La relación entre Álvaro Uribe y el Presidente comenzó a dañarse casi desde el mismo día de la posesión de Santos, pero ahora la ruptura sí es abierta y total. Y aunque la razón de la discordia ha ido variando mes a mes, la inminente aprobación del Marco para la Paz se ha convertido en el tema que realmente los pone en orillas opuestas.
El Marco para la Paz es una reforma constitucional que en el caso de que haya un proceso de paz le permitiría a la Fiscalía juzgar solo a los "máximos responsables" de los crímenes de la guerrilla y de otros grupos armados, y no juzgar al resto de la tropa. Una ley posterior debe fijar los criterios que definan a quién se juzga y cuándo.
Estas son las razones de fondo detrás de la avalancha de trinos del ex presidente contra esta iniciativa:
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Uribe no quiere una negociación con las Farc, y el Marco para la Paz lo que busca es crear las condiciones legales básicas para darle estabilidad a un eventual pacto con la guerrilla. | |
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Una negociación de cualquier tipo implica ceder y reconocer que no se logró la derrota militar de la guerrilla que era el principal propósito de Uribe, de su Política de Seguridad Democrática, del aumento en la inversión en defensa y de la última fase del Plan Colombia. | |
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La Política de Seguridad Democrática perdería protagonismo y sería reemplazada por una radicalmente opuesta, una política de negociación de paz. Eso es difícil para Uribe pero también para los militares porque la política de Seguridad Democrática creó un modus operandi y práctiamente se convirtió en una ideología entre las Fuerzas Militares. | |
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El Marco para la Paz pone en el mismo saco a la guerrilla y a las Fuerzas Militares. Aunque el proyecto de ley dice en su inciso tercero que “La Ley podrá autorizar un tratamiento diferenciado para cada una de las distintas partes que hayan participado en las hostilidades,” cuando se habla de “cada una de las distintas partes” se incluye también a la Fuerza Pública. Eso es inconcebible para Uribe, quien siempre se ha opuesto a que las Fuerzas Militares se traten como un “actor” más del conflicto. Pero al mismo tiempo, esto permitiría que ante una eventual negociación de paz los militares que violaron derechos humanos no terminen en la cárcel mientras que los guerrilleros que combatieron terminen en el Capitolio. Tener una fórmula legal para todos permitiría que haya un verdadero cierre. | |
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Significa perder completamente su batalla para evitar el reconocimiento de beligerancia a la guerrilla. Uribe logró mantener durante ocho años el discurso de que no había conflicto armado. Lo hizo con un solo propósito y era mantener también el discurso de que las Farc lo que son es terroristas y por lo tanto, no reconocerles de ningún modo un status político. Uribe mantuvo este discurso incluso por encima de los problemas que le traía a las Fuerzas Militares, que difícilmente podían justificar sus operaciones en el marco del Derecho Internacional Humanitario. Uribe ya perdió la mitad de su pelea cuando Santos metió en la Ley de Víctimas el reconocimiento de que sí había conflicto armado y el discurso cambió para todas las instituciones del país, pero la perdería totalmente si la guerrilla se sienta en una mesa a negociar. Porque con “terroristas” no se negocia ni se hacen concesiones. | |
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El Marco podría llevar a la participación política de la guerrilla. Aunque el proyecto tal como está no abre explícitamente la posibilidad de que los guerrilleros que firmen la paz accedan a un cargo de elección popular, esto sí estaba contemplado en el proyecto inicialmente redactado por el Gobierno. Ya con el Marco aprobado, un desarrollo legal posterior podría permitir esta posibilidad. Sobre todo porque ya con una negociación de paz de por medio, esto puede ser el tema que se negocie con las Farc, que siempre han tenido una pretensión política. Obviamente, ver a un exguerrillero gobernando en el futuro sería la mayor pesadilla para el expresidente, que es él mismo víctima de la guerrilla pues su papá fue asesinado por las Farc. | |
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El Marco puede convertirse en un incentivo para que los paras aporten nueva información. Aunque todas las críticas del expresidente y de muchos otros -uribistas y no uribistas- que se oponen al proyecto se han centrado en criticar que a la guerrilla se le perdonen sus crimenes después de todo el sufrimiento que le han causado a los colombianos, al Marco le puede salir una pata que tampoco le conviene al ex Presidente. Y es que si hay una negociación de paz con la guerrilla que apunte a que de verdad pueda haber un fin del conflicto, los paramilitares extraditados podrían terminar de alguna manera cobijados por las leyes que se expidan en desarrollo de ese Marco para la Paz. Aunque esta reforma en principio no es retroactiva, La Silla Vacía supo que los jefes paramilitares presos quieren ser beneficiados por él de alguna manera. No es gratuito que la semana pasada Salvatore Mancuso haya salido a hablar en una entrevista que tuvo que haber contado con el beneplácito del gobierno Santos y haya mencionado el encuentro que tuvo “una vez” con Álvaro Uribe y que luego se haya negado a decir de qué se trató. Una fuente cercana a ellos dijo a La Silla que creía que se trataba de un "guiño" al Gobierno en vísperas de la aprobación de esta reforma constitucional que podría cambiar justicia por verdad. |
Aclaro: no soy uribista. Eso sí, estoy convencido de que negociar las instituciones con terroristas es un pésimo precedente para la sociedad.
Pero, más allá de eso, ¿Las Farc no podrían haberse desmovilizado en el marco de Justicia y Paz?
Si las condiciones eran tan favorables (un marco de impunidad, según muchos), ¿por qué no se desmovilizaron en ese momento?
¿Qué tendrán que cederles para que esta vez sí desistan?
¿No será porque las Farc nunca han confiado en Uribe? Si Uribe traicionó a los paramilitares extraditados como ellos lo han dicho, peor les hubiese ido a las Farc.
La razón de fondo por la cual le extrema derecha liderada por Uribe no quiere la paz es económica.Quieren volver a tomar el control del país para repartirlo como un botín entre familiares, contratistas y empresarios amigos, aliados políticos, multinacionales y la extrema derecha. De paso, ya en el poder, les queda mucho más fácil evadir la justicia a todos los corruptos y criminales que florecieron en el gobierno anterior.
Creo que el artículo contiene varios errores, primero Uribe no ha sido totalmente contrario a la negociación, de hecho llego a buscar la mediación de Chávez (que en mi opinión ha sido el pero error de política internacional) fueron las FARC quienes se negaron a negociar con Uribe y lo que el representaba. Tampoco me parece cierto que sea un incentivo para que los paras aporten nueva información, ya han tenido incentivos más que suficientes para contar la verdad, no veo como pueden recibir uno adicional. Pero sobre todo es un error pensar que este proyecto es la solución al conflicto, como Juan Manuel expuso en sus comentarios Colombia tiene una larga historia de negociaciones y eso no ha significado la paz.
Gustavo Adolfo gracias por tus comentarios. La posición de Álvaro Uribe hoy es contraria a una negociación por distintas razones y eso puede verse fácilmente en sus pronunciamientos y en su twitter. Son claras sus críticas al marco jurídico para la paz y a la manera en que, para Uribe, por buscar una negociación Santos está debilitando la política en materia de seguridad. De hecho, lo que más critica Uribe recientemente, y eso puede verse en su twitter, es que esté buscando "negociar con terroristas por Venezuela". Este artículo no trata sobre los acercamientos que pudo haber tenido en su momento con posibles negociaciones (eso merecería otro debate interesante) sino sobre su pelea con Santos hoy. De otra parte,es normal que si se está hablando de un marco jurídico que trae beneficios para negociar, los paramilitares estén pensando en cómo puede beneficiarlos en su situación. Ellos todavía hoy siguen hablando y siguen en la cárcel indefinidamente, luego podría representar un incentivo.
Pensar que Uribe propuso en su propio proceso de paz, pagarle dinero al ELN a cambio de no secuestrar. Idea folclórica, irresponsable y absurda que sus seguidores olvidaron muy pronto (si es que algún día se enteraron de eso, ya que esta es la hora que cuando se menciona el tema mucha gente responde "¿Hubo un proceso de paz del gobierno de Uribe con el ELN?): http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_6089000/6089574.stm
Excelente apunte Felipe, eso demuestra un error en este artículo en el que suele caer la opinión pública, Uribe si estaba dispuesto a negociar, solamente que ponia unos términos que resultaban muy duros que no eran aceptados por la guerrilla, de hecho adelanto un proceso de negociación exitoso con un grupo armado que tuvo como resultado la desaparición de las AUC como grupo (es cierto que algúnos de sus convatientes se reciclaron, pero desaparecio como organización nacional con objetivos políticos), el encarcelamiento y juzgamiento de sus máximos líderes y como ñapa permitio iniciar el proceso de descubrir a los parapolíticos.
La mejor y más efectiva manera de acabar una guerrilla es negociando, y garantizando la vida y seguridad de quienes se reintegran a la vida civil y, por supuesto, permitiendo su participación en política. Así ocurrió en Venezuela y por eso hoy no hay guerrilla; en el Perú, no obstante los categóricos golpes que le propinó el Gobierno de 10 años de ALBERTO FUJIMORI al irracional grupo, SENDERO LUMINOSO que en sus ilimitadas locuras, entre otras de sus acciones no hacía sino quitarle la luz a los habitantes de Lima, pese a ello, aún existe esa guerrilla que tiene preso a su principal dirigente, ABIMAEL GUZMÁN.
Antes que las FARC o en igual grado de responsabilidad que quienes dirigen esa organización ilegal político-militar, recae sobre la demencia de los agentes de un Estado coaligados, tolerante, apático, parsimonioso e indiferente con los asesinos de todo pelambre que programaron el exterminio de la UNIÓN PATRIÓTICA y de todas las personas que se han atrevido a hablar sin cortapisas
De todos modos, el marco jurídico jurídico para la paz es el tema que más divide a URIBE y SANTOS, porque el el eje central del proyecto de gobierno del ex-Presidente fue siempre la exterminación, sometimiento e imposición de una paz que no pasara por la negociación con las FARC contra quien URIBE guarda el más desembozado rencor. De pronto con el ELN, pero el asunto tampoco funcionó. El ex-Comisionado de paz, LUIS CARLOS RESTREPO estuvo en Cuba explorando las posibilidades de algún tipo de acuerdo con el ELN. No fue posible.
Todo el resto de políticas de URIBE, aún en los temas indirectamente asociados a la lucha contra las FARC giraron en sus ocho(8) años de gobierno en torno de ese tema.
SANTOS, por el contrario, más ligado a las estructuras funcionales de la economía empresarial en el ámbito del comercio y la industria exportadora ha optado por un proyecto de gobierno diferente: apaciguador, de utilización de guantes de seda frente a quienes confrontó URIBE.
Creo que falta la razón más importante y es que este marco para la paz abre otras posibilidades que deben preocupar mucho al Expresidente. Uribe podría ser juzgado -Hay más de 250 denuncias en su contra- por la Corte Suprema de Justicia.
El país lleva 50 años haciéndole la guerra a las FARC, ELN y demás organizacioones guerrilleras sin lograr nada concreto. Siempre salen noticias que hablan del debilitamiento de esos grupos, pero la realidad nos muestra de manera contundente que nunca han estado siquiera cerca de derrotarlas. Tampoco Uribe que ofreció acabarlas en un año, pudo lograrlo en ocho interminables años y aún sigue insistiendo en su tema. Por ahi dicen que un loco es aquel que haciendo siempre lo mismo espera obtener diferentes resultados y eso le paso al señor Uribe que en su fijación no logra entender que el país de manera inteligente, debe moverse en otro sentido para lograr la paz.
Me faltó decir quen en el lapso del Gobierno de VIRGILIO BARCO VARGAS también se desmovilizó el EPL.
Con mayor claridad, desde 1978 las acciones de la guerrilla han sido el principal factor de preocupación de todos y cada uno de los gobiernos de turno. En el de TURBAY AYALA lo fue el M-19. BETANCUR empezó las negociaciones con las FARC y terminó con el gran fracaso en sus relaciones con el M-19; durante el Gobierno de BARCO se concretó la paz con el M-19, el PRT y el QUINTIN LAME. Las negociaciones de TLAXCALA fueron el hecho a destacar en el Gobierno de GAVIRIA. No se llegó a nada con las FARC ni con el ELN. El contentillo jurídico de la Constituyente y la Constitución de 1991 fue para el M-19. SAMPER no tuvo política de paz efectiva. PASTRANA fracasó en su empeño y propósito por lograr la paz en las negociaciones del CAGUÁN con las que SANTOS estuvo de acuerdo, segun dijo PASTRANA en entrevista emitida por T.V. el 24 de Mayo de 2012. URIBE revivió la estrategia de aniquilamiento militar.
Siempre el tema de la guerrilla ha dividido a la sociedad: quienes quieren la paz y quienes no.
Decía el Maestro Estanislao Zuleta : "Sólo un pueblo escéptico sobre la fiesta (y la economía macabra)de la guerra y maduro para el manejo de sus conflictos merece la paz"(paréntesis mío).De lo anterior encuentro un gran problema a resolver,pues pareciera que tanto la guerra como la paz se redujera a una negociación jurídica y legal"por arriba" para los principales protagonistas y actores militares,económicos y políticos que--como determinadores- la han provocado,prolongado y para-institucionalizado.En este marco para la paz no encuentro los factores estructurales y organizacionales de poder de tipo económico, político, militar ,social y cultural que han generado y facilitado el conflicto armado interno y la guerra económica,militar y social, que son los que se deben evidenciar y ceder--por las partes--,justamente para reparar digna y sosteniblemente a la sociedad ,regiones y economía de los pueblos el gran daño en proyectos de vida individuales,familiares y colectivos ocasionados.PAZ!
Por que carajo le dan tanta publicidad a Uribe, ya ese hombre fue y nunca mas volvera a ser!! dejen a Santos gobernar!!
Gústenos o no Uribe sigue siendo un actor político muy importante.
El dilema de Uribe no es ideologico;facilmente cambia el sentido de su Manifiesto Democrático y llega a su fijación de locura: la guerra y la confrontación como única salida al conflicto. Pero no debemos perder de vista su compromiso con quienes se lucran con la guerra,los que venden los aviones los vehiculos de guerra las armas para un millon de soldados ,los que venden las raciones, los uniformes,las botas, los medicamentos,la gasolina,etc etc. detrás de la guerra estan los gremios,empresas multinacionales y los mismos generales que por la perdida de ese poder de contratar, expresan su disgusto por un eventual proceso de paz. Hagan cuenta.El desayuno de esos hombres en guerra requiere como mímino un millon de huevos, de panes de cafés,un millon de jugos
o mejor un millón de raciones que valen ojo! un desayuno para los soldados empacado!:$20.000.000.000. no es bueno el negocio de la guerra? y saquen cuentas de las demas cosas...!
Les falto decir que la mayor oposición de Uribe es su VIUDEZ DE PODER.
Redación pls!!!
Victima de su propia estrategia, los "huevitos" estaban en "buenas manos" y los estan quebrando uno a uno...
"[...]Porque con “terroristas” no se negocia ni se hacen concesiones.[...]"
¿Por qué las comillas? ¿No son terroristas?
Pero, más allá de esa indelicadeza, ¿alguien cree que sí hay que hacer concesiones/pactos/negociaciones con terroristas?
Ah, y esta es la política que quieren hacer los dirigentes de las Farc. Eso es lo que estaban negociando en el Caguán, esa es la agenda que quieren retomar.
Yo creo que sí son terroristas, pero no son solo terroristas como los ve Uribe (por eso las comillas). Y pues yo creo que es duro negociar con gente que ha hecho sufrir tanto a los colombianos pero me parece más duro que sigan reclutando niños como los del Putumayo o matando soldados durante otros diez años si una negociación es capaz de ponerle punto final al conflicto. Lo importante es que la negociación si conduzca al fin de la guerra y no que sirva para fortalecerlos como fue el Caguán.
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