¿Qué chance tiene un candidato independiente de llegar a la presidencia?
A raiz del acto de rechazo a la Reforma Política por parte de los quintuples surge la pregunta: ¿tendría alguna posibilidad de competirle a Uribe un candidato por fuera de los partidos?
Creo que la unión de los cinco independientes es necesaria en el contexto de polarización del país. Lo ideal: que terminen unidos con miras a las elecciones con un candidato único a la Presidencia, una fuerte lista al Senado y Cámaras Regionales que promuevan los nuevos liderazgos. Con esto, recogerían todo el voto de opinión y hasta de pronto de los Uribistas no releccionistas. SIn embargo, la pregunta que surge es si ellos están dispuestos a dejar de lado sus egos para encaminarse en esta ruta? Como dirían por ahí, Con egos no hay paraiso.
Sería interesante que las propuestas independientes calaran en la opinión de la gente y le abrieran el camino hacia la presidencia. Desafortunadamente las alianzas entre los grupos de poder que siempre han ostentado este cargo son los que terminan por imponerse. Lo que quiere decir que todavía Colombia está muy lejos de entregarle la presidencia a un verdadero independiente que tenga una propuesta país y no proyectos para favorecer sus intereses y la de sus asociados.
Si tiene propuestas interesantes, creíbles y realizables. Si es capaz de comunicarlas tiene mucho chance. ¿ O ya se nos olvidó como llegó Álvaro Uribe a la Presidencia? El problema es cuando nos dedicamos a quejarnos y dejamos de trabajar. Como dijo barac Obama en su campaña: Yes, we can.
Los únicos protagonistas de la vida política colombiana que no han participado de la estéril polarización entre uribismo vs antiuribismo, son aquellos que han recorrido tramos de independencia y se han presentado a diferentes escenarios en calidad de candidatos cívicos.
Sin duda independientes unidos en una suma orgánica que vaya más allá de una sumatoria simple de individualidades aumenta las opciones de triunfo. El gran reto de un candidato independiente para llegar al poder es marcar la diferencia y proponer al país un programa de gobierno que no profundice y radicalice el presidencialismo que avanza en Colombia y en el vecindario.
Creo que la unión de los cinco independientes es necesaria en el contexto de polarización del país. Lo ideal: que terminen unidos con miras a las elecciones con un candidato único a la Presidencia, una fuerte lista al Senado y Cámaras Regionales que promuevan los nuevos liderazgos. Con esto, recogerían todo el voto de opinión y hasta de pronto de los Uribistas no releccionistas. SIn embargo, la pregunta que surge es si ellos están dispuestos a dejar de lado sus egos para encaminarse en esta ruta? Como dirían por ahí, Con egos no hay paraiso.
Senadora, Movimiento MIRA
Sería interesante que las propuestas independientes calaran en la opinión de la gente y le abrieran el camino hacia la presidencia. Desafortunadamente las alianzas entre los grupos de poder que siempre han ostentado este cargo son los que terminan por imponerse. Lo que quiere decir que todavía Colombia está muy lejos de entregarle la presidencia a un verdadero independiente que tenga una propuesta país y no proyectos para favorecer sus intereses y la de sus asociados.
Ex secretario de prensa de Presidencia
Si tiene propuestas interesantes, creíbles y realizables. Si es capaz de comunicarlas tiene mucho chance. ¿ O ya se nos olvidó como llegó Álvaro Uribe a la Presidencia? El problema es cuando nos dedicamos a quejarnos y dejamos de trabajar. Como dijo barac Obama en su campaña: Yes, we can.
Los únicos protagonistas de la vida política colombiana que no han participado de la estéril polarización entre uribismo vs antiuribismo, son aquellos que han recorrido tramos de independencia y se han presentado a diferentes escenarios en calidad de candidatos cívicos.
Sin duda independientes unidos en una suma orgánica que vaya más allá de una sumatoria simple de individualidades aumenta las opciones de triunfo. El gran reto de un candidato independiente para llegar al poder es marcar la diferencia y proponer al país un programa de gobierno que no profundice y radicalice el presidencialismo que avanza en Colombia y en el vecindario.