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Durante la conmemoración de los 50 años de Andiarios y firma de la Declaración de Chapultepec, el presidente Juan Manuel Santos le respondió a Uribe y destacó los resultados en seguridad, en materia social y económica. |
Juan Manuel Santos se precia de haber sido un periodista, aunque nunca fue un verdadero reportero. Pero lo que sí es cierto es que, como creció entre periodistas, conoce mejor que nadie cómo piensa ese gremio. Y qué mejor escenario para devolverle a Álvaro Uribe sus pullas amplificadas que aquel donde están reunidos todos los dueños de los medios.
Anoche, en la conmemoración de los 50 años de Andiarios, el gremio que reúne a los principales diarios del país, Santos aprovechó para responder ‘algunas críticas’ recientes que le han hecho a su gobierno. Sin jamás mencionar por el nombre a Uribe y tras decir que "nada ni nadie, ni siquiera mi muy admirado antecesor, lograrán que yo critique su gestión o que yo me convierta en su enemigo", procedió a hacer de manera elegante todo lo contrario (ver discurso).
Primero contestó la crítica del ex presidente sobre el nombramiento como Ministro de Trabajo de Rafael Pardo, uno de los grandes contradictores del gobierno Uribe (y quien, como varios otros ministros, se encontraba en el auditorio).
Otra vez, sin mencionar nombres, Santos recordó: 1) qué él (Santos) había fundado el Partido de La U y 2) que el partido se llamaba Partido Social de la Unidad Nacional porque buscaba esa unidad y 3) que, dado que él había fundado ese partido, creía en sus postulados, en sus doctrinas y “en la necesidad de mantenerlas vigentes”.
Frente a la crítica que hizo Uribe –y que ya en el pasado han repetido otros uribistas cercanos a él– en el sentido que los militares están desmotivados, Santos aplicó la misma estrategia que utilizó en su campaña presidencial contra Mockus: intentó devolverle como un bumerán su crítica sacándola ligeramente de contexto (la crítica de Uribe es real y Santos lo sabe) y poniendo a Uribe no como aliado de las Fuerzas Militares, sino como su injusto opositor.
“Decir que nuestras Fuerzas Armadas están desmotivadas es desconocer el continuo y permanente riesgo que cada día nuestros soldados y policías enfrentan en todo el territorio nacional”, dijo el Presidente. "Incluso —me perdonan— pero cerca de 40 uniformados perdieron sus vidas recientemente en atentados de la guerrilla y no podemos ahora decir que esos héroes eran un grupo de desmotivados que estuvieran rehuyendo el combate. Todo lo contrario: estaban en el frente de batalla, cumpliendo con su deber, protegiendo a la población y merecen todo nuestro reconocimiento. Hoy no puedo más que exigir —muy respetuosamente— que le demos todo el apoyo a nuestras Fuerzas Armadas. No permitiremos que su labor se vuelva ahora objeto de un debate o de controversias políticas. A nuestros soldados y policías, toda la gratitud, todo el honor y toda la gloria".
En otras palabras, el que señale las fallas de seguridad es un ingrato con las Fuerzas Militares.
Frente a la tercera crítica, que su gobierno es un ‘gobierno de anuncios’, Santos le ‘dio la razón’, pero sólo como excusa para recordar que los anuncios que había hecho eran de los logros de su gobierno. No lo dijo explícitamente, pero escogió aquellos ‘anuncios’ que a Uribe quizás le hubiera gustado hacer: firmar “por fin” el TLC con Estados Unidos, reducir a un dígito el desempleo, obtener grado de inversión por parte de las calificadoras de riesgo, lograr la Secretaría de Unasur, liquidar el DAS “para que nunca más fueran espiados ilegalmente los periodistas críticos o los opositores de un Gobierno” y descubrir “muchos focos de corrupción en la salud, en la Dian, que le han ahorrado ya no cientos de miles, sino billones de pesos al erario colombiano. Y se anunció que de cientos de miles de hectáreas, descubrimos hectárea por hectárea que se la habían robado los corruptos”.
La única crítica que dejó a juicio “del país y del pueblo” fue la más dura del expresidente –quizás por ser la más cierta– y es que el gobierno de Santos carecía de fervor popular.
Y remató de la manera más cachaca posible, ensalzando a su antececesor, ratificando que llegó al Gobierno “para seguir adelante la histórica gestión del Presidente Uribe” y diciendo que “para él sólo tengo —y tendré—, como lo he dicho siempre, gratitud, respeto y reconocimiento”.
Como era predecible, las palabras del Presidente fueron recibidas con un cerrado aplauso por parte de los dueños de los medios más importantes del país y reproducidas textualmente.
Tocará esperar la respuesta del ex presidente Uribe, que vendrá más temprano que tarde y a su manera. Porque lo que está en juego en este momento es la pelea por La U con la perspectiva de la reelección.
Si Juan Manuel Santos se quiere reelegir en el 2014, o por lo menos tener las opciones abiertas para hacerlo, el Presidente necesita seguir siendo el jefe formal de La U y el jefe de facto del Partido Liberal. Con el nombramiento de Rafael Pardo, en el gabinete quedan claras dos cosas: que Pardo está convencido de que Santos buscará otros cuatro años en Casa de Nariño (y que por lo tanto tendrá que postergar sus propias aspiraciones presidenciales) y que el Partido Liberal adoptará a Santos como jefe putativo. Ya el representante Simón Gaviria le había pedido al Presidente en una reunión de bancada que se ‘inmiscuyera’ en los asuntos internos del Partido Liberal y ayer el otro delfín liberal, el senador liberal Juan Manuel Galán, le insistió que recogiera el trapo rojo.
La decisión del partido de no nombrar un director que reemplace a Pardo, sino una dirección colegiada de parlamentarios, facilita que Santos ejerza fácilmente su liderazgo sobre su antiguo partido.
El senador liberal Juan Fernando Cristo anunció ayer que en diciembre en el Congreso liberal “no se puede dejar pasar la oportunidad de la ‘constituyente liberal’ de este año para que haya una nueva dirección colegiada de la colectividad integrada por miembros de ambas colectividades (Partido Liberal y Cambio Radical), tras la salida del cargo del designado ministro de Trabajo, Rafael Pardo. Y que que el próximo año se invitaría a los miembros del Partido de La U para este fin”.
El escenario de que Santos asuma como jefe de facto del Partido Liberal deja descolocado al Ministro del Interior Germán Vargas Lleras, quien se perfilaba como el líder y candidato presidencial de un partido reunificado entre Cambio Radical (que tenía candidato pero no partido) y el Partido Liberal (un partido en busca de candidato). Pero los liberales prefirieron a Santos como interlocutor y donde manda capitán no manda marinero.
Por su parte, el ex presidente Uribe, que siempre ha desconfiado de los partidos y nunca quiso crear uno propio, en este nuevo escenario necesita una plataforma desde la cual utilizar su capital político para pavimentar su vuelta al poder, así sea en cuerpo ajeno (pero un cuerpo que sí le responda). Y La U sería el espacio natural. Al fin y al cabo, así el presidente Santos ahora diga que La U le apuntaba a la Unidad Nacional, cuando se decidió el nombre del partido lo que se buscaba era la asociación de la U con el apellido del entonces presidente Uribe.
Por eso, la jugada de Uribe al criticarlo abiertamente es obligar a Santos a decidir entre ser el jefe del Partido Liberal o el jefe de La U, pero no a aglutinar a ambos bajo su ala.
Después de la derrota de varios de los principales candidatos que apoyó Uribe, algunos se han preguntado por qué el expresidente optó por jugarse su inmenso prestigio apoyando a ciertos políticos que era obvio que en esta ocasión no tenían posibilidades de ganar como Federico Gutiérrez en Medellín o Carlos Mario Estrada en Antioquia. Y más aún, por qué, mientras los demás jefes políticos –incluido el de La U– se apresuraban a cantar su victoria en las pasadas elecciones, Uribe salió humildemente a reconocer su derrota, a pesar de que varios de sus candidatos en todo caso habían ganado.
Una posible explicación es que es más fácil cohesionar y crear la urgencia de cambio cuando la gente se siente perdedora que cuando está triunfal. Es aun más fácil cuando se encuentra un responsable externo de esa situación adversa. Y el ex presidente lo encontró al día siguiente, cuando Santos anunció el nombramiento de Rafael Pardo como Ministro de Trabajo.
“El Gobierno dice que no tenía candidatos, pero el Gobierno antes de las elecciones anuncia nombramientos que muestran total hostilidad hacia nosotros”, advirtió Uribe. Su frase obviamente fue acogida por los políticos de La U que saben que Santos no los ayudó en las elecciones pasadas. Es decir, que cumplió lo que ordena la ley, pero no lo que tradicionalmente hacen los mandatarios.
En su primer comunicado, Uribe marcó su visión de lo que debería ser el Partido de La U: “debe avanzar como partido de opinión basado en la credibilidad ciudadana y no en la agitación sectaria; su acción debe ser guiada por el Puro Centro Democrático que integra el equilibrio entre la Seguridad, la Inversión y la Cohesión Social; y como fuerza patriótica, debe aplicar la frase del General Herrera “La Patria por encima de los partidos”.
Y al día siguiente, ya sus alfiles dentro de la U como Juan Carlos Vélez propusieron su nombre para que se convirtiera en el jefe de La U.
Si Uribe realmente quiere ser el jefe de La U, el único que lo puede evitar es Santos y su alocución de anoche, recordando que él había fundado La U y que este era su partido, va en esa dirección. Santos no se puede dar el lujo de perder su liderazgo sobre La U, que es hoy en día el partido más grande del Congreso con casi la tercera parte de los senadores y tenerlos en la oposición. Y menos aún, si por el otro lado, el movimiento Progresistas de Petro gana tracción.
Y aunque no se sientan tan apreciados como quisieran por el Presidente, los congresistas de La U intentarán al máximo quedarse dentro de la Unidad Nacional. Por un lado, varios pesos pesados de La U son más santistas que uribistas como Piedad Zuccardi, Germán Hoyos, Aurelio Iragorri e incluso Roy Barreras y Armando Benedetti, que ya ayer salieron a decidir que La U no podría dividirse entre Santos y Uribe. Y segundo, el poder presidencial es inmenso y nadie –que pueda evitarlo– quiere salirse de su órbita.
Pero al mismo tiempo, si el expresidente Uribe pide ser el jefe de La U, o por lo menos actúa como si lo fuera, también será difícil para los congresistas evitar que ejerza ese liderazgo oficial o de facto. Y lo ejercerá cada vez más a medida que se aproxime el momento en el que Santos tenga que anunciar que buscará su reelección. La pelea por el ‘centro democrático’ –que es donde se ha ubicado Santos– se intensificará. Y el campo de batalla será el Partido de La U.
El expresidente esta muy dolido por haber resultado un dictador fracazado y tanto es su dolor que lanza dardos en contra del presidente Santos y junto con sus lagartos (que ya son muy pocos) hablan y desprestigian la labor presidencial. Doctor Santos, usted es el presiente de los colombianos y creo que es bueno recordárselo a quienes aún no lo quieren aceptar.
Mientras el Presidente Santos insiste en ser el fundador del partido de La U y de su pertenencia a este ademas de decir que "cree en sus postulados, en sus doctrinas y “en la necesidad de mantenerlas vigentes", los miopes del Partido Liberal le ruegan para que el sea el "jefe de facto" de la colectividad. Que miseria, que agonia. No hay peor negrero que un negro.
IRRUPCION Y ANUNCIOS
Buscando reagrupar a la patota
El ex ex se pronuncia por la herida,
Usa para ello una expresión manida
Fiel táctica y estilo Jota Jota.
El voz a voz mantiene que complota,
Movido por el ansia desmedida
Del poder para el resto de su vida
Y cobrar intereses gota a gota.
A caballo de encuestas anormales
El país recorrió, samaritano,
Con discurso falaz, tez rubicunda;
y pensar que al final, en los canales,
PeñaUribe y Garzón chocan la mano
Para sellar la formidable tunda.
@RIGUEZ_A
Volví a leer el ertículo, y de verdad que es excelente. Tengo en algunos aspectos otro punto de vista, pero tremendamente válidos los argumentos centrales. Es un placer leer artíclos de este nivel. Qué bien tener La Silla Vacía!
el asunto aca no es quien fue es mejor presidente o quien tiene mas favoritismo. hay que ser sinceros y objetivos analisando estos dos personajes.si bien sabemos duela a quien le duela, uribe recupero la credibilidad de los colombianos e inversionistas extrangeros por medio de una garantia a la seguridad, ¿pero donde quedo lo social?, lo dejo de lado por completo y entrgo al pais con unas tasas de desempleo alto y crisis en la salud. ahora juan manuel santos, es un presidente que a pesar de no ser tan del pueblo como lo fue uribe, si se preocupa mas por este, y se le ve el esfuerzo que hace por el bienestar social de los colombianos, ¿pero que pasa con la seguridad?, mas bien uribe deberia recalcar lo que ah logrado santos en lo social y aconsejar que hacer para la seguridad, tal cual como hace santos, que a cada rato recuerda lo beneficioso que fue irube para el pais sobre todo en seguridad y recuperacion de la confianza de los colombianos y extrangeros
y las falsas desmovilizaciones de los paracos... ahi siguen campantes paseandose por la finca del los Uribe en Cordoba, obvio que a Uribe no le conviene dejarse desplazar del poder... y como no gano ni una en estas elecciones viene a ponerse en el puesto que le corresponderia a Santos... como se va a dejar "echar mano" como dice Y0nyO, le aplican todo el peso de la ley, por que asi a algunos les parezca el mejor presidente que ha tenido Colombia, este tipo le hizo tanto daño al, pais permitiendo la corrupción (por lo mismo: por no perder el poder) que vamos a tardar muchos años en conseguir una verdadera democracia...¡Pueblo ingenuo y credulo de medios!
wow, por eso es que me encanta la silla vacia, nunca se puede ver esto en otros sitios de informacion
Que dilema tan grande el de la U, aunque me parece que se quedaran bajo el "cuidado" de Santos, no se pueden dar el lujo de salirse de la unidad nacional y arriesgarse a perder poder en el pais, la influencia de Uribito ya no es lo que era antes, se quedara con las ganas de volver al poder, por lo menos en un buen tiempo....
Santos sabe jugar mejor que Uribe, no pierde la compostura y no es tan "apasionado" como su antecesor en sus comentarios y discursos, a la larga eso le costara muy caro a Uribe y le traera buenos momentos a Santos en su gobierno
10 puntos para este análisis.
secundo esta mocion, este analisis no se ve en NINGUn otro medio!
El analisis es excelente. No he visto ninguna columna en los periodicos nacionales que tenga tanta profundidad y certeza. Me imaginaba que algo sucedia entre Uribe y Santos, pero ahora que usted lo menciona, ya se que es.
La pelea es entre la inteligencia politica de uribe y la habilidad pokerista del presidente santos. Deberian unir habilidades: La accion de Uribe y la planeacion de Santos, para que no todo se quede en anuncios.
Para entender mejor la política colombiana y errar lo menos posible, es menester comprender a cabalidad el tema de los contextos. El de la política es el Poder en todas sus dimensiones, espacios, tiempos, estilos y formas. Los protagonistas desfilan en el escenario y de manera compleja en los tiempos de hoy captan de manera virtual y poco real las simpatías y los adeptos. Porque el ámbito de la opinión con el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han construido nuevos escenarios de competencia en los que los medios cumplen un papel fundamental.
SANTOS es mejor jugador que URIBE, no solo de poquer, sino también en las adecuaciones de la ímagen y de los mensajes. Vemos a un Presidente con sonrisa a bordo, mientras a URIBE se le quieren salir los ojos de la rabia cuando se produce un hecho o se configura una situación que riña con sus apetencias políticas o sus "verdades" bien pensadas.
JUAN MANUEL SANTOS no es igual a URIBE, aunque sus intereses de élite política, económica y social los identifique. Eso sí en espacios distintos: URIBE es un hacendado, estrechamente vinculado, además, a los empresarios agrícolas. Por el contrario, SANTOS es un empresario de Ciudad, ligado o muy sintonizado con los grandes comerciantes, dueños del mercado interno y exportadores y también muy bien conectado con los grandes banqueros y los grandes industriales, lo que de ninguna manera significa que el finquero ÁLVARO URIBE VELEZ no haya compartido vínculos e intereses con estos sectores. Pero no en el mismo grado que SANTOS. Tanto así, que los industriales, por ejemplo, no estuvieron de acuerdo con la reelección. Recuerden las declaraciones de LUIS CARLOS VILLEGAS ECHEVERRY, Presidente de la ANDI. Sin embargo, no porque una persona, clase social, sector o estamento comparta intereses con sus similares es igual. De ahí que BENITO se equivoca al decir que SANTOS I es igual a URIBE III.
no se trata de deseo de venganza, Uribe si no logra poner peones en el poder o no logra reelegirse le hechan mano.
Pues la verdad no creo que Uribe haya perdido a proposito. Él no es de esa mentalidad, para él se gana o se gana y nunca pierde, por mucho empata.
Lo de los comicios electorales fue la consecuencia de la disminución de la imagen de Uribe en los colombianos.
Con el paso de Uribe a la oposición, creo que para bien o para mal se llega a algo bueno, porque el gran problema de este gobierno es que no tenía oposición...o bueno si tenia una, la del polo, que estaba muy mermada por culpa de los hermanitos Moreno que ayudaron acabar con el partido y de sus directivos y algunos senadores, que por no perder ninguna, no entraban en la autocritica sino buscaban chivos expiatorios para culpar de su situación.
Con Uribe, ya Santos no va a tener el mismo unanimismo del que gozó en este año que esta a punto de acabar. No me gusta Uribe, pero si me gusta que este entre a la oposición. De alguna forma puede ayudar a consolidar un poco aquella democracia que destruyo en su gobierno.
Una pregunta ¿Por qué cuando Uribe se le arrodilló al ELN haciéndole la absurda propuesta de darles plata para que no siguieran secuestrando no se le "bajó la moral" a la tropa? Es más ¿Se quiso enterar la godarria que durante siete años hubo un proceso de paz con el ELN?
La revelación de estas elecciones regionales: el caudillismo más que las ideologías vehiculadas por verdaderos partidos políticos, hace que la otra opción, no la que se describe tácitamente en este artículo, sea el refuerzo de verdaderos movimientos políticos. La "ola verda" en el fondo nos recuerda que la gente necesita de estos instrumentos para que la espontaneidad y la líquidez de las relaciones políticas entre los ciudadanos no se evapore en torno a personalidades que enfocan en su liderazgo todas las expectativas ciudadanas y luego se conviertan en caudillos de nuevo (e incluso viejo) cuño. Progresistas debe ser en este sentido un nuevo experimento que le apueste a la consolidación de una visión política que aglutine a la población y fortalezca la democracia en Colombia.
La reaccion de Uribe fue producto de dos cosas: 1) La humillante derrota en las pasadas elecciones. Es inaudito para el tener que darse cuenta que para ganar votos ya no cuenta con burocracia, notarias, con casi 300 consejos comunitarios donde hacia politica repartiendo chequesitos y mercados en vivo y en directo por radio y TV nacionalmente, donde tenia un microfono para llamar 'terroristas vestidos de civil' a la poca oposicion que tuvo esos 8 años aciagos.
Uribe ha recorrido el pais, siempre acompañado de Oscar Ivan Zuloaga. Yo creo que esa es su ficha para el 2014 contra Santos, si Zuloaga termina de rueda suelta en el Partido de la U o de Uribe...
Que desagradecido es Uribe con el manzanillo Rafael Pardo. Parece que se le olvido que cuando este fue senador en el primer uribato, Pardo fue ponente en el senado para reformar el 'articulito' para cambiar la constitucion y lograr la primera reeleccion fraudulenta, de la cual Uribe y sus hijos tanto se han benefi$iado.
Volvimos a los tiempos de la era del bipartidismo, solo que ahora el gran partido Conservador está desaparecido. El tiempo de los conciliaburos de los grandes jefes del agonizante partido liberal revivido a base de respiración boca a boca. En mas temprano que tarde el reemplazo del mono jojoy estará nunciando la cita de ellos en las ciudades, gracias a la intensión conciliadora con la guerrilla del Presidente Santos y al querer completar su trayectoria política siendo el jefe del GRAN PARTIDO LIBERAL, que no ha hecho mas que darle aliento a una guerrillla en contra del desarrollo y vida de Colombia. Busquemos en la historia y allí encontraremos las respuestas mas aterradoras. De donde viene la guerrilla y cuales fueron sus origenes???
Tambien le queda el Ministerio del Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo, en manos de la inefable Beatriz Uribe.
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