



El martes la Fiscalía pidió citar al abogado Álvaro Dávila para una audiencia de imputación de cargos por el cartel de la contratación el 31 de agosto. La Fiscalía le imputará los delitos de concusión, falsedad en documento público, fraude procesal y celebración indebida de contratos. Si, como lo reportó RCN, la Fiscalía pide su detención preventiva y Dávila decide negociar con la Fiscalía a cambio de un mejor trato, un testimonio suyo podría ser más letal para los hermanos Moreno que todos los que han salido hasta el momento.
Hace más de un año, La Silla Vacía contó que el dueño de la firma Dávila y Dávila Asociados era visto no como un abogado más de la Alcaldía, sino más bien “como un intermediario que tiende puentes entre empresas privadas interesadas en negocios con el Distrito y las secretarías de la Alcaldía, algunas de cuyas licitaciones él asesora, aprovechando la amistad que tiene con el alcalde Samuel Moreno”.
Esta afirmación provocó que Dávila solicitara una rectificación a La Silla Vacía –que no le fue concedida– alegando que era un mero asesor jurídico en temas puntuales de algunas secretarías y que no cumplía ninguna labor de intermediación. Pero, con el tiempo, las versiones judiciales de varios de los involucrados en el Cartel de la Contratación han venido apuntando a que Dávila jugó un papel clave en todo el entramado de la corrupción de la Alcaldía.
Según informó el portal Kienyke.com ayer, los primos Nule acaban de denunciar a Dávila por concierto para delinquir y peculado por apropiación. “Según ellos, Dávila sirvió como intermediario de solicitudes de porcentajes indebidos a favor del ex alcalde Moreno y de su hermano, el ex senador Iván, dentro de la suscripción de contratos de la malla vial de Bogotá los cuales sumaron más de 70.000 millones de pesos. Según la denuncia, radicada el 27 de julio pasado, Dávila sirvió como intermediario en las mismas actividades a favor del ex contralor de Bogotá Miguel Ángel Moralesrrusi”, dice el portal.
Dávila es muy amigo de Samuel Moreno, con quien estudió en el colegio Anglo Colombiano. Luego ambos estudiaron Derecho en la Universidad del Rosario, aunque no en el mismo curso. El día que Moreno ganó las elecciones, Dávila le organizó una gran fiesta de celebración en su casa a la que asistieron los dueños y directores de la mayoría de los medios nacionales, gente del jet-set y políticos.
Dávila trabajó en el Ministerio de Comunicaciones cuando Alberto Casas, el periodista de la W, era el Ministro y luego cuando lo fue el periodista Mauricio Vargas. También fue secretario general de la Alcaldía y gerente de la ETB durante la época de Jaime Castro. Fue asesor jurídico de la Comisión de Regulación de Comunicaciones y Secretario General de Inravisión.
Dávila también fue cercano a Germán Olano, a José Fernando Bautista, el ex embajador de Santos en Venezuela, a Julio Gómez, a Carlos Alberto Plata y a Iván Moreno. Y, según han dicho personas que conocieron el tejemaneje de la Alcaldía, varios de los aspirantes a cargos en la Alcaldía de Samuel debían pasar por su ‘filtro’, donde se acordaba cómo se debería manejar la contratación del Distrito.
Dávila ha negado tener cualquier participación en los escándalos de la Alcaldía y ya será la Fiscalía la que tenga que probar si es culpable. Pero esta es la información que ha salido de los testimonios juramentados ante la justicia de miembros del Cartel que vinculan a Dávila y que, de ser ciertos, hacen de él un potencial testigo muy valioso contra los hermanos Moreno.
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Acusan a Dávila de ser el supuesto intermediario de comisiones entre Iván Moreno y los contratistas En la grabación filtrada a Caracol Radio, el representante liberal Germán Olano le expresa supuestamente a Miguel Nule la molestia que tiene el Contralor de Bogotá Miguel Ángel Moralesrussi porque un tal ‘Julio’ y ‘Dávila’ no le han pagado las comisiones. Aunque Dávila negó categóricamente que Olano se estuviera refiriendo a él, una declaración posterior de Miguel Nule ante la Corte Suprema y el fallo del Procurador en el caso contra Moralesrussi y Olano asumen que se trataba de este abogado. En concreto, según lo contó la revista Semana, Miguel Nule confesó a la justicia una reunión en Miami con el senador Iván Moreno, cuyo propósito era oír de viva voz “que podían confiar en lo que les decía Dávila”. La revista cuenta que en diciembre de ese año, 2008, iban a repartirse los contratos de mantenimiento de malla vial por cerca de 700.000 millones de pesos. Y que los Nule se ganaron dos de las seis zonas que adjudicó la Alcaldía luego de que, tras varias reuniones con Álvaro Dávila, acordaron pagar una comisión del 6 por ciento del total del contrato a Iván Moreno y del 2 por ciento al contralor Miguel Ángel Moralesrussi. "Yo llegué a acuerdos con Álvaro Dávila, que representaba los intereses de Iván Moreno. Como me lo había dejado saber Iván Moreno", enfatiza Nule, según Semana. Y más adelante lo ratifica: "En una de las reuniones con Iván Moreno, deja claridad que el 6 por ciento es manejado por él". El magistrado que toma la declaración judicial le pregunta: "¿La adjudicación de esos dos contratos la tomó usted como el cumplimiento del acuerdo al que llegó con Álvaro Dávila?", Y Nule responde: "Sí". Si Dávila en una futura negociación con la Fiscalía –suponiendo que negocie– ratifica lo que dijo Nule, la justicia tendría un indicio fuerte de que por lo menos en este caso los hermanos Moreno habrían recibido más de 10 mil millones de pesos. Aunque Miguel Nule dijo que los representantes legales de cada uno de los consorcios que ganaron los contratos de malla vial firmaron con Dávila un ‘contrato de garantías de pago’ por el total de las comisiones y que ellos tenían copia del contrato, un testimonio de Dávila en este sentido sería mortal para el Alcalde. Según el fallo del Procurador Ordóñez contra Moralesrussi y Olano, los Nule efectivamente pagaron 3 mil millones de pesos en sobornos por los contratos de la malla vial y un 8 por ciento del valor del contrato de la troncal de Transmilenio por la calle 26. La Fiscalía también le dio credibilidad al testimonio de los Nule y le imputó cargos a Moralessrussi por concusión y prevaricato. Por su parte, el ex congresista Germán Olano, que ya está negociando con la Fiscalía, también sostuvo que "Dávila y los Nule habían firmado un contrato para una comisión por servicios profesionales en la que pactaron un 8 por ciento sobre los contratos de la malla vial, de los cuales el 6 por ciento era para los Moreno y el dos para los organismos de control”, según contó El Tiempo. Sobre esto, Dávila dijo a la Procuraduría, según reportó Semana, que en su contabilidad lo único que entró por esos contratos de malla vial fueron 500 millones de pesos por concepto de pago como gestor de los negocios. Aunque el fallo del Procurador no trata del caso de Álvaro Dávila, porque el abogado no es funcionario público, sí lo mencionó. Dávila y los Nule firmaron un contrato para que el primero asesorara al segundo en la licitación de la Fase III de Transmilenio y por el cual Dávila cobraría una comisión de éxito del 8 por ciento del valor de los contratos que se obtuvieran. Según el Procurador, ese dinero estaba destinado a pagar sobornos al contralor Moralesrussi, el senador Iván Moreno y el alcalde Samuel Moreno. Además, los Nule se habrían acercado a Dávila porque la amistad de éste con los Moreno sería una ventaja para la licitación. A partir de esto, Ordóñez envió copias del proceso a la Fiscalía y al Consejo Superior de la Judicatura para que investigaran a Dávila. |
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Acusan a Dávila de supuestamente elaborar el contrato de las gasolineras para esposa de Iván Moreno Una de los indicios más fuertes que hay contra Iván Moreno es un testimonio de Miguel Nule ante la Corte Suprema que también presenta a Álvaro Dávila como intermediario del hermano del Alcalde. Según lo contó Semana, Nule dice que en casa de Álvaro Dávila, Iván Moreno le había pedido a los Nule que le dieran en arriendo –a un precio muy inferior al comercial– dos áreas exclusivas de la doble calzada Bogotá-Girardot para montar estaciones de gasolina que administraría su esposa Lucy. "El contrato de entrega de esa zona, la minuta del contrato, la envió Álvaro Dávila a través de su correo personal a mi correo, explica Nule. Luego, lo llena Luis Monterrosa (empleado de los Nule), de acuerdo con los nombres que le da la oficina de Álvaro Dávila; Monterrosa lo firma y lo envía a Dávila". Dávila ha negado que él hubiera tenido algo que ver con ese contrato. Pero sí después de la imputación aparece ese contrato, sería una prueba funesta contra Iván Moreno. |
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Por el apartamento de Dávila pasaron de visita varios de los involucrados en el Cartel de la Contratación. En abril RCN reveló un listado de visitantes que entre octubre de 2009 y febrero de 2010 visitaron en la noche el apartamento de Álvaro Dávila. Varios de ellos han aparecido mencionados en conexión con el escándalo de la contratación en Bogotá. Si Dávila cuenta quiénes eran ellos y si jugaron algún papel en el Cartel se sabrá mucha nueva información al respecto. Este es el listado. |
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Acusan a Dávila de supuestamente tener fichas clave dentro del IDU Hay varios testimonios –algunos de los cuales fueron recogidos por La Silla Vacía– que indican que en la ‘repartición’ que hizo Samuel Moreno de algunas de las secretarías de la Alcaldía a contratistas, Dávila y Julio Gómez obtuvieron el IDU, que adjudicaría el gran contrato de la malla vial. En su relato a la Corte Suprema, según contó El Espectador, Germán Olano dijo que “una vez elegido Samuel Moreno, se presentó una disputa respecto a la continuidad de Liliana Pardo al frente del IDU, pues si bien ella tenía el respaldo de Julio Gómez y del senador Iván Moreno, su designación chocaba con la intención que tenía el asesor externo del mismo organismo, el abogado Álvaro Dávila, de presentar un nombre para ese cargo”. El asunto se resolvió, según Olano, con Julio Gómez y Dávila haciendo un acuerdo para no pelear por el IDU. Una fuente dijo a La Silla Vacía que la persona más cercana a Dávila en el IDU era Ana María Ospina, quien trabajó como Subdirectora de Gestión Operativa del IDU y salió del Instituto con la llegada de Néstor Eugenio Ramírez en 2010. Ospina es una de las personas que aparecen como visitantes de Dávila, en el reporte de visitas filtrado a RCN. El ex secretario jurídico del IDU, Inocencio Meléndez, que ya confesó que formaba parte del Cartel de Contratación y está negociando con la Fiscalía, confirmó en su testimonio esta versión. Según contó Caracol, Meléndez dijo que Dávila “tenía fichas clave dentro del IDU hasta el punto que podía informar a los contratistas investigados cómo iban los procesos de adjudicación de los contratos.” Y cita textualmente a Meléndez diciendo: “Quien mandaba era el alcalde. Los contratos se los ganaban sus socios. Los contratos se los ganaban los amigos del alcalde. Emilio Tapia, Álvaro Dávila y Julio Gómez. El cambio no era por plata, porque todo lo que se hacía era mandado por el alcalde y uno al jefe no le pide plata, porque lo bota. Operaban como combo”. Meléndez dijo a la Fiscalía que existía un ' IDU paralelo' que no funcionaba siempre en el mismo lugar. Y que “algunas reuniones se hicieron en algunas ocasiones en la oficina de Dávila a las que asistieron los también contratistas investigados Julio Gómez y Emilio Tapia”, según contó El Tiempo. Dávila ha dicho que su relación con el IDU fue como abogado de la empresa italiana Grandi Lavori Fincosit, que se asoció con los Nule para obtener la fase III de Transmilenio, el mantenimiento de la malla vial del sur de Bogotá y el Túnel de la Línea. En la declaración que rindió ante la Procuraduría en noviembre pasado en el caso que se le sigue a Samuel Moreno, Dávila dijo que fue precisamente como abogado de la firma Grandi Lavori Fincosit –que ahora se sabe representaba el ‘gordo’ Bautista, ex embajador de Santos en Venezuela– que conoció al contratista Julio Gómez debido a que conformaron la Unión Temporal GTB junto a Translogistic del Grupo Nule para presentarse a la licitación de la Malla Vial en la zona suroriental, por un valor de 115 mil millones de pesos. Como ya lo contó La Silla Vacía, José Fernando Bautista despachó un tiempo desde la oficina de Álvaro Dávila recién salió mal del Banco Agrario, asesorando algunas empresas extranjeras con interés en hacer negocios en Colombia. Una de ellas en el sector del aseo. Según dijo el Procurador en el fallo contra Moralessrussi, los Nule obtuvieron de manera fraudulenta los contratos de la malla vial y de la calle 26. Para ello habrían utilizado a Germán Olano, a Julio Gómez y a Álvaro Dávila. Por esto mismo, él compulsó copias a la Fiscalía para que investigara al abogado. |
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Acusan a Dávila de ser quien supuestamente manejaba los hilos de la Uaesp Dos fuentes diferentes le dijeron a La Silla Vacía que cuando Samuel ‘repartió’ las dependencias de la administración, la Uaesp terminó en manos de Dávila y del contratista Manuel Sánchez. Al final ambos llegaron a un acuerdo de que los nombramientos tenían que tener el visto bueno de los dos. Y nombraron a Victoria Virviescas, quien había trabajado para Dávila en la ETB. Esta versión fue ratificada por el ex representante Olano en su declaración ante la Corte Suprema. Según contó El Espectador, “Sanchez pretendía quedarse con la Uaesp, pero Dávila también pretendía ese cargo”. El nombre de Dávila –como lo contó la Silla– salió a relucir en los medios en conexión con la Uaesp a raíz de la denuncia que hizo El Espectador de una conversación privada que su director escuchó en un restaurante de Bogotá entre la Secretaria Jurídica de la Uaesp, Catalina Franco, su esposo Ariel Hernandez y un experto en contratación pública. El diario denunció que los tres fraguaban una estrategia para dejar por fuera de la licitación para el manejo del relleno sanitario de Doña Juana al concesionario Proactiva. El artículo no mencionó a Dávila pero habló de un mantel en el que la funcionaria de la Uaesp había dejado los trazos gráficos de su proyecto. Luego en La W, María Isabel Rueda reveló otras siglas en el mantel, entre ellas A.D., que según dijo, hacía alusión al abogado Álvaro Dávila, y a un signo pesos, que María Isabel interpretó como una comisión específica. Dávila en ese momento era el asesor jurídico de la Uaesp y el encargado de asesorar jurídicamente la licitación del relleno sanitario y de la multimillonaria licitación de basuras. La contratación de Dávila había generado sospechas porque la directora de la Uaesp Victoria E. Virviescas apenas se posesionó canceló el contrato recién firmado con el abogado Carlos Malagón para contratar a Dávila, que había sido su jefe en la ETB. Y Dávila trajo a su ex socio Alier Hernández Enríquez. Una contratación que habría sido normal si no fuera porque Virviescas nombró al mismo tiempo a la esposa de Hernández, Catalina Franco, como Secretaría Jurídica de la unidad, según lo denunció El Espectador. A las pocas semanas de integrado, el nuevo equipo le impuso varias multas a Proactiva, la empresa que, según la conversación del restaurante, querían sacar de la licitación del relleno. A raíz de este escándalo, Franco fue despedida, la directora de la Uesp renunció y varios concejales pidieron terminar el contrato con Dávila y Dávila Asociados. Franco y su esposo denunciaron al Espectador por injuria pero el periódico no rectificó. La W sí rectificó y ofreció disculpas por la interpretación de los garabatos. Según Franco, las iniciales A. D. no hacían referencia a Dávila sino a Andesco y no hablaban del relleno de Doña Juana sino de un proyecto educativo. Después de este escándalo, Álvaro Dávila renunció a todas sus asesorías con el Distrito. La funcionaria que sucedió a Virviescas, Miriam Margoth Martínez, quien adjudicará en los próximos días una multimillonaria licitación de recolección de aseo a pesar de haber sido inhabilitada por la Procuraduría, según el testimonio de Inocencio Meléndez, también fue nombrada con el consentimiento de Dávila. “Dijo Inocencio que en la repartición del Distrito que el Acueducto, que tenía buen presupuesto, le tocaba a Iván Moreno y que su ficha era Miriam Margoth Martínez. Sin embargo, le dieron fue la Uaesp, con el aval de Álvaro Dávila”, según contó Caracol. Si las múltiples irregularidades que ha tenido la licitación de las basuras algún día se investiga y Dávila contribuye información al respecto, es posible que los caminos conduzcan también a Iván Moreno. |
CUANDO IRAN A DETENER A HUEVODURO SANCHEZ CASTRO O MANOS DE SEDA ESE GRAN JURISTA
CUANDO IRAN A DETENER A HUEVODURO SANCHEZ CASTRO O MANOS DE SEDA ESE GRAN JURISTA
Es penoso, pero la justicia hoy está casi paralítica, antes cojeaba pero llegaba, hoy esta demasiada demorada. Teniendo las pruebas por demás contundentes en contra de la delincuencia de corbata, lo único que se logra es un estímulo a la delincuencia política, roben hoy (Miles de millones), paguen casa por cárcel o en elegantes apartamento como prisión, salgan en un par de años y a disfrutar de la "dolce vita", de qué valen sanciones, destituciones e inhabilidades, si estos delincuentes no necesitan nada...? Por qué razones válidas no están como los peores delincuentes entre rejas y sin privilegios como los gánsteres de Uribe, qué diablos es esto..? Un robo fámelico es castigado con más severidad a un pobre quien paga cárcel entre plagas por robarse un pollo de $20.000, y un Alcalde, senador, congresista, exministro etc. por robar miles de millones, goza de prevendas y lujos además de alimentación estilo 5 estrellas. No más injusticias., "Amanecerá y veremos dijo el ciego..."
y la platica ...? se perderá ... no habrá un sherlock que la encuentre ?
porque asi como van las cosas si la condena es de 20 años, se acogen a sentencia anticipada y ya quedan en 10, cuentan los 3 de casa por carcel que dura el proceso y ya van en siete, se portan bien (barren, trapean, escriben un libro, siembran un arbol) y les rebajan la mitad y ya van en 3.5 y como ya cumplieron la mitad de la sentencia entonces los envían otra vez a casa por carcel a gozar de los dineros que no entregaron... con ese ejemplo funcionario que no robe debe también ser condenado por violar una costumbre ... porque hay que recordar que en colombia la costumbre es ley.
Tremendo recuento... no sé si Dávila sea culpable o no, pero tiene el estilo de abogado de memoriales en papel kimberly y membretes llenos de apellidos. Este tipo de juristas respetables, que despachan desde oficinas elegantísimas, han jugado un papel clave en estos fraudes. Hay que seguirles poniendo el reflector.
Excelente el artículo. Pero, como en el caso de AIS: no será que los organismos de control alguna vez van a encontrar pruebas reales, diferentes a la palabra de unos contra otros? Hay algún registro de un pago de los Nule a los Moreno, así sea a través de uno de estos intermediarios? Porque comisiones se pagan por casi todos los contratos públicos en este país, lo interesante es saber cómo se reparten...
Difícilmente se puede pensar en que este Dávila cante para salvar a los Moreno o a los Nule. Se salva él solito acogiéndose a las rebajas por sentencia anticipada y delación.
Le espera en un juicio cuyas pruebas son las (probadas) desviaciones de recursos públicos hacia recomendados del alcalde, incluyendo los Nule, con Dávila sirviendo de "puente" entre las partes.
Por tanto, Juanita está en lo correcto. Si Dávila habla no solo jode a los Moreno, sino también a sus cómplices, incluyendo a los contratistas involucrados.
De la lógica y otros demonios. Juana, acude a la petición de principio, dice, si Davila cuenta como fue su participación corrupta jode a los Moreno. Pequeño detallito, asume que Davila si infringió la ley, claro, dice, si lo dicen los testimonios. De quién: los Nule, funcionarios, contratistas. Qué tienen en común los testimoniantes: que estan acusados de corrupción y son contra parte -sentido figurado- de los Moreno. Ah, y la prueba fáctica, nada de nada, por ahora. Pensemos el titular contrario SI DAVILA CANTA JODE A LOS NULE. Si como dicen los Moreno los Nule solo quieren enlodar a los demás, la clave la puede tener Davila y contarlo todo. No es posible que los hechos den para dos titulares diferentes, a menos que estemos ante dos versiones encontradas y el hecho objetivo no exista. Si partimos de un axioma -dogma no probado y no cuestionado- podemos hacer literatura pero no periodismo. Ojala se encuentre la prueba reina. El puente que va del porrismo al periodismo se llama LOGICA.
Los Nule, usando tus palabras, ya están 'jodidos'. Ya se sabe lo cafres que fueron. En cambio no se sabe cómo operaba el cartel de otro lado. Esa es la lógica.
Jodidos son, pero Jodidos no están. No se sabe dónde está el dinero que se robarón, no están siendo investigados ni por el 10% de los contratos que incumplierón y a través de los cuales al parecer estafarón al Estado. La lógica de cualquier política criminal desde los estafadores romanos ha sido, quién peca más el que paga por la peca o el que peca por la paga. El que paga, porque paga, se roba el dinero y luego se vuelve victima, paga unos años y a gozar del ilicito. El que peca, debe ser castigado. Pero el eje del mal a combatir es el sector privado que paga, porque tener dos politicos como los Moreno, un contralor, un jefe jurídico y un par de concejales pero a los de cuello blanco gozando, no envía un mensaje contundente a los poderosos reales, a los empresarios tipo Nule. Un Estado cooptado por élites que se lo roban no permite que la corrupción burocrática termine nunca. El papel de las élites es clave, tienen el poder constante. El funcionario es el ratero de turno.
En esto tienes razón, sobre todo en lo de la plata.
Juana, el abogado experto en contratación pública al que hace referencia el artículo, que estaba con la Sria. Gral. de la USEP en el restaurante hablando del chanchuyo del relleno de Doña Juana, es EDGAR GONZALEZ, director de la especialización en Derecho de las Telecomunicaciones de la Universidad Externado de Colombia, en donde se forman los mejores delincuentes de cuello blanco del país. Edgar, el externadista, era antes de sus jubilación temprana, el vicepresidente Jurídico de TELECOM en el momento en que Julio Molano, su Presidente de entonces, estaba haciendo buenos negocios particulares,(decían que comisionaba hasta en la compra del azucar) y que le permitió salir rápido de la quiebra por sus malas inversiones al montar Jeans and Jackets en Mexico. Edgar ayudó a Molano en todo y en especial, en los famosos contratos de Joint Venture que terminaron quebrando a TELECOM. O sea, el abogado GONZALEZ SÏ que tiene formación y experiencia en "esos" extraños asuntos.
Gracias a ti.
Uuuupa.
Fuerte, muy fuerte. Me gusta. ¿Lo de Dávila, podría llegar hasta Uriel Gallego o gente cercana a él?
Les recuerdo: NADIE hizo NADA sin conocimiento de otros grupos de trabajo o institucionales. Ergo, MinTransporte supo y supo mucho. Claro que bueno, uno mira la carta blanca que hasta el día de hoy tiene la porquería de Opaín y comprende que este partido va para largo.
Veamos que pasa.