reeleccionista son resultado de que está transitando por entre una normatividad diseñada para atajar ese tipo de iniciativas, y la coalición de gobierno está dedicada a torcerle el cuello a las normas a cada paso.
Si las instituciones llegaran a detener el carro reeleccionista, sería inevitable que el uribismo descargue todo su poder contra la Constitución del 91, y como en los países vecinos, grabe la impronta del populismo en una nueva Carta.