La terna presentada ayer por el presidente Juan Manuel Santos para reemplazar al magistrado Mauricio González que termina su período en la Corte Constitucional incluye a dos candidatos que se daban por seguros y a una tercera que entró a última hora.
Los tres son abogados prestigiosos, sin cuestionamientos, liberales, con una agenda progresista, formados en el Nuevo Derecho, con vínculos con la Universidad Externado, con méritos probados para llegar a la Corte y con quienes los intereses del proceso de paz estarían salvaguardados.
Pero dadas sus personalidades, los dos más opcionados representan ‘remedios’ muy diferentes para la crisis que vive actualmente la Corte Constitucional.



Los tres ternados son Catalina Botero, Magdalena Correa y Alejandro Linares.
Contemporáneas, Botero y Correa tienen una formación similar: graduadas en 1988 (Botero de los Andes, Correa del Externado). Las dos estudiaron Derecho Constitucional en la Universidad Carlos III en Madrid, Correa hizo un doctorado y Botero una maestría. Ambas fueron magistradas auxiliares de la Corte: Botero de Eduardo Cifuentes y Correa de Juan Carlos Henao. Y ambas son mujeres vanguardistas.
Pero mientras Catalina saltó al escenario internacional como Relatora Especial para la Libertad de Expresión en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Correa siguió una carrera más académica en el Externado convirtiéndose en la directora del programa de derecho constitucional.
Alejandro Linares se graduó cuatro años antes que sus compañeras de terna, también de la Universidad de los Andes y sacó una maestría en derecho en la Universidad de Harvard.
A diferencia de las mujeres, que son esencialmente constitucionalistas, Linares es un abogado corporativo.
Como contó La Silla cuando anticipó la terna, Linares fue socio gerente de Gómez Pinzón Zuleta, una de las firmas de abogados más grandes del país y donde trabajó entre 1994 y 2014. Antes fue abogado en firmas colombianas y en Estados Unidos, en IBM Colombia y tuvo varios cargos públicos de importancia en el Dane, como ministro plenipotenciario en Paris, como viceministro de Agricultura y como consejero para la política Social, Director del Plan Nacional de Rehabilitación y del Fondo de Solidaridad Social, todo en el gobierno de César Gaviria, de quien es cercano.
Los tres son considerados liberales y progresistas, que en los temas morales como el aborto, la adopción gay y el matrimonio homosexual, reforzarían el bloque más liberal de la Corte dado que el magistrado que reemplazan, Mauricio González, se había convertido en el ‘swing vote’ en los últimos años.
Los tres tienen en común, también, que son formados en lo que se conoce como el Nuevo Derecho, con lo cual impulsarían las técnicas de interpretación jurídica más modernas de la Corte.
Los tres son abogados sobresalientes en sus áreas, sobre los que no pesan investigaciones ni cuestionamientos (algo que dejó de ser obvio después de la elección de los magistrados Jorge Pretelt y Alberto Rojas), y muy trabajadores.
Y los tres han tenido algún vínculo con el Externado. Magdalena Correa es la externadista de pura cepa. Estudió allí su pregrado y los últimos años ha dirigido el programa de derecho constitucional.
El paso de Botero y Linares por el Externado, en cambio, es quizás más oportunista para conseguir el ‘sellito’ de esta universidad, que se ha convertido en un factor de poder que pesa a la hora de las nominaciones judiciales. Botero enseña ahí desde que volvió de la Relatoria en Washington y Linares arrancó allí su doctorado en derecho después de fracasar en su primera postulación a la Corte.
En todo caso se da por descontado, que el rector Juan Carlos Henao le hará campaña a Correa, quien fue su magistrada auxiliar, y que lo mismo hará el ex magistrado externadista Humberto Sierra Porto.
Pero quizá lo más importante es que Santos armó una terna que no representara ningún riesgo para el proceso de paz. Un tema que estará en el corazón de la agenda de la Corte Constitucional los próximos años cuando lleguen para ser revisadas las reformas constitucionales y las leyes que se necesitan para aterrizar un eventual Acuerdo Final con las Farc. Aunque seguramente ninguno de los tres le girará un cheque en blanco al Presidente, todos creen en el proceso de paz y estarán inclinados a permitir desde la Corte que se vuelva una realidad..
Las verdaderas diferencias entre los tres candidatos, y en particular entre los dos más opcionados, están en los sectores políticos donde encontrarán mayor apoyo y sobre todo, en sus personalidades que podrían ser claves para el desenlace de la crisis que vive actualmente la Corte.


Si bien los tres candidatos tienen los méritos para llegar a la Corte, las personas consultadas por La Silla creen que la pelea realmente estará entre Catalina Botero y Alejandro Linares.
Primero, porque Magdalena Correa –según le dijeron a La Silla- entró a la terna en el último minuto.
Inicialmente, la favorita para ese tercer ‘cupo’ en la terna era la paisa María Mercedes López Mora, actual magistrada de la sala disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura. Ya Santos la había ternado para la Procuraduría y si la hubiera incluido en esta terna muy seguramente habría ganado en el Senado porque llevaba meses haciendo campaña con los congresistas, entre quienes tenía mucho más apoyo que Linares o Botero.
Sin embargo, en Palacio se impuso la idea de que estaba inhabilitada para el cargo porque –según le dijo a La Silla una alta fuente de Casa de Nariño- su nombramiento “no cuadra con la filosofía de la reforma constitucional de Equilibrio de Poderes” ya que podría ser visto como continuar con el carrusel de la Rama de saltar de un puesto a otro entre las cortes.
Descartada López, Diana Fajardo, funcionaria de la Agencia para la Defensa del Estado, estaba prácticamente dentro de la terna. Tanto que Caracol Radio la dio por confirmada. Ella también habría tenido juego en el Senado porque era cercana al senador liberal Horacio Serpa y además, esta casada con un hermano de Carlos Medellín, muy amigo de Vargas Lleras. Pero, a última hora, fue reemplazada por Correa.
La otra razón para creer que Correa no estará realmente en la pelea es que si bien cuenta con el respaldo del ex magistrado Henao, es tímida. El lobby en el Congreso con tan poco tiempo no es fácil para los primíparos y menos si choca con la personalidad. Y la tercera, y más importante, es la menos cercana a Santos.
Catalina Botero y Alejandro Linares, en cambio, son muy conocidos en Casa de Nariño.
Linares, porque pertenece al mismo círculo social de Santos, del Country Club, familias cercanas, y, como le dijo alguien a La Silla, “hace rato Santos lo quería ternar”.
Su hermana Beatriz fue directora de la Agencia Nacional para la Pobreza de Santos hasta antes de morir de cáncer a comienzos de año y también fue ternada por él en 2012 a la Defensoría del Pueblo. Era, además, amiga de Tutina, la primera Dama.
Dada su trayectoria en el mundo corporativo, la inclusión de Linares en la terna es un guiño al sector empresarial, donde hay muchos que añoran tener un magistrado en la Corte que entienda e incorpore en el razonamiento jurídico las consecuencias prácticas y los costos económicos de los fallos.
En particular, que le meta mano a las tutelas con efectos económicos. Esto se vuelve particularmente importante ahora que llegaron las vacas flacas y que los empresarios sospechasn que les tocará a ellos financiar casi que enteramente la paz.
Linares cuenta, además, con el apoyo del ex presidente César Gaviria, que es un padrino poderoso en el Senado, y con la ventaja de llevar dos años pavimentando el camino para llegar a la Corte Constitucional.
Una persona que asistió al evento le contó a La Silla la felicidad de varios senadores cuando Linares los invitó a un coctel en su casa para agradecerles su apoyo después de que fue derrotado frente a Alberto Rojas en 2013. En el Senado ya lo conocen y no genera resistencias.
Conseguir el apoyo del Partido Liberal le quedará relativamente fácil y su reto será convencer al Centro Democrático y al partido Conservador de que él es su mejor opción. Con los azules seguramente la tendrá fácil pues siendo liberal, de los tres ternados es el más conservador. Con el Centro Democrático, en cambio, ser visto como el candidato de Santos le puede jugar en contra.
Catalina Botero, por su parte, tendrá muy seguramente el apoyo de los verdes y de la izquierda en el Congreso.
Su vinculación a Dejusticia, que desde su fundación ha promovido los derechos económicos y sociales y ha sido un aliado respetado del movimiento social, le da una entrada natural con ese sector.
Su activismo en derechos humanos, tanto en la defensoría del Pueblo, como en la Corte con Cifuentes, así como en la Relatoría de la Libertad de Expresión también la hacen la candidata obvia de los que le apuestan decididamente al proceso de paz en la Habana.
De hecho, su cercanía con varios protagonistas de la Habana –como el alto Comisionado de Paz Sergio Jaramillo, el jefe negociador Humberto de la Calle y el asesor en temas de justicia transicional Rodrigo Uprimny- juega a su favor.
Santos le pidió a Botero que fuera su ministra de Justicia al comenzar el nuevo gobierno, pero como Catalina ya tenía en mente ser magistrada de la Corte, declinó.
A diferencia de Linares, Botero no había pisado hasta ayer el Congreso, con lo cual tendrá menos tiempo para que los senadores la conozcan. Una vez que lo hagan, dado su carisma y su capacidad de persuasión, como dijo una fuente que la conoce a La Silla, “los senadores se van a querar lucir y se lucen más con ella”.
Aunque por su trayectoria en derechos humanos, Botero encontrará adeptos en la izquierda, también tiene un argumento fuerte para vender su postulación entre los del Centro Democrático: su confrontación directa como Relatora con los regímenes bolivarianos del presidente ecuatoriano Rafael Correa y de Hugo Chávez por sus cortapisas a la libertad de prensa.
De alguna manera, su abierta independencia podría jugar a favor de ella con los uribistas porque una de sus obsesiones es la idea de limitar el poder.
Su rol internacional en la Cidh también podría convertirse en una garantía para los que consideran que la Corte será la guardiana de los mínimos internacionales de justicia frente a la negociación con las Farc.
Ser mujer y el tipo de mujer que es ella podría movilizar a la bancada de mujeres que este año casi saca la paridad en las listas al Congreso, aunque sus posturas de avanzada podrían no convencer a las conservadoras.
Al final, los votos de la U serán decisivos porque ese partido está muy dividido frente a la elección del magistrado, y en este partido, un guiño más explícito de Santos podría ser determinante.
Además del proceso de paz (que le irá bien con cualquiera de los tres), la otra variable que seguramente pesará en esta elección es la situación de crisis en la que se encuentra la Corte Constitucional.
El escándalo alrededor del magistrado Jorge Pretelt tiene a esta corporación totalmente fragmentada y ha creado un ambiente de trabajo muy difícil para los magistrados después de que le pidieron la renuncia y fracasaron. El regreso del polémico magistrado Alberto Rojas tras ser restituído ahondó la desconfianza entre los magistrados. En ese contexto, la escogencia del reemplazo de Mauricio González es fundamental y hay dos aproximaciones muy diferentes sobre lo que necesita la Corte.
“La Corte está en crisis, dividida en dos grupos que se odian. Por eso se requiere una persona que sea capaz de construir puentes, de construir consensos, que sea capaz de conciliar conceptos”, dice el analista y abogado Cárlos Suárez. “Catalina tiene una personalidad belicosa y la va a polarizar aún más”.
Linares es una persona tranquila, diplomática y de talante conciliador, a quien seguramente le quedaría más fácil y natural tender puentes entre la facción más conservadora y la más liberal de la Corte que Botero, que es más radical en sus convicciones y las defiende a muerte.
Para otros consultados por La Silla, la beligerancia y 'purismo' de Botero es precisamente lo que necesita la Corte.
“Una persona así sería un buen contrapeso a lo que existe hoy en la Corte. Sería la escrutadora porque a ella no le da miedo meterse a una pelea. Eso le devolvería la legitimidad a la Corte”, dijo otra fuente.
Entre esos dos caminos se moverá la elección del magistrado o la magistrada que podría inclinar la balanza de la futura Corte.
Les agradezco verificar que Catalina Botero (excelente candidata para el cargo al que se le postula) no cuenta con un título de Doctorado. Ella, como muchas personas, quedó con la candidatura encima. Y creo que lo hacía era en la Universidad Complutense de Madrid no en la Carlos III.
Dejemos a un lado tanta doctoritis que tiene fregado a este país.
Hola, Ella no dice que tiene Doctorado ni en su hoja de vida ni en lo que dijo el Presidente :
http://wp.presidencia.gov.co/AspirantesCargoCorte/Catalina_Botero.pdf
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https://youtu.be/HbhS5_ERghM
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SI hay país donde los títulos d nobleza se consiguen como todo, en botica, es precisamente Colombia; Aquí no hay delincuente d cuello blanco q no sea Doctor, y no precisamente x logros académicos, obedecen a ese estado d sumisión histórica ante el q se supone es + poderoso, ellos lo imponen y los subalternos lo asiente.
No es + q ver aquí en LSV cuando se habla d los tarjetones, no faltan los q dicen el Dr., la Dra, asumo q son sus jefes y ese respeto es superior al título nobiliario, olvidando q LSV no es la oficina.
Eso sí, colocan bien clarito el nombre y completico, el jefe tiene q ver q los súbditos son fieles.
Abajo dije ‘’asumamos q los títulos d nobleza son ciertos, ..xq esta es Colombia’’ y zassss…hh!!!, aparecen las correcciones a la + opcionada, q’ vaina ombeee…, no aprendemos. El caso Springer-tocarruncho no sirvió d nada.
Un ejemplo de lo anterior es observar cómo a Luis Eduardo Garzón se le menciona el grado de "Doctor", ¡solamente con tres años de derecho encima! Colombia es el país con más Doctores per capita del mundo, pero al parecer esto no sirve de mucho cuando hablamos de mejorar condiciones para el desarrollo del país.
Y volviendo al "affair" Lucho, en un Centro Comercial de la Carrera 7a con Calle 32, aparece una placa donde se menciona al "Doctor" Luis Eduardo Garzón como Alcalde Mayor de Bogotá. Doctoritis everywhere.
Sí, el artículo sobrevalora los títulos de las personas referencidas y con la posibilidad de alguna de ellas ser escogida por el Senado de la República para reemplazar al saliente magistrado de la Corte Constitucional, MAURICIO GONZALEZ CUERVO. Más importante que esos títulos académicos es la visión filosófica, política y social de los ternados y los valores éticos existentes en su haber profesional.
Se espera que el nuevo o nueva magistrada haga realidad los derechos humanos y no se queden en solo documentos, en mi caso las tutelas iniciadas sobre pensiones que las corporaciones mediante habiles fraudes niegan a los trabajadores, han sido negadas siempre con el argumento de que no existe daño irremediable, pero si fuera una tutela de 25.000.000 para uno de sus compañeros todo estaría probado y se emite fallo a favor del colega.
Si Catalina Botero gana, pasaría a ser la magistrada más bonita en la historia de la Justicia en Colombia
Rasgos comunes, egresados de los andes y el externado, funcionarios de la alta burocracia internacional, miembros de clubes sociales, amigos de presidente y expresidentes, es decir miembros de la misma capa social o estrato seis o siete. Sera que los demas egresados de otras universidades y estratos son unos estupidos y sin los rasgos y capacidades de estos para aspirar a una magistratura? Esas formas son las que llaman Democracia?
Ya escogida la terna, por lo que precisa JUANITA LEÓN nada tiene de raro que resulte escogido en el Senado, Alejandro Linares. La mayoría de los congresistas colombianos no se guían por el prestigio o los méritos académicos que tenga este o aquel candidato o candidata. Ya se dijo, las negociaciones de paz con las FARC salen favorecidas con cualquiera de las 3 personas ternadas. Pero no hay necesidad de tejer delgado para comprender que los pergaminos, el prestigio y los méritos prácticos no son los referentes de SANTOS. Por las mismas historias que ha hecho LA SILLA VACÍA y por ser SANTOS un pragmático sin escrúpulos, cuenta bastante lo anotado por JUANITA respecto a LINARES: “hace rato Santos lo quería ternar”, "Su hermana Beatriz fue directora de la Agencia Nacional para la Pobreza de Santos" "Era, además, amiga de Tutina, la primera Dama"... "pertenece al mismo círculo social de Santos, del Country Club...cuenta, además, con el apoyo del ex presidente César Gaviria..."
Cierto, Magdalena entró al final de la terna, pero creo que aunque no tiene el carisma de Catalina, tiene personas que harían ese equilibrio por ella y que le harían la mayor campaña posible.
Asumamos q los pergaminos académicos y q la experiencia requeridas son ciertas, etc. etc.,-esta es Colombia-; la decisión es x Qn? tiene las mejores relaciones con el senado, el tapete d siempre, el político.
LSV habla da un equilibrio q yo la verdad no veo, siendo los 3 +preparados q un yogurt, la Correa entró como relleno para dejar claro q al final no hay + q 2 opciones, una netamente liberal-progresista y otra con manejo económico q lo pone muy cerca a los senadores.
El necesidad 1a es el apoyo a las decisiones d la Habana, sea hombre –mujer-blanco-negro, en fin; ésas condiciones d genero-raza en algunas decisiones normalmente me molestan, xq no terminan +q cumpliendo un norma x encima d los verdaderas capacidades.
La porra final a favor d Catalina ojalá les funcione x el bien d la dosis d progresismo q requiere la corte, pero al final el manejo dl Sr dinero puede quemar el pan en la puerta dl horno.
Ñapa:Encuestadores y medios n la mira d la CNE y con justifi.. razon
La Dra. Catalina Botero de lejos es la candidata más idónea para ocupar el cargo para el cual ha sido ternada. Tiene una hoja de vida impecable, una inteligencia envidiable, honestidad a toda prueba, gran jurista, con experiencia en la misma Corte como Magistrada Auxiliar y con lujo de resultado....etc.etc.etc. Su designación sería una señal clara de que se quiere que la Justicia se sanee, en beneficio del país. Además, sería un justo reconocimiento a la mujer !!
Catalina Botero no tiene doctorado por lo que ese titulo se le hace grande Muchisimo mas cualificada magdalena correa, gran defensora de los derechos humanos , de las minorias y el medioambiente en la invisiblidad de los medios y sin tanta propaganda y la mas preparada academicamente, ademas la unica con doctorado Y SIN FILIACION POLITICA
Segun observo esta es la tipica decision que se hace como bogotanada. Nada vale si no proviene de los corredores del poder centralista. Y en realidad, las supuestas dotes de los aspirantes como juristas quedan finalmente no en su valia etica o moral o intelectual sino en quien tiene mas influencia o que lideres lo apoyan. Me gustaria que el elegido no fuera de ese circulo dantesco, atropellador y centralista.
magdalena correa es una academica sin ninguna influencia politica, y con un gran compromiso con los derechos humanos,
creo que entro como cabeza de turco pero va a dar muchas sorpresas por sus trabajos exitosos en temas constitucianeles
no tiene experiencia politica pero la avala una excelente y envidiable hoja de vida, es investigadora docente de colciencias
que mas, debe ser la proxima magistrada