![]() |
Ayer Juan Manuel Santos hizo un Consejo de Minsitros en Toribío, Cauca. Luego le habló a los pobladores, acompañado de algunos de sus ministros. A su lado estaba el Ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón. Foto: César Carrión - SIG |
Ayer el presidente Juan Manuel Santos trasladó al Cauca su Consejo de Ministros, anunció un "Plan Cauca" de inversión en el departamento, advirtió que no desmilitarizará ni un "centímetro" de territorio y anunció de nuevo "el fin del fin" del conflicto. Sin embargo, la situación está lejos de estar controlada y mientras la percepción de la lucha contra la guerrilla empeora, el ministro Juan Carlos Pinzón se desdibuja cada vez más.
Aunque el domingo el Presidente Santos dijo en su cuenta de twitter que: “pese a hostigamientos cobardes de terroristas, nuestra fuerza pública tiene total control y protege a la población”, ayer el Presidente vivió en carne propia la imprecisión de sus palabras.
Según lo contó El Espectador, mientras los helicópteros de la avanzada de seguridad del Presidente inspeccionaban el terreno, guerrilleros del sexto frente de las Farc dispararon contra la escolta de Santos; guerrilleros detonaron un explosivo cerca al búnker de la Policía; y a las afueras de Toribío, en El Pajarito, las Farc instaló un retén a plena luz del día que solo fue retirado por presión de la guardia indígena. Esto sin contar con la desaparición de un avión de la Fuerza Aérea que sobrevolaba la zona, que según el Ejército sufrió un accidente y según la guerrilla, las Farc lo derribaron.
Aunque el general Sergio Mantilla, comandante del Ejército, siguió insistiendo en que la situación estaba bajo control y que el problema es “que los terroristas la tienen relativamente fácil porque cualquier cosa, cualquier dos, tres disparos que hacen las personas se asustan”, los indígenas le pidieron a Santos retirar la Fuerza Pública porque sienten que en cambio de protegerlos los ponen en riesgo.
Como lo dijo este medio el lunes, la crisis de seguridad en el Cauca pone a prueba la credibilidad de Santos en el tema de seguridad. Pero además, crea un cuestionamiento sobre el liderazgo de su ministro de Defensa.
![]() |
El Ministro Pinzón goza del aprecio de los periodistas, que hasta ahora, lo han tratado con más cariño que el que gozó su antecesor Rodrigo Rivera. Foto: Miguel Torres - La Silla Vacía |
![]() |
El Alto Consejero de Seguridad de Santos, Sergio Jaramillo, es quien lleva sus hombros la agenda política de la Seguridad. |
![]() |
El Presidente Santos dijo que la situación del Cauca estaba bajo control. Pero ayer quedó claro que no es así cuando su misma avanzada de seguridad fue atacada. Foto: Juan Pablo Pino |
El liderazgo de Pinzón
Cuando Juan Carlos Pinzón llegó a la dirección del Ministerio de Defensa a finales de agosto del año pasado a reemplazar a Rodrigo Rivera hubo un consenso mediático en que pese a su juventud era una buena escogencia de Santos porque siendo hijo y nieto de militares y exviceministro de Defensa durante la época de Uribe gozaba de la simpatía de los militares y conocía el tema. Además, era de la entera confianza del Presidente con lo cual la comunicación entre los dos sería fluida. Era un tecnócrata de la seguridad cuya sola llegada al CAN elevaría la moral de los militares.
Sin embargo, un año después, comienzan a surgir las dudas sobre si Pinzón sí es el hombre que necesita Santos para darle la tan esperada ‘estocada ‘ final a las Farc.
En la última encuesta Gallup, todos los indicadores de gestión del Presidente en el tema de seguridad empeoraron. La desaprobación al manejo de la inseguridad subió seis puntos; la del combate a la guerrilla 18 puntos; lo mismo la del narcotráfico.
La favorabilidad del ministro Pinzón se mantuvo en el 17 por ciento. Con mejores indicadores, salió Rodrigo Rivera del Ministerio.
El Gobierno ha defendido la tesis de que la seguridad comenzó a empeorar a partir del 2008, y que por lo tanto, la percepción de inseguridad no se le puede achacar a Santos. De hecho, cifras como las de homicidios lo favorecen.
Una fuente que conoce al Ministerio de Defensa y la estrategia de defensa del Gobierno de Santos le dijo a La Silla que lo que se viene diciendo en materia de seguridad es en realidad “ruido de la oposición”. Por una parte están los militares retirados que son, según la fuente de La Silla “una minoría muy pequeña y que en nada afecta la opinión de los activos”. Por otra, el ex presidente Uribe, cuya críticas a la política de seguridad son constantes.
Dijo además que la mejoría en seguridad del inicio de este año a la situación actual se puede ver claramente en las cifras del Ministerio de Defensa, que tiene una estrategia clara en materia de seguridad con una novedad que es la operación Espada de Honor.
Pero como lo demuestra la Gallup, más allá de cuál es la realidad en el terreno, la percepción generalizada es que la situación de seguridad está empeorando y en esa percepción, el tipo de liderazgo del ministro influye.
Mientras en los medios aparece Vargas Lleras con su proyecto de vivienda gratis para los colombianos pobres; María Ángela Holguín con la Cumbre de las Américas y los acuerdos con diversos países para eliminar visas; Echeverry hablando de su mermelada, de las regalías y de la reforma tributaria; Pardo explicando su propuesta del teletrabajo y de la eliminación de las cooperativas de intermediación, es difícil identificar la bandera de Juan Carlos Pinzón.
Quizá porque cuando llegó al Ministerio la nueva estrategia militar de realizar operaciones focalizadas con grupos especiales y más pequeños y objetivos específicos en zonas particulares acababa de ser definida y a él lo que le tocó fue liderar que comenzara a operar. Pero también porque desde que asumió la Cartera, Pinzón ha aparecido más interesado en volverse vocero de los intereses de los militares que en ejercer su mando sobre ellos. Es casi como si siguiera siendo el viceministro o el hombre de apoyo incondicional de los militares. Esto lo llevó, por ejemplo, a meter en la Reforma a la Justicia un artículo del fuero militar a la medida de la Fuerza Pública que contravenía cualquier estándar internacional y que tuvo que retirar. Al final, decepcionó a los militares y también a los defensores de derechos humanos.
En cualquier caso, a Pinzón, a quien en la Casa de Nariño se le conocía como el ministro consentido del Presidente, que estaba siempre a su lado y le hablaba siempre al oído, parecen haberlo dejado un poco al lado.
“Se cayó del pedestal en el que lo tenía Santos”, dijo una fuente del Gobierno a La Silla. “Pinzón es más sumiso, no produce el respeto que en su momento le tenían a Santos”.
Una persona que trabajó durante años en el Ministerio durante la época de Uribe y ahora lo observa de lejos dice que el problema de Pinzón es que sin el peso de Santos, tiene una forma de mandar parecida a la de Santos cuando era Ministro, en el sentido a que se concentra en lo estratégico, delega y trata bien a la gente. La diferencia es que Santos tenía a Uribe, que llamaba por teléfono a los comandantes de brigada, los gritaba y estaba encima de ellos. Sin ese refuerzo, el mando de Pinzón parece débil.
También influye que si cuando Santos era Ministro de Uribe su agenda era la seguridad, ahora de Presidente ésta compite con otras. El discurso de seguridad –que fue prácticamente omnipresente durante la época de Uribe- pasó a un segundo plano. Las relaciones internacionales, la inversión extranjera, el TLC, la reparación a las víctimas, la entrega de viviendas gratis y sobre todo el tema de la paz, también son parte ahora del mensaje del presidente.
Por otro lado, ya no es tan fácil tener el protagonismo cuando hay una figura de Alto Consejero para la Seguridad Nacional que es el que lleva la agenda política en materia de seguridad y es el encargado del Marco para la paz, uno de los proyectos estrella del Gobierno.
Más de una vez Pinzón se ha visto en la incómoda posición de tener que responderle a los medios de comunicación que ese es un tema que no le corresponde, cuando le han preguntado sobre la posibilidad de una negociación, de que la guerrilla participe en política o de procesos penales y condenas contra guerrilleros.
El tema de una eventual negociación con la guerrilla, que tiene al Consejero Sergio Jaramillo como doliente, le roba a él protagonismo y además, le hace más difícil su trabajo de venderle la idea de la guerra y el enemigo a las Fuerzas Armadas.
El Programa de Consolidación, que era una de las prioridades de Santos cuando era ministro de Defensa, tampoco depende ahora de Pinzón, sino del Departamento para la Prosperidad. Y como lo contó La Silla Vacía, este Programa, que es fundamental para que se consoliden los éxitos militares, sigue en pañales por problemas administrativos de Presidencia.
Por último, según supo La Silla Vacía, hay un conflicto latente entre los generales Mantilla y Navas, el comandante de las Fuerzas Militares, que está generando al interior del Ejército fricciones que no contribuyen a su labor y que Pinzón no ha logrado distender. Después de publicada esta historia, llamaron a La Silla Vacía de Comando General a desmentir que hubiera un conflicto entre los generales.
Por todo lo anterior, la situación del Cauca no solo aumenta la presión sobre Santos para que más allá de enviar más pie de fuerza al departamento se ejecute una estrategia que permita a los indígenas sentirse efectivamente protegidos sino también pone sobre Pinzón el interrogante de si está a la altura del desafío.
Y quien es ese pelao con cara de bobo peligroso?....parece que la experiencia que tiene para ser ministro de defensa es que su Papa fue militar y su suegro tambien...pero todos ellos viven en sitios rodeados de seguridad...que ceguera de pueblo...y los indigenas...???de extrema izquierda????la elite indigenista????....por favor cuide lo que dice ud ya sabe que comentarios de esos matan aa gente en Colombia...a menos que ese sea el proposito de lo que dice.
Eso pasa cuando se nombra en cargos a primiparos que no tienen ni idea de lo que tiene que hacer
Los tres se quemarán, y le guerrilla seguirá creciendo
El problema no es el ministro Pinzón. El problema consiste en que la seguridad en el país no se ha manejado de manera integral, especialmente desde el 2002. No hay una política de Estado para la convivencia, la inclusión y la equidad. El manejo de la seguridad por parte del gobierno depende mucho de las presiones ejercidas por los militares mas radicales, el uribismo (extrema derecha) y el gobierno de los Estados Unidos, entre otros factores. Este gobierno debe escuchar también a la sociedad civil, aunque desinformada y temerosa, tiene mucho que aportar.
El problema no es del ministro el problema son las fuertes bases sociales que tienen las Farc en zonas indígenas.
El ejército no puede actuar porque las Farc están mimetizadas entre la población indígena. Derrumbar las trincheras del ejército es poner en riesgo la vida de esos militares. La actitud de la elite indigenista atrincherada en el Cric fue hace algunos meses protestar por la instalación de los batallones de alta montaña, y no lo hicieron contra las Farc. Ahora dicen que están contra todos los actores armados ahí está pintada la duplicidad moral de la ultra izquierda . Permitir que saquen a las FF.MM. es aceptar una zona de despeje que conecta al Valle, Cauca y Huila. La verdad, el gobierno se va a tener que amarrar los pantalones y enfrentar a los frentes civiles de las Farc.
Con la toma en 1.914 de Paniquità por las tropas del indio Quintìn Lame se iniciò la rebeliòn en el Cauca .
Muy caribonito el niño mindefenza,pero le falta caracter y cojones hasta en la forma de hablar,demasido parecido a ciertos funcionarios del gobierno furibe donde simplemente pelaban el diente si el papa lo hacia.
Yo aún no entiendo porque hay gente que piensa que Uribe es necesario en este país cuando todo el mundo se dio cuenta que eso de que iba a acabar con la guerrilla era puro cuento, que mantuvo por 8 años y que podía haber durado más, mientras cometían las peores fechorías desde el gobierno dondo los únicos beneficiados fueron ellos. Así AUV estuviera 50 años en la presidencia jamás iba a acabar con la guerrilla, sería una guerra inútil donde los únicos que pondrían los muertos son los estratos más bajos, las familias humildes, los campesinos.
Creo que está más que demostrado que las guerrillas jamás se acabarán a punta de bombas ni con balas, y este conflicto se ha degenerado hasta el punto de acusar de rebelión a miles y miles de personas que viven en sitios alejados que lo único que pretenden es estar tranquilos y trabajar en la tierra que les ha pertenecido por siglos.
SANTOS continúa la política de URIBE en la dirección de mostrarse eficientes matando a los dirigentes de las FARC, más que trazando una política seria de paz que en ninguno de los dos gobiernos ha existido. La diferencia entre los dos, además de lo distinto de la política exterior de este y de aquel gobierno, reside en que el dueño de la finca EL UBÉRRIMO es un ferviente convencido de definir como eje central el tema de la militarización de la sociedad, tomando como colaterales, subordinados o secundarios el tema social, el ambiental y el de la dignidad soberana de la nación. En tanto que SANTOS hace esfuerzos por equilibrar todos estos aspectos. Pero el tema de la paz en SANTOS no es más que demagogia. Como igualmente superficiales son los insignificantes y no decididos cambios para el área rural. No hay diferencias sustanciales en el tema educativo, de salud ni en el ambiental que no parece ser importante para SANTOS.
Excelente escrito. Por la capacidad de síntesis de las articulistas y por precisar y relacionar un conjunto de variables o aspectos que sugieren o dan como un hecho que el tema de la seguridad no es tan simple. La principal variable es el liderazgo del Mindefensa JUAN CARLOS PINZÓN.
La particularidad relativamente compleja del Departamento del Cáuca está dada por la existencia de las comunidades indígenas, espacio del país en el que son más numerosas: a los indígenas les han cobrado una alta cuota de muertos en esta guerra absurda. La causa no es solo la confrontación Ejército-guerrilla. Igualmente ha habido masacre de los paramilitares y existe el viejo problema de tierras, resguardos versus terratenientes.
Las políticas de seguridad, tanto del Gobierno de URIBE como del de SANTOS han sido estructuradas pensando en la liquidación física del enemigo, mostrando las cabezas de los dirigentes de las FARC, especialmente, como trofeos. SANTOS continúa la política de URIBE en esa...