En cuatro años que lleva la Ley de Víctimas, el Tolima se ha convertido en el segundo departamento más pilo en restituirle las tierras a los campesinos despojados por la guerra, con 222 sentencias que les devolvieron casi 4 mil hectáreas.
Sin embargo, dentro de la oficina de Restitución en Ibagué se respira un ambiente de miedo y tensión parecido al que tiene contra las cuerdas actualmente al Defensor del Pueblo Jorge Armando Otálora, una realidad que abre la discusión sobre si ese tipo de trato laboral es más común y silencioso en el Estado de lo que usualmente se cree.
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Desde que Diana Carolina Sotomayor llegó hace cinco meses a dirigir la oficina en Ibagué de esta entidad clave en aterrizar la Ley de Víctimas, hay por lo menos seis quejas por presunto maltrato laboral presentadas ante la propia Unidad de Restitución, la Procuraduría y la Defensoría del Pueblo.
La Silla conversó con nueve personas que trabajan desde hace dos a tres años en el equipo jurídico de la oficina de Restitución en Ibagué. Todos accedieron a contar sus historias y respaldarlas con documentos, aunque pidieron reservar sus nombres porque están buscando trabajo en este momento y temen que haya represalias por hablar en público.
La Silla también habló con Sotomayor, quien reconoció que hay un malestar en la entidad, pero lo atribuyó a cierta resistencia al cambio y su deseo de poder cumplir con el inmenso compromiso que tiene la Unidad con las víctimas del conflicto.


Las personas con las que habló La Silla argumentan que Sotomayor minimiza su trabajo de manera sistemática, tanto al interior del equipo como en frente de personas de otras entidades con las que tienen que coordinar el proceso administrativo de la restitución.
“El Defensor del Pueblo era más físico: insultaba y pataleaba. Esta es más psicológica y va hacia la integralidad de la persona, de modo que empiezas a dudar de tus capacidades profesionales y tu desmotivación es tal que no te sientes capaz de proyectar un acto porque sabes que te van a corregir hasta las tildes y las comas de mala manera”, dice uno de los abogados de la Unidad tolimense.
“Aparte de la carga emocional de trabajar con las víctimas del conflicto, se le suma la carga de tener alguien que en todo momento te está descalificando”, dice otra.
Eso ha llevado a que, según ellos, hayan perdido la confianza en su propio trabajo, que se esté perjudicando la labor de la Unidad en ese departamento y que ese malestar laboral se haya trasladado a sus vidas personales bajo la forma de trastornos físicos, psicológicos y emocionales.
“Yo me levanto a las 3 de la mañana pensando en el trabajo, tengo pesadillas, mi esposo me levanta porque lloro mientras duermo y, como duermo muy poco, me medicaron. Me remitieron al psiquiátra, algo que nunca me había pasado”, dice una abogada que renunció hace poco tras tres años en la Unidad, mostrando un boletín médico de hace solo dos semanas en el que le diagnosticaron un 'trastorno de ansiedad e insomnio' y la enviaron a casa por dos días.
Pero, más allá de la remisión al psicólogo, hubo un incidente que la dejó preocupada: un día de agosto, hacia las dos de la tarde, iba manejando por la Avenida Mirolindo -frente a la oficina de tránsito de la capital tolimense- cuando se quedó dormida un instante y su carro terminó subido en un separador. “Afortunadamente no había ningún peatón, porque habría sido grave”, dice ella.
Su relación con Sotomayor fue tirante desde el comienzo. Desde un día en que, poco después de la posesión de la directora, tuvieron un tenso intercambio por una serie de correcciones a un acto y, tras perder el control, terminó escondiéndose debajo de una mesa. Ese día la jefa de talento humano le dijo que se fuera para la casa.
“Empecé a cuestionarme, pese a que siempre se ha calificado mi desempeño como muy alto. Tomé la decisión de renunciar por mi bienestar emocional y físico, porque siento que esto ha afectado a mi persona, a mi salud y a mi ambiente familiar. Sin embargo, no me aceptaron la carta motivada y me dijeron que tiene que ser libre, voluntaria y espontánea. Me tocó cambiarla, respetando los lineamientos que me dieron”, remata.
Su caso no es único. La Silla vio un rosario de incapacidades médicas por estrés laboral, prescripciones de medicamentos para dormir y remisiones al psicólogo. A otro de los abogados, a quien se le movía el cachete de manera involuntaria, le diagnosticaron una 'leve contracción hemifacial derecha' por estrés laboral.
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La mayor queja de todos es que, según explican, la directora se ha inventado procesos en Ibagué que no existen a nivel nacional y que los han perjudicado laboralmente. Al que más le achacan sus problemas es a la obligación para los abogados de sustentar 20 decisiones de fondo al mes. Es decir, una cada día laboral.
El problema, argumentan, es que muchos casos son complejos y requieren un cuidadoso análisis de las pruebas aportadas por los campesinos reclamantes y el material documental recogido por los topógrafos de la Unidad al visitar los predios.
Pero que, aparte de que deben hacerle seguimiento a los procesos, Sotomayor les devuelve constantemente los actos hasta cinco veces por comas y tildes mal puestas. Y lo hace, según consta en una carta del comité de convivencia laboral de la entidad que La Silla vio, usando frases como “usted será que no pasó por el colegio”, “profesionales como usted dejan mucho que desear” o “usted no sabe la diferencia entre verbo, sujeto y predicado”.
“Todos somos objeto de revisión de nuestro trabajo, pero el tema es como lo hace de manera sistemática hiriendo el amor propio y la autoestima”, dice otro abogado.
El razonamiento de la directora es que solo así cumplirán las metas de 450 casos presentados anualmente por la territorial. Ellos dicen que la medida es arbitraria porque, con una decena de abogados y una veintena de casos cada uno, cumplirían la meta en menos de tres meses.
“Esta territorial siempre cumplió las metas nacionales, siempre fue objeto de felicitaciones”, dice uno de ellos al preguntarles si están retrasados.
En efecto, La Silla comprobó con la sede central de la Unidad que Tolima ha puesto el 15 por ciento de todas las sentencias de jueces y magistrados de restitución en todo el país y que éstos ya tienen otros 249 en sus manos por fallar.
“El tema es que para llegar a una decisión de fondo hay que hacer todo un trámite. Hay que hacer un análisis previo, un acto de pruebas que inicia formalmente el proceso, practicar las pruebas e impular actos secretariales, un proceso que es el que mas tiempo consume. Pero eso a ella no le vale, solo quiere decisiones de fondo”, dice otro de ellos.
El castigo, explican tres contratistas, por no cumplir esa condición de los 20 actos -que ellos argumentan no aparece en sus contratos- es que les retiene el pago.
En efecto, La Silla vio un correo interno de la entidad en el que le anuncian a varios contratistas que “las cuentas de cobro del mes de septiembre de dos mil quince (2015) no serán tramitadas por esta Dirección Territorial hasta tanto no se desarrollen las actividades de recuperación establecidas en dichos planes, por lo cual las mismas se mantendrán bajo la custodia de la profesional financiera hasta que ello suceda”. Y a cada uno le van llegando correos, recordándole cuántos casos debe de cada mes vencido.
Una de las abogadas, que es madre cabeza de hogar, cuenta que en septiembre le anunciaron que retendrían un pago mensual completo por no cumplir, pese a que -según ella- hubo varios casos que tuvo que corregir pero que no le fueron contados.
“Si no trabajo, no como. Tengo deudas, obligaciones, tengo que comer, tengo que darle de comer a mi hija. Pero nada de eso le importa: tomó la decisión porque se le dio la gana”, cuenta, añadiendo que esos casos faltantes se le van apilando en el siguiente mes, con lo que la situación se repitió de nuevo.
Sotomayor explicó a La Silla que a los contratistas solo se les aprueba el pago cuando cumplen con las metas mensuales establecidas en el contrato. Y que estas metas, lejos de ser arbitrarias, las definió ella con el Coordinador Jurídico, que es el representante de los abogados y con el profesional de Planeación.
"Se hicieron a la luz de las metas que se definieron en Restitución a nivel nacional", explicó Sotomayor. "A partir del análisis de qué necesitamos hacer para cumplir esas metas se definió con los contratistas y funcionarios cuántos casos podíamos hacer al mes. Se optó por 20 casos y se les eliminó todo lo demás para que pudieran concentrarse en sustanciar esos procesos. No fue una decisión arbitraria".
Pero a eso se suma que, según los subalternos entrevistados, el trato displicente de Sotomayor se ha dado en reuniones con otras entidades que son claves para que la restitución salga adelante.
La encargada de la relación con la Policía y el Ejército -que microfocalizan las veredas donde se puede comenzar a estudiar las solicitudes y velan por la seguridad de los funcionarios de la Unidad en el terreno- dice que la directora se tomó personalmente sus funciones y, tras un par de peleas con los militares, fue decisiva en que la relación se deteriorara.
“Tú puedes tener buenas ideas, pero si no te doy la palabra no tienes por qué hablar”, le dijo -según ella- frente a los coroneles en una reunión, unas semanas antes de anunciarle que no le renovaría el contrato.
Y en otro episodio que refirieron, pero que La Silla no pudo comprobar con otras fuentes, durante una reunión en la oficina Sotomayor le dijo al coordinador jurídico Edgardo Sánchez -que tiene el segundo cargo de mayor importancia dentro de la territorial- que “usted tuvo suerte de que no se presentó nadie externo a la convocatoria porque no hubiera quedado”. En todo caso, terminó pasado su carta de renuncia por razones personales.
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Las quejas contra Sotomayor comenzaron poco después de que ella llegara a vivir a Ibagué en junio.
Un mes después, un grupo de funcionarios le envió una carta a Ricardo Sabogal -el director nacional de la Unidad y máximo responsable de la restitución- contándole, que “en menos de dos meses (…) ha venido asumiendo una actitud de constante displicencia e irrespeto con el personal y su trabajo, sus actuaciones rayan en la arbitrariedad y funda su relación con los colaboradores en la desconfianza y la temeridad”.
Poco después la Unidad envió a una psicóloga del equipo de talento humano, que hizo varias reuniones grupales e individuales y -según ellos- les dijo que se iba preocupada por lo que vio. En septiembre, vinieron Carlos Planells -el director de talento humano- y la misma psicóloga, para reunirse de nuevo varios de los equipos. Justo ese día fue el episodio de la madre soltera a la que le habían congelado el pago, una situación en la que mediaron y por la que casi pierden el avión de regreso a Bogotá.
Un par de semanas después viajó Sabogal en persona y se reunió con las sesenta personas que trabajan allí, para intentar -en sus palabras- transmitirles la importancia de trabajar en equipo y que “el tema no es el qué se dice, sino también el cómo, y que eso pasa por respetar al otro”.
Como ellos sienten que esa intervención de la Unidad no ha rendido frutos aún, durante todo este tiempo le han enviado solicitudes de acompañamiento al procurador delegado para la restitución, a la procuradora regional del Tolima y la Defensoría del Pueblo.
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Sabogal reconoce que la situación le preocupa y que la están manejando siguiendo el protocolo que tiene la Unidad para estos casos.
“El equipo de talento humano está metido allá y estamos esperando los resultados de una serie de valoraciones que le hicimos a todo el equipo, para ver cómo podemos volver a generar armonía entre ellos. Porque todos son técnicamente muy solventes”, dice Sabogal, añadiendo que delegó a su subdirectora Alcelis Caneo para estar pendiente del caso y que ayer mismo discutieron el caso con el grupo de bienestar laboral de la entidad.
Para Sabogal, que dijo no conocer muchos de los casos puntuales que La Silla le relató, este tipo de transiciones difíciles son habituales en las oficinas y tienen más que ver con el acoplamiento a nuevos jefes que al tema de acoso laboral que vienen denunciado desde Ibagué.
“Es normal que haya resistencias al cambio y que haya un tiempo de ajuste entre los nuevos directores y sus equipos, que estaban acostumbrados al estilo gerencial del anterior. Ese es el trámite: hemos tenido otros casos que se han resuelto. En un par no [se resolvieron] y hubo cambios”, dice, explicando que hace dos años en Antioquia y Cesar se cambió a los directores cuando la intervención no funcionó y que ahora esos equipos trabajan bien.
Él también atribuye esos incidentes a que la mayoría de sus directores regionales son técnicos jóvenes que se han formado al interior de la Unidad y que muchas veces no tienen experiencia gerencial, pero que fueron escogidos a través de concursos de mérito y sin que mediase ninguna variable política.
En efecto, Sotomayor llegó en junio a dirigir la territorial del Tolima, tras trabajar en el equipo jurídico en Bogotá con la hoy subdirectora nacional Alcelis Caneo.
Y también es cierto que la Unidad de Restitución es una de las pocas entidades nacionales donde los cargos directivos locales no se usan para 'agradecer' la lealtad de los congresistas. (La Silla no conoce ni uno solo que tenga un origen político, aunque sabe que en el pasado los congresistas le han pedido juego burocrático a los ministros de Agricultura bajo los cuales está la entidad).
“En la Unidad la política es privilegiar el bienestar del equipo, porque todo lo que hemos hecho ha sido en equipo”, dice Sabogal.
Sin embargo, en su caso la transición difícil lleva cinco meses y no solo no da señales de amainar, sino que está a punto de traducirse en una desbandada de la oficina.
“Ella dice 'yo vine a empezar de cero'. Nosotros ya sabemos que con eso se refiere a sin nosotros. Quiere renovar al equipo y lo logró”, dice una abogada.
En total, una tercera parte de la oficina de restitución en Ibagué podría salir a final de año: según las cuentas que el equipo jurídico le hizo a La Silla, cinco están solicitando la terminación de sus contratos con el argumento de que la directora los modificó unilateralmente, dos de planta renunciaron y cuatro recibieron la noticia de Sotomayor de que no se les renovará el contrato.
Además de ellos, otros cuatro le manifestaron al comité de convivencia que no quieren seguir, tres están pensando no volver a pasar papeles y tres más han expresado su voluntad de renunciar pero no lo hacen porque son el sostén económico de sus casas.
“Conseguir trabajo en Ibagué no es fácil y mire que gente con estabilidad esté pensando en renunciar”, dice uno de ellos.
Sotomayor dice que ella reconoce que "uno puede mejorar" y que está abierta a lo que decida el Comité de Convivencia Laboral que estudia el caso.
El mal trato laboral no puede tratarse como un "chisme" para rebajar la importancia que tienen las relaciones personales en el trabajo. Además de la humillación por el irrespeto personal, no se le puede someter a la víctima a un trato de mera chismosa. Este caso en donde hay concepto psicológico de preocupación por el clima laboral, indica que no se está ante unas personas débiles y otra de fuerte carácter. En el argot laboral cuando se dan las promociones a un buen trabajador a un cargo de dirección y pronto exhibe su carencia de habilidades gerenciales, en especial en el manejo del equipo humano, se concluye que se ha perdido un buen trabajador y se ganó un mal jefe. Critico que hoy los profesionales tengan tan escasa capacidad de redacción y comprensión de lectura, pero de manera alguna es patente de corso para acosar o humillar, es cuando deben aflorar las habilidades de dirección de equipo para solucionarlo. Pero si no se tienen, el fácil expediente es la humillación.
Sonia estamos de acuerdo, pienso que la URT ya esta inmersa en el clientelismo politico y no solo por la señora SOTOMAYOR, sino por las diferentes actuaciones de los funcionarios del nivel central, actuaciones como selección de personal sin un examen técnico o al menos una prueba sicotécnica, es absurdo que para ciertos cargos se realicen todos los protocolos de selección y para otros simplemente sea suficiente con ser cercano a alguien de nivel central, TRAFICO DE INFLUENCIAS facilmente comprobables. En resumen con esta unidad desde nivel central hicieron lo que les vino en gana, no sirvieron las quejas, no sirvio que fueramos de las de mostrar a nivel nacional, hoy por hoy resulta que personas que en el pasado fueron felicitadas por su buen desempeño, están siendo sujetas a ser por de bajeadas profesionalmente, la traducción el que el los que sabían en el pasado resulta que ahora son o somos unos completos ignorantes del tema.
Creo que corregir trabajos es necesario, especialmente en el Derecho pués un párrafo mal redactado puede ser interpretado erróneamente y producir un efecto contrario a lo buscado. También creo que si un contratista no cumple la meta o lo propuesto en su contrato le debe ser retenido el pago, de otra manera el pago es inapropiado porque el objeto del contrato no ha cumplido.
Es cierto que hay funcionarios maltratadores, pero también es cierto que muchos funcionarios y contratistas del Estado no cumplen con las expectativas que tenemos los ciudadanos. Muchas veces los jefes son objeto de bulling de sus subalternos por querer hacer el Estado eficiente.
Si escoliador es verdad, pero quien es el juez para determinar quien tiene el la verdad sobre la redacción ???, quien define si debo utilizar un "de la misma forma"" o un ""así mismo"" en ese tipo de correcciones es que quedamos inmersos corrigiendo y corrigiendo.
Lo triste Sonia es que parece que los tiranos se vinieron al Tolima y que se empieza a traer funcionarios de otros lugares de Colombia que no conocen la idiosincrasia del Tolimense, que no conocen la región, que simplemente ven esta ciudad como un escampadero que no les duele nuestras victimas, que no les importa realmente restituir a las victimas, todo esto orquestado desde el mismo nivel central que les parece normal que renuncien 7 personas, que saquen sin ninguna razón valedera otras 5 personas (LA MAYORIA DE ELLOS RESIDENTES EN IBAGUE Y PADRES CABEZA DE FAMILIA) por favor somos la entidad mas humana que existe actualmente en Colombia es ABSURDO y que se omita quejas firmada hasta por el 35% del personal de la URT, sin contar que hay muchos que quisieran firmar pero que por la necesidad se abstienen de hacerlo.
Escoliador eres [email protected] de Carolina Sotomayor o eres Carolina Sotomayor?? Por supuesto que es inexcusable que profesionales especializados como los que tiene la Unidad cometan errores y no cumplan con sus metas; pero también es inexcusable que personas sin formación alguna en cargos gerenciales lleguen a dirigir equipos y a buscar cumplir metas pasando por encima de los trabajadores... Por cierto Bulling?? Ahora vamos a decir "pobrecita la señorita Sotomayor", cuando lo que nos muestra la nota de La Silla es que en lugar de ser una solución a las posibles falencias de los trabajadores de la Unidad, se convirtió en un problema mas y uno MAS grande señor Sabogal...
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DDD, y usted ya dono?
Si usted dona y me prueba, yo dono.
De acuerdo con D262, a varios del foro: lean de nuevo el articulo porque parece que no lo leyeron o no lo entendieron. Hay suficientes pruebas del sistemático accionar, del humillante acoso de Sotomayor hacia sus subalternos.
Y como dice también abajo Criticon, como llego una persona tan incompetente a esa posición. Sotomayor es insostenible, y así lo niegue Sabogal, yo creo que SI debe ser una cuota política de alguien muy importante para mantenerla. Quien esta detrás?
Esta situación ratifica una vez mas, lo que me han dicho hace rato personas trabajan cercanamente con Sabogal. Que es incompetente para el puesto. Y tengo mas perlas, pero...
creo que es un tema bastante complejo, y es el como que las directivas no hagan nada al respecto, si es que la Unidad no es la Dra. Sotomayor, la Unidad son todos, son un grupo que deberían de trabajar en armonía comenzando por su naturaleza. ahora, comentarios sin sentido que se enfocan en las "tildes", por Dios no sean subjetivos, es mejor leer completo el articulo ya que se nota que no lo hicieron, es un tema que afecta a todos, trabajan por las consecuencias del conflicto y la directora no sabe el significado de esa palabra?, entidades Estatales que tienen a decaer por gente con falta de profesionalismo, por gente que de derechos humanos no tiene la menor idea, señora directora reconsidere su punto de vista, estudie si es que lo necesita para tratar bien a sus empleados usted no es mas , ni menos que ellos, no se sume a la corrupción del país, no contribuya a la pataneria, aprenda el significado de la palabra humildad asi a lo mejor vivira mejor!
Especialmente en esta época de nuestra sociedad, es indispensable promover la tolerancia, lo cual no significa que "todo vale". Los errores profesionales se pueden y deben corregir pero jamás insultando ni maltratando. El respeto es la norma de todo equipo de trabajo y cuando alguien, por estar desempeñando una función directiva se cree una persona superior, está completamente equivocado. Veo muy posible que en este caso la señora directora nunca tuvo entrenamiento para conformar equipos. Podría aprender.
Qué tanto de chisme y que tanto de verdad... habría que ver... pero lo importante de esta nota no es quedarse en el detalle de la corrección de las tildes, error que es inconcebible en cualquier profesional. Yo considero que se debe ir mas a fondo y revisar la manera en que las instituciones están contratando a las personas que dirigen sus equipos de trabajo. Si bien aplaudo al señor Sabogal por no dejarse presionar por los políticos para la contratación de sus fichas, si es preocupante que este no sea el primer caso que ocurre en la Unidad de Restitución de Tierras en el que es promovida una persona sin ningún tipo de experiencia o formación en cargos de dirección y/o coordinación de equipos. La pregunta que debería hacerse La Silla es la de como eligen a estas personas? porque basta con revisar la hoja de vida de la señorita Carolina Sotomayor para darse cuenta que más allá de haber sido una asesora, nunca se formó ni adquirió experiencia en un cargo de dirección y/o coordinación...
Aca lo que queda claro es que la implementación de politicas tan importantes como la del proceso de restitución de tierras en COlombia, que tiene tantas implicaciones politicas, economicas y sociales para el país los directivos de estos procesos que nos representan a cada uno de los colombianos que pagamos impuestos y votamos en este país, asumir un papel de COMPROMISO, SERIO Y RESPONSABLE y saber a quienes estan delegando para coordinar las territoriales NO SOLO LA MAGNIFICA FORMACIÓN ACADEMICA, aprender a ser personas en un país golpeado por la violencia como Colmbia no lo dictan en las Universidades y un programa de Tierras no puede ser conejillo de indias de una seudo tirana, 5 meses ponen en el articulo que lleva en el proceso de adaptación? deberia aplicar los dos meses que se les aplica a un empleado cunado incia cualquier cargo. Dr. Sabogal lo invito a que revise su personal.
No son chismes, cuando se trata de realidades, no son inventos, lo que si veo es una sobre magnificación dl tema.
Todos los seres humanos estamos sujetos a amanecer con el ‘’moño parado’’ como dice doña chinda, d eso no se escapa NADIE, ni aquí ni en la china y menos en la Cochinchina. La exigencia laboral en estas instituciones son el resultado d las presiones x exigencias superiores x dar resultados y mucho + este gobierno q tiene a todo el mundo encima, especialmente a la oposición d siempre.
La sensibilidad extrema pone en duda la capacidad d asimilar retos fuertes. La Habana sigue dando la pauta en este actuar y el tiempo corre en contra, asi q el llamado es a SER tolerantes, pacientes y sacrificarse un poco x el ‘’amor supremo a la patria’’. Ya prontito se acaba tanta intensidad y las cosas serán menos efervescentes.
Sigo viendo la solución en salud Ocupacional para TODOS, partiendo desde los + altos superiores q están en la misma presidencia.
Esta Escuela Sofista Criolla, que se está formando en las entidades públicas dio a luz a estos personajes que en realidad tienen graves problemas en su interior y desean culpar a los demás de su incompetencia....siendo un caso de contexto y teniendo una comparación con el señor Otálora; es preocupante que a las instituciones que deben velar por la práctica del respeto hacia el ser humano y que dentro de sus visiones esta procurar el bienestar colectivo en realidad se esté re-victimizando, se debe observar con atención ya que es una Escuela basada en la anulación del otro, los perfiles de coordinadores de equipos de trabajo y cargos directivos, formados por esta lógica de tablas y cuadros minimizan al ser humano y sobresale lo más sublime y lo más perverso de estos individuos, que luchan por dentro por surgir de si mismos pisoteando a los demás.
Tengo amigos que trabajan en esa Unidad y dan fe de la situación que describe la nota. Ojalá sirva para que la directora renuncie. El maltrato laboral es inaceptable.
PRIMERO. Esta unidad es una de las de mejor rendimiento en el país, entonce no son tan malos como los quiere hacer ver la directora.
SEGUNDO. La mayoría de las personas que aquí escriben no hacen una buena integración de la lectura, ya que la misma silla vacía argumenta que un profesional del departamento de talento humano en compañía del psiquiatra evaluaron la situación de todo el personal y se fueron preocupados, osea que si hay una situación anormal en el ambiente laboral, un chisme no genera tal malestar general, la cosa aquí es que esta señora que dirige este personal no posee las cualidades suficientes para liderar un equipo de este nivel.
Considero que este artículo contiene varios puntos de vista: el de algunos abogados, el de Talento Humano, del Director a nivel Nacional y aún el de la señalada Directora; la pregunta sería, si realmente la Unidad no es una institución politizada, ¿Cómo llega al poder una joven a liderar un equipo de este nivel, sin tener la experiencia?. Mas que tildes y comas las cuales quedan subsanadas con un buen corrector ortográfico que podría, estar haciendo falta allá; mejor ¿Qué curso impartir en los que "llegan" al poder para que sean buenos seres humanos con los otros seres humanos?. Basta con el ejemplo del Defensor a nivel Nacional, el de esta Directora y otros que en algún momento llegarán a ser publicados en la silla vacía. ¿Será que todos los tiranos se vinieron al Tolima? Mejor que sean tolimenses los dirigentes, propongo yo...
Lo triste Sonia es que parece que los tiranos se vinieron al Tolima y que se empieza a traer funcionarios de otros lugares de Colombia que no conocen la idiosincrasia del Tolimense, que no conocen la región, que simplemente ven esta ciudad como un escampadero que no les duele nuestras victimas, que no les importa realmente restituir a las victimas, todo esto orquestado desde el mismo nivel central que les parece normal que renuncien 7 personas, que saquen sin ninguna razón valedera otras 5 personas (LA MAYORIA DE ELLOS RESIDENTES EN IBAGUE Y PADRES CABEZA DE FAMILIA) por favor somos la entidad mas humana que existe actualmente en Colombia es ABSURDO y que se omita quejas firmada hasta por el 35% del personal de la URT, sin contar que hay muchos que quisieran firmar pero que por la necesidad se abstienen de hacerlo.
Suena atrevido llamar chisme a esta noticia que se ha quedado corta en describir lo que se vive al interior de la Territorial Tolima. Yo como persona externa que tengo un constante trato con los colaboradores de la unidad les puedo garantizar que desde que la señora Sotomayor llego a la dirección el ambiente laboral y en general cambio totalmente, antes daba gusto visitar estas oficinas los colaboradores eran personas comprometidas con su trabajo se sentia el amor, la tranquilidad el ambiente que se sentia era agradable a pesar de todos los directores por encargo que ha tenido esta territorial, que para mi concepto demuestra que estos problemas van mas allá de un proceso de adaptación. En cambio ahora es triste ver a funcionarios con ganas de renunciar a pesar de sus necesidades economicas y todo por culpa de la señora Sotomayor que se ha encargado de acabar con su motivacion ahora son personas tristes, desmotivadas. Asi que pienso que esto es algo serio y de atención
De acuerdo, faltaron ejemplos de esas tildes y comas mal puestas. Si hace sentir a la gente como que no sabe escribir cuando, efectivamente, no saben escribir, no sé qué tan malo sea. Es como si todo el mundo se hubiera convertido en una universidad privada que solo busca proteger los pequeños egos de sus estudiantes/clientes, poniéndoles carita feliz a todo lo que hacen, sin importar lo mal hecho que esté. Ojalá terminen el artículo.
suena es a chisme parcialiizado y confirma que esos abogados mediocres son,pues hasta las tildes les corrigieron. La noticia no hace mayor esfuerzo para mostrar la otra cara de la moneda, seguramente mejoró la calidad del trabajo. No se preguntan acaso por la mediocridad del anterior Director Territorial, por qué sus abogados estaban en su zona de confort? Cifras muchas pero y la calidad??
Elizabeth,
Chisme no es porque como dice el artículo están los informes oficiales de queja que han puesto los subalternos, las visitas desde el nivel nacional, etc. Y creo que lo de las tildes es un asunto menor dentro de lo que dice la historia.