Desde que arrancó este gobierno, cada semana se destapa un escándalo de corrupción desde algún ministerio: el de Protección Social encontró un concierto para delinquir entre funcionarios del ministerio, los del Fosyga y los de las EPS para los recobros; el del Interior dijo que donde pusiera el dedo encontraba ‘pus’: ya fuera en la adjudicación de las notarías, en las cárceles o en Estupefacientes; el de Transporte denunció las irregularidades en las concesiones del Inco; el de Defensa, malos manejos en el Club Militar; el de Agricultura, puso en el ojo del huracán la pasada administración del Incoder. Y a esto se suman los Nule, SaludCoop…
Juan Manuel Santos, cuya candidatura tembló en algún instante al enfrentarse al discurso de legalidad de Antanas Mockus, ha iniciado lo que parecería una cruzada contra las mafias dentro del Estado. Sin embargo, lo que demuestra la última encuesta de Gallup es que a este paso los colombianos necesitarán Prozac para enfrentar más escándalos.
Según esta medición -que se aplcia periódicamente a mil personas en las cuatro principales ciudades del país y que tiene un nivel de confiabilidad del 95 por ciento- desde octubre pasado, el porcentaje de colombianos que cree que el país está empeorando se triplicó. Pasó de un 20 por ciento de pesimistas a 54 por ciento. Y el número de optimistas pasó de un 61 por ciento a menos de la mitad, con un 27 por ciento. Tan solo en los últimos dos meses, bajó 15 puntos.
La corrupción que se presenta en algunas esferas del gobierno explica el mayor pesimismo en un 15 por ciento, según Jorge Londoño, el presidente de Gallup Colombia.
Curiosamente, aunque las cifras económicas del gobierno son hiperoptimistas, Londoño explicó que un 52 por ciento del desplome del optimismo se explica por la "desaceleración económica" producida por el invierno.
El resto de la culpa del pesimismo, según la encuesta, son los problemas de inseguridad en las principales ciudades. El 68 por ciento de los encuestados cree que la inseguridad está empeorando y casi dos de cada tres colombianos desaprueban el manejo que el Presidente le está dando al tema. Si fuera por los encuestados, Rodrigo Rivera estaría en la cuerda floja.
El dato de la corrupción es quizás uno de los más interesantes pues, pese a que se han destapado varias ollas podridas, siete de cada 10 personas considera que la corrupción está empeorando. “Aunque no le castigan la corrupción, cada nuevo escándalo juega contra Santos y no contra Uribe”, dice Londoño.
De hecho, aunque Santos mantiene un 66 por ciento de favorabilidad, perdió diez puntos desde octubre, y la popularidad de Uribe, en cuyo gobierno se cometieron los actos de corrupción que hoy se denuncian, mantiene un 69 por ciento, nueve menos que en octubre.
Asumir la bandera de la corrupción, dice Londoño, representa un riesgo para la confianza pública. Por un lado, es mejor destapar la corrupción que ser cómplice de ella pero al mismo tiempo se genera la percepción de que todos los funcionarios públicos son unos corruptos, que el Estado no es viable y que el problema es tan de fondo que no hay lugar para la esperanza.
El problema para Santos, además, es que la mayoría de los escándalos que ha destapado han tenido un coletazo en su gobierno. El de Fondelibertad tocó directamente a Harlan Henao, subalterno directo suyo, y a miembros de su campaña y de equipo como Juan Mesa aparecieron mencionados; el de Saludcoop, terminó salpicando a su Ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, quien les prestó una asesoría antes de entrar al gobierno y luego no se declaró impedido para discutir la reforma de la salud y además, mintió al decir que no había participado en ella; el de los Nule le cobró la cabeza a José Fernando Bautista, embajador en Venezuela y hombre de la confianza de Santos, quien resultó que había trabajado con Álvaro Dávila como intermediario de los primos; el de la violación de la cadena de custodia del computador de ‘Reyes’ dependía del ministro Juan Manuel Santos.
Aún así, la imagen del Presidente no ha caído a la par con el optimismo, lo que parecería indicar que los colombianos no le atribuyen toda la responsabilidad de lo que no anda bien: quizás piensen que el invierno no es su culpa, que la corrupción viene de atrás, y que la seguridad no era tan maravillosa como lo pintaban la mayoría de medios o que simplemente ignoraban los problemas.
Pero esta encuesta sí es un campanazo, pues de no cambiar la tendencia, el gobierno enfrentará una crisis mayúscula a finales del año. “Hay que ver si rebota o no cuando termine el invierno”, dice Londoño.
El pesimismo hasta ahora no se ha reflejado en las mediciones económicas. Hace 15 días el Banco de la República subió medio punto el pronóstico de crecimiento para 2011 a entre 4 y 6 por ciento, los índices de consumo están subiendo y el desempleo, aunque muy poco, está bajando. Y es posible que después de los niveles extraordinarios de optimismo de la época uribista, lo que muestre esta encuesta es que el país ha regresado a su estado anímico de siempre. Porque, a decir verdad, hay razones para no vivir extasiados en Colombia. Lo bueno es que si los colombianos estamos menos satisfechos con el país que tenemos, podría haber una mayor disposición a hacer las reformas necesarias para mejorar en lo estructural, como por ejemplo, para reducir la desigualdad.
jAJAJAJAJAJAJA eCHEME OTRO CHISTE D ESOS TAN BUENOS JAJAJAJAJAJAJA COMO DECIA JAIME GARZON JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
Estamos demorados en Colombia para seguir el ejemplo de los españoles, que salieron a protestar y a hacer plantones en los parques, en contra de la corrupta clase política. Aca la corrupción ha dejado el país en la miseria. Convoquemos a todos a acampar en los parques para protestar contra este sistema politico tan corrupto, para protestar por la inequidad y por mejores salarios, para protestar en contra de la pobreza y la indiferencia de los ricos. Y lógico para exigir soluciones inmediatas a tanto atropello de la clase politiquera.
Y entre otras, en que ha quedado el proyecto de ley que regula las filtraciones del gobierno?? ¿La dichosa ley de inteligencia? Porque de aprobarse, quedamos como decía un profesor de colegio:
"La noche oscura, la vaca negra, y yo que no veo"...
Si los escándalos los publican los medios "independientes" (no decir de LeMiento que se dice gobiernista), ¿que pasará si esa ley es aprobada? Estaríamos en un pais donde lo más corrupto serían los Teletubbies, Barney y Bob Esponja, mientras que en los gobiernos robe que robe... Y al fin de estas, hay un ser enanito, minúsculo por que está tan callado en Twitter? ¿Su estatura es para pasar por debajo de los escándalos?
Lo que más importa para posicionarse en el juego político es tener las herramientas para lograr embaucar a la población que de manera desesperada busca soluciones inmediatas a sus problemas.
usted es como ivan mejia no le gusta nada.
Realmente lo que sucede es que toda esa corrupción que se dio durante el gobierno de AUV, no se notaba porque él era un maestro en venderle al país una imagen de prosperidad. Pero ahora que no puede controlar el poder y que Daniel Coronel, Robledo y otros han denunciado tanta corrupción, la gente se está dando cuenta realmente de en qué país estabamos viviendo. Uno completamente maquillado, donde la corrupción se estaba dando a todo nivel y en todos los sectores. No hay ni siquiera una institucón o un personaje de la vida pública que no esté impleiado en escandalos.
La corrupción en Colombia se da a todos los niveles. Ocurre desde lo micro hasta lo macro; va desde lo personal hasta lo empresarial e institucional; se desenvuelve en todos los espacios geográficos: desde la Vereda y el Corregimiento hasta los entes nacionales, pasando por la cabecera municipal y las capitales de Departamento. En las Veredas, los alcaldes a traves de los mal llamado líderes y en santa connivencia con los concejales del municipio trafican con las ayudas de emergencia, la asignación de los subsidios de vivienda de interes social rural, al tiempo que escogen los adultos mayores, dependiendo de si han votado o no por el candidato del Partido político que tiene sus fichas en la Dirección regional del Bienestar Familiar. Mencionamos esos ejemplos para no referirnos a los contratos que trafican con los dueños de las Administradoras del Régimen Subsidiado en Salud y los contratos de las vías terciarias, por cierto mal reparadas.
La corrupción en Colombia se da a todos los niveles. Ocurre desde lo micro hasta lo macro; va desde lo personal hasta lo empresarial e institucional; se desenvuelve en todos los espacios geográficos: desde la Vereda y el Corregimiento hasta los entes nacionales, pasando por la cabecera municipal y las capitales de Departamento. En las Veredas, los alcaldes a traves de los mal llamado líderes y en santa connivencia con los concejales del municipio trafican con las ayudas de emergencia, la asignación de los subsidios de vivienda de interes social rural, al tiempo que escogen los adultos mayores, dependiendo de si han votado o no por el candidato del Partido político que tiene sus fichas en la Dirección regional del Bienestar Familiar. Mencionamos esos ejemplos para no referirnos a los contratos que trafican con los dueños de las Administradoras del Régimen Subsidiado en Salud y los contratos de las vías terciarias, por cierto mal reparadas.
En el contexto de un sistema que basa sus relaciones en la libertad de empresa capitalista, la lucha contra la corrupción es un contrasentido. Porque el individualismo y el afán de lucro sólo buscan el interés personal y no el beneficio general. La apropiación -bien sea por la vía de las más simples contravenciones, de la directa y declarada violación de la Constitución y la Ley o generada por la laxitud y la falta de vigilancia de las autoridades competentes-, de los recursos del Estado enderezados a solucionar o atenuar los problemas sociales que afectan la gran mayoría de la población colombiana son la materializada continuación de ese individualismo y de dicho afán de lucro.
En el ámbito de esos referentes debemos entender el fenómeno de la privatización que con más decisión impulsaron los gobiernos desde 1.990. Y no fue para transferir las virtudes de racionalidad, eficiencia y productividad habida en los espacios de las empresas capitalistas, sino para generar ganancias.
Juanita en su mejor oficio, lavanole la cara a Santos. Es un descaro, y lo dijo con todo respeto. pero es inadmisible, que al lector le quieran tratar como a un menor de edad. Como va a decir Juana que los escandalos se han destapado por la cruzada de Santos. Cuál cruzada. Todos los escandalos los ha destapado la oposición y la prensa. Vargas Lleras quizó adelantarse en el tema de estupefacientes pero ya había denuncias. Si santos quiere mostrar alguna honestidad por lo menos debía contribuir a procesar los responsables de los falsos positivios, no hay ni un condenado. Y como siempre mutis por el foro.
En este gobierno ha habido voluntad por destapar la corrupción la superintendencia de Salud ya estaba trabajando en el tema (no sólo el caso de Saludcoop) antes de que Robledo hiciera su denuncia. Y no sólo ha pasado en la salud, Santos también denunció corrupción en las notarias hace unos meses, y el nuevo director de la DIAN también está trabajando para sanear la institución. Los aportes de Robledo y Coronell son importantes pero hay que roconocer la voluntad política de este gobierno para atacar la corrupción.
que pena cotradecirlo pero no hay que olvidar el caso ferrostaal que involucra a santos con la corrupcion, el tambien es parte de ella. lo que hace es solo porque son tan evidentes las denuncias que no le queda mas alternativas que unirse a los que supuestamente denuncian la corrupcion.
Gran historia.
Y solo por las frases finales, Juanita al Senado!
y luego dicen que la corrupcion esta es en la izquierda, ya se descubrio la puerta giratoria de como salen los funcionarios de todos estos gobiernos del 90 para aca para saltar del sector publico al privado y viceversa para hacer sus actos corruptos. Lo del polo se arregla facil los corruptos son pocos pero en la derecha todo es pus ahi no hay casi nada que rescatar ni siquiera hay renovacion.