Cambiar el modelo de operación del sistema Transmilenio es una de las promesas de campaña del Alcalde Petro. Ofreció que la tarifa sería subsidiada y que la flota de buses sería pública al menos parcialmente, es decir que prometió cambiar los dos elementos que distinguen a “Transmi” de otros sistemas de transporte colectivo en el mundo. Para lograrlo tiene que destruir el esquema actual, que además está soportado en contratos de largo plazo, algunos de los cuales ni siquiera han iniciado su ejecución como de los la Carrera 10 y la Calle 26.
Al menos la primera fase de esta promesa la va a cumplir. De todo lo que ofreció es en lo que más rápido va. El sistema está paralizado temporalmente y aunque han dicho que volverá a operar rápidamente, es claro que será escenario permanente de conflictos entre todos los actores del esquema mientras Petro sea el Alcalde.
La alcaldía sospecha que las deficiencias del sistema, agudizadas en los últimos días, son el resultado de una jugada de las empresas operadoras para debilitar el Gobierno Distrital en su empeño de cambiar el modelo. Petro lo dijo expresamente y anunció investigaciones y posibles sanciones. En realidad amenazó con “intervenciones”, es decir con toma de control por parte del Estado. La ley nos autoriza a “intervenir” ha dicho varias veces.
Para contrarrestar la jugada de los empresarios, la Alcaldía decidió promover la organización de los usuarios para protestar por el mal servicio y exigir el cambio de modelo. Petro sabe que las protestas ciudadanas espontáneas son efímeras y que a eso hay que meterle política para que actúen en forma sistemática y coordinada y produzcan el impacto que se quiere. Así lo ha hecho. En la propia sede de Transmilenio –como lo reveló La Silla– se ha organizado la protesta contra el sistema tanto con “usuarios” como con el sindicato de conductores. El Alcalde actúa en forma totalmente legítima, el descontento ciudadano y la protesta social se canalizan a través de organizaciones políticas, aunque a los colombianos –por esa aversión a la política que cultivamos– nos parezca indebido.
Que quede claro, la protesta contra Transmilenio ha sido instigada por la Alcaldía, lo cual –insisto– es legítimo, así como la organización para forzar al cumplimiento de la ley de víctimas ha sido instigada por el Gobierno Nacional. Para que quede claro el diccionario de la Real Academia de la Lengua define instigar como incitar, provocar o inducir a alguien a que haga algo. Instigar no es un delito, ni necesariamente es incitar a hacer algo indebido.
Petro quiere lograr en el corto plazo dos cosas: una, cambiar los términos del contrato de operación para imponer una distribución distinta de los ingresos, los cuales la mayor parte se quedan en las arcas de los empresarios. Ese cambio lo ordenó un Tribunal en un proceso en el que demandante y demandado coincidían en la intención, por lo que la parte derrotada –en este caso el Distrito– no hizo uso de los recursos legales de defensa.
En ese propósito aparentemente tiene razón. A simple vista parece que el negocio resultó mejor de lo que inicialmente se previó por lo que resulta justo revisar sus términos y procurar una más equitativa distribución de los ingresos.
La segunda intención del Alcalde es incorporar buses públicos a la operación. En el esquema actual el Estado dirige y controla y los particulares operan. Una alianza público privada que ha resultado exitosa, pero que a Petro –que es estatista– no le gusta. Este segundo propósito es más difícil de lograr. La empresa Transmilenio no está diseñada para ser operador de transporte y la eventual compra de buses por parte de una entidad pública es un proceso largo de licitaciones, etc., que haría que esa fórmula solo se concrete en al menos un año. Además resultaría necesario incluir esa modificación en la renegociación de los contratos, es decir ir más allá de lo que ordenó el Tribunal.
Los dos cambios, que son gruesos, requieren de un ambiente de opinión favorable, por lo que el Alcalde decidió promover la organización de los “usuarios” para protestar por el actual estado de cosas, como lo ha hecho Santos con las víctimas. Claro que el Presidente lo ha hecho de frente y a la luz del día y Petro lo ha hecho a media luz en los sótanos de la empresa.
Subrayar los males del sistema es la estrategia de negociación, por eso no ha hecho nada para cumplir la otra sentencia, la que sí se refiere a la calidad del servicio, la que obliga a la Alcaldía a poner sensores en los buses, guías en la estaciones, a adoptar medidas de tránsito para facilitar la movilización de los buses rojos, etc. La política es, "mientras no haya renegociación el servicio, no hay que mejorarlo sino al contrario..." y que los usuarios protesten.
Las protestas, sin embargo, se salieron de madre. Los destrozos a la infraestructura suman miles de millones de pesos y el Alcalde no los pudo controlar. Al contrario, tuvo que enfrentarlos con la Policía.
El Alcalde Petro ha sindicado, con nombre propio, a algunos de sus antiguos compañeros políticos como los autores intelectuales de los hechos y al explicar las motivaciones que podrían tener para incurrir en ellos señaló varias que no queda claro por qué les favorecen. No se imagina uno a Robledo o a Aurelio Suárez, por ejemplo, tratando de impedir la renegociación de los contratos, cuando fue esa la principal bandera de Suárez en la reciente campaña a la Alcaldía.
Dijo también que era para desprestigiarlo. Si eso querían, lo lograron. El Alcalde además de lanzar acusaciones, dio órdenes improvisadas por twitter. Le exigió a los transportadores privados que asumieran unas rutas que nadie les ha asignado y levantó el pico y placa. Se pareció por momentos a Leonel Álvarez dirigiendo a la Selección, perplejo en la línea discutiendo con los asistentes qué hacer mientras Argentina nos paseaba.
A Petro le pasó lo que ocurre de cuando en cuando en las fiestas caseras: que algunos de los invitados se emborrachan y se ponen pesados. El dueño de la fiesta empieza a gritar, echa a los impertinentes, ordena que no haya más trago y apaga la música. Se arma el tropel y al dueño de la fiesta le toca llamar a la Policía. La fiesta termina a trompadas y en destrucción del establecimiento. Petro no promovió los daños pero organizó la fiesta.
Lo que petro le criticaba a Uribe lo hace él. criminaliza la protesta, le pone lapida a sus contradictores,pero va mas lejos los calumnia, organiza usuarios contra lo que a él le toca administrar bien. será un fiasco para bogotá.
Es mentira que TRANSMILENIO sea de todos. Es de unos cuantos que se benefician económicamente de los demás.
Estoy en total desacuerdo con su propuesta, convertir eso en patrimonio estatal seria ver oligarquías sindicales pretendiendo beneficios exagerados y trabajando poco, yo lo apoyaría siempre y cuando no existan sindicatos
La fiesta la empezó Peñalosa entregado esos contratos leoninos que unicamente benefician a los dueños de los operadores.
Esta claro que el servicio de TRANSMILENIO es pesimo, malisimo, donde los pasajeros tenemos que sufrir a diario los ultrajes, desmanes y humillaciones, de los operadores del sistema, que no traen mas buses porque pirerden plata, porque ellos necesitan triplicar sus ganancias, llenando los buses como raciomos humanos de personas, transportando mas, ganando mas y invirtiendo menos.
De todo esto yo creó que TRANSMILENIO tiene la culpa, porque no han hecho nada y por el contrario se estan beneficiando economicamente a costillas del pueblo. Mire donde estan invirtiendo los actuales administradores de transmilenio, en el Sistema Integrado de Transporte, porque? Porque es un excelente negocio. El gerente recomienda a los nuevos operadores de las troncales a las empresas como IKON para que les manejen la platica y les den su respectivo porcentanje o tajada.Investiguen..
Estimado Periodista por lo menos deja saber que en el fondo esta de acuerdo con lo que el Alcalde piensa hacer y estoy de acuerdo que lo realice. Un servicio público no puede generar recursos que vayan a manos privadas es lógico. Es el problema de Europa y USA. Se debe reconsiderar el pago de seguros de los empleados que van a mano de empleados, revise lo que esta pasando con entidades que manejan los recurso de EPS, ARP y cesantías. Lo mismo sucede con el agua y la energía. En este sentido el sistema es perverso. La demostración mayor es la corrupción. El sistema se mantiene por los recursos que pagan los contribuyentes por lo tanto se le debe devolver en servicios y al privado lo que le interesa son sus utilidades. donde esta el problema? gracias
Vayamos a la fuente directa. Estas declaraciones son del 8 de marzo, un día antes de las "protestas": http://www.youtube.com/watch?v=CE_aZ9e9vy8
Ver especialmente desde el minuto 30 y vale la pena ponerle cuidado a la denuncia que hace uno de los ciudadanos sobre la forma como están organizando la "protesta" en Kennedy.
¿Parece que el alcalde está organizando un boicot a transmilenio para aprovecharlo a su favor? ¿Parece que frente a este alcalde a los inconformes sólo les quedaba el camino de las vías de hecho?
No se ven vándalos. Se ven jóvenes ciudadanos violando el derecho de los demás ciudadanos a movilizarse. El derecho de movilización está consagrado en la Constitución como fundamental y por más inconformes que estén los colegiales y otros usuarios, es ilegítimo que pasen por encima de los derechos fundamentales de los demás.
Y, discúlpeme, pero eso de enfocar toda la atención hacia las imágenes de "policía-agresivo-con-ciudadano-indefenso" es reducir el tema a su faceta propagandística y aburridamente cliché. No todos los ciudadanos ssomos adolescentes impresionables.
Bueno, este es mi último comentario porque la verdad esto se está poniendo desgastante e inútil.
Respuesta a sus preguntas: Si los usuarios no tuvieran otro canal de expresión distinto a la protesta en las calles, la mayoría de sus planteamientos serían válidos. Pero usted, deliberadamente, omite hablar de los comités de usuarios que vienen funcionando. Los comités son un reconocimiento a los derechos de los usuarios y si nisiquiera TRATAN de usarlos a ver qué tal funcionan, lo demás es pura paja.
Intente mejorar su comprensión de lectura, porque en ningún momento yo he dicho que la "protesta" fue del polo. Las pruebas indican que la "protesta" fue convocada y liderada por un sector del Moir, eso es todo.
Finalmente, por supuesto, en toda "protesta" terminan involucradas muchas personas distintas de los convocantes. Y sólo teniendo un poco de perspectiva se evita terminar siendo idiota útil o inútil de alguien.
A PETRO nunca lo ha asistido la convicción de reprimir las protestas. Es más en tiempos pretéritos las ha impulsado. Y frente a este tipo de acción él no ha cambiado. Lo que ocurre es que -y ubiquémosnos en el lugar del otro- siendo como en efecto es función de los Alcaldes mantener el orden público en su respectiva jurisdicción, a ningún mandatario local puede gustarle que bajo su responsabilidad se hagan daños a las estructuras que no son responsables de algo; que se perjudique a los ciudadanos en los que la mayoría son pobres poniéndolos a pagar una deuda de la que no son deudores. La protesta debe ser civilizada y tener elementos y buena dósis de racionalidad. El ESMAD esta vez no hirió siquiera a los vándalos. Ello, porque probable o seguramente sus instrucciones quizá en todo momento fueron las de evitar enfrentamientos contra quienes protestaban injustamente contra un Gobierno que no tiene responsabilidad alguna en el problema del mal servicio de TRANSMILENIO.
El problema central del tema que en esta oportunidad nos convoca son las críticas, las protestas y los juicios malsanos o no muy sanos de algunas personas, además de infundados los ataques, contra el Gobierno del Distrito Capital en cabeza de GUSTAVO PETRO. Lo son, porque incluso aún sin posesionarse quienes hoy lo cuestionan ya se iban lanza en ristre contra su Proyecto de Gobierno BOGOTÁ HUMANA YA. Como a ningún Alcalde de la Capital del país a PETRO le ha tocado soportar ataques infundados, descontextualizados de lo que es una función de gobierno y del momento histórico por lo que hace y por lo que no hace.
A quien se le puede ocurrir que a una persona que aún no conoce todavía ni siquiera los espacios físicos de los edificios en donde funcionan las distintas instituciones deba exigírsele que muestre resultados o líneas claras de su gestión de gobierno en dos meses. No objeto, ni más faltaba, el ser vigilante y estar a la expectativa. Pero eso sí debe ser sin oportunismos.
Todas las personas que han digitado sus puntos de vista contribuyen profundamente al debate comenzando por el columnista. Lo que debe entenderse es que hay discrepancias frente a la interpretación de los hechos. E igualmente se valora de modo diferente un Sistema de Transporte y no todos están de acuerdo con PETRO. LA SILLA VACÍA, fiel a su línea de hacer el mejor periodismo investigativo haciendo el máximo esfuerzo por ser imparcial invitó al Dr. RIVEROS a ser columnista permanente los fines de semana. Pero igualmente han participado otros(as), aunque no de manera asidua como lo hace el ex-Secretario de Gobierno del Dr. ENRIQUE PEÑALOSA LONDOÑO. En las entrevistas también han participado personajes de todas las vertientes ideológicas y políticas. De modo que en el ámbito del periodismo virtual nos topamos con un portal periodístico muy diferente a los restantes. Entre otras cosas por haber incluido en el diseño un espacio previamente pensado para los comentaristas.
Estoy de acuerdo con Héctor. La protesta se salió de las manos del alcalde pero he sostenido que fue instigada y promovida por él mismo para legitimar su cambio de modelo y de paso le servia para responsabilizar a sus odiados ex compañeros del polo y a la administracion anterior. Petro tiene que entender que la campaña pasó que su función es gobernar y no advertir, que su manejo del conflicto fue pésimo y que si continua en la actitud retaliatoria la va a ir muy mal a la ciudad y a él mismo.
De otra parte sugiero a los comentaristas que dejen de insultar. La silla vacía es un medio como cualquier otro. Ni veo mucho la diferencia con el diario hoy o el espacio, salvo que es la sesgada fiesta de los aburrídisi mos pseudo intelectuales de supuesta izquierda democrática que a falta de argumentos, desprestigian e insultan. No hay que matriculare en ningún bando para tener la razón, solo ser sensato
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