Este fin de semana el Presidente Juan Manuel Santos anunció la suspensión de bombardeos en contra de las Farc. La oposición criticó el anuncio con el argumento de que es un "cese bilateral disfrazado".
¿Cree que la suspensión de bombardeos es un cese bilateral disfrazado?
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Los bombardeos que ejercen las Fuerzas Militares son la herramienta más poderosa para controlar los desplazamientos estratégicos del terrorismo. Adicionalmente, son el mecanismo más temido por parte de la criminalidad por su precisión letal y por su eficiencia en el uso de recursos militares.
Suspender los bombardeos es renunciar a esa importante herramienta. Luego, proceder con la suspensión de los bombardeos no es otra cosa que el comienzo de un cese bilateral disfrazado
Investigador, Fundación Paz y Reconciliación
La negociación Gobierno – FARC está en la recta final, llevan negociando de manera directa 37 meses, en los cuales han logrado acuerdos en los puntos que originaron la rebelión armada: un mundo rural desigual y excluyente y la falta de garantías para la competencia política y el combustible que le permitió a las FARC, pasar de 44 mil hombres en 1964 a una fuerza armada de 22 mil combatientes en 2002, los vínculos de las FARC con el narcotráfico.
La negociación Gobierno – FARC, tiene como base un firme compromiso de las dos partes, por lograr un acuerdo, eso explica que han logrado sortear las dificultades, que no han sido pocas, siendo las más relevantes la captura del General Alzate en noviembre pasado y el ataque contra una patrulla militar en Buenos Aires Cauca, en abril de este año, que fue un baldado de agua fría a una opinión descreída y el inicio de un nuevo ciclo de acción de sabotaje por parte de las FARC, que nos recordó de manera contundente, que las FARC siguen teniendo capacidad de daño.
Esta negociación ha avanzado como nunca y muestra la madurez de este conflicto, ni gobierno ni FARC, quieren seguir en la guerra, ambos, por razones diferentes, saben con total certeza, que lo más conveniente es lograr un acuerdo negociado, en una Colombia que requiere muchas transformaciones en el mundo rural y en el sistema de participación y competencia política.
Las FARC, están en su sexto cese unilateral del fuego, desde el 20 de julio, en todas las ocasiones anteriores los ha cumplido en un alto porcentaje, a esa iniciativa el Presidente Santos ha respondido con la decisión de no bombardear los campamentos de las FARC, si no son amenazas manifiestas a poblaciones o infraestructura y el Presidente se reserva como única persona que los puede autorizar.
En la recta final de esta negociación, hay que avanzar en bajarle a la intensidad del conflicto, ambas medidas: cese unilateral y no bombardeos van en esa dirección y se debe lograr llegar a cero acciones en la confrontación Gobierno-FARC y hacía ya vamos.
Por supuesto que un cese bilateral de fuego y hostilidades –lo cual es un amplio repertorio de actuaciones de lado y lado- requiere un monitoreo y verificación, para tramitar una correcta separación de dos fuerzas militares que se han confrontado de manera violenta y asesinado durante más de cincuenta años, lo cual no es fácil, pero se podrá hacer con el apoyo de Naciones Unidas y Unasur, con un grupo no muy grande de expertos militares.
Vamos hacia un cese bilateral pero aún no lo hemos logrado, ojalá este fuera un cese bilateral, porque eso significa madurez en la negociación y ahorro de vidas humanas y recursos, así que quienes critican el cese bilateral son los que se sienten a gusto y ganan réditos políticos y económicos con sangre ajena.
Representante a la Cámara por Antioquia, Centro Democrático.
Sí es un cese bilateral.
El ataque aéreo contra las guerrillas fue un factor determinante para frenar el avance de estos grupos ilegales y debilitar su financiación fundamentada en el narcotráfico.
La difícil topografía de nuestro país, y el control histórico que estos grupos han tenido en diferentes zonas del territorio nacional, impide que la tropa de las Fuerzas Militares pueda llegar a pie a lugares de dominio guerrillero.
En ese sentido la ofensiva aérea es fundamental. Al suspender esta táctica de combate, se está permitiendo que las estructuras guerrilleras en los lugares en mención en departamentos como Nariño, Arauca, Antioquia, etc, se fortalezcan militar y económicamente.
Adicionalmente, dicha medida es un despropósito, pues no sólo beneficia a Farc sino a Eln y Bacrim, puesto que en diferentes zonas, todos actúan como un solo grupo, diferentes cabezas de un solo dragón por así decirlo.
Hoy suspenden los bombardeos, en pocas semanas esta medida puede trascender a desactivar patrullajes en las zonas de presencia Farc.
Ex consejera presidencial de Programas Especiales
Cese bilateral camuflado para que el sapo se deslice fácilmente con el bajativo de un desaceleramiento en el uso del lenguaje. Bien podría decir que es un Déjà-Vu habanero.
Se repite el pronunciamiento que a finales del mes de febrero del año en curso hizo el presidente Santos suspendiendo temporalmente los bombardeos "como respuesta al cumplimiento del cese unilateral al fuego planteado por las FARC ".
Nos queda claro a los colombianos que otro de los inamovibles es que "nada de lo que suceda en la "guerra" en Colombia afectara las conversaciones en la mesa". O sea que el asesinato de los soldados en el Cauca, en Antioquia, las voladuras de las torres eléctricas, el derrame de los miles de barriles de crudo que destruyeron nuestro patrimonio ambiental , son "hechos de guerra" y no paso nada.
Eso si es la Patria Boba. Pero que no se les olvide a las partes que cómodamente al tenor de un aire acondicionado dialogan en la Habana, que más del 80% de los colombianos no confiamos ni en el gobierno ni en las FARC.
Ex Ministro de Minas
Quien hable de un cese bilateral disfrazado supone la mala fe del Presidente Santos. Y de Luis Carlos Villegas, de Humberto de la Calle, de todo el equipo negociador.
¿Cómo no se van a requerir pasos de lado y lado si se quiere desescalar, bajar intensidad a la guerra? Eso tiene toda la lógica del mundo.
Es lamentable, muy doloroso, que se interpreten las cosas de manera tan forzada o, peor aún, que se traduzcan así deliberadamente para encauzar erróneamente las opiniones hacia la oposición a los acuerdos de paz.
Representante a la Cámara, Movimiento Mira
Con el ánimo de encauzar el proceso de paz y darle coherencia, entre lo que se dice en la mesa de diálogos de la Habana y lo que se vive en el campo de batalla, considero acertada la decisión del gobierno porque puede contribuir a dar viabilidad y confianza a los negociaciones, para que el avance en el proceso sea significativo y llegue a un feliz término como lo esperamos todos los colombianos.
Sin embargo, el gobierno debe garantizar que el ejército cumpla con sus obligaciones constitucionales de defensa y protección de la soberanía colombiana, como por ejemplo, a la población civil, la infraestructura, el medio ambiente y las instituciones.
Coronel (r) del Ejército y profesor, Universidad de la Sabana
La suspensión de bombardeos no es un cese bilateral al fuego disfrazado. Solo es una medida para desescalar el conflicto en su expresión militar, respondiendo a la tregua unilateral de las Farc.
Quienes consideran que es un cese bilateral disfrazado, implícitamente estarían afirmando lo siguiente:
- Los únicos medios de fuego que poseen las FF.MM son las bombas.
- Las únicas operaciones militares son las aéreas que incluyen bombardeos (misiones beta). Es decir, no hay, por ejemplo, operaciones militares de registro y control que incluyen la represión del delito, ni las disuasivas, ni las de protección de infraestructura y recursos alimenticios y económicos. Además, también estarían afirmando que entre las operaciones de apoyo aéreo no existen las de ametrallamiento (misiones alfa).
En últimas estarían insinuando que la seguridad de la población y sus recursos está directa y estrechamente relacionada con la destrucción que producen de los bombardeos.