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Jueves Septiembre 21, 2023

 

El próximo martes se adjudica la billonaria licitación de recolección de basuras en Bogotá y la empresa que más probabilidad tiene de ganársela, y que actualmente presta el servicio de recolección en buena parte de la ciudad, cambió de dueño el año pasado sin que los medios lo hayan registrado.

El Consorcio Aseo Capital perteneció hasta noviembre de 2010 a los hermanos Alberto y Javier Ríos Velilla. Estos dos empresarios no solo eran dueños de esta empresa sino también de empresas de transporte en Bogotá, Chile y Panamá, compañías de aseo público en diferentes ciudades del país y empresas de generación eléctrica. Además, son grandes amigos de los hermanos Vargas Lleras y unos de los principales financiadores de las campañas políticas del actual Ministro del Interior y de Cambio Radical. El hijo de Alberto Ríos es el concejal Felipe Ríos, una de las figuras jóvenes con mayor proyección dentro del partido de Germán Vargas.

En septiembre del año pasado, los Ríos aparecieron mencionados en el escándalo de los Nule, de quienes fueron socios en la compra de Enertolima y Enerpereira, dos empresas del sector eléctrico que estuvieron entre los más grandes negocios de los señalados primos.

Pero por razones que La Silla Vacía no pudo establecer, en noviembre los Ríos Velilla vendieron sus acciones en Aseo Capital.

Los Ríos manejaban Aseo Capital a través de dos empresas colombianas, Asear Serviequipos de Colombia y Equity Proyectos, que controlaban el 83 por ciento de las acciones de la compañía. Otras tres empresas panameñas, Tiznow Finance Corp, Barnes Finance Trading Corp y Ramber Latinoamérica, tenían el restante 17 por ciento.

En marzo de este año, ya con el proceso de la actual licitación de recolección de aseo en marcha, la compañía había cambiado de dueños. En pasados meses también vendieron su participación en empresas de transporte y hace algunas semanas entraron en un duro debate con la Financiera Energética Nacional por una deuda de Enertolima con esta entidad Pública.  

Actualmente Inversiones Nuevo Quinquenio controla Aseo Capital con el 94 por ciento de sus acciones. El restante 6 por ciento es de una pareja y sus dos hijos.

Los nuevos dueños

Inversiones Nuevo Quinquenio es una empresa relativamente nueva que ha cambiado de manos varias veces desde que fue creada el 5 de agosto de 2010.  Inicialmente fue fundada con el nombre Inversiones Roxi, por dos empresas que tenían cada una el 50 por ciento de las acciones: Servinformación y Optimizar Servicios Temporales. Pero pocos días después, el 24 de agosto, la empresa cambió de nombre por el de Inversiones Nuevo Quinquenio. Y sus dueños ya no son los mismos de cuando fue creada.

Mónica Patiño, gerente de Servinformación y uno de los nuevos propietarios de Aseo Capital.

Foto: www.evaluamos.com

Miriam Margoth Martínez, destituida directora de la Uaesp, fue quien preparó toda la licitación. Ahora será Juan Carlos Junca, quien venía asesorando la licitación, quien la adjudique.

Optimizar, una empresa de servicios temporales y de relaciones laborales, es de propiedad de la familia que encabeza Robert Francy Caballero. Los otros socios son su esposa Ingrid Ann Gómez, sus dos hijos y su hermano Rafael Eduardo Caballero. Robert Francy Caballero, quien tiene el 90 por ciento de Optimizar, también es su gerente.

Hoy en día, según los documentos de la Cámara de Comercio, la familia Caballero ya no aparece entre los propietarios de Nuevo Quinquenio, ni directamente ni a través de Optimizar. Pero sí se quedaron con el 6 por ciento de Aseo Capital. Es decir, ahora son socios de la empresa que ayudaron a fundar pero no de la empresa fundadora.

Servinformación, la socia de Optimizar cuando fundaron Nuevo Quinquenio, también desapareció de la compañía. Pero en su lugar quedaron sus propietarios.

De hecho, la composición accionaria de Nuevo Quinquenio es idéntica a la más reciente que La Silla Vacía pudo conocer de Servinformación: 24 por ciento de Carlos Giovanni Parada, 1 por ciento de su esposa Besna Andrea Rosero Reyes, 28 por ciento de Patiño Ocampo y Compañía, 24 por ciento de Peláez Patiño y Compañía y 23 por ciento de Gutiérrez Arias y Compañía. Patiño Ocampo, Peláez Patiño y Gutiérrez Arias son compañías de familia. Pertenecen a las hermanas Mónica y María Ximena Patiño Ocampo, y a sus hijos.

Es decir, los Ríos vendieron su empresa a los socios de Servinformación. No eran desconocidos suyos, ya que esta empresa desde hace varios años provee los equipos que permiten saber permanentemente dónde están los camiones de Aseo Capital. También ha tenido contratos con otras empresas de los Ríos, como Enertolima y Servigenerales, aunque su portafolio de clientes es mucho más amplio. Y también sus servicios, que incluyen encuestas de opinión como las que hace en Cali.

A la larga, los actuales dueños de Aseo Capital, una compañía que en libros vale 25 mil millones de pesos, son Mónica y María Ximena Patiño Ocampo (y sus hijos), que tienen el 75 por ciento de Nuevo Quinquenio y el 70,5 por ciento de Aseo Capital, y Carlos Giovanni Parada (y su esposa), con el 23,5 por ciento.

Según los documentos oficiales, son ellos, y no los Ríos Velilla, las cabezas detrás del proponente que por ahora parece tener más opciones en la licitación del aseo de Bogotá. La pregunta que queda es por qué los Ríos salieron de esta empresa justo cuando la licitación estaba ya andandando y ellos tenían tanta opción de ganarsela y cuánto les costó a los nuevos dueños hacerse a ella y cuánto recaudó el Estado en impuestos fruto de esta transacción.

La agresiva oferta de Aseo Capital en la licitación

Aseo Capital se presentó a la licitación de recolección de basuras y aseo junto con otras empresas, incluyendo a sus socios de Servinformación. Las otras son Aseo-Servicios, una compañía de Bucaramanga dedicada al aseo de edificios y oficinas; la compañía de ingeniería eléctrica Neoglobal y la compañía de telecomunicaciones Lysetec.

Hasta el momento se conocen las evaluaciones preliminares técnicas, jurídicas y financieras de las ofertas que presentaron los 13 proponentes. Aún falta conocer las ofertas económicas, que se conocerán el viernes en la audiencia de adjudicación, y que entregan 700 de los 1000 puntos que puede obtener cada proponente.

Pero, aunque falte el componente económico, la propuesta de la Unión Temporal Aseo Capital ha llamado la atención por el buen resultado que obtuvo: tiene el puntaje más alto en cinco de las seis zonas de aseo en que se dividió Bogotá. Y el segundo mejor puntaje en la sexta zona.

Esa diferencia la logró comprometiéndose a tres cosas: ceder una muy generosa participación de la empresa a los recicladores; asegurando que va a lograr reciclar el 100 por ciento del material aprovechable desde el primer año de la concesión; y asegurando un buen número de puestos de trabajo para los recicladores. Esos tres ítems (participación de los recicladores en la empresa, aprovechamiento de las basuras y empleos para recicladores) entregaban en total hasta 200 puntos, y Aseo Capital obtuvo entre 171 y 187 puntos.

Casi todos los proponentes se comprometieron a aprovechar la totalidad de las basuras desde el primer año, por lo que ése ítem no marcó grandes diferencias. La clave estuvo en el enganche de recicladores, en el que Aseo Capital siempre estuvo por encima del promedio. Y sobre todo, en la oferta de participación de los recicladores en la compañía.

Aseo Capital ofreció entregarle a los recicladores mínimo el 27 por ciento de las acciones de la empresa. En dos zonas, las más apetitosas, se comprometió a transferir a los recicladores el 71 por ciento de las acciones de la empresa, y en otras dos el 59 por ciento. Ningún otro proponente ofreció más del 50 por ciento, y en promedio ofrecieron el 22,5 por ciento.

Esta agresiva oferta de Aseo Capital ha prendido las alarmas. Aunque la participación que se ofrece a los recicladores, según los pliegos de la licitación, es como socios industriales, que ganan utilidades pero no participan del manejo de la empresa, entregar el 71 por ciento de las utilidades a asociaciones de recicladores que no tendrán que poner nada a cambio suena sospechosamente generoso. Sobre todo debido a que la Uaesp, la unidad de la Alcaldía encargada de la licitación, no le permitió a los proponentes escoger libremente con qué asociaciones de recicladores asociarse sino que la Uaesp rifó las zonas de aseo para los recicladores previamente y ahora los empresarios tendrán que asociarse obligatoriamente con la asociación de recicladores preseleccionada. Y -lo que es insólito- estas asociaciones ni siquiera están obligadas a recoger desechos en la zona que ganan las empresas de las que resulten socias.

Por eso el apoderado de otro proponente, Bogotá Ambiental, envió una carta a la Uaesp, la Comisión de Regulación de Agua, la Superintendencia de Servicios Públicos, la Alcaldesa Clara López y la Procuraduría General de la Nación, en la que muestra los problemas de aceptar esos porcentajes de cesión de acciones. Y menciona explícitamente a Aseo Capital, Desarrollo Limpio, Conambientales y Cavo Vigía, que ofrecieron 45 por ciento o más.

Emagnor Tessinari, el apoderado de Bogotá Ambiental, señala que estos compromisos pueden traer tres consecuencias negativas. Pueden llevar a que los operadores presionen un alza de tarifas, para que así puedan recuperar su inversión, o a que se encuentre que las tarifas están actualmente tan infladas que permiten desprenderse del 71 por ciento de las utilidades y seguir haciendo un buen negocio. Y también podrían producir problemas en el servicio, porque al entregar una porción tan alta de las utilidades a los recicladores, son pocas las que se pueden reinvertir, y habrá un mayor incentivo a sacrificar el servicio para asegurar la rentabilidad.

Como no se ha abierto el sobre con la oferta económica, es posible que Aseo Capital pretenda cobrar más dinero al Estado (y a los usuarios) para compensar la porción de utilidades que ofrecieron ceder a los recicladores. Pero eso sería contraproducente, porque perderían la ventaja en puntos que tienen.

El martes, cuando se realice la audiencia de adjudicación (si es que no se aplaza de nuevo ya que la Corte Constitucional está investigando si la Uaesp desacató sus órdenes frente a los recicladores), quedará claro si ésta era la intención de Aseo Capital. Si su oferta económica también es competitiva, entonces la recolección de la basura de Bogotá estará en manos de unos empresarios nuevos en el sector del aseo.

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Germán Vargas Lleras
Comentarios - Cada usuario tiene la posibilidad de incluir solo tres comentarios
Jue, 2011-08-18 09:07

Si Miriam Margot Martínez era la ficha de los Moreno en la UAESP tiene que haber dolo en el proceso. Póngale la firma! Todo lo de los Moreno hedía a basuras descompuestas. Hay que tener un ojo avizor en esta licitación. Esta señora, la Martínez, que en buena hora la botaron, permitió que nuevos grupos de recicladores se armaran para la licitación. No será que los Ríos, como fruto de los negocios con los Nule quedaron de "basureros"? Increíble lo que lograron esos rateritos de la sabana de Sucre, emparentados en algunos caso con gente "bien" (?) de Barranquilla.

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