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Sábado Septiembre 23, 2023

El mayor interrogante en estas elecciones era cómo la incursión de Álvaro Uribe iba a recomponer el poder en el Congreso. La respuesta es que su llegada baraja el poder pero no de manera tan drástica como para poner en jaque al Presidente Santos. Aunque en la noche del domingo todos los líderes de los partidos de la Unidad Nacional reclamaron victoria, solo Germán Vargas Lleras salió mejor de cómo entró, ganando su partido Cambio Radical una curul. Todos los demás perdieron curules, salvo el Partido Liberal que se mantuvo igual, lo cual, después de cuatro años de estar tan cerca al poder es una derrota. Sin embargo, para Juan Manuel Santos no todo fueron pérdidas: su partido de la U fue la lista más votada y sacó una curul más que la de Uribe. Y, por otro lado, sumadas las curules de su coalición más las del Polo y la Alianza Verde, el proceso de paz tiene a su favor una mayoría absoluta.  Estas son las principales conclusiones de esta jornada:

Uribe ganó mucho pero no lo suficiente para ganarle el pulso a Santos

Con un poco más de dos millones de votos, el expresidente Álvaro Uribe llegará al Senado con una bancada de 19 congresistas (o 20 si con el último dos por ciento de votos escrutados logra 100 mil votos más).

Uribe arrasó en Bogotá y Antioquia, donde sacó más del 20 por ciento de los votos totales. Lo que significa que donde el voto está menos amarrado, el ex presidente se impuso. Y en cambio, perdió de manera abrumadora en la Costa, donde no logró superar ni el 10 por ciento de la votación en ningún departamento. Ni siquiera en Córdoba, donde tiene el Ubérrimo. En todo estos sitios, los caciques de la U o del Partido Conservador le ganaron, sobre todo los más 'mermelados' como Gerlein, Musa Besaile y el Ñoño Elías.

Los 19 senadores que integrarán la bancada del Centro Democrático son personas muy allegadas a Uribe, con una fuerte convicción ideológica de derecha, prácticamente nula experiencia electoral y aún menos legislativa y con algunas figuras jóvenes como Paloma Valencia, Paola Holguín y Alfredo Ramos, el hijo del ex gobernador investigado por parapolítica. Todos, sin excepción, seguirán la línea del expresidente y muy probablemente, como diabéticos, rechazarán la mermelada.

Esto hará que sea una bancada que actúe realmente en bloque y que, por lo tanto, tenga el poder suficiente para hacer bastante ruido, para incomodar al gabinete con los debates de control político y para enredar el trámite de las reformas que quiera pasar Santos. Basta ver lo que le hizo la oposición al mismo Uribe para torpedear la reelección a punta de artimaña jurídica disciplinada liderada en ese momento por el representante de Cambio Radical Germán Varón, alfil de Germán Vargas Lleras.

Si los uribistas terminan haciendo una alianza con los conservadores y con Opción Ciudadana, con quienes tiene afinidad ideológica, tendrían un poder de veto importante pues juntos contarían con un bloque de 43 frente a los 47 de la Unidad Nacional.

Si logra una coalición de este tipo, el ex presidente tendría un escenario propicio para dos cosas: para hacer un contrapeso a cualquier oferta generosa que le haga el gobierno a las Farc en términos de justicia transicional. Y, por el otro lado, para presionar la convocatoria de una Asamblea Constituyente, que le permita volver a la Casa de Nariño más temprano que tarde (en esto de la Asamblea lo acompañarían las Farc y Petro).  Pero para lograrlo tendría que convencer a los azules que renuncien a la burocracia que les ha dado Santos y eso no le será fácil.

El impacto político

Hay dos formas de ver los resultados de Uribe. Si se miran desde la votación global al Congreso (sumando Cámara y Senado), el uribismo será la cuarta fuerza en el Congreso, superado por los demás partidos de la Unidad Nacional en 123 curules. Como el Centro Democrático no se preocupó por sus cámaras (sacó un 12 por ciento vs. el 55 por ciento de la Unidad Nacional sin los azules), su fuerza relativa en el Congreso no será tan grande y eso se reflejará en la elección de mesas directivas, que tienen un peso grande para dirigir los debates. También, si logran imponerse en el Senado, en la Cámara los pueden derrotar.

También está la interpretación de si su votación de dos millones refleja el verdadero tamaño del uribismo. Para un solo senador sacar dos millones de votos es impresionante. Pero como el expresidente decidió liderar una lista cerrada, una interpretación de sus votos es que aunque su popularidad alcanza el 60 por ciento, de esos solo una tercera parte estuvo dispuesta a votar por él y una cuarta parte de los votos que eligieron a Santos. Y solo uno de cada seis estuvo dispuesto a votar por el que él dijo, como lo refleja la votación del Centro Democrático a las cámaras. Visto así, el triunfo de Uribe sería relativo.

Pero la otra forma de verlo es en términos netos. Haber logrado sacar 19 curules y la segunda lista más votada de todas al Senado, con poca maquinaria política y enfrentado a unos caciques que tenían de su lado burocracia estatal y millones de pesos en cupos indicativos entregados por el Gobierno un triunfo político para Uribe. Pero como no sacó la lista más votada, no logró el ‘momentum’ de esta elección, algo que necesitaba para impulsar a su candidato en las presidenciales.

 

 Santos perdió su libertad en la Unidad Nacional

Entre el Partido Liberal, Cambio Radical, y el Partido de la U, sumaron 4,9 millones de votos y obtuvieron 47 curules de las 102 del Senado y 92 de las 166 de la Cámara de Representantes. Es decir, la coalición oficial de Santos tendrá el 52 por ciento del Congreso.

Si a esto se le agrega el Partido Conservador, cuya pertenencia en la Unidad Nacional está en duda desde que la convención del Partido decidió ir con candidato presidencial propio, la Unidad Nacional tendrá 66 senadores, lo que equivale a dos tercios del Senado y 119 representantes, el 71 por ciento de la Cámara.

Esto, en plata blanca, significa que -sin los conservadores- el presidente Santos, si es elegido como anticipan las encuestas, no tendría el control absoluto del Senado como lo ha tenido hasta ahora y que le permitía no ser rehén de ningún partido, pues si uno le fallaba con los otros tres podía sacar adelante cualquier iniciativa.

Y aún con esa mayoría holgada –si se cree la denuncia de los uribistas con base en los documentos de ‘los computadores de Palacio’ filtrados por un funcionario de Casa de Nariño- el Gobierno gastó casi 3 billones de pesos en pasar la anterior legislatura, que era la que aceitaba su reelección.

Con la nueva composición del Congreso, Santos no podrá darse el lujo de dejar ir al Partido Conservador porque una coalición entre los azules, el Centro Democrático y Opción Ciudadana –todos afines ideológicamente- sería casi del mismo tamaño de la Unidad Nacional.

Con lo cual esto, muy probablemente, elevará el chantaje de los congresistas azules.  Y obligará a Santos a ceder ante ellos o a aliarse con la izquierda, es decir con el Polo y la Alianza Verde.

Esta alianza, con Vargas Lleras como vicepresidente se complica porque si a alguien detestan en el Polo, y los progresistas de la Alianza Verde, es al exministro de Vivienda. Más aún ahora que llegó a hacer campaña de frente contra Petro.

Pero aún así, por lo menos frente al proceso de paz en la Habana, Santos va a necesitar esta coalición de izquierda para sacar adelante las reformas alrededor del proceso de paz, que es contra las que el uribismo enfilará su oposición.

 

La maquinaria mantuvo a La U en la punta

Contrario a lo que muchos pensaban - incluyendo La Silla - el Partido de La U, aunque perdió curules frente a 2010, logró hoy seguir siendo el partido más votado en el Senado, por encima del Centro Democrático, manteniéndose así como la primera fuerza de la Unidad Nacional por encima del liberalismo.

Sus votos llegaron de donde el Partido había puesto la mayoría de las velas: la maquinaria en las regiones. Los candidatos de opinión - Fredy Padilla, Johana Jiménez, Juan Pablo Salazar - a los que La U le apostó en los medios y con su equipo estratégico, incluido el de JJ Rendón, no sólo se quemaron sino que no aportaron muchos votos, con excepción de Jimmy Chamorro que tiene su propia maquinaria cristiana.

Fue la fuerza de sus caciques regados por todo el país, la mayoría de ellos congresistas en ejercicio con plata, mermelada y maquinaria, la clave para que el Partido no cayera como se pensaba.

En la Costa es donde más se notó esta apuesta. Musa Besaile, Bernardo ‘Noño’ Elías y Martín Morales se consolidaron como los caciques de Córdoba, superando de lejos los 60 mil votos allí, los cuales suman a los que ellos tres obtienen en otros departamentos de la región costeña.

A la de Musa y el Ñoño, se suman las maquinarias de la representante Sandra Villadiego - esposa del parapolítico Miguel Ángel Rangel - y Andrés García  - hijo de la exsenadora Piedad Zuccardi en juicio por parapolítica – gestores del triunfo en Bolívar, o la del senador José David Name que superó los 90 mil votos. Y la de los Gnecco en el Cesar, quienes con el representante José Alfredo Gnecco saltando al Senado lograron más del 20% en dicha circunscripción.
Analizadas estas votaciones, es claro que la famosa mermelada de Santos le endulzó el golpe que le habría podido propiciar el uribismo.

La fórmula se repite en otras regiones.

En el Valle del Cauca La U gana impulsada principalmente por los votos del representante Roosevelt Rodríguez, candidato de la exsenadora y baronesa investigada por lavado de activos Dilian Francisca Toro, más los del senador Roy Barreras. En el Meta, con la cacica llanera y senadora Maritza Martínez a la cabeza, le sacarán a lo menos 10 puntos porcentuales al Centro Democrático que no va a lograr los 80 mil que esperaba. Y la lista sigue así: En Caldas los senadores Oscar Lizcano y Jaime Alonso Zuluaga (quemado, pero puso más de 36 mil), y en Magdalena la política tradicional costeña, con el representante Miguel Amín Escaf y Eduardo Enrique Pulgar - esposo de la senadora Karime Motta – fueron las cartas que más apoyos recogieron. Algo similar pasó en la Guajira.

Además, donde no ganó por la fuerza del Centro Democrático como Antioquia, Bogotá o Cundinamarca, la maquinaria puso su cuota con los congresistas Germán Hoyos, Carlos Ferro, Milton Rodriguez y Angel Custodio Cabrera.  

En las elecciones de la Cámara la apuesta por la maquinaria también le dio resultado a La U, con más de 2.2 millones de votos para 36 curules posibles, la segunda fuerza después del liberalismo. Lo anterior con candidatos fórmulas de los senadores que llegaron, como Alonso José del Rio Cabarcas y Martha Curi en Bolivar, llaves de Andrés Garcia Zuccardi y Sandra Villadiego respectivamente, o Sara Elena Piedrahita - candidata del gobernador - y Raymundo Elías en Córdoba, parejas de Musa Besaile.

Un dato relevante, significativo para entender cómo La U logró estar por encima del Centro Democrático en el Senado, fue el caudal de los votos por la lista que llega a los 135 mil votos. No se sabrá nunca cuántos de estos votos fueron depositados por uribistas que aún asocian a La U con el expresidente, o por militantes de este partido que son santistas.

Cambio Radical gana peso específico

Germán Vargas Lleras es el político activo más popular, después de Álvaro Uribe. En el gobierno Santos ha tenido cargos que lo han puesto a sonar y le han dado un perfil de administrador y de buen ejecutor que antes no tenía; con la Fundación Buen Gobierno ayudó a sus copartidarios a hacer campaña y como fórmula vicepresidencial de Santos ha tenido una nueva ocasión de mostrarse. Gracias a eso su partido fue el único de la Unidad Nacional que ganó participación, votos y curules.

Con los datos hasta la medianoche, Cambio Radical tenía más del 9 por ciento de los votos para el Senado, lo que le asegura tener nueve curules. Cambio sacó casi un millón de votos. En 2010 obtuvo el 7,84 por ciento de los votos, que equivalieron a 861 mil. Y entre tanto, perdió la votación de Javier Cáceres, condenado por parapolítica, y quien con más de 80 mil votos fue el senador más votado de Cambio en 2010.

Eso quiere decir, que ahora sin Vargas de candidato presidencial y sin los 80 mil votos de Cáceres, arrancaban con unos 780 mil votos. La imagen de Vargas, más la de Carlos Fernando Galán, lograron que se fortaleciera electoralmente el partido. Eso a pesar de golpes de opinión como la captura del ex gobernador de la Guajira, Francisco “Kiko” Gómez y de que rechazaron otros votos al negarle avales a personas como la ex concejal de Cartagena María del Socorro Bustamante o la del santandereano Freddy Anaya.

Esa victoria, aunque menor que la de Uribe, refuerza la buena posición de Vargas para el 2018. Frente a su partido, mientras que la vez pasada la bancada al Senado era de pequeños barones ajenos a su cuerda, esta vez los dos senadores más votados (Galán y su amigo y escudero Germán Varón Cotrino) son muy cercanos a él, lo que le da una influencia más directa.

Hacia afuera, logra que Cambio sea más importante en la coalición de gobierno. Aunque sigue siendo un partido menos grande que La U o el liberalismo, en una coalición muy mermada en su tamaño se vuelve un jugador más importante.

Si, además de eso, llega a la vicepresidencia, va a estar mucho más cerca de su meta de ser presidente.

 

Simón no logró agitar el trapo rojo

El Partido Liberal, que pintaba como uno de los grandes ganadores de estas elecciones, terminó con las mismas 17 curules y convertido ya no en la tercera sino en la cuarta fuerza en el Senado. Aunque va a sacar poco más de los 1.724.000 votos de ese año y unas 5 curules por encima de las 38 de 2010, -más allá del spin que trató de darle su jefe Simón Gaviria- es un fracaso de la estrategia de Simón Gaviria para que el liberalismo fuera, de nuevo, el primer partido del país.

Una de las grandes derrotas es la decisión de que Horacio Serpa encabezara la lista. El ex senador, ex ministro, ex gobernador, ex candidato presidencial y ex muchas otras cosas pasó los 100 mil votos pero no sacó más que el logo del partido ni pudo arrastrar a mucha gente.

En Santander su fórmula Miguel Ángel Pinto sacó unos 33 mil votos y se quedó con la segunda curul liberal; en Bogotá Andrés Felipe Villamizar se está peleando voto a voto con Juan Carlos Losada la tercera curul liberal, pero va perdiendo; el representante Jimmy Javier Sierra, quien era su fórmula en La Guajira, no se pudo reelegir.

Tampoco funcionó la llegada de figuras nuevas. Ni Alerta ni Fruko ni Bonner Mosquera pusieron muchos votos.

Y el foco de la campaña en el bolsillo de la gente tampoco emocionó a las personas

Los partidos pequeños se cotizan

El Mira sacó exactamente los mismos votos al Senado que hace cuatro años, quedándose por debajo del umbral pero irónicamente obteniendo su mejor resultado histórico en la Cámara, alcanzando curules en Bogotá, el Valle y mínimo una en el exterior.

El Polo terminó, pese a la altísima votación del senador Jorge Enrique Robledo, perdiendo casi 300 mil votos y a cinco congresistas. Aunque conserva a sus figuras más mediáticas, perdió uno de cada tres votos de las
elecciones pasadas. (Entre otras se quema Wilson Arias, quien lideró los debates alrededor de los baldíos).

La Alianza Verde terminó sacando una votación similar a la de la vez pasada, perdió uno de sus tradicionales fortines (Boyacá) y continúa dependiendo mucho de Bogotá.

Pero pese a todo esto, el triunfo de la lista uribista cotiza a los partidos pequeños, que ante una desbandada de los conservadores se vuelven fundamentales para el gobierno para inclinar la balanza.  En particular, el Polo y la Alianza Verde, dos partidos de izquierda que están alineados con Santos en su intención de sacar adelante la negociación en la Habana.

Fenómenos y sorpresas 

Además de los que ya repasamos en esta historia, ocurrieron varios fenómenos y sorpresas.

Un fenómeno clave es el peso que tiene tener a un pariente de gobernador. Cuatro casos lo demuestran.

El primero, del senador de Opción Ciudadana (otrora PIN) Nerthink Mauricio Aguilar. En sólo cuatro años pasó de tener 51 mil votos a rondear los 100 mil, de los cuales casi 80 mil llegaron desde Santander. Y en los últimos cuatro años, además de que condenaron a su papá Hugo Aguilar por parapolítica - lo que evidentemente no le restó votos -, su hermano Richard llegó a la gobernación de Santander en 2011. Esta estadía en el Palacio de dicho departamento puede explicar el drástico incremento del caudal del senador, quien no sólo queda como el gran salvador del PIN sino que barre con el otro cacique santandereano, el liberal Horacio Serpa, como lo anticipó La Silla en un artículo sobre Santander.

El segundo caso es el de Javier Mauricio Delgado, sobrino del gobernador del Valle Ubeimar Delgado y del actual senador Cesar Tulio Delgado (46 mil votos en 2010), quien sin ninguna trayectoria política obtendrá más de 60 mil votos en el Valle y 74 mil a nivel nacional. El incremento frente a los del actual senador de esa familia, sólo se explica por el poder de Ubeimar en la gobernación.

Un último caso es el del representante José Alfredo Gnecco, quien salta al Senado y con su primo Luis Alberto Monsalvo Gnecco de gobernador del Cesar, suma más de 60 mil votos, es decir por encima del 20 por ciento del total de dicho departamento. Hace cuatro años José Alfredo no llegó a los 20 mil.

Una última prueba del peso de los gobernadores es Sara Elena Piedradita Lyons - prima del gobernador Alejandro Lyons -, quien sin ningúna trayectoria política se convirtió este 9 de marzo en la candidata la Cámara por Córdoba más votada con más de 100 mil votos. 

Otro fenómeno es que las cabezas de lista del Partido Liberal y de Alianza Verde sacan menos votos de lo que se pensaba. Aunque Serpa en el liberalismo es primero, estará lejos de Robledo, que es el senador más votado del país. Lo anterior en parte porque, a pesar de haber sido gobernador de Santander hasta hace apenas dos años, recogió apenas 40 mil votos en Santander, la mitad de lo que sacó el senador Nerthink Mauricio Aguilar, hermano del actual gobernador.

El otro bajonazo frente a las expectativas, fue el de Antonio Navarro quien a pesar de ser el número uno de Alianza Verde no pasará los 60 mil votos, muy por debajo de Claudia López, la más votada de este Partido. Uno de los resultados difíciles de entender es el resultado que obtuvo Navarro en Nariño donde, a pesar de haber sido alcalde de Pasto y gobernador, suma menos de 15 mil votos con más del 80 por ciento de las mesas informadas.

Al de Navarro está vinculado otro fenómeno y es el de Claudia López, quien no sólo le ganó a la cabeza de lista de su partido Alianza Verde sino que supera los 80 mil votos, siendo esta una votación clave para consolidarse como vocera de la oposición y de gran parte del voto de opinión.

Otro hecho relevante fue el fin del PIN en el Valle del Cauca. Después de que hace algunos años logró la cúspide en ese departamento con el poder de Juan Carlos Martinez y de los Abadía, ahora en estas elecciones desapareció. Los candidatos al senado del PIN oriundos de esa región se quemaron y en la Cámara por Valle perdieron las tres curules que hoy ostentan.

En términos regionales, hay dos fenómenos para destacar de entrada, con miras a las presidenciales, por la importancia población de los territorios. En primer lugar, la Costa Atlántica surge como la gran fortaleza de la Unidad Nacional y el santismo y la debilidad suma del uribismo). Y en segundo, en contraste, Bogotá y Antioquia como los terrenos donde los gobiernistas tendrán que trabajar para alcanzar al Centro Democrático del expresidente Uribe.

 

 Los quemados

Entre los quemados, lo más sorpresivo es la baja votación de la exalcaldesa de Cartagena, Judith Pinedo, quien no alcanzó ni siquiera los 15 mil votos. A su derrota se le suman la del senador conservador Juan Mario Laserna, quien había sido reconocido en los medios por su excelente labor en el Congreso. También se quedaron por fuera la de la hija de la exsenadora Gilma Jiménez, que en las elecciones pasadas sacó más de 207 mil votos; la del General Fredy Padilla; la de Juan Pablo Salazar, que había hecho una campaña muy creativa; y la del profesor Rodolfo Arango por el Polo Democrático, aunque sacó diez mil votos.

El grupo de los quemados reúne varias sorpresas: La hija del parapolítico Javier Cáceres, que aspiraba por el Partido Conservador - lo que le costó a los azules mucho ‘palo’- , no llegará al Senado; al hijo de Piedad Córdoba tampoco le alcanzó su ascendencia; el senador Jorge Londoño - otrora barón de los verdes - se quemó; una de las del combo de ‘La Gata’ (Elsy Sampayo) no llega a la Cámara por Bolívar; Jesús Ignacio Garcia, Germán Villegas, José Iván Clavijo y Honorio Galvis, respectivamente caciques de Cauca, Valle del Cauca, Norte de Santander y Santander hasta 2010 (anónimos pero poderosos), también se quemaron; a José Darío Salazar no le funcionó la fórmula de ser uribista desde el Partido Conservador; y al primo de Oscar Ivan, el senador Jaime Alonso Zuluaga perdió 20 mil votos frente a 2010, cuando sacó 60.000, y no llegó esta vez al Senado. Otro grupo grueso de quemados lo aporta La UP, que a pesar del reencauche y de sonar muchos en los medios, no logró nada en la Cámara y a ninguno de sus candidatos al Senado por Alianza Verde le alcanzó para una curul.  

 A Petro le fue mal

El Centro Democrático y Cambio Radical - el primero con una base electoral que se puede asumir contraria a Petro y el segundo abiertamente a favor de la revocatoria del Alcalde – sumaron el 27 por ciento de los votos al Senado en Bogotá. El Polo y la Alianza Verde, que  son afines o neutros frente al alcalde, apenas llegaron al 16 por ciento. Y los candidatos al senado realmente cercanos al petrismo como Antonio Navarro, Natalia Parra, Witney Chávez, Néstor Daniel García o Jorge Guevara, entre todos, no llegan a los 50 mil votos.

En la Cámara, el ala contraria a Petro, sumando sus votos, también barrió. Entre Cambio Radical (con Rodrigo Lara), el Partido Conservador (con Telesforo Pedraza, quien ha sido muy crítico de Petro) y el Centro Democrático, sumaron más de 480 mil votos. Los más cercano a Petro, en cambio, como Angélica Lozano, Inti Asprilla y Ángela María Robledo, sumaron entre los tres alrededor de 67 mil votos. En total los votos de Alianza Verde y los del Polo Democrático sumados no sobrepasan los 300 mil.

Es decir, Bogotá votó en su mayoría por sectores contrarios a Petro y a la izquierda, que muy seguramente apoyarían la revocatoria del Alcalde en caso de que se llegue a votar ya que comprobó que Petro no fue un factor electoral decisivo  

 

El momentum va a ser de Peñalosa, no de Óscar Iván Zuluaga

Lo obvio era que que el candidato del Centro Democrático se viera beneficiado con el triunfo de la lista uribista. Es con lo que contaban en su campaña desde el principio.

Pero dado que Uribe no logró tener la lista más votada, el 'momentum' de esta elección no le corresponde y por lo tanto no le servirá para empujar de manera drástica a su candidato. Si se considera que los votos 'endosables' de Uribe son los que sacó el Centro Democrático a la Cámara, el máximo con el que podría arrancar Zuluaga son 1,3 millones de votos, que no supera el 10 por ciento del total de votos y no lo posiciona como el rival viable de Santos. Si a esto se le suma que Peñalosa podría pasar el millón de votos (con el 26 por ciento de votos escrutados llevaba 591 mil votos, según la página de la Registraduría a las 1.53 a.m.), el 'momentum' lo tendrá el candidato de la Alianza Verde.

La siguiente galería muestra el recorrido que hizo La Silla Vacía por algunos de los puestos de votación en la Ciudad de Bogotá:

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    El presidente Juan Manuel Santos a su llegada al Palacio de Justicia acompañado de su esposa e hijos. Foto: Jorge Daniel Morelo
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    Con avisos y pancartas dirigidos al presidente Juan Manuel Santos, algunos activistas llamaron la atención de los ciudadanos que estuvieron ejerciendo su derecho al voto en la Plaza de Bolívar. Foto: Jorge Daniel Morelo
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    El vicepresidente Angelino Garzón, también ejerció su derecho al voto. Foto Jorge Daniel Morelo
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    El procurador Ordoñez a su llegada al Palacio de Justicia, acompañado de su esposa Beatriz Hernández. Foto: Jorge Daniel Morelo
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    Momentos en los que el procurador Alejandro Ordóñez depositaba su voto en la urna. Foto: Jorge Daniel Morelo
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    Momentos en los que el expresidente de Colombia y aspirante al senado Álvaro Uribe Vélez, depositaba su voto en la urna de la mesa 2 en el Palacio de Justicia. Foto: Jorge Daniel Morelo
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    Germán Vargas Lleras haciendo uso de su derecho al voto. Foto: Jorge Daniel Morelo
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    Momentos en los que Germán Vargas Lleras depositaba su voto. Foto: Jorge Daniel Morelo
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    Los puestos de votación en Corferias. Foto: Jorge Daniel Morelo
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    Activistas de todo tipo se vieron durante los comicios electorales en La Plaza de Bolívar. Foto: Jorge Daniel Morelo
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    Armando Benedetti estuvo acompañado por sus hijos luego de ejercer su derecho al voto. Foto: Jorge Daniel Morelo
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    EL registrador nacional Carlos Ariel Sánchez luego de su intervención que dió inicio a los comicios electorales. Foto: Jorge Daniel Morelo
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Lun, 2014-03-10 08:13

Si algo se puede decir de los uribistas, sin mucho margen de error, es que son fervorosos. No hay uribistas de medio pelo. Todos los uribistas salieron a votar y votaron por quien querían: el CDMFCG.

Después de gastarse toda la campaña solamente para promover el nombre del partido de Uribe, no creo que muchos se hayan equivocado al marcar en el tarjetón. Tampoco creo que a un uribista se le pueda comprar para que vote por otro partido o candidato.

Así las cosas, estas son las primeras elecciones que cuentan a los uribistas de verdad: sin la coacción de las armas y sin la persuasión de los favores.

Y también es claro que es un partido, hoy, del que se puede asegurar la fidelidad sincera y honesta de sus electores. Honor que comparte con el Polo y los Verdes. Dos de cada 32 electores potenciales en Colombia están realmente convencidos de que Uribe es el mejor. Y por primera vez sabemos esto. Por primera vez también, el uribismo tiene una bancada legítima en el congreso.

Lun, 2014-03-10 11:13

Para que no se enojen los matématicos, digamos que esto es "para quienes no entienden de aritmética elemental". Para que no se enojen los niños de tercero de primaria, digamos que es "para quienes no entienden de política". Veamos:

En Colombia hay 32 millones de personas que podían votar. 2 millones votaron por el CDMFCG.

Para quienes no entienden de aritmética elemental:

Una regla de tres simple: Si de 32 millones, votaron 2 millones por el CDMFCG; de 100 ¿cuantos hubieran votado por el CDMFCG? Un niño de tercero de primaria hubiera respondido: 6.25. Como la base es 100, se dice que el 6.25%

Resuelto el problema de aritmética elemental de manera incontrovertible, ahora viene la explicación para quienes no entienden de política:

Uribe representa a MUCHOS (6.25%) y el resto (93.75%) representa a NADIE (o casi).

Conclusiones:

1. En política, todo es posible.
2. En las pruebas PISA nos va muy mal porque la "derecha educada" es mayoría en Colombia (según dicen).

Lun, 2014-03-10 14:55

pero que mas masacre que el esperpento de salud que tenemos? que mas masacre que esa reforma laboral que nos convirtio a todos en jornaleros a sueldo y sin ninguna garantia? la gente vota por uribe solo por dos razones: por que son fanaticos o por que son ignorantes. desgraciadamente los fanaticos y los ignorantes forman mayorias a veces.

Lun, 2014-03-10 12:13

GMolano, le hago una invitación: lease el libro LA VIOLENCIA EN COLOMBIA, posterior a la muerte de GAITAN se desata una guerra fratricida entre liberales y conservadores estoy seguro que después de leerlo comprenderá lo que son las verdaderas masacres, eso si fue de bestias, ni usted ni yo habíamos nacido pero en nuestro amado País sucedió, para amainar los odios fratricidas nació el FRENTE NACIONAL,hoy mal llamado UNIDAD NACIONAL promovido por Santos, que no es otra cosa que repartirse las arcas de nuestro País y no mucho tiempo después, para contrarrestar la clase oligárquica, nació la guerrilla al mando de Manuel Velez alias "Tirofijo" guerrilla a la que se le atribuyen verdaderas masacres, dignas de bestias, TODO LO ANTERIOR PUEDE CONSULTARLO POR INTERNET, y ahí si puede hablar de masacres, pero bien documentado. Si el Senador Uribe promovió masacres o sus actos las hubiesen provocado tenga la plana seguridad que con personas como usted que sienten tanto odio estuviera preso.

Lun, 2014-03-10 09:27

2 de 32 da el 6.25%. Sus otros cálculos son correctos.

No tengo dudas acerca de la posición de Navarro y Claudia López en el espectro político: a la izquierda del centro. Claro que si expandimos el centro, simétricamente, para darle cabida a Uribe, quedaría muy poco a la derecha o a la izquierda.

Y no le veo nada de fascinante al caracter de izquierda de los sindicalizados. Lo veo normal. Por otro lado, no se puede ignorar que el abstencionismo hace estragos en todo el espectro político, por lo cual no se puede decir que por la izquierda solo votan los sindicalizados, por la coincidencia numérica señalada. Los jóvenes son especialmente abstencionistas.

Y ni hablemos de discursos, consignas y proclamas, porque de lado y lado hay suficiente de eso para deprimir a cualquier persona sensata no fanática. Pero, para mí, la consigna más hueca, por carecer totalmente de significado real es la del corazón grande y la mano firme (hasta Uribe trastoca los adjetivos cuando la explica).

Lun, 2014-03-10 08:39

Es de admirar el fanatismo y la fidelidad al Mesías.

Lun, 2014-03-10 07:29

Impresionante, lo de Peñaloza, parece que se configura como opción, si logra desligarse de la imagen de AUV (que no le favorece, y lograr el apoyo de su partido y muchos indignados, podría tener opción de ir a segunda vuelta, pero muy seguramente AUV, le dará el abrazo del oso, y esto acrecentará su distancia con los verde progresistas, amanecerá y veremos!!!

Lun, 2014-03-10 14:48

Muy cierto lo primero, pero no fue la misma estrategia que usó Uribe para la reelección y luego para apoyar a Santos en el 2010. O es que le parece que Valencia Cossio no le administraba la mermelada al zar del Ubérrimo? O le parece limpia la campaña contra Mockus en el 2010? Uribe y Santos representan la misma politiquería sucia de antaño en Colombia, y este año se van a tapar sus cochinadas el uno al otro. Les funcionó la estrategia a largo plazo.

Lun, 2014-03-10 07:18

Dos hechos fúndamentales deben tener en cuenta los correligionarios de uribe vélez. Uno, que él solo puso 2 millones 50 mil votos cuando muchos recuerdan sus 9 millones de sufragios para Presidencia y dos, el hecho cada vez mas frecuente que su cerebro parece quedar en blanco cuando es consultado por periodistas, el último caso en este sentido se presentó al intentar explicar el logo del movimiento centro demoníaco, no olvidar que el expresidente ya bordea los 60 años y la edad no llega sola.

Lun, 2014-03-10 07:15

De lo mucho que se analiza en la nota, me voy a referir al tema de Peñalosa, pues sí considero que tal vez alcance a impulsar, por lo menos, la segunda vuelta (y no soy peñalosita, porque cuando alguien habla algo así dirán que se simpatiza con el candidato. Falta de criterio al leer de muchos). Sin embargo, el problema que se le presenta es que si hace campaña, la tendrá que hacer prácticamente solo. Su pasado afín a Uribe (que todavía "respeta" cuando lo entrevistan) y la manera como el Mesías del Uberrimo lo apoyó en las elecciones del 2011, han hecho que desde el mismo progresismo de la Alianza Verde hagan todo lo posible por sacarlo de ese partido. Claro que esto último es estrategia común de la Izquierda, pues hay que ver cómo el MOIR ha cooptado el poder político dentro del PDA, expulsando a aquellos que no simpatizan con su visión política o "vendidos" a cualquier cosa, según ellos.

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