LA SILLA VACIA

Martes, Noviembre 4, 2014 - 11:45

¿Tiene sentido que alcaldes locales de Bogotá sean elegidos popularmente?

La semana pasada superó su primer debate en el Congreso la idea de la representante liberal Clara Rojas de que los bogotanos elijan a sus alcaldes locales en las urnas. La idea del proyecto de ley es que los ciudadanos los escojan, puedan hacerles veeduría y participar más activamente en la administración local, en vez de que sea el Alcalde mayor el que los seleccione de una terna que le mandan los ediles. ¿Tiene sentido que los alcaldes locales de Bogotá sean elegidos popularmente?

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Ex senador y presidente, Movimiento Mira
Jue, 2014-11-06 08:35

Desde el Movimiento MIRA consideramos pertinente la elección popular de alcaldes locales de Bogotá. Y son varias las razones:

- Gobernanza: La capital del país necesita avanzar en una figura de planeación distrital con descentralización local. Ese modelo de gerencia administrativa y presupuestal conduciría a decisiones más oportunas, a una ejecución eficiente de los recursos y a una ciudadanía más identificada con su ciudad. Y eso fortalecería a la Alcaldía Mayor.

- Transparencia: Los alcaldes locales se convertirían en garantes de la ejecución, lo que aumentaría su compromiso con la comunidad. Al ser electos popularmente serían sujetos de control político. Actualmente, ni ediles ni concejales pueden citar a mandatarios locales, aún cuando las localidades manejan el 10 por ciento del presupuesto distrital.

- Coherencia: Necesariamente los planes de desarrollo zonal deben articularse al Plan de Desarrollo Distrital, apuntándole a lograr una armonía como ciudad capital y no a improvisar un grupo de ciudades dentro de otra megaciudad. No es descuartizar el Distrito, sino pasar de ruedas sueltas a engranajes de desarrollo sostenible.

- Legitimidad: Bogotá ganaría en sentido de pertenencia y cultura ciudadana. Muchos bogotanos no saben en qué localidad viven, no conocen a su alcalde local y no se identifican con sus decisiones. Es hora de planificar desde las localidades, informando y empoderando a los ciudadanos en su propio territorio.

- Practicidad: Los bogotanos reclaman el fin de la tramitomanía a la hora de atender sus necesidades. No se necesita llegar al nivel distrital para destrabar la solución a los problemas de la gente de los barrios, de la cuadra. Llegó el momento de una reforma estructural en la que existan responsables ejecutivos a nivel local.

- Desarrollo: Las urbes con mejor calidad de vida a nivel mundial han implementado una descentralización político-administrativa. En ese sentido, la elección popular de alcaldes locales tendría que ir de la mano con una revisión del Decreto-Ley 1421 del 1993 (Estatuto Orgánico de Bogotá), pues hoy existen localidades muy grandes que se han vuelto ingobernables.


Ex alcalde de Bogotá, ex congresista y ex constituyente
Mié, 2014-11-05 17:23

La elección popular de los alcaldes locales de Bogotá no soluciona ninguno de los problemas de la ciudad. Por el contrario, los agrava.

Para solo citar un ejemplo, temas críticos como la seguridad y la movilidad serán imposibles de manejar si es necesario poner de acuerdo 20 o más alcaldes que alegaran, cada uno por su lado, ser voceros directos de un mandato popular. Lo mismo puede decirse de lo relacionado con la construcción de la infraestructura distrital que requiera la metrópoli.

Bogotá es múltiple, heterogénea y diversa, pero como entidad territorial es una sola.

La gobernabilidad de las localidades exige mayor capacidad institucional de sus alcaldías, que se deriva sobre todo de las atribuciones y recursos que se les asignen y no de la forma como se elijan sus alcaldes.

La ley 1ª de 1992 dispuso que los alcaldes locales tenían periodo fijo. Una vez nombrados eran inamovibles. Esa norma rigió durante un año. Como Alcalde mayor yo citaba reuniones periódicas de esos alcaldes de periodo igual al mío. Al principio, llegaban cumplidos. Al poco tiempo, empezaron a llegar con algún retraso. Más tarde, se excusaban y no insistían.

El estatuto orgánico, que se expidió en julio del 93, cambió la norma: dispuso que los alcaldes locales eran de libre nombramiento y remoción. A partir de ese momento, todos ellos llegaban con media hora de anticipación a las reuniones a que eran invitados.

La situación citada, menor para algunos, es apenas parte de lo que ocurriría con alcaldes locales elegidos popularmente. ¡El Distrito y la ciudad se descuadernarían!


Ex director del Das
Mar, 2014-11-04 14:10

No, eso es una propuesta desafortunada, que generaría más costos a las campañas políticas y más corrupción de la que ha generado la elección de alcaldes.

No habrá más democracia porque se elijan popularmente a los alcaldes menores, como no la ha habido con la elección de los alcaldes.


Concejal de Bogotá, Alianza Verde
Mar, 2014-11-04 12:18

La elección popular de Alcaldes Locales es un descuartizamiento de Bogotá en 20 ciudades, cada una dotada de su programa de gobierno y su propio plan de desarrollo derivados del voto programático consagrado en nuestra Constitución.

Implicaría transformar las localidades, consideradas en la Constitución y la ley como unidades político administrativas, en entes territoriales con estructura tributaria propia, impuestos y decisiones autónomas en materia de movilidad, orden público y ordenamiento territorial.

Ello destrozaría la gobernabilidad de la Capital, afectaría la implementación de complejas obras de infraestructura urbana, la preservación de su estructura ecológica y los proyectos de movilidad.

Preocupa especialmente que esta fractura político territorial fortalezca las desigualdades entre las localidades más ricas como Usaquen o Chapinero y las más pobres como Usme y Ciudad Bolívar. 

Por último, es irresponsable reformar el Estatuto Orgánico de la ciudad a a pedazos y sin una discusión técnica y racional. 


Ex Ministro de Gobierno y de Comunicaciones
Mar, 2014-11-04 12:06

Los problemas de la democracia se resuelven con más democracia. Bienvenida la elección de estos alcaldes.

Pero el tema no se agota ahí. Es muy complejo. ¿Cómo sería su relación con el Alcalde mayor? ¿Con los otros? ¿Y el presupuesto? ¿Y los impuestos? ¿Y su participación en los temas que afectan toda la ciudad?

¿Cuál sería su jurisdicción? ¿Quién resuelve los conflictos? ¿Y habría concejos municipales locales? ¿Y personeros y contralorías y veedurías?

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