Desde que en 2008 se disparó en Soacha el escándalo de los ‘falsos positivos’, la situación de derechos humanos para los adolescentes no ha mejorado sustancialmente. Al contrario, hoy se torna crítica por culpa de la Ley de Seguridad Ciudadana que el Gobierno aprobó en junio del año pasado.
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En el puente peatonal que comunica la Comuna 6 de Soacha con el centro hay colgado un aviso con la foto de una joven de 14 años: “Se busca, se perdió ayer en Bogotá, febrero 18 del 2012, Gisella Gutierrez Rincón”. Cientos de transeúntes pasan de un lado al otro de la Autopista Sur y la foto de Gisella pasa desapercibida.
“Los jóvenes de Soacha están olvidados, uno puede caminar toda la vía hacia el centro y está lleno de estos panfletos pero nadie los ve, nadie los lee”, dice ‘Chepe’, de 30 años, quien fundó hace cinco años un colectivo de jóvenes llamado Diáspora que denuncia las violaciones a los derechos humanos en Soacha -donde el 70 por ciento de la población es de jóvenes, según dice un informe de la Personería.
“Desde que se aprobó la Ley de Seguridad Ciudadana, llegó más policía, llegaron más militares, pero la seguridad no ha mejorado”, dice ‘Chepe’. “Todavía hay panfletos de los paras en algunas partes, que dicen :‘los niños buenos se acuestan temprano, los demás los acostamos nosotros’”.
‘Chepe’, quien junto con Laura Herrera, una comunicadora social de la Universidad de La Sabana, les dan a los jóvenes talleres de derechos humanos, de periodismo comunitario y hasta de hip-hop, consideran que la ley de seguridad ciudadana no solo no soluciona nada sino que en cambio terminó estigmatizando a los jóvenes.
La Ley que se aprobó en el Congreso en junio del año pasado y a la que se refiere ‘Chepe’, inicialmente no mencionaba en su articulado a los jóvenes ya que se pensó inicialmente como una ley diseñada para combatir a las Bacrim y punto.
Pero cuando entró el proyecto a debate en el Senado, la senadora Gilma Jiménez y el senador Roy Barreras (con el apoyo del ministro Germán Vargas Lleras) decidieron incluir en esta ley una reforma al Código de Infancia y Adolescencia para aumentar las penas para los jóvenes que delinquen, aspirando a que esto ayudara a mejorar la seguridad en las ciudades.
Para ellos, reforzar la seguridad ciudadana implicaba aumentar de dos a cinco años las penas de los jóvenes que delinquen, lograr que los jóvenes mayores de 16 años entraran a prisiones de adultos y que no salieran de los centros de reclusión cuando cumplieran la mayoría de edad.
La Ley, gracias a distintos debates de oposición que realizaron los congresistas Ángela María Robledo del Partido Verde y Germán Navas Talero del Polo, finalmente no aumentó las penas sino para tres tipos de delitos (secuestro, extorsión y homicidio) y tampoco consiguió que los jóvenes pasaran a las cárceles de adultos. Pero sí logró que los jóvenes no salieran a los 21 años de sus centros de reclusión, sino que quedaran en libertad cuando terminaran la pena que les determine un juez. Es decir, si un joven es judicializado a los 17 años y obtiene la pena máxima de ocho años, saldrá de los centros de reclusión a los 25 años.
La Silla Vacía consultó a dos funcionarios que trabajan en el Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes que estuvieron de acuerdo en que, si bien la reforma no cambia mucho el Código de Infancia y Adolescencia que se aprobó en 2006, fue un error poner a los jóvenes en el mismo paquete que buscaba combatir a las ‘Bacrim’.
“Se supone que combatir a las ‘Bacrim’ no tiene nada que ver con los jóvenes”, dijo uno de estos funcionarios. Es más, por ley, se asume que los jóvenes en estas filas que están siendo instrumentalizados, utilizados o comercializados por estos grupos, no se les aplicará privación de la libertad.
“Y al incluir a los jóvenes en esta ley, el impacto fue poner la mirada en los adolescentes para que los reprendan más, para que haya más redadas. Mi impresión es que esta Ley los estigmatizó”.
La Ley de Seguridad Ciudadana se tradujo en más requisas pero no en más seguridad. “A veces uno ve gente fumando y llega la Policía, y en vez de requisarlos a ellos lo requisan a uno”, dice Nelson, un profesor de ‘El Altico’, la zona de la Comuna 6, donde hay más expendio de drogas. Él trabaja con 'Chepe' y Laura en el colectivo Diáspora, y el día que la Silla Vacía lo entrevistó estaba en un taller de baile y música con los niños que apunta a evitar que los jóvenes entren en las drogas o en la delincuencia común.
“Allá la ley no hace nada, después de las seis de la tarde no ves un policía. En el día, ellos miran qué pasa, pero no van detrás de la plata, de los que venden la droga”. Aunque asegura que muchas de las bandas sí están conformadas por jóvenes de 15 a 20 años, “los duros son los de 40, los que son desde hace rato los caciques del barrio”.
‘Chepe’ corta a Nelson, dice que en realidad varios de los ‘pelados’ de este colectivo han escuchado que entre más jóvenes se lleve la policía, más permisos tienen para salir. “Esos son también ‘falsos positivos’”, dice ‘Chepe’.
Una de las funcionarias del sistema de responsabilidad penal para adolescentes confirmó a La Silla Vacía que los policías están llenando los CAI, UPJ o centros de menores, frente al incentivo de un permiso. “Esa es una orden que viene desde los comandantes”, dijo.
La Silla Vacía se comunicó con la Policía Nacional para recibir la respuesta del General Óscar Naranjo a estas acusaciones, pero no fue posible obtenerla.
Lo que sí es cierto es que la Policía comenzó a hacer más redadas a los jóvenes desde que se aprobó la Ley de Seguridad Ciudadana, según contó a La Silla uno de los administradores de estos centros, que no quiso dar su nombre como la mayoría de funcionarios entrevistados porque consideran que ese es un tema muy 'espinoso'. “Si antes me llegaban 400 jóvenes al mes, ahora llegan 600 muchachos”, dijo.
Muchos de estos muchachos, según un informe del ICBF, son capturados por hurto o por porte de estupefacientes. De acuerdo con una de las funcionarias del sistema de delincuencia juvenil, la mayoría de los jóvenes que son llevados a estos centros por porte de estupefacientes, tiene una dosis mínima. Y, como explicó La Silla Vacía, Medicina Legal es la que tiene que hacer estudios para saber si se trata de adictos o no -y su sistema ya está colapsado.
En todo caso, como nadie puede ser encarcelado por dosis personal, los 600 jóvenes terminan pasando esos días en un centro transitorio. Igual pasa en los casos de hurto no calificado, que también son casi buena parte de todos los casos registrados en las estadísticas del ICBF.
Por lo general, son los jóvenes hombres de las zonas más pobres, como Soacha, los que pagan los platos rotos (en Bogotá, el mayor número de jóvenes que entraron a Centros Especializados durante el 2011 son de Ciudad Bolívar, Bosa, Suba y Kennedy).
“Asumen que los jóvenes que tienen pantalones anchos como nosotros son los marihuaneros”, dice ‘Chepe’. Como lo explicaron en el libro sobre drogas Políticas antidroga en Colombia: éxitos, fracasos y extravíos los investigadores Mauricio Albarracín y Julieta Lemaitre, es común que la Policía haga retenciones transitorias a los jóvenes que consideran “sospechosos” en estratos bajos, mientras que jóvenes de los estratos altos rara vez se ven afectados por la Policía.
Y a pesar de esto, la única institución que se vio fortalecida en la reforma del año pasado, fue la Policía. Para la juez de menores en Bogotá, Rosa Irene Veloza, es preocupante que “recursos del Estado van a ser dirigidos a la Policía Nacional, para asegurar las condiciones de seguridad, recursos que tendrían un mejor destino si fueran a reforzar los programas terapéuticos y formativos que se brindan a los jóvenes de la ley penal”.
De acuerdo con el Código de infancia y adolescencia, la pena de estos jóvenes no puede concebirse como la pena de un adulto en una cárcel regular: en vez de estar recluidos bajo los más altos estándares de seguridad y rodeados de guardianes, la idea de estos centros de reclusión es que se conviertan en la oportunidad para alejarse del delito. No se habla de penas sino de medidas pedagógicas.
“La finalidad es que el menor no vuelva a delinquir, que no regrese. Por eso se dice que es una medida de protección especializada”, dijo a La Silla uno de los funcionarios en la rama judicial que trabaja con los jóvenes. “Pero eso no está funcionando. La reincidencia es alta, los muchachos están volviendo y aún no hay políticas públicas de intervención para eso. Tenemos que reconocer que fallamos y ya tenemos una generación perdida”.
Cuando la ley de Seguridad Ciudadana se aprobó en junio, estableció que en los seis meses siguientes, el Gobierno elaboraría una política pública para la prevención de la delincuencia juvenil. Ya han pasado ocho meses y todavía no hay política.
El mismo articulado también pedía que se formara una comisión evaluadora después de expedida la ley, en la que debían participar todos los organismos vinculados al sistema de responsabilidad penal adolescente para plantear la política pública (Fiscalía, Procuraduría, Defensoría, Policía, el Ministerio de Justicia, del Interior, el de Educación, el de Salud, ICBF, el Consejo Superior de la Judicatura, la Federación Nacional de Departamentos). Esta comisión dio su primer avance en diciembre del año pasado.
“Hay que reconocer que al aprobar la Ley de Infancia y Adolescencia, esta no se acompañó de apropiación de recursos presupuestales para su adecuada implementación”, arranca el documento. Dice que precisamente por esta falta de recursos no hay espacios adecuados de reclusión para los jóvenes, y en los pocos que hay, los cupos no son suficientes y los programas de ayuda no existen. De acuerdo con el informe, el 90 por ciento de los municipios del país no cuenta con un centro adecuado para los jóvenes.
El ICBF fue consultado por La Silla Vacía para esta historia y reconoce que la ley "generó de alguna manera un traumatismo en cuanto a la capacidad de atención de el adolescente porque desbordó la demanda". Sin embargo, dice un comunicado oficial del ICBF en respuesta a este medio, el sistema sigue teniendo una finalidad pedagógica. Pero el informe de la Comisión Evaluadora no ve mucha pedagogía hasta ahora.
“Se deben promover políticas sociales complementarias a las de seguridad, orientadas a proteger a los niños, niñas y adolescentes del abuso de sustancias psicoactivas y el control del tráfico de armas ligeras y corto punzantes”, termina el informe. (ver documento).
“Para mí, esto de la delincuencia juvenil, todo va ligado a la falta de oportunidades”, dice ‘Chepe’. Su municipio es el ejemplo perfecto de falta de políticas sociales que protejan a los adolescentes. “En la alcaldía pasada, no nos dejaron hacer conciertos”, cuenta. Según ‘Chepe’, como el ex alcalde es cristiano, en los últimos cuatro años solo permitió conciertos religiosos. “Aun cuando nosotros empleamos el hip-hop para hablar de derechos humanos, de derechos políticos”, dice Chepe.
Aun así, ‘Diáspora’ trabajó en conjunto con las madres de Soacha y en septiembre del año pasado proyectaron para los jóvenes una película sobre los ‘falsos positivos’ en un evento llamado ‘Las madres de Soacha perdonan pero no olvidan: por los jóvenes de Colombia’. “Nosotros estamos cansados del desconocimiento del concepto de juventud”, dice ‘Chepe’. “A un niño de 14 años se le juzga por delincuente, pero no se ve su contexto, solo lo judicializan porque sí”.
Hace poco Laura y 'Chepe' comenzaron a indagar sobre la pequeña infancia. De los niños con los que trabajaron, descubrieron que 70 por ciento había sido violado por familiares cercanos. “Y además en este municipio hay mucha prostitución infantil”, dice. “¿Dónde está ahí el Estado?”.
“Yo creo que los medios también han ayudado a la estigmatización de los jóvenes”, dijo a La Silla la representante del Partido Verde Ángela María Robledo. Al unísono, tres funcionarios del sistema de responsabilidad penal también argumentaron que los medios son en parte responsables por el hecho que las familias en los barrios pidan más apoyo policial frente a los jóvenes delincuentes, en lugar de buscar la justicia restaurativa que planteaba inicialmente en el Código de infancia y adolescencia.
De acuerdo a un informe elaborado por la Fundación Pandi -fundación que hace seguimiento de prensa a las violaciones de los derechos de los niños y niñas- “los periodistas no están verificando muchas de las condiciones que suelen rodear la vida de los menores de edad infractores de la ley, condiciones que, si bien no justifican sus delitos, sí tienen gran peso entre las causas que los llevan a cometerlos.” (ver informe).
Por lo general, las publicaciones en distintos medios no tienen en cuenta los contextos familiares de los jóvenes y solo publican la información de la Policía, según dice el informe realizado por Pandi.
Pero hay otro problema en los medios de comunicación. Hace tres semanas, el canal City TV presentó una noticia en la que se informaba cómo agentes de la Policía habían quemado debajo de un puente a un joven indigente de 15 años. Y en agosto del año pasado, la policía le disparó y asesinó a Diego Felipe Becerra, un joven grafitero, noticia que muchos medios reprodujeron.
Para todos los funcionarios que fueron consultados por La Silla Vacía, los medios no contaron toda la historia de estas muertes: no explicaron el riesgo que viven día a día miles de jóvenes del país que por ser grafiteros, por consumir drogas, por ser pobres o por no estudiar, viene reforzándose por la ley de seguridad ciudadana. Una ley que sirvió como estrategia política para mostrar voluntad y dientes frente a la inseguridad, pero que poco cambió la realidad en las calles. Y menos para los jóvenes.
Ahora, solo queda esperar, que este año el Gobierno también tenga la misma voluntad para presentar una política pública, así como la tuvo para aprobar la Ley de Seguridad Ciudadana.
El poder punitivo del Estado encuentra en los jóvenes pobres buenos candidatos para su política represiva. Pero malos destinatarios de las políticas sociales. Se pretende en cierta forma justificar el causal de los problemas e infracciones del código penal en la clase pobre. Gilma Jiménez, persona, que ve solución al problema del matrato infantil, judicializando y aumentando las penas, recomiendo que por lo menos de soluciones pedagógicas y promueva la equidad social.
una justicia que negocia con criminales,se contamina y le hace mas daño a la sociedad,esta hay que aplicarla impecablemente e implacable, de lo contrario se vuelve un negocio de mafias.
hombres y mujeres a estudiar a educarse ,para no ser los tontos utiles de un sistema que los odia,que los necesita para tener mano de obra barata, y una bota militar abundante, pero ignorante del sistema en que vive,porque juran que estan defendiendo la patria ,cuando lo que hacen es defender el patrimonio economico,de los mismos gamonales de antaño,arcaicos y trogloditas consevadores y liberales,caciquez y terratenientes,que se creen la gente de bien de este pais ,pero que aportan para mantener el pais en guerra ,financiando grupós de paramilitares,y A.U.C.(ASESINOS UNIDOS DE COLOMBIA),en union de las multinacionales,que lo unico que hacen es saquear las riquezas de este pais,para solventar la crisis que crearon en el suyo,caso España y los E.E.U.U. y el resto de paises capitalistas,que invaden y saquean el planeta en donde parasitan,con la ayuda de los gobiernos de turno,aqui todavia seguimos siendo colonia y dependientes del robo y la estafa de los paises desarrollados.
Ninguna politica se creará con dientes para ayudar a las mujeres, ninguna asociacion de mujeres servirá, pues, si es que hacen algo, solo serán pañitos de agua tibia, si el marido o padre de su hijo la abandona, el estado no le va a dar subsidio para aliviar su situación, al estado no le importa su situación, y a la iglesia menos, por lo general los curas no quiren a las mujeres, ni las monjas, por lo general los religiosos consideran a las mujeres engendro del mal, por eso el tema de la persecucion a las brujas, por la época de la inquisición; muchas mujeres oran por sus hijos, pero su destino ya esta escrito, por eso no hay que tener hijos, pues la sociedad solo les ofrece mala vida, vicios, guerra, oscuridad en el conocimiento y en el espiritu, la sociedad no ofrece nada bueno a la humanidad. No nos deprimamos, o nos entristescamos, solo cambiemos la realidad de nuestras mujeres, niños y jóvenes. eso no lo hará ninguna ley, solo nosotras
Hay que estar demente para traer hijos a una sociedad que maltrata y mansilla a la mujer, que le tira ácido a la cara, que viola sus derechos humanos las 24 horas de dia, que la quiere ver sometida a la miseria, que además sus hijos no tienen derecho a alimentación, vivienda y servicios publicos basicos de calidad, una sociedad, que además mata a sus jovenes por que son pobres, porque además la sociedad no les de la oportunidad de que se superen sino que estan destinados a ser pobres toda su vida y por todas sus generaciones, asi sean buenos estudiantes, y buenas personas siempre tendran que ser esclavo de los ricos, por que o si nó, serán los futuros terroristas, por que seguramente se daran cuenta de las injusticias pero ellos siempre serán los que pierdan, no se enagañen los hijos de los pobres siempre serán pobres, solo un 2% podrá superarlo, tendria que uno arriesgarse a ver si el hijo de uno sea de ese 2% de afortunados, mejor dicho es mejor comprar el baloto
Mujeres, piensen primero en ustedes mismas, asi como hacen los hombre, aprendamos de ellos, eso es muy bueno, No estoy diciendo que se abstengan y se vuelvan monjas, hay muchos metodos para no embarazarse, cuidense y respetense y esta sociedad mejorará por que lo barato y lo gratis y entregarse uno solo por amor, es una bestialidad, hay que superarnos, hay un dicho que dice que lo que no nos cuesta hagamoslo fiesta, eso se aplica a todo, cuando una se da por nada o solo por amor, esta destinado a repetir la historia de la mujer abandonada de todos por que no la consideran dulce y "buena" sino una facil e irresponsable mujer. Como una cancion de juanes, quiere y respeta tu sangre, esto es lo que le deben enseñar a los niños en el colegio, no lo del espermatosoide y demás,
La edad promedio de los colombianos esta en los 63 años, o sea es una sociedad de viejos, ademas viejos pobres, no hay que seguir perpetuando eso y la mujer es la puede hacerlo
CONTINUA
En una sociedad en que el primero que abandona a la mujer es el novio, esposo, etc, y que ademas el estado cree que encarcelandolo soluciono el poblema, no debemos tener mas hijos, debemos, primero garantizarle que tendra buena vida o sino no no hay caso, sufre uno y sufre el niños, y después el joven, no hay nada que hacer ese es un círculo vicioso que hay que romper, los pobres siempre seran pobres y los ricos siempre los aplastaran, de todos esos niños solo una minima parte logran tener un empleo de medio pelo, pues los buenos empleos solo se los dan a los hijos de los ricos, menos mal que los ricos se cuidan y maximo tienen dos hijos, ellos si tienen su futuro asegurado, a través de la sumisión y casi esclavitud del resto. Las mujeres deben primero garantizar su bienestar
Yo pienso que las mujeres, en protesta por el constante maltrato, no deberiamos procrear más hijos, que vendrán a engrosar el ejercito de pobres, pues no tenemos garantias del estado, para poderlos educar y criar eficientemente, a no ser que criemos hijos 100% sumisos y que a pesar de la más cruda pobreza,ellos se sientan felices aún cuando el constante bombardeo de los medios que hace que nos volvamos locos por el consumismo,nos atropelle todos los dias diciendo que somo perdedores por que no tenemos un paln x de telefonia, cuando les tendremos que estar diciendo a nuestros hijos que no hay para comprar ni siquiera lo del mercado y lo de la vivienda, mucho menos comprarle una bicicleta o un computador o un celular, o sea tendriamos que criar niños enseñándoles que la pobreza es una bendicion de Dios, y que como somos pobres nos iremos para el cielo y que además nuestro destino es servirle a los ricos sin cuestionar nada y solo pensando en que nosotros somos los afortunados
Con el Estado colombiano y sus sucesivos gobierno siempre es igual: http://www.youtube.com/watch?v=BFv4HG8ALeA
En general los gobiernos, casi que de cualquier país, tienen entre sus ideas la legislación con miras a endurecer penas y llenar las cárceles de presos (ese es un negocio de miles de millones de pesos, de dólares, de la moneda que se quiera). Lo que uno puede darse cuenta es que en relaidad ni los gobiernos, ni los legisladores tienen capacidad para entender fenómenos como la delincuencia infantil, la prostitución infantil, la drogadicción infantil, el alcoholismo infantil. En la mayoría de los casos cuando hacen reformas a los códigos o crean leyes, nunca van acompañadas de los recursos necesarios, ni de la infraestructua adecuada para adelantar políticas de resocialización, de protección ni de generación de oportunidades. (continúa..)
la concejal gilma cojio como caballito de batalla para el cogreso a los niños y ahora los voltio hay que dar a conocer eso y los medios que cada que hay algo con un niño corren a buscarla, que pesar esa señora no sabe ni hablar cada que pase algo y quieran entrevistar un especialista en el tema llamen a hector fabio alvarez que si sabe del tema lleva 12 años estudiando y fuera de eso tiene las respuestas en seguridad y convivencia que el gobierno esta buscando
Si el señor Héctor es tan idóneo, es necesario que primero aprenda a redactar...
Por otro lado, cada congresista tiene un tema con el cual se caracteriza y no es solamente su procedencia regional. En el caso de Gilma Jimenez, el tema de los derechos de los niños ha sido desde siempre su lucha. No es cierto que se aproveche de la niñez para ganar votos, ella ya había sido directora del Bienestar Social mucho antes de ser parlamentaria. Si es por oportunismo político, sería mejor poner en tela de juicio aquellos políticos que hablan en contra de la corrupción, pero que los vemos comiendo con contratistas y pidiendo comisiones y ni qué decir de los que pasan de agache durante 4 años sin hacer ni un control político por lo menos..
buen articulo, demuestra un buen conocimiento del tema, y es muy objetiva pues ve y escribe la realidad que esta sucediendo,en el tema hay muchas personas que opinan pero ni idea de la realidad, ni idea del verdadero origen del problema, las entidades que tiene que ver con el asunto son expertas en el cumplimiento " CUMPLO Y MIENTO" la policia con su nuevo plan de vigilancia por cuadrantes, miren policia comunitaria presentacion power point que se encuentra en internet desde 1998 osea de nuevo no tiene nada,bienestar familiar ya sabemos lo que hacia la señora, y sus funcionarios,etc la mejor investigacion y el mejor programa en prevencion del delito lo tiene la fundacion gap´s pero desafortunadamente la burocracia no ha permitido que el alto gobierno lo conozca,como antecedentes tengo que soy el unico y verdadero creador del programa de prevencion del delito delinquir no paga, que me fue plagiado en medellin por el general cinfuentes del inpec
La delincuencia juvenil tiene nombre propio abandono total de los padres, no les interesan sus hijos y de acuerdo al estrato producirán para la sociedad, ladrones de cuello blanco como los nule o ñeros asesinos como los adolecentes de los barrios marginales, es una realidad, y como decía un amigo mío las realidades son realidades y generalmente son crueles.
Me parece que si bien las acciones frente a la delincuencia juvenil deben combinar pedagogía y presencia activa de la policía, el artículo desconoce el papel fundamental de los padres de familia en la formación y conducta de los jóvenes. No es solo la falta de oportunidades ni el entorno. El caso del joven Becerra es muestra de ello: un joven de 14 o 15 años, con acceso al sistema educativo y de clase media ¿que tiene que hacer tomando whiskey y dañando las fachadas de los vecinos? acaso al otro día no tenía clases? A veces se asume al joven como un actor solitario en la sociedad, pero en realidad tiene familia y padres que deben contribuir a su desarrollo personal...
EN ESTE PAIS ,PORQUE NO SE PERSIGUE A LOS GRANDES DE LA CORRUPCION,A LOS QUE DEFRAUDAN AL ESTADO,AL CLIENTELISMO POLITICO,QUE TANTO DAÑO LE HA ECHO A LA NACION,AL NEPOTISMO POLITICO Y BUROCRATICO,QUE MEDIANTE COMPRA DE VOTOS Y PREVENDAS SIGUEN DELINQUIENDO Y ESTAFANDO AL PAIS,POR QUE NO PERSIGUEN A LOS GRANDES DE LAS MAFIAS DEL NARCOTRAFICO,PORQUE LA JUSTICIA ESTAN FLEXIBLE CON LAS CONDENAS ,QUE PROFIEREN A CORRUPTOS Y NARCOTRAFICANTES,PORQUE PASAN DE AGACHE CRIMENES DE LEXA HUMANIDAD,PARA QUIEN TRABAJA LA JUSTICIA COLOMBIANA,.?
Ahí están las consecuencias del gilmajimenismo: dividir el mundo en buenos y malos así no más siempre termina causando esta clase de injusticias. Es la misma ética de los falsos positivos...
Para reflexionar, Nada peor que un país ignorante y fácilmente manipulado, vive feliz su miserable vida.
Definitivamente en este país no se puede creer en nadie.