El principal reto de la sociedad colombiana es cerrar esta larga y dolorosa confrontación armada, debería ser un propósito nacional, desafortunadamente no lo es.

El Presidente Juan Manuel Santos fue con una rama de olivo al Congreso de la República, reiteró que la Paz negociada estaba cercana y posible y recibió como respuesta el desplante de Álvaro Uribe, quien no cree ni comparte la Integración política de las Farc y el ELN ni Las reformas y garantías que ello implica.

La paz es mejor si integra al uribismo. Si se resisten, es su opción. Lo cierto es que una Colombia sin conflicto armado esta más cercana que nunca y hay que trabajar por ello y aplicarse con juicio a la ruta que Gobierno y Farc han trazado: avanzar en La Habana y desescalar en Colombia.

Perderle el miedo a la paz negociada y alejarnos y cerrar la guerra, esa es la ruta y si el uribismo se sube a ese tren, bienvenido, si se sigue oponiendo, la ciudadania tomó un rumbo mayoritario en las elecciones presidenciales y esperemos que se ratifique en las elecciones regionales de octubre.