Con la liberación del geólogo canadiense Jernoc Wobert, que estuvo secuestrado por el ELN durante siete meses, se abrió la puerta para que esta guerrilla inicie una negociación con el Gobierno. Hasta el momento ambos lo han mencionado como una posibilidad, con el ELN diciendo que “nadie debe dudar de nuestra disposición al diálogo” y Santos respondiendo que “está listo para dar ese paso también”. ¿Cree que se debería abrir un diálogo de paz con el ELN?
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Ex magistrado de la Corte Constitucional y ex candidato presidencial, Polo Democrático
Desde luego, no vacilo un segundo. Me parece que están en mora de iniciar un diálogo con el gobierno.
Esta guerrilla manifestó antes de las Farc su deseo de diálogo y fueron los primeros en intentar un contacto con la sociedad civil. Personalmente participé en 1998 en una serie de reuniones en Maguncia (Alemania) y San Francisco (Antioquia) con miembros de esta guerrilla para iniciar negociaciones, sin embargo, la voladura de un tramo del oleoducto central en Machuca (Antioquia) que dejó un gran número de muertos acabó con los acercamientos. Desde ahí data el interés del ELN por el diálogo.
Senadora electa del Centro Democrático
Preocupa que Santos abra la posibilidad de negociación con el ELN, al igual que con las Farc, pasando por encima de los inamovibles del discurso de posesión. Cualquier diálogo debería iniciarse exigiendo el cese de toda actividad criminal. Además es necesario buscar el equilibrio entre paz y justicia, que en nombre de la paz no haya impunidad.
Las negociaciones deben limitarse a las condiciones de desmovilización, desarme y reinserción, respetando los derechos de las víctimas a la verdad, justicia y reparación, y obligando a la entrega de armas.
Frente a las guerrillas debería exigirse el mismo rasero que con los mal llamados paramilitares, pues como escribe Héctor Ricardo Leis, ex Montonero, "existe una fuerte dosis de cinismo cuando una sociedad juzga las acciones de un bando de acuerdo a unos presupuestos y las acciones del bando contrario de acuerdo con otro. En otras palabras: dos varas y dos medidas son la peor receta para hacer justicia".
Ex Secretario de Gobierno de Antioquia
En el momento no debería haber negociación alguna con el ELN. ¿O se le va a premiar por arreciar el terrorismo contra la población Colombiana? No se pude olvidar que sus acciones bélicas recientes han tenido como propósito hacerse notar. Abrir negociaciones con ellos sólo crearía otro mal precedente, engendrando violencia futura, como ya nos tiene acostumbrados este gobierno.
Es importante insistir que los diálogos con grupos criminales sólo deben girar entorno a la fecha, condiciones de sometimiento y sitio para purgar la pena.
Coronel (r) del Ejército y profesor, Universidad de la Sabana
El presidente Santos sí debería abrir una mesa de negociación con el ELN.
Pero antes de hacerlo debería oxigenar su fuerza política con dos acciones gubernamentales. Por una parte resolver el paro agrario y sus paralelos despejando las dudas alrededor de su autoridad lo cual, entre otras, incluye demostrar que si va a cambiar ministros y/o consejeros no va a ser para guardar las apariencias sino para dar un timonazo con propósitos claros de relegitimación y recuperación de la gobernabilidad.
Por otra, aprovechar la apertura de esa negociación para desligar ambas de su reelección. Es decir, adquirir frente al país el compromiso de que se adelantarán independientemente de si se postula o no para un nuevo período de gobierno.
Coordinador, Campaña Colombiana contra Minas
Es necesario, oportuno y facilita los desarrollos que buscan poner fin al conflicto armado de origen político. El ELN ha expresado su disposición a participar del proceso e igualmente lo ha hecho el gobierno por tanto debería darse inicio.
Profesor, Universidad de Columbia y ex ministro de Hacienda
Me parece obvio que se lleven a cabo los dos procesos simultáneamente. Completar la paz exige hacerlo con los dos grupos.
Ello tornará, sin embargo, más complejo el proceso, tanto por la diversidad de visiones entre los dos grupos como por la propia historia de negociaciones frustradas que existe con ambos.
Periodista de El País (España)
Santos no debe desaprovechar la ocasión de iniciar conversaciones con el ELN, porque los dos procesos, el de La Habana y con los 'elenos', se salvarán o se condenarán juntos, y es de suponer que el Estado colombiano tiene personal avezado para sostenerlos a la vez.
En el ELN saben que si hay paz con las Farc no podrán sostenerse solos contra el Ejército, por lo que lo mejor que pueden hacer es negociar: con un ojo puesto en La Habana, donde se juega la partida decisiva, para obtener mejores términos que, de otro modo, lograrían tras la firma con aquel grupo guerrillero.
De otro lado, si las Farc no tienen claro que es su oportunidad y piensan decir 'no' al Gobierno confiando en que quedarán ante el pueblo como sus defensores, el ELN se convierte en un lastre que no hace sino empeorar las cosas, porque no sería concebible paz por un lado y guerra por el otro. Pero exige un arreglo de primeras. El fin, siquiera momentáneo, del conflicto con el campo.
Gerente de Cifras y Conceptos y ex director del Dane
Creo que si, es muy oportuno y permite generar un ambiente donde las dos guerrillas activas acuerden con el gobierno los términos de la finalización del conflicto. Para mi es importante que sea en dos mesas separadas y solo hacia el final se integren, si se cree conveniente, con la de las Farc.