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Lunes Septiembre 25, 2023
En una rueda de prensa la tarde de ayer, el presidente Juan Manuel Santos anunció el decreto para reglamentar los taxis de lujo con presencia de los empresarios de los taxis y los de Uber.

El decreto que presentó ayer el presidente Juan Manuel Santos reglamenta la operación de los taxis de lujo y obliga a que quienes quieran prestar este servicio se conviertan en empresas. Una solución que dejó contentos tanto a los taxistas como a Uber pero que en realidad no soluciona el problema de fondo que es reglamentar plataformas como Uber. En cambio, le pasa al Congreso la responsabilidad de legalizar su servicio.

Lo que dice (y lo que no dice) el decreto

El presidente, acompañado por el vicepresidente Germán Vargas y la ministra de Transporte, Natalia Abello, dijo que el decreto es un acuerdo entre los operadores y el Gobierno, cuyo objetivo es atender las necesidades de los usuarios.

El empresario de los taxis, Uldarico Peña se mostró satisfecho con la medida.

 

El decreto que presentó Santos con presencia del gremio de los taxistas y de la empresa Uber dice que para poder prestar el servicio de taxis de lujo, los prestadores tendrán que convertirse o “habilitarse” como empresas prestadoras de este servicio.

Eso quiere decir que tendrían que comprar carros, comprar cupos (en el mercado que los taxistas ya controlan) y trabajar y competir como si fueran una empresa tradicional.

Es un proceso que requiere tiempo (la empresa tiene que ser habilitada para funcionar como tal por el Ministerio de Transporte), y recursos para pagar el trámite y así, ajustarse a unos parámetros nacionales para poder funcionar, incluidos los tributarios.

Por ejemplo, la empresa de transporte de lujo tendrá que demostrar que tiene capital, acreditar que tiene una plataforma tecnológica para prestar el servicio y certificar a sus conductores. Además, los carros que usen deben ser más amplios que los taxis amarillos, deberán ser negros y no más viejos que siete años además de contar con sistemas de GPS e internet para estar en línea con los usuarios, entre otras.

En pocas palabras, los mismos requisitos de las empresas de taxis para prestar el servicio.

Por eso, tras el anuncio, el gremio de los taxistas se mostró satisfecho con la medida.

“Lo vamos a cumplir al pie de la letra. Lo veníamos trabajando desde hace dos años y así salió ayer. Queda claro que Uber es ilegal y que no va a poder trabajar como están trabajando ahora (sino que) van a entrar a competir con lealtad”, le dijo a La Silla el empresario de taxis, Uldarico Peña.

Sin embargo, Uber nunca ha contemplado funcionar bajo el esquema del taxi tradicional.

La razón es que ser una empresa de transporte va en contra del modelo de negocio de Uber y de su esencia, que es ser una plataforma virtual que no tiene carros sino que sirve de intermediario entre las empresas de transporte individual de lujo y los usuarios.

Por eso, pensar que ese decreto sirve para reglamentar su uso “es estúpido”, según un experto en transporte independiente que consultó La Silla porque “es como pedirle a despegar.com que se habilite como una aerolínea”.

Precisamente por eso, porque siente que la medida del Gobierno no lo cobija pues su negocio en esencia no es el transporte sino la información, Uber también quedó satisfecho con las palabras de Santos.

Sobre todo porque el Presidente luego anunció que el próximo miércoles se radicará en el Congreso un proyecto de ley para reglamentar el negocio que ellos sí prestan.

Es decir, el que “crea el servicio privado de transporte solicitado mediante plataformas tecnológicas”, como dice su comunicado de prensa, y que permitirá que operen servicios como UberBlack, uberX, UberBICI, UberÁngel, UberPET, UberEnglish, Uber para Empresas “y otros tantos que vendrán en el futuro, como el carpooling y soluciones de logística urbana”.

Aunque aún no es claro qué congresistas van a radicar el proyecto, Uber dice que acompañará el proceso y, aseguran que “la reglamentación de taxis de lujo no excluye otras alternativas de movilidad para los ciudadanos y durante los seis (6) meses previos a su implementación Uber evaluará, en conjunto con los socios conductores, las implicaciones y oportunidades de este Decreto para los más de 20.000 colombianos que hoy tienen una oportunidad económica con flexibilidad y seguridad manejando con el app de Uber”.

Es decir, que a diferencia de lo que opinan los taxistas, el decreto no dice que Uber es ilegal ni legal, y por tanto podrá seguir operando hasta que el Congreso resuelva si se aprueba o no el proyecto de ley que sí reglamenta la aplicación.

Los riesgos

El principal riesgo que se genera tras estos anuncios es que el decreto que se presentó ayer no resuelve el problema de fondo del servicio de taxi en el país y que tiene que ver con la eficiencia del servicio que es lo que ha llevado a que muchas personas usen el servicio de Uber a pesar de no estar reglamentado.

“Es un decreto pensando en los taxis, no en mejorar el servicio. No hay mejoras en la eficiencia de la prestación del servicio ni en el control y fiscalización, principal problema del servicio hoy. Es un decreto que permite cobrar por tener un carro negro, más grande, que ocupa más espacio y consume más recursos. No sigue la tendencia de las economías colaborativas a través de plataformas donde se busca consumir sin poseer haciendo más eficiente el uso de la capacidad excesiva (de vehículos) que hay disponible hoy)”, le dijo a La Silla la fuente experta en transporte e independiente  que por su trabajo no puede revelar su nombre.

Además, según la fuente, el decreto le traslada a esas empresas la responsabilidad de crear las plataformas tecnológicas como la de Uber a pesar de que éstas no tienen el conocimiento para hacerlo.

“Desde que los teléfonos inteligentes surgieron en el 2008, se han desarrollado más de 200 millones de apps. Me atrevo a decir que menos del 1 por ciento ha sido desarrollado por el sector transporte. Obligar a las empresas a desarrollar sus propias plataformas es meterlos en un negocio que no conocen”, aseguró.

Por ahora, el futuro de Uber depende del Congreso que tendrá que aprobar el proyecto de ley para que su modelo de negocio sea legal.

Eso, en principio, implica dos cosas: que el proyecto entre en la agenda legislativa del Congreso para darle trámite y que la mayoría de los congresistas voten a favor de Uber.

Ninguna de las dos está garantizada hoy. Por un lado, porque la agenda del Congreso hoy está copada en buena parte por iniciativas complejas como las que tienen que ver con el proceso de paz y para que el proyecto de ley de Uber tenga trámite, requiere que los presidentes de Senado y Cámara los incluyan dentro de la agenda para ser discutido. Por otro lado, los taxistas como gremio se moverán en contra del proyecto.

“Ellos siguen engañando a la ciudadanía. Hoy nadie los legalizó. Dicen que van a colocar un proyecto de ley el 25 de noviembre para que los autoricen a trabajar seguramente para pedir que los legalicen. Pero no se sabe que eso tenga ningún asidero ni que sea verdad. Nosotros vamos a estar muy pendientes porque el Congreso no es sólo para ellos”, le dijo a La Silla Uldarico Peña.

Eso quiere decir que, en últimas, los anuncios de ayer sirven para que la pelea entre Uber y los taxistas se traslade al Congreso mientras el problema del servicio de taxis en lo que tiene que ver con la eficiencia todavía sigue sin resolverse.  Y mientras esto ocurre, seguirán los Uber rodando y los taxis presionando para que no lo hagan.

Comentarios - Cada usuario tiene la posibilidad de incluir solo tres comentarios
Mar, 2015-11-24 20:41

Parece estar claro que los propietarios de vehículos afiliados a Uber están prestando un buen servicio público ilegal (pues no tienen un permiso que deberían tener), a través de una plataforma tecnológica no-ilegal (pues no le falta ningún permiso que debiera tener).

Uber facilita las operaciones ilegales realizadas por sus afiliados y se beneficia. ¿Se venderá contrabando por MercadoLibre.com?. ¿Se lavarán activos a través de los bancos? Ni ML ni los bancos SON ilegales, pero podrían cometer delitos.

Uldarico, que no es un empresario del transporte sino un cupotraficante, es quien controla y usufructúa un pésimo servicio público legal. También está clarísimo.

¿El objetivo de ser legal, en este caso, es garantizar un buen servicio al público, a la vez que justo con propietarios y conductores? Por supuesto que no; está visto: sólo enriquece a funcionarios y especuladores.

¿Que el gobierno encomendó hacer una ley a los encargados de hacer las leyes?

¿Cuál es el enredo?

Mar, 2015-11-24 16:21

Dice la Silla: "El decreto no dice que Uber es ilegal ni legal, y por tanto podrá seguir operando hasta que el Congreso resuelva si se aprueba o no el proyecto de ley que sí reglamenta la aplicación". Tengo entendido que en Derecho lo que no es legal es ilegal. Lastimosamente, Uber sigue siendo ilegal. Señora Arenas, a investigar un poco más.

Mar, 2015-11-24 16:42

Luis, efectivamente todo es o legal o ilegal, pero acá se puede interpretar de las dos formas. Por un lado, a los privados les está permititdo todo lo que no esté expresamente prohibido, y nadie ha prohibido tener una paltaforma tecnológica. Lo que sí está prohibido es prestar un servicio de transporte sin estar habilitado para ello y, en principio, Uber no presta el servicio de transporte y por eso nos sería ilegal. Los dueños de los carros, sobre todo en uber X, sí podrían serlo. Pero se puede argumentar que como el usuario le paga es a uber, éste sí tiene directamente que ver con la prestación del servicio. Por eso, el decreto no es claro y más bien, lo que deja es incertidumbre, que como cuenta la nota, será lo que tratarán de establecer con el proyecto de ley que presentan mañana en el Congreso. 

Mar, 2015-11-24 10:39

nuevamente con fuentes que (no pueden ser nombradas por su trabajo actual) por favor que no se nos vuelva costumbre estar creyendo en "expertos" que no se pueden citar.

Mar, 2015-11-24 10:35

La discusión de Uber hasta ahora se ha caracterizado por una cosa: el bogotanismo. Entiendo que sea la ciudad con mayor número de usuarios y donde el descontento de los usuarios sea más grande con los táxis tradicionales, pero cualquier legislación afecta a todo el país y en Cali y Medellín también hay Uber. En Cali como problema adicional, existe la dedicación de los amrillos a la "piratería". Entonces ¿reglas para unos y que los tradicionales sigan haciendo lo que quieran?. Reglamentar el transporte tradicional bien debería ser prioridad.

Mar, 2015-11-24 10:29

En el día a día de la gente en las calles, la realidad es que los taxis no son confiables pues el cobro nunca es fijo, y si hay alguna queja la respuesta es violenta y amenazante. La seguridad misma del ciudadano es afectada por la manera en que manejan zigzagueando agresivamente y violando normas básicas de convivencia y seguridad vial: parar en rojo, evitar giros prohibidos, doble fila... De nuevo, es violento y amenazante para la ciudad entera. Hay excepciones, claro, pero el grueso de los taxistas que protestan como pandilla son en gran medida aquellos que incurren en ello. Lo de la nueva normativa de taxis de lujo es meter hasta al presidente a girar alrededor de que los taxis hagan su trabajo con honestidad, seguridad y calidad. EL taxi de lujo termina siendo un taxi que si haría su trabajo cabalmente, pero entonces hay que pagar más? Incluso el Uber caro cobra menos que un taxista abusivo. Atentan contra la gente, amenazan en los medios y ni un parte, ni un operativo. Puercos.

Mar, 2015-11-24 10:17

En el día a día de la gente en las calles, la realidad es que los taxis no son confiables pues el cobro nunca es fijo, y si hay alguna queja la respuesta es violenta y amenazante. La seguridad misma del ciudadano es afectada por la manera en que manejan zigzagueando agresivamente y violando normas básicas de convivencia y seguridad vial: parar en rojo, evitar giros prohibidos, doble fila... De nuevo, es violento y amenazante para la ciudad entera. Hay excepciones, claro, pero el grueso de los taxistas que protestan como pandilla son en gran medida aquellos que incurren en ello. Lo de la nueva normativa de taxis de lujo es meter hasta al presidente a girar alrededor de que los taxis hagan su trabajo con honestidad, seguridad y calidad. EL taxi de lujo termina siendo un taxi que si haría su trabajo cabalmente, pero entonces hay que pagar más? Incluso el Uber caro cobra menos que un taxista abusivo. Atentan contra la gente, amenazan en los medios y ni un parte, ni un operativo. Puercos.

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