Unos son los dilemas de los votantes, especialmente de los que no se sienten identificados con ninguno de los dos candidatos. Esos no votaron, o votaron en blanco o lo hicieron por uno de los tres candidatos que resultaron eliminados en la ´primera vuelta. Esos ciudadanos serán los que decidan la elección el 15 de Junio. Estos se debaten entre un candidato con ideas de derecha y que eventualmente pondría en riesgo el proceso de paz y otro que hace concesiones a la politiquería y no tiene suficiente determinación para impulsar las transformaciones que esos votantes quisieran.
Otras son las diferencias que los candidatos tienen en relación con la forma de terminar el conflicto, que es donde se ha concentrado la atención del debate público. Las campañas –como les toca- simplifican el mensaje. Santos subraya que las condiciones que impondría Zuluaga darían al traste con el proceso de paz y Zuluaga repite con Uribe que le están entregando el país a las FARC. Los más agudos creen que el proceso no está en riesgo y que incluso Zuluaga podría continuarlo dado el contexto en el que se desenvuelve, pero –como lo explicó en detalle La Silla- la diferencia no estará en si se termina el conflicto o no, sino en el tipo de sociedad que resulte de ese acuerdo.
A mi juicio el verdadero dilema, o mejor, la verdadera diferencia entre Zuluaga y Santos está en lo que no han dicho pero probablemente haga el que gane.
Los colombianos ya estamos acostumbrados a eso. Los últimos dos presidentes no han dicho en campaña lo que harían en el gobierno: Uribe no dijo que promovería la aprobación de la reelección, sin duda la mayor reforma al sistema político después de la Constitución del 91 y Santos no dijo que intentaría una negociación con la guerrilla de las FARC, sin duda la más arriesgada apuesta política de los últimos 25 años en Colombia dado el enorme rechazo que la mayoría de los colombianos sentimos por esa guerrilla.
Hacer esas dos cosas les valió a los dos últimos presidentes romper con aliados que se sintieron traicionados. Por ejemplo, algunos sectores liberales y Germán Vargas Lleras que estuvieron inicialmente con Uribe se le enfrentaron posteriormente porque consideraron que la reelección y su discurso de derecha contrariaba lo que ellos creían que representaba cuando lo apoyaron.
Para Santos reconocer el conflicto y adelantar el proceso de La Habana, sin que lo hubiera mencionado en la campaña, le ha costado una cruda confrontación con el uribismo, que se ha valido de todo tipo de métodos –legales e ilegales- para oponerse a un proceso que quizás, como lo presagian algunos, estén dispuestos a seguir si regresan al Gobierno.
Zuluaga no ha dicho que promoverá la convocatoria de una Asamblea Constituyente, con el pretexto de promover una reforma a la justicia y eventualmente como parte de un acuerdo por las FARC diseñado por Álvaro Leyva, cuyo verdadero propósito será introducir un profundo cambio en el sistema político basado en la “doctrina” del estado comunitario, que es una especie de gobierno plebiscitario, sustentado en una suerte de “estado de opinión”, que fortalece el poder presidencial y debilita el sistema de controles. En eso las FARC y el uribismo se podrían poner de acuerdo rápido porque ni Uribe ni la guerrilla se sienten cómodos con los principios de una democracia clásica, basada en la vieja idea de la independencia de los poderes y el respeto de los derechos fundamentales de las personas. La Constitución Bolivariana y Rafael Correa, que ya muchos muestran como un ejemplo de eficacia, pueden servir de ejemplos.
Santos no ha dicho, o lo minimiza, que el acuerdo con las Farc significará, como lo explicó La Silla, una transformación profunda en el sector agrario y en el sistema político. No está en riesgo la propiedad privada, es cierto, pero está claro que si se cumple lo que se conoce que se ha acordado con las Farc habrá un nuevo modelo de desarrollo en el campo y si se reconocen los derechos de las organizaciones sociales, en forma similar a los de los partidos políticos, como se desprende de lo que se conoce del punto 2 acordado con las Farc se habrá desbloqueado el sistema y la trampa eterna para el surgimiento de nuevas fuerzas políticas se habrá roto.
Aunque muchos insistan en que Santos y Zuluaga son muy parecidos, lo cierto es que dentro de cuatro años Colombia será muy distinta en función del camino que se escoja el próximo domingo. Tendremos una sociedad más abierta, más democrática y quizás más igualitaria o tendremos una que imponga desde el Estado el “orden”, más plebiscitaria y menos democrática y quizás con un buen crecimiento económico -como tuvo Chile en la época de Pinochet- pero con menos distribución de la riqueza.
Eso es lo que los colombianos decidirán el 15 de junio.
Oye, ese mounstradamus si que es canson. Que fue lo que le hizo Uribe que no deja de mencionarlo?
Esperaremos para ver si tu bola de cristal te funciona o no ... porque leyendo deduzco que todo lo expuesto en este articulo son suposiciones acerca de lo que tu crees que los dos candidatos no han dicho y van a hacer....... el tiempo dará la razón
Hay un dilema de trasfondo, y es el $$$ para sostener un Ejército de 500 000 (medio millón de personas) para enfrentar a 7 000. El negocio de la guerra es muy productivo para muchos, pero es más dañino para los demás, pero de eso no se habla.
La OCDE diagnostica la actual gran concentración del poder en el Presidente, por encima de un Consejo de Ministros debilitado y ante un CONPES sumiso al Presidente; COMO SERÁ EL PROYECTO DE OIZ DE CONCENTRAR AÚN MÁS EL PODER BASADO EN LA ENTELEQUIA DEL ESTADO DE OPINIÓN Y CON EL AUTORITARIO ENFOQUE PLEBISCITARIO ?. Piensen bien cómo votar
Muy esclarecedor el post. Aplausos.
¿Han notado que el uribismo tiene dos líneas de propaganda para las elecciones? En una, invitan a votar por Zuluaga. En la otra, invitan a votar en blanco. Basta revisar las cuentas de los grupos uribistas en redes sociales.
Falso dilema, ambos candidatos prometen lo que nunca hicieron y mienten sobre su fórmula de solución del conflicto, y ahora por fin hablan de las víctimas, cooptadas por un victimario, el ministro de los falsos ++, en contra del otro, el de las Convivir; falso porque detrás de ellos está el protagonista principal que ha alimentado a paramilitares y de armas tanto a estos como a la guerrilla (Cagúan-Montesinos-CIA-Sin Tregua-Castro Caycedo) pero que ahora está interesado en su paz para la Confianza Inversionista; sí estoy de acuerdo en que lo peor ha sido y será la reelección, empecemos a tumbarla!, mientras llegamos a un acuerdo ciudadano, exijamos a los candidatos, cualquiera que gane, su apoyo incondicional a la continuidad del acuerdo Farc-gobierno sobre el respeto a los derechos humanos, que visibiliza a las víctimas, como su apuesta por una política de Estado de visión democrática, social e incluyente. Será mucho pedir?.
¿Ahora es gente del común? Pensé que se las sabía todas y era de la élite de la élite. El gato con botas ahorita quiere hacer ojitos tiernos y sumarse a las víctimas, los perseguidos por la campaña negra que los acusa de todo pero todo es mentira.
Señor Riveros, su análisis es muy académico,y no lo digo en sentido peyorativo, pues racionalmente debería ser suficiente. Pero la realidad es muy simple y muy cruda, con Santos tendremos un gobierno de centro derecha con todas las consecuencias económicas sociales y políticas que tal posición ideológica conlleva; y con Uribe, gobernando en cuerpo ajeno, tendremos un gobierno de extrema derecha caracterizado por la corrupción, la mentira, la intolerancia, la muerte, la guerra, la concentración absoluta del poder, un una palabra, un Estado indecente. Los antecedentes del señor Uribe no permiten esperar cosa diferente.
Dilemas y + dilemas y échele dilemas hasta q se cansen,.. eso depende de Ud.
Riveros, de la mesura, ecuanimidad y hasta objetividad pasa de un solo brinco al veneno: ‘’ sin duda la más arriesgada apuesta política de los últimos 25 años en Colombia dado el enorme rechazo que la mayoría de los colombianos sentimos por esa guerrilla. ’’. Con esta frase quien podría creer q a Ud. le disguste la guerra.
Q las Farc y el Furibismo se pongan de acuerdo?,. Jajá, es cierto q la política sigue corrupta, inescrupulosa etc., así ahora le llamen Dinámica, pero ver sentados a estos extremos en la misma mesa x la supuesta nueva posición q asumiría el Furibismo es de verdad lejos de cualquier realidad posible.
Vendernos la idea que el Furibismo -conocido de autos- también tiene su corazoncito, … no funciona, xq este matrimonio tampoco funciona.
El UCD ahora hermanitas de la caridad ?, jajajaja
Vargas Lleras terminó su relación con Uribe cuando lo acusó de llegar a el sitio de un atentado en su contra, que sabía que iba a ocurrir y no le avisó, y esperando encontrar su cadáver. No es que me guste Vargas Lleras pero "cuando tus amigos te intentan clavar un cuchillo en la espalda, debes dudar de su amistad" Les Luthiers.
El 15 d junio vamos a decidir entre TODOS; esa sensación de imparcialidad q asumen algunos autores aquí en LSV-asumo q como técnica periodística o lo q sea.- está mandado a recoger en este momento tan crucial, hay q tomar posiciones claras y frenteras con nombres propios; decir que: ‘’eso es lo q los Colombianos decidirán el 15 d junio’’ después de haber tomado partido en todo el grueso del artículo, .. no cuadra.
El 15 d junio VAMOS a decidir entre dos formas de hacer corrupción, una con el clientelismo puro donde corren ríos de dinero y otra donde corren ríos de sangre. No estamos escogiendo entre el más bueno, sino el menos pior.
Al gato:no puede negarse q en ‘’este lado hay unidad de propósito’’, unipersonal, mezquino, egoísta, violento y agresivo.