La semana pasada, el ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, anunció que no aumentará el presupuesto del 2011 que le dejó el gobierno de Uribe, fijado en 147,3 billones de pesos, que es bajo para la cantidad de reformas que presentará el gobierno. Por ejemplo, el Ministerio de Agricultura se propone hacer una ambiciosa restitución de tierras, pero el presupuesto que tiene Juan Carmilo Restrepo es un tercio del que tuvo Andrés Felipe Arias. Echeverry dice que sacará dos billones de pesos de lo que se tenía previsto para amortización de deuda el próximo año y pasará este monto a gasto. Varios economistas creen que en cambio de aumentar el déficit el gobierno debería trabajar por lograr el grado de inversión y que para eso se necesita una reforma tributaria. ¿Quién tiene razón?
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Socio Director ECON ESTUDIO
La pregunta es si lograría pasarse por el Congreso una verdadera reforma que permita "ordenar" la casa y ofrezca soluciones de fondo o si lo que se conseguiría es otro parche a la colcha de retazos. Lo que uno quisiera ver, por lo menos: una tasa de impuesto corporativo de renta más baja para todos los empresarios por igual (entre 20%-25%?) acompañada de la eliminación de las múltiples exenciones tributarias que hoy tienen un altísimo costo fiscal y que en general resultan mal evaluadas como instrumentos de política para el desarrollo productivo, la decisión de eliminar el 4 por mil, la ampliación de la base del IVA y el tránsito hacia una tarifa de IVA unificada, posiblemente unos puntos por encima de su nivel actual. Por qué esto último? Para movernos a un mundo en que puedan sustituirse impuestos específicos (como los impuestos a la nómina) por impuestos de carácter general, que sean menos distorsivos. Ojalá el gobierno tenga la garra para pasar una reforma de este estilo.
Ministro de Trabajo
Se necesita una reforma, no para aumentar impuestos sino para hacer un sistema tributario más equitativo que incluya el desmonte gradual de impuestos antitécnicos como el 4 por mil, bajar el impuesto de renta a las sociedades, unificar (no subir) el IVA y destinar parte de ese impuesto a la inversión social en las regiones.
Directora ejecutiva, Fundación Mujeres por Colombia
Tengo la impresión de que cuando el candidato Santos insistió enfáticamente en que no iba a hacer una reforma tributaria las personas que le escuchaban, votantes convencidos, no convencidos y votantes de otros(as) le oyeron con una cierta displicencia... todos(as) dicen que no van a hacer reforma tributaria y terman haciendola, por un lado, pensaban unos(as). Uribe deja las arcas del gobierno quebradas, decian otros(as), un poco mas informados(as), tendra que hacerla asi prometa que no la va a hacer. Y todo lo que cabe en el medio o alrededor.
Yo en particular no entendí el porque de esta negativa en una persona que en otras cosas prometia una gran sensatez en el manejo macro y micro económico. Francamente lo oí como una falta de valor político, y como una conciliación con la cultura de promete lo que los demas quieren oir.
Coincido con Alexandra en que la eliminación de las exenciones es de por si una reforma tributaria. Y que vienen más.
Senadora, Movimiento MIRA
La Reforma tributaria ya entró al congreso. La eliminación de exenciones a empresarios equivalen a 2.5 billones nuevos para el presupuesto. Está vez no crea nuevos impuestos y en cambio elimina las exenciones para destinarlas al financiamiento y la creación de programas que en el papel proyectan generar 2 millones y medio de empleos en los 4 años de Gobierno.
Así las cosas, el nuevo Gobierno se estrena con una estrategia económica a varias bandas basada en una arquitectura económica, de tinte centralista. Pues la asignación del gasto social en temas como el manejo de las regalías, el reintegro de tierras y los programas de generación de empleo le quita discrecionalidad a Municipios y Departamentos y le otorga más caja al gobierno del presidente Santos.