Desde la semana pasada los profesores agremiados en Fecode entraron a paro, reclamando de un mejoramiento salarial y reformas en el sistema educativo. Hoy la agremiación se reunió para marchar en la ciudad de Bogotá.
La Ministra de Educación Gina Parody ha reaccionado con una respuesta drástica: ha reiterado que no se va a sentar a negociar mientras haya paro.
¿Está de acuerdo con que la Ministra Parody no negocie mientras los maestros no vuelvan a clases?
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Ex viceministra de comercio exterior
Lamento la ceguera estatal. El problema de la educación no lo es de propiedad exclusiva del Ministerio de Educación.
Se equivoca la Ministra y se equivoca el Presidente al no aplicar lo que ellos mismos prometieron con el Plan de Desarrollo donde la Educacion esta calificada como la mayor meta de Colombia casi al lado de la Paz. Difiero radicalmente con la intransigencia y el abuso de autoridad. ¡Las redes sociales, a nivel mundial han logrado demostrar que la democracia SI ES DEL PUEBLO! ¡Declaraciones de autoridad como la de la Ministra la debilitan, porque ahora todos podemos leer y movernos en apoyo de los desfavorecidos y al final tendra que negociar!
Es una verguenza que los maestros en Colombia estén tan desprovistos de herramientas para lograr el cometido de una Colombia mejor educada. Lamento mucho la confrontación sin necesidad. Este conflicto sobre educación pasa por el Ministerio de Hacienda y es el Presupuesto Nacional quien tiene que responder por el pedido de los Maestros.
Mientras la SEGURIDAD se lleve tanto recurso, dejemosnos de discursos, NO existen recursos para sacar adelante la educación. ¡Todo lo demas es retórica! No estoy de acuerdo con la Ministra, ¡esta vez no! ¿Porqué si es por la PAZ sí se dialoga pero si es educación no?
Directora, Fondo de Promoción de la Cultura
Es indispensable perseguir escalas salariales justas que reflejen la importancia de la educación en el avance de una sociedad. Esto se logra arguyendo, evaluando y respetando al otro.
Sin embargo, dejar sin colegio a nueve millones de estudiantes es violar el derecho fundamental de estos niños colombianos a la educación. Además, es causarle un dolor de cabeza innecesario a los padres de los estudiantes que no tienen el tiempo ni los recursos para que alguien distinto del maestro se encargue de sus hijos, durante la jornada laboral que la mayoría de ellos deben cumplir.
El paro no es el camino para lograr armónica y pacificamente el respeto y el reconocimiento del valor de la educación. Definitivamente no se debe negociar con los educadores ni con nadie que se declare en paro. Que vuelvan a las aulas a cumplir con su deber, a buscar caminos de evaluación de su trabajo, a mejorar la calidad de la educación pública colombiana y a respetar al resto de la ciudadanía que quiere cumplir con sus tareas.
Presidenta, Polo Democrático Alternativo
La manera civilizada de resolver los conflictos sociales es el diálogo y el paro de los maestros no es la excepción. La Ministra podría sentarse a dialogar para levantar el paro. El Gobierno prefiere negociar sin movilización pues puede continuar hablando sin resolverle nada a los maestros y maestras quienes piden no nuevas reivindicaciones salariales, sino las contempladas en acuerdos ya suscritos con el Gobierno Nacional. Es hora de sentarse a conversar.
Investigador, Fundación Paz y Reconciliación
El pulso que adelantan las y los maestros agrupados en Fecode con el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos nos dejan varias enseñanzas de lo que hay que modificar si queremos avanzar seriamente en una Colombia más y mejor educada, como se requiere para una sociedad que pueda avanzar en democracia, equidad y respeto por la naturaleza.
Las demandas salariales de Maestras y Maestros son justas, razonables y no deben ser postergadas, punto que se puede resolver si hay voluntad política en el gobierno.
El Paro en curso se hubiera podido evitar si la Ministra Parody hubiera tenido seriedad y compromiso con un ejercicio serio de debate y concertación, lo cual no ha hecho, apartándose del garrote con que los amenaza, y el cual ni asusta, ni amedrenta a un sector como el Magisterio, que tiene en su alma, que todo se logra en la movilización y en la calle y no les falta razón para actuar así.
Resolver a la mayor brevedad este conflicto, que se pudo evitar, es un mensaje de madurez y capacidad de rectificar, que por supuesto requiere voluntad y actitud, del Gobierno y Fecode para encontrar caminos viables y rigurosos que cualifiquen una política educativa que tiene mucho por crecer.