Menú principal

Miércoles Septiembre 27, 2023

?

El secretario de Estado de Estados Unidos Jhon Kerry se reunión con la delegación del gobierno (en la foto) y luego con la de las Farc en La Habana en el marco de la visita de Obama a la Isla. Foto: Presidencia

A un día de cumplirse el plazo fatal que le puso Juan Manuel Santos a las negociaciones en la Habana, ya es claro que el 23 de marzo pasará en blanco, que Barack Obama se irá de Cuba sin la anhelada foto de la paz, que Enrique Santos fue y volvió sin apagar ningún incendio y que los negociadores del gobierno y las Farc seguirán intentando acercar sus posiciones sobre cómo terminar la última fase de este proceso que ya casi alcanza los cuatro años desde que se inauguró oficialmente. Lo lograrán pero no será fácil.

No será fácil porque el episodio de Conejo fue un gran golpe de realidad para ambas partes y tanto el Gobierno como las Farc (como la mayoría de colombianos) todavía siguen más aferrados a su realidad individual que a un imaginario compartido.

La aparición del jefe guerrillero Iván Márquez en el corregimiento de Conejo, en La Guajira, rodeado de decenas de guerrilleros cuidándolo, haciendo política a favor de la paz y de la Asamblea Constituyente y el escándalo que esto provocó en la opinión pública se han convertido para el Gobierno en el telón de fondo de la discusión sobre cómo deberían ser las zonas de ubicación de la guerrilla. 

Igualmente, la reacción – ‘histérica’ en palabras de uno de ellos- del Establecimiento, incluida la amenaza del Ministro de Defensa de denunciarlos internacionalmente (advertencia que era solo para la galería, según dijo un empresario que se presentó como 'emisario del Presidente' que Santos le mandó decir con él a los guerrilleros) y la constancia de todos los partidos de la Unidad Nacional liderados por Álvaro Uribe en la ley de Orden público solicitándole al Gobierno que imponga unos límites unilaterales a las zonas, fortalecieron la convicción de las Farc de que lo que se quiere es someterlos.

En medio de este ambiente de confianza fracturada estuvo La Silla Vacía en La Habana dos días antes de la llegada de Obama.

Esperar en el Palco
El hermano del Presidente, Enrique Santos, viajó el pasado 14 de marzo a La Habana a reunirse con la delegación de Las Farc.  Al final, volvió con un mensaje para el Presidente pero la mesa de negociación quedó debilitada porque quedó la impresión de que existe otro puente de negociación por encima de ella.

Cubrir el proceso en La Habana es fácil y es difícil a la vez. Es fácil porque no toca hacer nada diferente a sentarse en la desapacible cafetería del Hotel Palco, adyacente al Palacio de Convenciones donde se reúnen las Farc y el Gobierno, a esperar.  Y es difícil porque no hay nada más que hacer que sentarse en la cafetería del Hotel Palco a esperar.

¿Qué espera uno? Que algún negociador de la guerrilla o del Gobierno le conceda una entrevista. Conseguir una cita con alguno de ellos es una tarea incierta –incluso si uno la cuadra desde Bogotá- porque aún en esta época en que la negociación atraviesa por un momento de crisis, los negociadores del Gobierno y de las Farc están reunidos ocho o más horas al día. Cuando termina la negociación, se reúnen entre ellos a preparar sus posiciones para el día siguiente.

Por eso, cuando aparece algún negociador, los periodistas –que invierten las horas hablando entre sí o navegando en Internet a cinco dólares la hora- les caen encima como un enjambre de abejas en busca de una gota de miel. Pero uno solo es el elegido en cada oportunidad, a los demás no les queda otra opción que esperar.

Mientras La Silla estuvo allí habló con dos negociadores de la guerrilla y con tres fuentes del gobierno –todas off the record- y la conclusión a la que llegó es que faltan más que días para llegar a un Acuerdo Final. Quizás varios meses.?

El Gran Hermano
Las Farc en el corregimiento de Conejo del municipio de Fonseca, en La Guajira, despertaron los temores del Caguán en muchos colombianos, y también en el Gobierno. 

El presidente Santos envió la semana pasada a su hermano Enrique a La Habana con el fin de que ayudara –como lo había hecho en el pasado- a desenredar los nudos que tenían trabada la Mesa de Negociación en un último intento por lograr que alcanzaran las ‘líneas rojas’  que le había impuesto a la negociación el 19 de febrero.

Ese día, ofuscado por el episodio de Conejo, Santos dijo que si para el 23 de marzo no se habían acordado las zonas de concentración para el cese del fuego bilateral, el mecanismo de refrendación del Acuerdo de Paz, la forma de confomar el tribunal de paz y un cronograma preciso para la dejación de armas él entendería que a las “Farc no estaban preparadas para la paz”.

Sin embargo, como dijo una persona de la delegación del gobierno, “esta vez con Enrique todo salió mal”.

Primero, decidieron enviarlo en el único vuelo directo de Avianca a La Habana, que en vísperas de una Semana Santa con visita de Obama y concierto gratuito de los Rolling Stones, iba a reventar.

Santos fue el último en subirse al avión y lo vio todo el mundo. Incluyendo una persona que mandó el trino “Enrique Santos camino a La Habana” y copió a medio Centro Democrático. La noticia la dio entonces el periodista Hassán Nassar en La FM, forzando a Presidencia a informarlo de afán después.

La reunión no fue solo con el jefe de las Farc Timochenko, sino también con Carlos Antonio Lozada, que había estado a cargo de la Subcomisión de Fin del Conflicto por parte de la guerrilla, lo que terminó tocando sensibilidades de delegados del Gobierno en esa misma subcomisión.

Pero todo eso hubiera sido irrelevante si al final el hermano del Presidente hubiera logrado su cometido de abrir puertas. Pero los guerrilleros reafirmaron su posición.

El periodista volvió con un mensaje de las Farc para el Presidente. Semana (que es dirigida por el hijo de Enrique) dice que se trata de “una propuesta de las Farc de construir una hoja de ruta para lo que resta de la negociación”.

Por esa idea que trajo y que ya la había tenido el Presidente en su último ultimátum, dejó un equipo negociador debilitado a los ojos de los guerrilleros (un guerrillero le dijo a La Silla que ellos querían saber si "le han informado al presidente de cómo vamos") y de muchos opinadores del país que en radio se fueron lanza en ristre contra los jefes negociadores del Gobierno. Pero, en realidad, nada sustancial cambió.

Porque lo que hay es un pulso grande sobre temas de fondo que pueden definir el futuro inmediato del país después de la firma del Acuerdo Final y una gran desconfianza entre las partes por las historias que los preceden.  

Los nudos gordianos
La delegación del Fin del Conflicto entregó su informe final a finales de enero de este año. 

La discusión sobre las zonas de concentración de los guerrilleros se ha topado con varios nudos gordianos.

El primero, y más fundamental, tiene que ver con su objetivo.

Para el gobierno deberían ser unas zonas de ubicación temporales y de corta duración para que los guerrilleros puedan dejar las armas y empezar su proceso de reincorporación a la vida civil.

Para las Farc, en cambio, estas zonas deberían ser lo que ellos han llamado las terrepaz. Que consisten básicamente en los territorios de retaguardia donde ya tienen presencia y ejercen ‘autoridad’ y donde puedan comenzar a hacer política, pagar sus penas alternativas y comenzar a implementar los acuerdos mientras dejan las armas como una forma de transitar hacia su actividad como partido político legal.

De esta divergencia en la definición de lo que deberían ser las áreas se desprenden las demás diferencias: el tiempo en el que estarán allí (para el gobierno serían meses y definitivamente menos de un año) mientras que para las Farc serían donde seguramente muchos se quedarían haciendo política; y sobre todo, las reglas para interactuar con la población y para hacer política.

El gobierno considera que estas zonas de ubicación deben estar lo más aisladas que se puedan de la población civil, que las autoridades civiles deben permanecer allí y que incluso debe existir la policía comunitaria. Y que bajo ninguna circunstancia puede haber proselitismo armado porque toda la idea del proceso de paz es romper el vínculo entre política y armas.

“Conejo cambia la perspectiva porque nos deja en evidencia cosas que no se habían pensado”, dice una de las personas de la delegación oficial.  Temas como quién va a cuidar a los comandantes, cuál va a ser la relación con la comunidad y los medios, y sobre todo qué estaba dispuesto a aceptar el país. Definitivamente, concluyeron, no iban a aceptar 10 o 20 conejos permanentes, y que una reacción generalizada en su contra podría echar por la borda el proceso de paz o ponerlos en serio peligro.  “Conejo fue un golpe de realidad”.

Una vez que dejen las armas, los guerrilleros que serían amnistiados podrían irse a donde quieran y los que cometieron delitos atroces tendrían que someterse al Tribunal de Paz, que será el que determinará las penas que tienen que cumplir y el lugar para hacerlo. Este lugar podría ser el mismo o diferente al de la zona de ubicación.

En el gobierno creen que decidir de antemano que las penas se pagarán en estas zonas sería meterse con la potestad del Tribunal y le restaría solidez frente a la justicia internacional.

“No se nos puede confinar”, dice uno de los negociadores de la guerrilla con el que habló La Silla y que hizo eco de lo que ya había dicho en su carta del 6 de marzo Timochenko de que lo que el gobierno quería era meterlos en cárceles a cielo abierto. “No nos pueden ubicar donde no podemos hablar con las comunidades”.

Para las Farc estar cerca de las comunidades es primordial por varias razones. La primera es una cuestión de orgullo pues llevan décadas conviviendo con ellas en esas regiones donde tienen su retaguardia y sienten que sería absurdo que la firma de la paz “vaya a desraizar a la fuerza guerrillera” en vez de consolidar su presencia en estas regiones.

También hay consideraciones prácticas. Una de ellas es que sienten que le deben protección a las comunidades y que a la vez son protegidos por ellas, pues no solo sus más estrechos colaboradores sino muchas veces sus familiares viven cerca de ellos.

Varios guerrilleros le insistieron a La Silla que después de las últimas jornadas pedagógicas, los campesinos de la zona les decían que en cambio de dejar las armas se las dieran a ellos porque temían que si las Farc se iba llegarían los paramilitares a vengarse de ellos por haber apoyado a los guerrilleros como ya lo hicieron en el pasado.

También hay un componente psicológico. “Si no pueden hablar con nadie, se disparan las prevenciones porque van a saber dónde estamos”, dijo uno de ellos y aunque evadió mi pregunta sobre si el problema de eso era que temían que los bombardearan o que llegaran los paramilitares era claro el miedo por su seguridad.  

Entre los guerrilleros estaban circulando unas fotos macabras de un líder social en Buenaventura que había sobrevivido a unas torturas de los paramilitares: le habían desollado la piel de las manos y le habían destajado la nuca. Era el retrato de su temor más profundo. En la reunión de ayer, el secretario de Estado estadounidense Kerry les ofreció seguridad.

También se oponen a las zonas de ubicación del gobierno con un argumento de supervivencia. Cosas tan básicas como cómo conseguir la alimentación si no podían salir de la zona a buscar la remesa ni gente que no estuviera “empadronada” se las podía traer. Ni pensar en que les dejaran raciones como al Ejército.

“Si uno oye a las unidades militares llorando porque no les llevan la comida después de 15 días, ¿qué sería de nosotros?”.

Hay un argumento clave sobre cómo mantener la cohesión de la tropa y evitar 'su degradación', involucrandolos desde el primer día en la ejecución de los acuerdos bajo el mando de los respectivos jefes guerrilleros.

Pero quizás la razón más poderosa es que ellos quieren hacer política con miras a las elecciones del 2018 y como lo sabe cualquier político, estar cerca de las bases y organizarlas con tiempo es fundamental para obtener luego los votos. Si, además, pueden contar con los recursos destinados para la implementación de los acuerdos que ellos ayudarían a ejecutar en estas zonas tanto mejor.

Las Farc parecen genuinamente comprometidas a dejar las armas. Y a hacerlo antes del 2018, cuando esperan participar en las presidenciales con un candidato de un frente amplio por la paz, en el que incluyen no solo a gente de izquierda sino también nombres como los de Sergio Fajardo.

Pero no es claro de aquí a ese momento cuando es que pretenderían dejar las armas. Aunque ya no dicen que las van a guardar mientras el Gobierno cumple con su parte de los acuerdos.

“Las armas no van a definir si gobierno cumple o no. Quien va a definir el cumplimiento es la capacidad de movilización de sectores que respalden el proceso”, dijo uno de los negociadores.

Pero para llegar a ese momento, la Mesa de Negociación todavía tiene que definir varios puntos además del de las zonas de concentración. Que son igual de difíciles, como el mecanismo de refrendación.

Las Farc insiste en que debería ser una Asamblea Constituyente, previo un acuerdo político, la forma de blindar los acuerdos, algo que Santos ha dicho en todos los tonos que no es una opción. Y se oponen a la idea del plebiscito del Gobierno que le entregaría facultades extraordinarias al Presidente para decretar la implementación de los acuerdos porque creen que eso anularía la Mesa de Negociación.

También toca pasar una ley de amnistía, que es relativamente fácil de aprobar aunque enfrentará una discusión difícil en el Congreso sobre los delitos conexos y en la Mesa sobre el momento en que los guerrilleros se podrán beneficiar de ella.

La guerrilla cree que tendría que darse en dos etapas. Una primera ley de amnistía que cobije guerrilleros y personas que están en cárceles por la protesta social y otra, más amplia, empezando la dejación de armas. El Gobierno considera que será cuando dejen las armas.

El tema de la conformación del Tribunal de Paz ni siquiera se ha tocado y tampoco los puntos pendientes del Fondo de Tierras o de las zonas de reserva campesina.

En conclusión, todavía falta para la firma del Acuerdo Final. Pero pese a las múltiples dificultades, cansancio de los equipos y frustraciones de lado y lado, no hubo una sola persona consultada por La Silla en La Habana que no estuviera convencida de que al final se firmará. 

Perfiles relacionados: 
Enrique Santos Calderón
Juan Manuel Santos Calderón
Alias Timochenko
Comentarios - Cada usuario tiene la posibilidad de incluir solo tres comentarios
Mar, 2016-03-22 20:33

Interesante el artículo, sobre todo porque desnudó los puntos que llama gordianos. Son tan delicados de resolver que la oposición de Uribe, pasó a un segundo plano y quedó una verdad de a puño y es la desconfianza reinante. Son pocos los que todavía le creen a la guerrilla. La mayoría ya ni le interesa lo que dicen, total, ellos nunca han entendido lo que significa vivir en paz, como lo quiere y concibe la gente, pues siempre han buscado imponerse utilizando todas los métodos de lucha. Pero también es cierto que ellos están en su derecho a sentir desconfianza y buscan no quedar inermes, a protegerse en tanto hacen política, solo que nadie ve bien que un sector tenga armas, porque ya se vivió el mismo fenómeno con los paramilitares. Quién puede desatar ese nudo. No es el gobierno, tampoco los partidos políticos, yo pienso que son ellos mismos que con un acto de valor, grandeza y sinceridad se decidan a dar el paso definitivo. Ingenuidad mía, seguramente, pero si lo dan, los apoyaremos.

Mar, 2016-03-22 15:30

Didundi querido, fina ironía?. Dos de las tantas definiciones de Fatal es Predestinado y Muy malo. No me gustó ese fatal, siento que la palabra va dirigida a engrosar las cosas malas del proceso de paz imperfecto como todo en la vida pero que es lo mejor que tenemos, sentí lo mismo que siente uribe y su gallada cuando se dice que el terror del uribismo contra el proceso de paz es tan marcado que no permite verle cosas buenas por algunos de sus fanáticos seguidores. Leyendo esta historia me doy cuenta que Santos como buen pokerista me confundió y en lugar de llevar este proceso con jugadas de poker lo está haciendo es como ajedrecista, muchos radicales extremistas tratarán de sabotear el proceso aterrorizando la población con propaganda virulenta q le servirá al pokerista para que con su artillería ajedrista les derrumbe sus mentiras. La ONU, la Comunidad europea, USA, todo el mundo a favor de este proceso y unos cuantos fanáticos en contra? SI USTED NO ES FANÁTICO NO SE SIENTA ALUDIDO

Mar, 2016-03-22 16:43

La inteligencia es una característica que requiere finura, no me sorprende que no entienda ni usted ni Didundi la explicación que Kathy les trato de dar sobre el lenguaje. Hay varios aquí que son fanáticos de la silla vacía, otros del Barcelona, unos mas de las hamburguesas del corral, creo que su desprecio por la inteligencia y las personas que están motivadas habla de sus limitaciones.

Creo que no sabe que es el ajedrez, no es el deporte de las fichitas rojas y negras, es el que tiene reyes y peones, su problema que comparte con algunas personas con limitaciones es que no ve el tablero, cree que en el tablero esta Obama, cuando el importante es Hillary o Trump, que podrán ayudar pero no tragaran el sapo de perdonar narcoterroristas.

Yo valoro este posconflicto sumando los muertos de los excombatientes que reincidan, los muertos de los grupos armados que no se desmovilicen y los muertos del deja vu patriota de la izquierda son un numero menor que las cifras actual de asesinatos?

Mar, 2016-03-22 18:31

La misma Juanita no habla d finuras así q mejor deje así Gato o “Gato” o Aristizabal, como le guste o mejor, como NO LE INCOMODE.

Reléase un poco en el último párrafo, note la alabanza x la muerte q Ud. constantemente hace x los suyos y en especial x los ajenos, así como incita al levantamiento violento con su: “..ruido d armas se hace escuchar”. Es su típico actuar d siempre, una constante oda x la muerte en cuerpo ajeno cuidándose d no quedar involucrado, q valentía, debería copiarle a su Dios q públicamente da en la cara a los maricas o al “traicionero d su clase “ q esta dispuesto HASTA LA MUERTE X defender 1 mm d tierra y andar poniendo lápidas a los dl ELN, ÈL, precisamente q está obligado a preservar la vida. Ambos dicen hablar con el vocabulario d la paff..paff.!! , perdón.. paz y también toca creerles.

Si señor Ud. valora mucho la muerte en cuerpo ajeno....no hay duda.

Mar, 2016-03-22 19:55

Antes de continuar con el clasico show, donde ahora solo falta solicitarle al otro comentarista que cometa un suicidio, pienso que no se deben alterar, entiendo hay un problema de comprensión de lectura, Kathy Porto expresa que no entendio la sutil inflexión en el texto de Juanita, por lo que ella utiliza "fino" como un adjetivo que describe el estilo de la escritora.

Por ello cuando expresa que Juanita no menciona nada de "finura" parece que su apreciación es correcta, en la medida en que se lo imagina como un sustantivo, pero si relee a Kathy quien es la referencia es claro que se refiere al estilo de escritura de Juanita y la muestra de aguda inteligencia, no a que ella haya dicho la palabra "finura", creo que la forma mas significativa del deseo de paz es como se discute, solo le dejo la reflexión, espero no la tome a mal.

Mar, 2016-03-22 12:41

Cuándo los narcoterroristas de las Farc van a devolver a los cientos de niñitas que tienen como esclavas sexuales?????

Mar, 2016-03-22 16:40

Está equivocada julia gutierrez. No son esclavas sexuales. En la neolengua colombiana, esas niñas son "milicianas".

Las personas que pagan extorsiones son, también en neolengua, la "base social" de la guerrilla. Y así...

Mar, 2016-03-22 12:23

Insisto persisto y no desisto, el temor no es la firma x un tal incumplimiento d las Farc q JAMÁS existe; esa misma oposición recalcitrante q siempre ha hecho parte dl sistema económico-politico q nos ha gobernado, eso q llaman estado q toma las decisiones para q el otro estado, ese q estamos aquí devanándonos los sesos, asintamos la > parte d las veces sin chistar, SIENTE TEMOR y dl grande q la comunidad internacional nos restriegue en la cara la mentira y la falsedad x la incapacidad política d tangibilizar acuerdos básicos y mínimos en toda llamada democracia, así sea d a $1.

No tiene lógica q en la negociación d un conflicto ideológico-político se pretenda subyugar el derecho a hacer política en los mismos sitios donde la tradicional clase politiquera lo hace constantemente; es cuestión d sentido común q el concepto d igualdad se tienen q garantizar en TODOS los aspectos, ade+ q se les expongan como carne d cañón..ni bobos q fueran.

…..Kerry y Obama los tiene en la mira.

Mar, 2016-03-22 11:56

Es bastante difícil interpretar con una buena dósis de acierto las intrincadas y complejas relaciones que subyacen en las negociaciones Gobierno-Farc. Más complejo es el tema cuando no ya ubicados en el específico contexto de las conversaciones, descubrimos que aún sin llegar al Acuerdo Final, ya de por sí el hecho es histórico y a primera vista no se entiende por qué una guerrilla que no cuenta con el apoyo de la población urbana y ni siquiera con las simpatías de la mayoría de los habitantes de las distintas áreas rurales, es referente obligado para predecir el desenlace de los acontecimientos sociales en el futuro mediato e inmediato. El relativo, pero importante ambiente de paz al no tener las FARC destacados enfrentamientos con la Fuerza Pública, sino contadas escaramuzas, da cuenta da las nuevas situaciones que se están engendrando
Pero la conclusión del proceso no será fácil. Es menester bajar la temperatura de ambos lados y que el gobierno impida el accionar de las bandas.

Mar, 2016-03-22 11:40

Los guerrilleros que han sobrevivido a la guerra no creen que puedan sobrevivir a "la paz", no por mucho tiempo. Mientras mantengan esa convicción será muy difícil sacarles una firma.

Kerry puso el ojo en el nudo que tendrá a este proceso en procrastinación indefinida, porque el estado no se puede comprometer en nombre del paraestado, no de manera fehaciente. Los fantasmas de la Unión Patriótica van a ser muy difíciles de ahuyentar. Y no imagino a los gringos escoltando a Timochenko y a Márquez.

Mar, 2016-03-22 11:58

Me gusto su análisis a diferencia de Santiago que nos cuenta que como Santos dejo crecer nuevamente a la guerrilla con su inoperancia entonces se lo debe reconocer en la mesa.

A mi su posición me parece realista y el mayor problema de quienes no entienden en que país estamos, es una sinsalida o lo que técnicamente llamaríamos dilema del prisionero, porque si yo dejo un estado debilitado, quien me va a garantizar los acuerdos?, por eso la guerrilla procura un estado cooptado donde ellos tengan la capacidad de defenderse con esas mismas armas, el problema es que el establecimiento no dejaría que Santos negociara y es el verdadero nudo gordiano, porque justicia y política no le importan a las partes y los únicos que se indignan son las victimas.

Santos minimizo la oposición, la trato de acallar en compañía de la gran prensa y supuso no tenia que seducir a la ciudadanía, pero no entiende que cada vez que a un colombiano se le trata de ignorar, el ruido de las armas se hace escuchar.

Mar, 2016-03-22 23:09

En términos generales uno desea que no se esta negociando el estado o la institucionalidad, pero al revisar la historia eso es lo que hemos venido haciendo históricamente, al M-19 la nueva constitución, a los extraditables la no extradición, al cartel de Medellin(los Ochoa) las rebajas de las penas, a los paras la renuncia a juzgarlos como criminales de lesa humanidad, así que parecemos buscando la prostituta virgen e imagino por eso me cree bobo al no entender.

He visto todas las formas en que el estado de derecho es evadido y burlado, pero en el fondo aun creo que ahí esta. Uno de los relatos que mas me aterra de la colombianidad es "el cristo de espaldas" de Caballero y volver a la época en que mataban al vecino por godo, no me hace ilusión.

Crear una proxy de resguardo étnico con terroristas es amar un narcofeudo, si ademas agregamos la tierra con sus relaciones de aparcería, estaríamos en el medioevo, las ZRC no son zoológicos, sino cotos de caza para cebarlos con el pueblo.

Mar, 2016-03-22 11:15

Es un excelente reportaje. Pero no entiendo por qué cuesta reconocer la autoridad de la guerrilla en ciertas zonas del país. Esa autoridad no es relativa, es de hecho. Es una de las razones de su pervivencia.

Mar, 2016-03-22 16:32

¿Lo de El Conejo fue ver a las FARC hacer política "con armas pero en paz"? Eso es como decir que Garavito era un donjuán y que tuvo muchos amoríos complicados.

Supongo que llevaron armas para "tranquilizar" a los civiles. Para recordarles que El Conejo es un territorio de "paz". Igual que los ciudadanos que son "protegidos" por la mafia (o las bandas criminales): Una vez se acepta su poder y se paga la extorsión, la gente vive en "paz".

Alias Timochenko parece decente frente a algunos promotores de la "paz".

Mar, 2016-03-22 09:22

Entregarle las armas a los campesinos, podria ser semántica, sino fuera porque ellos se consideran "los campesinos",eso sin contar a los milicianos, que supongo también son "campesinos" hay una canción de Ricardo Arjona que explica.

-el problema no es tu ausencia-el problema es que te espero-el problema no es problema-el problema es que me duele-el problema no es que mientas-el problema es que te creo.el problema no es que juegues-el problema es que es conmigo-si me gustaste por ser libre-quien soy yo para cambiarte-si me quede queriendo solo-como hacer para obligarte-el problema no es quererte-es que tu no sientas lo mismo-Y como deshacerme de ti si no te tengo-como alejarme de ti si estas tan lejos.

Al final el problema es esta relación de amor sin lógica o sentido tiene el Gobierno como las FARC, no inspira confianza en la sociedad(fuera de la prensa y los políticos), la inconsistencia dinámica del Bravucon ministro "there is no free lunch" la cree las FARC pero no la galería.

Mar, 2016-03-22 09:16

El problema está en que las FARC no son el solo elemento de violencia en el país; incluso puede ser el de menor incidencia; es la estructura económica actual formada por los capitales financieros del narcotráfico, la corrupción administrativa, el contrabando, la minería ilegal, la delincuencia organizada; los dirigentes del Banco Mundial, recientemente dijeron que la economía colombiana era de las más fuertes y el ministro de Hacienda salió a felicitarse por esa declaración; lo que no podían decir los del Banco es que el dineral que se mueve en el país es de los sectores antes relacionados; por eso vemos una aparente prosperidad porque hay mucha construcción y mucho turista. Pero la estructura real, la de la industria, la agricultura, la ganadería se encuentran en situaciones criticas. Lo real para una sociedad es la producción de bienes no la especulación financiera.

Mar, 2016-03-22 08:59

Considero que la permanencia de estos grupos son necesarios y oportunos, en un pais donde reina la corrupcion, la politiqueria y la falta de oportunidades.

Que seria de nosotros sin quien les cuestione?...ahi si apague la luz y vamonos!!!

Mar, 2016-03-22 07:46

Juanita su hria.es buena, sólo q a mi modo d ver sobran 2 líneas, la 1ª y la última.

Para alguien q dice ser “ una d las más entusiastas” con el proceso Habana pudo ahorrarse el “fatal”; aquello d no cumplir una fecha específica no da para tanto,se prolonga una fecha q LLEGA XQ LLEGA; para esa persona entusiasta siendo periodista con una gran capacidad d análisis, pudo asumir la línea final a título personal, sin necesidad d esas 'personas consultadas…', precisamente x el mismo entusiasmo q en algún momento debe reflejarse como apoyo claro y concreto. Esos aparentes términos medios hay q definirles color ojalá proactivo.

D otro lado estaba cantado q el tonito d Santos, prestado y presionado x la oposición con el caso Conejo no tendría aceptación en la guerrilla, las babosas “líneas rojas” no fueron + q eso, BABOSADAS.

Lo ocurrido este fin d semana en la Habana con presidente Obama y su 2º a bordo es un espaldarazo q duele y profundo al interior No dl pais, sino d los Fu.

Mar, 2016-03-22 08:47

Didundi, la fatalidad del plazo la puso el Presidente al decir que si el 23 no tenían esos puntos resueltos entendería "que no estaban preparados para la paz". La última línea me parece que lo interesante no es lo que un periodista piense sino que lo piense fruto de una reportería con los protagonistas.

Mar, 2016-03-22 07:58

A la audiencia q todavía duda d la firma, se le recuerda q la preocupación d Kerry x la seguridad d los guerrillos además d un espaldarazo d Obama, es RECONOCER INTERNACIONALMENTE q los paramilitares siguen + vivos q nunca y q el “tal Ralito” fue un fracaso.

Ya se imaginarán la recalcitrante oposición Furibista con esta preocupación JUSTIFICADISIMA d la comunidad internacional. Igualmente se les recuerda q la paz está en el posconflicto, específicamente en la capacidad d cumplir dl estado y d lo q constantemente he venido resaltando aquí en LSV.

Son los mismos 3 temores:
Seguridad jurídica, seguridad física y cumplimiento d políticas SOCIALES.

-----pd: Auxiliar a Kathy plisss..

Páginas

Añadir nuevo comentario