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Juan Manuel Santos anunció un remezón parcial en la cúpula militar anoche. Foto: cortesía www.presidencia.gov.co |
A pesar de que según Humberto de la Calle el proceso de La Habana anda por su peor momento y podrían pararse en cualquier momento, el cambio de cúpula que hizo ayer el gobierno sumado a los que ha realizado en el sector Defensa, muestran que el presidente Santos sigue intentando alinear a los militares con el proceso de paz.
Las tres nuevas cabezas de la cúpula tienen en común el haber jugado un rol protagónico en el ejercicio que lideró el anterior ministro Juan Carlos Pinzón y su viceministra Diana Quintero de repensar la transformación de las Fuerzas Militares en los próximos 20 años, lo que da una idea de que estos militares fuera de tener experiencia operativa también tienen un pensamiento estratégico útil para una eventual transición.
El nombramiento del general Alberto Mejía como comandante del Ejército era esperado. De hecho, en febrero, La Silla publicó un “organigrama” de la nueva cúpula que estaba circulando entre las fuerzas militares y que ya ubicaba al nuevo ministro Villegas y a Mejía como cabeza del Ejército.
En ese momento, el ministro Juan Carlos Pinzón lo desmintió pero el que ahora haya resultado así indica que el nombramiento de Mejía era más o menos predecible porque el nuevo comandante del Ejército tiene varias cualidades que son útiles para una eventual firma de la paz.
Frente a su antecesor, el tropero general Jaime Alfonso Lasprilla, Mejía es un oficial más político, con ideas que encajan más con un ejército para el posconflicto y que como comandante de la Cuarta Brigada lideró ceremonias para pedirle perdón a las familias de víctimas de los ‘falsos positivos’. Además, es muy cercano tanto al ex ministro Pinzón como al actual Comisionado de Paz Sergio Jaramillo, y al comandante de las Fueerzas Militares Juan Pablo Rodríguez, algo que no es tan fácil hoy en día en el mundo castrense.
“Jamás podrán establecerse comparaciones, pues cada quién ha hecho su carrera de una forma distinta pero respetable”, dijo un militar a La Silla. Explicó que el General Lasprilla cohesionó a la base, generó respeto en sus subalternos, y asumió como tareas principales enfrentar la corrupción y motivar permanentemente a sus hombres, especialmenten en el campo de combate. Además, de procurar explicar a los soldados temas relacionados con el proceso de paz o la transformación del Ejército.
“La carrera militar no se hace en un día, inicia desde la Escuela Militar y el general Lasprilla era un símbolo para las tropas, tipo el general Navas”, explica. “El General Mejía es un hombre estudioso como pocos, analítico, pensamiento crítico, innovador, de avanzada, con deseos de proyectar y transformar el Ejército.”
Dice que Mejía es un "soldado integral" que ha tenido la oportunidad de interactuar con las élites de Fuerzas Especiales de otros ejércitos lo cual ofrece una experiencia invaluable. “Su trabajo como Jefe de Planeación y Transformación trazó una hoja de ruta, que será vital en estos momentos”.
Mejía hizo toda la carrera para llegar a la comandancia, como haber pasado por el Army War College de Estados Unidos, ser uno de los cerebros detrás el plan de guerra “Espada de Honor”, que es el que actualmente están aplicando las Fuerzas Militares, y ser uno de los líderes del comité que definió la reestructuración de las Fuerzas Militares.



La trayectoria de Mejía incluye cargos gerenciales (fue jefe de Planeación del Ejército y director de las escuelas de infantería en Bogotá y de Lanceros en Tolemaida) con otros más operativos, pero considerados de élite: comandó el batallón de fuerzas especiales #2, que en ese entonces era una fuerza élite, y dos brigadas (incluyendo la muy prestigiosa de Fuerzas Especiales), la división de aviación y asalto aéreo,y fue hasta ayer Jefe del Comando Conjunto de Operaciones Especiales, Ccoes, donde coordinaba las operaciones contra “objetivos de alto valor”.
Es visto como un general muy capaz. “Colombia produce un general como él cada 100 años”, dice un ex directivo del Ministerio que trabajó de cerca con él. “Es un tipo bueno, muy sofisticado”, dice un ex asesor del Ministerio.
Un punto débil de su nombramiento puede ser que, mientras Lasprilla era un oficial que venía de abajo (hijo de suboficial), Mejía es visto como un delfín militar porque es hijo de un ex comandante del Ejército y de las Fuerzas Militares, es yerno de un ex subcomandante del Ejército y en general, forma parte del pequeño grupo social de los que “gatearon en tapete” a diferencia de la mayoría de oficiales que son de extracción más popular.
“Nació para ser Comandante del Ejército. Es de dinastía militar”, dice uno de los ex directivos del Ministerio.
El otro es que, a pesar de su buena imagen en general, tiene cierta distancia entre los oficiales de inteligencia del Ejército, justamente donde hay más oposici´n al proceso de La Habana. Y por eso seguramente se vienen cambios en ese área.
Los otros dos nombramientos que anunció Santos ayer, en las comandancias de las otras dos Fuerzas, recayeron en oficiales que también estuvieron entre los líderes de esa reestructuración.
El general Carlos Bueno, nuevo comandante de la FAC, también estaba siendo preparado para llegar a la cúpula de su fuerza: tiene un máster en Estados Unidos (en su caso, en el Air War College) y fue agregado aéreo en la embajada de Washington, un cargo que permite tener buenas relaciones y conocer de cerca a la fuerza aérea más poderosa del mundo.
Como piloto de combate, antiguo comandante de dos comandos aéreos de combate y subcomandante de otro, y actual jefe de operaciones aéreas de la FAC, conoce directamente el funcionamiento del día a día de los aviones.
Pero no se limita a las operaciones de rutina sino que tiene una visión de más largo plazo de la Fuerza Aérea.
Por ejemplo, fue uno de los comandantes que más empujó para que la FAC estuviera en los ejercicios Red Flag (unos juegos de guerra que hace la fuerza aérea gringa con otras fuerzas amigas, que exige entrenamiento avanzado y que para muchos en la FAC fue una prueba de que ya están en capacidad ) en 2012.
Otro ejemplo está en que se ha preocupado por conseguir nuevos aviones para la FAC, algo fundamental para equilibrar la superioridad aérea venezolana: según la revista especializada Jane’s, el año pasado Bueno reveló el interés de renovar la flota de cazabombarderos.
El almirante Leonardo Santamaría “es curso” de Mejía (es decir, son contemporáneos e hicieron al tiempo el curso para ser generales). Como Bueno, viene de ser jefe de operaciones de su fuerza y, como Mejía, fue jefe de Planeación, lo que le da una mezcla de conocimiento operativo con una visión estratégica más amplia. Y, aunque no tiene una maestría en Estados Unidos como los otros dos nuevos comandantes, sí hizo el curso de estado mayor en la Academia Naval de Chile
Durante su carrera se ha desempeñado como comandante de la Fuerza Naval del Caribe, director General Marítimo, jefe del Departamento de Operaciones de la Fuerza Naval del Caribe, Comandante de la Fragata ARC Caldas, comandante del Comando Específico de San Andrés y Providencia, jefe del Departamento de Operaciones Navales de la Escuela Superior de Guerra, agregado Naval ante el Reino Unido y representante Permanente de Colombia ante la Organización Marítima Internacional (OMI), jefe del Departamento Armada de la Escuela Superior de Guerra y Ayudante Privado del Comando Armada. jefe de Planeación.
“Todos pasaron por operaciones: conocen el fondo de la guerra operacional y tácticamente”, explicó a La Silla un ex funcionario del ministerio. “La pregunta es si este era el momento de hacer este cambio, en plena oleada terrorista y en vísperas del Plan Democracia para elecciones”.

El nombramiento de la nueva cúpula es por un lado rutinaria puesto que se hace cada dos años y por otro esperable dado que llegó un nuevo ministro. Pero al mismo tiempo ha generado algunos cuestionamientos por el momento en que Santos escogió hacerla.
Ayer, en Hora 20, Héctor Riveros, ex columnista de La Silla, comparó el actual cambio de cúpula con un partido de fútbol en el que el director técnico mete la misma alineación que había pensado para ganarle al rival 2-0 cuando van 2-2.
En la misma línea, va el comentario del ex funcionario del ministerio aunque su duda está más centrada no tanto en las habilidades de la nueva cúpula para afrontar la escalada militar sino en el sacrificio de los segundos comandantes que implica su nombramiento puesto que por razones de antiguedad jalona toda la línea de mando y eso termina afectando incluso a los mayores que están a cargo de unidades frenteando la arremetida guerrilla en los territorios.
Por ejemplo, la llegada de Bueno saca del camino no solo al comandante actual, el general Guillermo León León, que es uno de los mayores expertos en bombardeos sino a los generales Carlos Eduardo Montealegre, segundo comandante de la Fac; José María Noguera, inspector general de la Fac; a Juan Guillermo García, Subjefe del Estado Mayor Conjunto de Fortalecimiento Jurídico Institucional; a Pedro ignacio Lozano, comandante del Comando Aéreo de Combate No. 2; y posiblemente a Luis Ignacio Barón, jefe de operaciones conjuntas del Comando General de las Fuerzas Militares
La designación de Santamaría saca de la carrera a almirantes más antiguos, como el segundo comandante de la armada, Rodolfo Amaya Kerguelen o el vicealmirante César Augusto Narváez, inspector general de las Fuerzas Militares. eso, claro, además de Wills.
En el caso de Mejía, son más antiguos que él y por lo tanto seguramente pedirán la baja los generales Germán Saavedra, comandante de la Primera División; Ernesto Maldonado Guarnizo, subcomandante y Jefe de Estado Mayor del Ejército; o Guillermo Arturo Suárez, el Inspector General del Ejército.
La otra pregunta es por qué el Presidente escogió cambiar a los comandantes de las tres fuerzas y no al comandante de las Fuerzas Militares, el general Juan Pablo Rodríguez, quien además había sido duramente cuestionado hace un par de semanas por la ONG Human Rights Watch porque cuando él era comandante de la Cuarta Brigada, batallones adscritos a ésta habrían cometido 28 ‘falsos positivos’.
Una de las teorías prevalentes en sectores militares es que esto también tiene que ver con el proceso de paz. Y es que si hubieran puesto al general Mejía como comandante de las Fuerzas Militares, tendría que haber salido por razones de antigüedad el general Javier Flórez, jefe del Estado Mayor Conjunto.
Y Flórez es quien hoy en día dirige la subcomisión técnica para el fin del conflicto en La Habana. “Eso muestra que sí es una alineación a favor del proceso de paz”, dice uno de los entrevistados.


Junto a esta nueva cúpula (aunque con una cabeza que “no es como los otros”), el Presidente también ha comenzado a ubicar en el ministerio civiles más alineados con el proceso de paz.
El primero fue el enroque de Luis Carlos Villegas, a quien trajo de la Embajada de Washington e intercambió con Juan Carlos Pinzón.
Al cambiar a Pinzón por Villegas, Santos reemplazó un civil de pensamiento militar, que le dio mucho juego a los militares (desde un vocero en el Gobierno hasta contratos y funciones) y que por lo menos públicamente parecía un férreo opositor a los diálogos de paz, por un civil sin grandes contactos con los uniformados y que estuvo sentado en la mesa de negociación de La Habana como representante del sector empresarial.
En esa misma línea cae el nombramiento de Aníbal Fernández de Soto como viceministro de políticas y asuntos internacionales de Villegas, y quien trae experiencia en relaciones con comunidades y en desarrollo agrario. Es decir, en los temas del posconflicto.
Fernández de Soto tiene de ser el director de seguridad del fallido ministerio de Posconflicto que lideró hasta hace unas semanas (y por pocos meses) el general Óscar Naranjo y en sus anteriores altos cargos ha trabajado temas que van en esa línea.
Fernández, por ejemplo, fue consejero político de Frank Pearl en la Alta Consejería para la Reintegración entre 2006 y 2008; viceministro de participación de Federico Renjifo y de Fernando Carrillo en el Ministerio de Interior, encargado de las relaciones con grupos indígenas y afro, de las consultas previas y de las negociaciones con campesinos en el paro agrario de 2013; y viceministro de desarrollo rural de Rubén Darío Lizarralde y Aurelio Iragorri, donde participó de las negociaciones del paro del 2014 encargado de muchas de las áreas claves para aterrizar el acuerdo del agro con las Farc en caso de que haya un Acuerdo Final.
También trabajó con Villegas en la Andi y Santos parece apreciarlo lo suficiente como para moverlo por cinco ministerios.
Todos estos cambios muestran que si el jefe negociador de La Habana dice que este proceso está próximo a acabarse “por bien o por mal”, por el lado de Defensa están asumiendo que será por “bien”.
Propongo que en lugar de erradicar los cultivos de coca manualmente, se utilicen chivos (que acaban con todo) se pueden entrenar como a los perros antidrogas sin exponer al a los pobres soldaditos Policias o personal civil
Ademas de emplear a estos animalitos para que se coman las hojas de coca es un sustituto economico para que los campesinos se beneficien de este programa y se pueda lograr la paz al quitarle a la guerrilla su fuente de financiacion
Raro no es que los uribistas y unos cuantos gatos comiencen a minimizar el impacto de esta tendencia desprestigiando y falsificando pruebas para hacer ver esto como una ensillada de bestias, antes de tiempo. Todos los caminos conducen a Roma, todos los indicios conducen a la firma de la paz, me preocupa con que argumento van a salir, para no hacerlo, cuando les toque que cantar hasta la marcellesa en las comisiones de la verdad, peligra el postconflcto, porque uribe no hablará y tengo entendido que el que no hable se vá para la carcel, pero con este culebrero quien podrá?
El Nuevo libreto d la Habana sigue en curso, al anuncio d la nueva cúpula militar y en espera q las FARC dieran el 1º paso con el UNILATERAL q x fin llega x un mes, tiempo durante el cual se elabora el libreto final dl unilateral simultáneo d parte d Santos= BILATERAL. Con un texto q diga palabra mas o menos:
-----"El gbno nacional, siendo consecuentes con los avances d la Habana, reconoce q las FARC han cumplido y en respuesta a esto, el gbno nacional con su ministro d defensa a la cabeza, anuncian el cese al fuego e indefinido x parte el estado; esperamos con esto contribuir al desescalamiento dl conflicto en procura d proteger la vida y honra d los colombianos y colombianas como la constitución nos lo ordena".: Santos
//// Sr Mr president.. una preguntita.... Xfavor..
--- mm..??...está bien DDD, dale...
/// gracias Mr president, .. Vea y q ocurre si los personajes grises enemigos d La Paz insisten en sabotear d nuevo el unilateral d las FARC?
----......plopp.!!!....
Weno Pss,.x fin las primeras puntadas con Villegas, ya decía yo q para algo bueno llegaría el sr gordito, solo era esperar q se enfriara el puesto, ’xq q’ dirían las amistades?’. Yo sí creo q esta es la cúpula con la q se firmará en la Habana; en otras palabras, estamos en la tapa final del proceso asi le duela A QUIEN LE DUELA.
A la famosa crisis q crearon los guerreristas en coalición con ciertos medios-periodistas les resultó el tiro x la culata, al final servirá para positivo; se metió presión a las partes y todo el mundo se está tocando, lo entendió las Farc, Santos, países garantes, la misma iglesia y organismos internacional q hablan d la evolución d los diálogos en Colombia, el desescalamiento BILATERAL YA. Los medios HIPÓCRITAS poco a poco se alinearan, asi como se montaron en el bus dl proceso Habana cuando ya partía sin ellos y sin Fu.
A Fernández D Soto, q no se quede dormido como el papá? en la lectura dl fallo d San Andrés,. ya no son 7 colores.
..Huele a gato!