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La condena contra el ex Ministro de Agricultura podría ser de entre 12 y 33 años. La deciden en 10 días. Fotografia: Laura Rico. |
La condena contra Andrés Felipe Arias por el programa de Agro Ingreso Seguro no solo es el puntillazo final para el ex ministro estrella de Álvaro Uribe sino que también es un duro precedente para muchos funcionarios en el sector público.
La Sala Penal de la Corte Suprema condenó a Arias por peculado por apropiación en favor de terceros y celebración de contrato sin el debido cumplimiento de requisitos. La pena la decidirá la Corte en diez días, y sería cárcel entre los 12 y los 33 años de prisión.
Según el fallo oral que leyó la magistrada María del Rosario González hoy, para la Corte fue claro que Arias contrató de manera directa –y no por licitación pública como lo ha debido hacer- con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (Iica, que depende de la OEA) para que entregara los millonarios subsidios agrícolas. Y que lo hizo argumentando falazmente que se trataba de una actividad tecnológica y científica.
El fallo dice que el Iica "se limitó a administrar recursos públicos", que esa "no es una actividad tecnológica ni científica" y que Arias tuvo pleno control de lo que hacía el Instituto, al punto que sus contratistas debían tener su visto bueno. Y que lo hizo a sabiendas de que esa modalidad de contratación no era válida y para garantizar que estuviera "bajo la égida del Ministro".
Respecto del peculado por apropiación en favor de terceros, la Corte dijo que Arias tuvo injerencia directa en la entrega de los subsidios de AIS, incluidos los que fueron otorgados a poderosos empresarios agrícolas de la Costa que fraccionaron predios para obtener más beneficios.
Para la Corte, “Andrés Felipe Arias Leyva actuó con completo conocimiento de la ilegalidad de su conducta” puesto que siempre tuvo una activa participación y conocimiento en los hechos que rodearon la planeación y ejecución de Agro Ingreso Seguro desde el principio. Según la Corte, Arias conocía de primera mano las irregularidades sobre el fraccionamiento de predios.
“Los magistrados señalan que a pesar de que se suponía que el Iica era el que manejaba AIS, "Arias conservó la disponibilidad de esos dineros y se valió de las convocatorias para incluir reglas" para la asignación de los subsidios. Entre los contratistas del Iica que definían quién recibía los subsidios de riego había "gente de la mayor confianza" del Ministro”, narró El Espectador, que estuvo en la audiencia en la que se leyó el fallo.
Esta condena llega después de la condena por los mismos cargos de su ex viceministro Juan Camilo Salázar, quien aceptó colaborar con la Fiscalía en 2012, y de otros dos fallos basados en los mismos argumentos e igualmente duros para Arias.
El primero, que acabó con su carrera política pues el Procurador Alejandro Ordóñez lo destituyó por los mismos hechos y lo inhabilitó para la vida pública durante 16 años. Y el más reciente, de la Contralora General Sandra Morelli que lo declaró responsable fiscal solidario junto con el ex ministro Andrés Darío Fernández y el Iica por las irregularidades del programa por casi 13 mil millones de pesos.
Golpeado en su bolsillo, golpeado en su habilidad para trabajar en lo público, que era su vocación, y golpeado ahora en su libertad, Andrés Felipe Arias enfrenta un futuro que nadie habría previsto para él.
El niño genio y arrogante
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Andrés Felipe Arias es considerado por la gente que lo ha conocido como un genio y siempre se destacó en lo que hizo.
“Era un monitor increíble. Superprepotente, despreciativo con los más brutos que él, que éramos el 99 por ciento, pero era mejor que el profesor, tenía una cabeza excepcional”, dice uno de los economistas de su generación en los Andes, quien recuerda que Arias se sabía de memoria la matriz de las cuentas del Estado, que era el tema de su clase.
Arias hizo su doctorado en la Universidad de California y tras conocer a Álvaro Uribe en el Club de Medellín le comenzó a enviar documentos de economía que creía le podrían interesar. Ya con Uribe en la Presidencia, Arias fue nombrado director de política macroeconómica del ministerio de Hacienda, luego viceministro de Agricultura y en 2006 se convirtió en uno de los ministros más jóvenes de la historia.
No era, además, un ministro más del gabinete. Siendo el consentido de Uribe y ministro justo en el momento en el que se estaban firmados los TLC que golpearían al agro, Arias recibió un presupuesto mucho más grande del que tradicionalmente habían recibido los ministros de agricultura.
Arias salió del ministerio aplaudido por los empresarios del sector y directo a planear su campaña presidencial como el candidato conservador “del presidente”. Noemí Sanín lo derrotó en la consulta interna del partido y de ahí para adelante vino su caída.
Arias, que es (o por lo menos era) increíblemente arrogante, logró concentrar la antipatía de todo el país antiuribista y la indignación de que los recursos de los contribuyentes terminaran en los bolsillos de tanta gente rica. Sin embargo, su detención, y ahora su condena, se convierten en un fuerte desincentivo para los profesionales más preparados que sueñan con dedicar su carrera a lo público.
“Es una injusticia terrible con él, con el país y con todos los que somos servidores públicos”, dijo Juan Ricardo Ortega, director de la Dian a La Silla. “En Colombia los criminales que roban de verdad tienen miles de millones en su patrimonio y ahora Arias, que no se robó un peso, es nuestro gran criminal”.
La indignación que siente Ortega es sentida por muchos otros funcionarios.
El efecto paralizador
Agro Ingreso Seguro no fue un programa inventado por Arias, sino copiado de Chile y creado por una ley de la República en abril de 2007 con el fin de proteger y preparar a los productores del campo que pudieran resultar afectados por la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio. Entre sus objetivos nunca estuvo beneficiar a los pobres sino estimular la competitividad del campo.
En la práctica, como lo escribió La Silla en su momento, el programa Agro Ingreso Seguro terminó beneficiando más a los grandes agricultores que a los pequeños.
Después de invertir 1,4 billones de pesos de los contribuyentes entre 2007 y 2009, datos del Ministerio de Agricultura muestran que los pequeños agricultores obtuvieron apenas un 36 por ciento de los recursos de AIS aunque representaban más del 80 por ciento de los solicitantes.
Mientras en promedio un agricultor pequeño recibió entre 5 y 7 millones de pesos en líneas especiales de crédito o incentivos de capitalización y los medianos $ 116 millones, los grandes productores recibieron entre 1.500 y 2.123 millones de pesos en promedio, según el año de la convocatoria.
Una evaluación de impacto del programa entregado por la firma Econometría al Ministerio de Agricultura en febrero de 2011 concluye que “AIS no llevó a aumentar las condiciones de vida de los hogares beneficiados” y que los pequeños productores beneficiarios de AIS no aumentaron sus ingresos netos mientras que los grandes productores sí lo hicieron.
"Los resultados muestran que los pequeños productores aumentaron sus costos de producción, disminuyeron sus niveles de inversión, y a pesar de haber aumentado sus ingresos, este aumento no fue suficiente para lograr impactos positivos sobre el ingreso neto", dice la evaluación. "Los grandes productores, por el contrario, lograron mantener sus niveles de inversión, disminuyeron costos de producción y lograron aumentar su ingreso neto".
Estos datos son suficientes para cuestionar políticamente la conveniencia del programa de Agro Ingreso Seguro. También plantea una polémica la denuncia que hizo hace dos años el senador del Polo Jorge Enrique Robledo cuando demostró que 45 personas que financiaron con 549 millones de pesos la campaña de Álvaro Uribe recibieron recursos de AIS por más de 33 mil millones. Y el que algunos de los beneficiarios de este programa luego hicieran aportes a la campaña de Andrés Felipe Arias, como lo denunció Noticias Uno.
Pero una cosa es la discusión política y el castigo en las urnas de quienes promovieron estas políticas y otra es la condena penal y fiscal por estos delitos.
Para muchos funcionarios, las conductas de Arias están en una “zona gris”. Por eso, su condena hace pensar dos veces a jóvenes educados si vale la pena entrar al sector público.
Por un lado, en lo que tiene que ver con el primer delito de haber contratado directamente con el Iica y no por medio de una licitación, fuentes consultadas por La Silla explicaron que en un país cuyo sistema presupuestal es anual es prácticamente imposible ejecutar proyectos de envergadura, cuya ejecución tarda varios años.
La regla actual es que si una entidad no ejecuta su presupuesto en ese año, se lo quitan. La idea de esto en teoría es incentivar la ejecución pero los malpensados creen que la razón para que el presupuesto sea anual es para que los congresistas tengan la oportunidad de “arrodillar” al Ministro de Hacienda para que les pague el peaje –llámese cupos indicativos o mermelada- para que les apruebe la ley del presupuesto cada año. En otros países los presupuestos de ciertas entidades son plurianuales.
Como la mayoría proyectos no se pueden ejecutar en un año, muchas entidades recurren a convenios con entidades como el Pnud, Fonade, Findeter para “puentear” el presupuesto: es decir, para sacar la plata del presupuesto de la entidad, y que aparezca como ejecutada, para que estos organismos luego puedan contratar la ejecución de los proyectos en los tiempos que requiere la naturaleza de la obra.
Esto fue lo que hizo Arias con el Iica. Contratar con esta entidad era algo que habían hecho los ministros de Agricultura que lo precedieron y fue algo que hizo también su sucesor en el gobierno de Santos. El primer viceministro de Agricultura Ricardo Sánchez no solo le dio continuidad al convenio pocos meses después sino que lo prorrogó hasta el 2012. Luego, el Ministro de Agricultura Juan Camilo Restrepo contrató a la Universidad Nacional para hacer lo mismo, y también lo hizo por contratación directa.
Frente al peculado por apropiación a favor de terceros, los funcionarios implicados en Agro Ingreso Seguro alegaron en su favor que las familias que burlaron los topes de Agro Ingreso Seguro para acceder a más subsidios, aceptaron en su conciliación con el Tribunal Administrativo de Cundinamarca que engañaron al Ministerio de Agricultura suscribiendo contratos ficticios de arrendamiento con sus trabajadores o con miembros de la junta directiva en caso de ser personas jurídicas sobre el mismo predio. También dijeron no conocer personalmente a ninguno de los funcionarios presos. La mayoría de las familias que fraccionaron los predios devolvieron la plata recibida en estas conciliaciones.
Los miembros de la familia Dávila, incluido el ex novio de Valerie Domínguez, que obtuvieron de manera fraudulenta subsidios por 2.415 millones de pesos para el programa de riego y drenaje por lo que fueron condenados en 2012 por peculado por apropiación y falsedad en documento privado recibieron una condena de 20 y 22 meses. Dado que reintegraron la mitad de la plata que recibieron obtuvieron una rebaja de la pena del 50 por ciento y el beneficio de excarcelación. La ex reina de belleza, por su parte, fue exonerada.
Es decir que los que se beneficiaron directamente del delito cometido por Arias pagarán una condena no privativa de la libertad de año y medio, mientras que Arias, a quien no se le probó haberse quedado con un peso, pasará como mínimo diez años preso.
Después de una denuncia de Daniel Coronell sobre un apartamento que compró Arias en el norte de Bogotá, que insinuaba que podría haberse beneficiado de los recursos de AIS, la Procuraduría lo absolvió en un proceso disciplinario por su presunto enriquecimiento ilícito.
Fuera de las confesiones de los beneficiados, en octubre de 2010, a raíz de la investigación iniciada por la Procuraduría en conexión con Agro Ingreso Seguro, algunos de los subalternos de Arias investigados por AIS contrataron al matemático Álvaro Riascos Villegas para que evaluara si los criterios de calificación de proyectos de la convocatoria pública de riego y drenaje tenían un sesgo a favor de los agricultores más ricos.
Riascos concluyó que los términos de referencia elaborados por los funcionarios presos no tenían un sesgo implícito a favor de los más ricos.
“No es claro desde el punto de vista matemático que la metodología de cálculo, principalmente para las Convocatorias de 20008 y 2009, fuera premeditadamente diseñada para favorecer proyectos desarrollados por grandes productores. Por el contrario, de forma más marcada se observa cierto sesgo, progresivamente desde las Convocatorias 2008-1, 2008-2 y llegando finalmente a la convocatoria 2009, por beneficiar a pequeños productores”, dice su estudio.
“Es una venganza de la Corte contra Uribe”, dijo uno de los funcionarios que conoce a Arias y se indignó con el fallo. “Le están cobrando las chuzadas a través de su consentido”.
La Silla verificó y la mayoría de los miembros de la Sala Penal que fallaron en contra de Arias no estaban cuando ocurrieron las chuzadas. La magistrada González, que leyó el fallo, es una de las pocas que queda de esa época y ella ha sido igual de dura con uribistas y no uribistas, por lo que la llaman la “dama de hierro”. El fallo, además, es consistente con el del muy uribista Procurador y con el de la Contralora.
Sin embargo, la consistencia de esta argumentación, no quita que el fallo contra Arias lo sientan cientos de otros funcionarios como una espada de Damocles.
Según este artículo, tener "vocación pública" es tener vocación de ejercer nepotismo, malversar y robar -así sea en favor de terceros, sobre todo cuando los "terceros" están pichos de plata y no son de esos que roban cubos de Maggi en los supermercados-. Si esa es la "vocación pública" que tienen, que ni se asomen a esos cargos. Habrá alguien más bruto, que seguramente no tenga ganas de robar tanto. Para robar no hace falta tener doctorado en gringolandia, pero como que eso le da más caché y hasta hace del robo algo no solamente honrado, sino "de clase". Decepcionante nota.
...CEREBRO FUGADO !!!
Para mí esto como tema de debate es inválido por una sola razón contundente: aún si el encabezado fuera cierto, a la luz de esta noticia no vale nada.
¿Y bien? Decimos que "pobrecillas las personas que quieren trabajar para el Estado, con esas terribles condenas"... pero de su abierta relación y apoyo al paramilitarismo, ¿nada?
Y no hablemos basura de los desfalcos/ya pagaron/se arrepintieron, si han pagado
a) menos del 90% de todo lo que robaron
b) cumplen penas irrisorias y que no parecieran reales (siguen asitiendo a cocteles y haciendo negocios)
c) sus alfiles están en los puestos políticos de tierras y recursos.
"¡Ooooh, soy tecnócrata, tengo miedo que mi postura pro una economía paramilitar me dé problemas, mejor no me meto al trabajo con el Estado!"
Ajám...
Es el mismo argumento del fuero penal militar: ¿cómo es posible que los guerrilleros/beneficiarios de AIS paguen penas menos severas que los militares/Arias?; ya que los militares/tecnócratas poseen un conocimiento superior al del ciudadano promedio, ¿no deberían tener una cierta libertad jurídica en su actuar?; ¿el que militares/tecnócratas sean incomprendidos por el vulgar sistema judicial no crea incentivos perversos para quienes quieran desempeñar esas funciones? Las respuestas en ambos casos son parecidas: las penas son mayores precisamente por la importancia y responsabilidades del cargo; vivimos en una democracia donde no puede haber inmunidad por cuenta de una presunta verdad revelada, y los diplomas no son un cheque en blanco para que los tecnócratas hagan lo que quieran (menos los economistas); por último, que el sistema judicial sea capaz de disuadir a algunas personas de no actuar de esa manera debería aplaudirse, no criticarse.
Con todo respeto Juanita, es claro que el delito de Arias fué enriquecimiento a favor de terceros, peculado...y no lo dice cualquier perico de los palotes, lo sostiene la propia Corte Suprema de Justicia de este país. La ignorancia de la ley no es excusa para su incumplimiento, los dineros del erario son sagrados, así sea un peso. El funcionario que tiene vocación es honesto y transparente, no tiene precio y ofrenda hasta su vida por la sociedad civil.
Gato me simpatizas.
"se convierten en un fuerte desincentivo para los profesionales más preparados que sueñan con dedicar su carrera a lo público", me parece que no está bien utilizada esta frase debe ser un "desincentivo" para todo aquel que piense que lo público se debe usar para favorecer intereses particulares y violando la ley; la inteligencia y capacidad debe ser puesta para el beneficio general y no para delinquir. Es un error exponer que no se quedó con ningún peso; por eso debe salir libre? violó la ley y eso es lo que se juzgó.
En efecto, es una alerta naranja para las nuevas generaciones que están decidiendo si ingresar o no a la vida pública. La justicia está polítizada y corrupta esto se demuestra en casos Petro y Arias.
Creo que hay que entender los actos cometidos por el Sr. Arias como crímenes de cuello blanco. En general, las sociedades somos mas benévolas con este tipo de crimen, según se ha demostrado en estudios recientes sobre el tema. Ademas hay que tener en cuenta el concepto de racionalidad en el crimen, desarrollado en los siglos 18 y 19. Basicamente se argumenta que el crime es cometido siguiendo una decision racional. Ese concepto no puede ser aplicable a todos los actos criminales, especialmente, a los violentos. Pero si a los crímenes de cuello blanco. Teoria desarrollada en el siglo 20. Siguiendo con el concepto de racionalidad en el crimen, se argumenta que estos criminales, pertenecen a clases medias y altas, tienen education y aprovechan su posición en la sociedad para cometer sus crímenes. En el caso del Sr. Arias. Todas las condiciones se dan. Según las conclusiones de todos los organismos (no es común que haya consenso en nuestras instituciones) de control.
Interesante conocer la sentencia completa contra Arias, Según veo esta se basa en que Arias evadió las leyes de contratación pública en el convenio que realizo el Ministerio de Agricultura y y Lica bajo el marco de contratos de ciencia y tecnología. Sin embargo muchos funcionarios públicos de todos los niveles vienen usando esta y otras prácticas para evadir las leyes de contratación sin que a ellos se les aplique la ley con el mismo rasero. Dura la sentencia contra Arias que de aplicarse a todos los funcionarios públicos acabaría con hechos de corrupción aun mas graves como el de la Mermelada del Gobierno Santos.
Alerta roja con el periodismo de LSV. El argumento cínico de León en defensa de un criminal es que otros se beneficiaron más de su crimen que él mismo y están pagando penas muchísimo menores o ninguna. El objetivo torcido de la nota se ve claramente en que en vez de investigar por qué los otros involucrados salieron tan bien librados en comparación a Arias (¿qué sectores del uribismo evadieron el escándalo y la justicia poniendo a Arias como único responsable?), enumera una serie de anécdotas que pretenden convencernos de la supuesta "brillantez" del criminal. Y el tope de la perversidad es el título. Da asco. Sugiere que los jóvenes capacitados colombianos se identifican con Arias, un criminal declarado en todas las instancias. La falacia peligrosisima que quiere introducir León es la de que una justicia flexible y poco efectiva debe dejar de castigar a ciertos criminales (los "prometedores") para ser menos injusta. Se le perdió el norte ético a LSV.
Me parece que Juanita Leon toca un lado preocupante de la ley, y es que esta se aplica en Colombia de acuerdo a quien cometa la falta. Según informes de la Contraloría para 2012 el 60% de la contratación pública se hacía por contratación directa con mecanismos como el usado por Arias. Esta cifra aumento en los dos últimos años del gobierno Santos con el modelo de los cupos indicativos, acertadamente denominado mermelada. Lo que implica que si se aplicara la ley con el mismo rasero serian muchos los funcionarios de lato nivel que irían a parar a la cárcel, lo que si sería bueno para el País. De no aplicarse de igual forma para otros casos del Gobierno Santos, estaríamos frente a una justicia de persecución que polizaria aun mas el País.
Me gustó mucho el artículo, que me ayudó a entender la indignación de varios abogados que conozco con respecto al carácter muy posiblemente político del manejo de su caso. Ellos también me expresaron su preocupación por la facilidad con la cual podrían ser juzgados de esa misma manera ya que las prácticas condenadas son de común uso en instituciones estatales por errores del sistema. Lo de la alerta naranja para los profesionales es simple: no hay garantías. Hay un doble rasero para juzgar y las condiciones podrían cambiar en cualquier momento. La justicia existe precisamente para otorgar garantías, para evitar la presunción de culpabilidad y el linchamiento. Pero muchos condenaron a Arias por ser quien es, sin siquiera conocer los argumentos.
El objetivo de la sanción es precisamente eso: disuadir a los "jóvenes educados" que buscan llegar a cargos públicos, para pagar favores de padrinos y compadrazgos con los recursos de los contribuyentes, desvirtuando y tergiversando el propósito de la cosa pública alimentando y proliferando las prácticas corruptas. El delito del funcionario debe ser mas duramente castigado que el del particular, para que sea ejemplarizante;el hecho de que los usufructuadores del delito hubiesen devuelto parte de los dineros no implica que no se cometió la falta(el fulano también se benefició con aportes a su campaña)...Bienvenido el desincentivo para aquellos trepadores con pomposos título, que le sirven a la mayor corruptela que se ha visto en este país del Sagrado Corazón!
Desde los años culminantes del cártel de Antioquia se puso de moda e hizo carrera hasta el día de hoy el llamar "genio" a todo aquel que tuviera éxito en defraudar al Estado o en asesinar sin guía; basta ver la producción televisiva nacional para darse cuenta del endiosamiento de la delincuencia de ese tipo. Por eso mismo tuvimos por 8 años al frente del (des)gobierno a un personaje nefando que encumbró él mismo a graduados universitarios que le parecían promisorios para su proyecto político y que no tenían escrúpulos cuando de tomar atajos se trataba, el más notorio este uribito. Ya no pagará carcel, pues está a salvo en el exterior. Concluír que su ejemplo inhibirá a otros universitarios a servir al Estado, es suponer que los claustros sólo arrojan inmorales.
El mensaje es claro, jovenes brillantes y con formación, si se van a dedicar al sector publico, no cometan delitos, ni se dejen utilizar por políticos inescrupulosos, o terminaran igual q Andrés Felipe, esto mas o menos es como el fuero militar o la inmunidad parlamentaria, solo los necesitan quienes delinquen y quieren impunidad.
Lástima! El mensaje se diluyó por varios de los argumentos. Uno fue dar a entender que vocación de poder es igual a vocación de servicio. Otro: lo que cuenta es inteligencia y formación, y no el contenido de las políticas. Además, fue muy desafortunado poner a Ortega a defender a Arias. En mi opinión los dos representan visiones muy distintas, casi opuestas.
Hay algo que los antiuribistas deberían reconocer, y que el artículo no logró poner de presente: la magnitud de la pena es exagerada. Entonces la pregunta de fondo continúa: Qué se castigó tan severamente?
¿Para parecer imparcial la autora tiene que tomarse el trabajo de escribir artículos como éste? Mejor sería que continuara siendo imparcial y le diera a quienes tengan dudas la oportunidad de verificar todo lo que quieran comprobar. De lo contrario, corre el riesgo de que en el futuro le salgan pelos en la lengua.
Me parece problemático minimizar los actos de corrupción cometidos por Arias y pintarlo como la víctima de un sistema injusto. Cabe recordar que a Arias nunca se le procesó por robo, de modo que no se entiende la insistencia del artículo en dedir que no se robó un peso. Se le procesó por otros actos de corrupción, los cuales fueron probados en varias instancias.
De modo pues que Arias no es el mártir de la tecnocracia que el artículo nos quiere presentar. Al contrario: Arias prueba que las credenciales académicas, un doctorado en UCLA, y la arrogancia del tecnócrata, no son garantías de integridad. En mi opinión muy es importante recordar eso.
Lo siento Juanita, pero en la función pública eso es estructural y casos como el de Arias abundan sólo que no son tan mediáticos y con tanto tinte político.
"Y en general, todo está hecho para la mala fe. Cuando se regula la sociedad por los malos, cuando uno cree que todo el mundo es ladrón, se tira a la gente a buena y a la sociedad. Deja de ser eficiente."
María Lorena Gutiérrez
Secretaria de Presidencia
“Nadie puede innovar sin asumir riesgos y en el Estado colombiano el que asume riesgos se va a la cárcel”
Diego Molano Vega
Ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones
"Los particulares sólo son responsables ante las autoridades por infringir la Constitución y las leyes. Los servidores públicos lo son por la misma causa y por omisión o extralimitación en el ejercicio de sus funciones."
Constitución Política de Colombia, Artículo 6
Considero que este Señor no se robó un peso, después de una trayectoria académica brillante decidió batirse en lo público y le pasó lo que le pasó... creo que cualquiera que tenga dos dedos de frente no querrá exponerse a los riesgos infames del sector público, menos siendo una persona brillante. Si uno quita los ojos del gobierno uribe y los aterriza en este señor se da cuenta que esto es una injusticia se trate de evo morales, barak obama o el que sea... desincentiva por completo el ejercicio de la profesión el o público...
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