LA SILLA VACIA

La Alianza Verde, que en Boyacá juega fuerte por la Gobernación, en Santander hace agua.

Sus principales credenciales locales no están alineadas con la ruta que tomó el Partido en la región, la estructura local ha dado tumbos y las principales candidaturas que quedaron avaladas no tienen mucha fuerza electoral, según pudo revisar La Silla con fuentes que conocen la movida.

Hace cuatro años el entonces Partido Verde logró ganar una curul en la Asamblea Departamental y otra en el Concejo de Bucaramanga.

El diputado que se eligió fue Freddy Cáceres, hoy cercano a la línea del Gobernador Richard Aguilar. El concejal fue Christian Arguello, oriundo del Compromiso Ciudadano de Sergio Fajardo.

Para estas elecciones, Arguello rompió cobijas con su partido, no jugó por su propia reelección y su cuerda está apoyando a una candidata al concejo de Bucaramanga por el Partido Liberal. 

Cáceres, por su lado, decidió intentar reelegirse sólo hasta última hora, después de un forcejeo con la directiva local del Partido, pero no está respaldando decididamente al candidato a la Gobernación que el Partido apoya, Leónidas Gómez.

Fuera de que los verdes con votos abrieron rancho aparte, la estructura interna ha sufrido otras fracturas, sumida entre unos liderazgos locales que fracturan y unas imposiciones nacionales que han incomodado a sectores en el territorio. Y además, la capacidad de jalar votos y alzar triunfos de aquellas apuestas que sí concretaron, incluida la de poner Gobernador, está entredicho. 

Las credenciales clave no 'militan' con el Partido
El diputado Freddy Caceres ha tenido diferencias con el Secretario departamental de la Alianza Verde en Santander, Jose Angel Amador.
El candidato a la Gobernación de Santander, Leonidas Gómez, quien cuenta con el respaldo oficial de la Alianza Verde, no genera consenso dentro del Partido. Foto de vanguardia.com
El único concejal verde en Bucaramanga, Christian Argüello, le dijo a La Silla que está esperando que se acabe el año para irse del Partido.

Como ya se dijo, a la fecha las dos curules más representativas de la Alianza Verde en Santander son la del diputado Freddy Norberto Cáceres y la del concejal de Bucaramanga Christian Alberto Argüello.

Cáceres está dedicado apenas a su candidatura reeleccionista pero no apoya al candidato del Partido a la Gobernación, Leónidas Gómez, quién se inscribió por firmas pero con el respaldo de los verdes y del Polo Democrático. El diputado, según una alta fuente de la Alianza, es más cercano a las huestes del Partido de La U hacia el Palacio Amarillo, las del ex congresista y candidato a Gobernador Holger Díaz.  

Díaz, precisamente, es de la cuerda del Gobernador Richard Aguilar, aquel a quien el propio Cáceres ha seguido y defendido durante el último cuatrienio en la duma.

La Silla intentó comunicarse con Cáceres para confirmar su militancia en las filas de Holger Díaz y fue imposible contactarlo. Sin embargo, su discordia con la Alianza no se limita a la diferencia en este punto. El principal forcejeo que tuvo, según le contó a La Silla una fuente de adentro, fue el que se dio por la conformación de la lista a la Asamblea; de la cual él forma parte como titular de la curul.

Cáceres se enfrentó con el secretario departamental de los verdes José Ángel Amador, ad portas del cierre de inscripciones.

El disgusto del diputado radicó en la aparición del liberal Salvador Rincón Santos –consagrado militante del Partido Liberal en Santander– en la lista.

Amador le dijo a La Silla que la decisión de incluir a Rincón Santos había sido justificada pues la lista necesitaba rellenar un renglón vacío.

No obstante, Salvador Rincón representaba para Freddy Cáceres una competencia apretada por la curul verde de la Asamblea, teniendo en cuenta que su votación en los comicios de 2011 no fue muy alta (un poco más de 10 mil votos) y que Rincón se fogueó el año pasado como candidato a la Cámara de Representantes, obteniendo 6.775 votos, y además venía haciendo pre-campaña para aspirar a la Alcaldía de Floridablanca (el tercer municipio de Santander) por el liberalismo.

Al final, Rincón quedó por fuera de la lista pero la fractura entre Cáceres y Amador, que manda mucho entre los verdes en Santander, quedó abierta.

Por el lado del concejal Christian Argüello, según le confirmó él mismo a La Silla, está esperando a que se acabe el año para acabar su periodo en el Concejo y abandonar las filas de la Alianza.

“El 31 de diciembre entrego mi credencial y me voy del Partido”.

Argüello, quien llegó al Concejo Municipal por los verdes con 3.262 votos en 2011, luego de ser candidato al Senado por el movimiento Compromiso Ciudadano en 2010 y candidato a la Alcaldía de Bucaramanga en 2007 (cuando sacó más de 15 mil votos), saldría de los verdes para abonar en Santander la candidatura presidencial del Gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, hacia 2018.

La ruptura de Argüello con los verdes se da, según le explicó el concejal a La Silla, después de diferencias con la forma como se dirige la Alianza en Santander.

“En el Partido Verde las decisiones se toman sin discusión…la coordinación local se dedicó a maltratar a todo el mundo, es la responsable del fracaso”.

La Silla pudo confirmar que la mayoría de sectores que históricamente han apoyado a Argüello en sus campañas están militando en la campaña de la candidata liberal al concejo, Yolanda Blanco. Es decir, los verdes se quedan sin un capital político que en 2011 representó el 20 por ciento de los votos totales en Bucaramanga. Y los ceden a una lista rival.

El apoyo a Leónidas Gómez en la carrera por la Gobernación, como en el caso de Cáceres, también distanció a Argüello de la Alianza. Según el concejal dicho respaldo fue una imposición que no nació de las bases.

La estructura no funciona

Los casos de Cáceres y de Argüello, para los que según la Secretaría Departamental se está cocinando una queja ante el Partido a nivel nacional, son apenas reflejo de una débil estructura local atomizada en líderes muy locales que no han sido capaces de unificar a la Alianza.

El más visible es José Ángel Amador, secretario departamental del Partido, quien es muy cercano a Carlos Ramón González. Su influencia radica en que González, oriundo de Santander, es miembro del Ejecutivo Nacional de la Alianza y desde siempre ha sido el verdadero poder detrás de la personería jurídica de los verdes.

De acuerdo a dos fuentes del Partido, Amador es el que lidera la toma de muchas decisiones de la Alianza a nivel departamental, como también lo hacen desde Bogotá, y muchas veces sin construir consensos alrededor de lo que se decide.

El caso de la candidatura a la Gobernación, en cabeza de Leónidas Gómez, es el más visible.

Una directiva departamental le aseguró a La Silla que en ninguno de los municipios en los que hay candidaturas verdes existe cercanía política con el candidato a la Gobernación. Sin embargo, por disciplina, todos deben acogerse a la directriz nacional.

Otro ejemplo donde lo nacional también contradijo* lo departamental* fue Barbosa, el municipio de Santander famoso por el escándalo de Miss Tanguita en el que cacique local Marcos Cortés es un mandamás. Allí el candidato inicialmente elegido por las instancias locales (Yorgin Harvey Cely) se descartó por otro candidato (Elkin Esteban Mateus) que, según una directiva regional, es más cercano a la Senadora verde Claudia López.

Después de publicada la historia, la senadora Claudia López vía Twitter aseguró que la instancia municipal apoyó a Mateus, la departamental lo desconoció, y que por ello la discusión llegó a la nacional, donde se votó mayoritariamente a favor del primero (es decir que, según López, la decisión no se tomó por que Mateus fuera cercana a ella sino por validar decisión municipal). En el mismo debate el otrora precandidato verde y ahora candidato de la UP, Cely, trinó: "El adagio popular dice q el día de la quema se vera el humo; y sabremos si lo nacional prima sobre lo local", lo que evidencia las tensiones que hubo alrededor de este aval.

Mateus llegó a la candidatura, según López, después de lider un trabajo de denuncia contra la corrupción en un municipio que controla el clan del cuestionado ex congresista y ex alcalde Marcos Cortés, esposo de la actual alcaldesa de Barbosa.

Un liderazgo local que también se ha venido imponiendo en el plano verde, generando fracturas, es el de Sergio Prada Marín, un médico se quemó hace cuatro años como candidato al Concejo de Bucaramanga.

Este año Prada Marín deambuló primero como el candidato verde a la Alcaldía de Bucaramanga, después como posible aliado para la misma Alcaldía de los candidatos de La U, el viejo PIN y la ASI, y terminó adhiriendo al candidato liberal, Carlos Ibáñez, en esta carrera. Su último tumbo fue una falsa alarma de candidatura al Concejo que terminó cediendo a su hijo Sergio Prada Rey (sin ninguna trayectoria política) en el último plazo ante la Registraduria.

Precisamente la inscripción de la lista al Concejo de Bucaramanga fue otro espejo del mal momento que viven los verdes en Bucaramanga. En el último día para cambiar candidatos se modificaron siete renglones.

“Es un Partido desorientado, sin estructura, que trabaja al garete”, le dijo a La Silla un candidato verde al Concejo, resumiendo la situación.

Las apuestas sin mucha fuerza electoral

Para estas elecciones los verdes tienen 12 candidatos propios a Alcaldías de los 87 municipios santandereanos –ninguno en el área metropolitana–, y para Concejos Municipales presentaron 38 listas. En total, para el departamento en todos su niveles, presentaron alrededor de 220 candidaturas menos que en 2011.

La Silla revisó la lista al Concejo para la ciudad capital, la candidatura a la gobernación y las candidaturas a las Alcaldías para cuatro municipios; Barrancabermeja, San Gil, Barbosa y Lebrija, que figuran entre los más poblados de Santander y donde los verdes tienen carta propia.

El panorama electoral para la Alianza es más bien desalentador. Haga clic en cada icono rojo para ver los datos relevantes:

*La historia fue actualizada a las 11:30 pm del 25 de agosto de 2015 después de unos trinos de la Senadora Claudia López.

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Claudia López
Comentarios - Cada usuario tiene la posibilidad de incluir solo tres comentarios
Mar, 2015-08-25 11:36

Alianza Verde marchita y envenenada por militantes que limpian su nombre con su afiliación, pero que en verdad poseen intereses de partidos de extrema derecha. Se diría antes que diametralmente opuestos, pero ahora los verdes tienen cabida hasta para uribistas, porque su directriz es "el todo vale". Ni hablar del caso de Cundinamarca ...[suspenso]

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