Cuando Luis Carlos Sarmiento compró El Tiempo se volvió evidente el riesgo para los lectores de que el diario de mayor circulación del país no pudiera cubrir con independencia los múltiples sectores en los que el hombre más rico de Colombia tiene intereses. Sus competidores directos temían, por su parte, que el periódico se convirtiera en una gran máquina de propaganda a favor de sus productos. En ese momento, Roberto Pombo, el director de El Tiempo, dijo a sus críticos que los invitaba “a hacer un debate pero sobre la información que sale y no sobre la presunción”.
Esta no es la primera vez que El Tiempo publica información abiertamente favorable a su jefe sin manifestar el más mínimo conflicto de interés, pero esta vez lo hizo en grande:
Ayer el Grupo Aval, de propiedad de Luis Carlos Sarmiento Angulo, hizo una emisión de acciones en la bolsa de Nueva York. La noticia es importante por el monto del negocio (Aval recibió aproximadamente 2,3 billones de pesos). El Tiempo la consideró la noticia más importante del día. Abrió a cuatro columnas y le dio la segunda página entera en su sección Debes Saber.
Los demás medios, incluyendo La República, un diario especializado en economía y negocios y que cubre sistemáticamente ese tipo de noticias, también metió la noticia en portada pero consideró que la demolición de Space fue más importante (como también lo consideraron El Espectador y El Colombiano) y también un informe de Moody’s sobre el crédito en América Latina.
Esta es la portada de La República
Y acá el cubrimiento adentro
Y otros periódicos importantes o sacaron la noticia en la portada pero muy pequeña o no la sacaron.

En todo caso, para El Tiempo otras emisiones de acciones en Nueva York no han sido tan importantes en términos noticiosos. Ninguna ameritó enviados especial ni portada y mucho menos página entera.
Por ejemplo, en enero, cuando salió la de Tecnoglass, compañía de los hermanos Daes, solo sacaron una nota interior, y lo mismo ocurrió con otras emisiones como la de Isagen en 2012 (en la que el enfoque ni siquiera fue la empresa)
Y Sura solo mereció una breve
Incluso las que tuvieron más exposición, como la de Bancolombia en 1995 (que fue la primera), la de ISA en 2004 (que fue la segunda, nueve años después de la primera, y donde decenas de miles de colombianos tienen acciones) o la de Ecopetrol en 2008 (la principal empresa del país y con cientos de miles de accionistas) tuvieron cubrimientos menos generosos que la de Aval, con notas más cortas.
Por ejemplo, la de Ecopetrol tuvo foto en la portada pero no fue el titular del día
y tuvo una nota de menos de página entera y en la sección de económicas, no en la segunda página como la de hoy.
Esta no es la única vez que El Tiempo le da una ayudadita a Aval, sin contar que tienen el mismo dueño. La Silla ya contó que en mayo de 2013 el periódico le dio mucho bombo a un alza de la acción del Grupo justo cuando no lo hace con otras acciones, y la acompañó de una gráfica engañosa; y en julio de ese año un editorial sobre la Ruta del Sol le caía como anillo al dedo a una empresa constructora del grupo (cuando eso mismo ya había ocurrido con otro editorial y otras notas).
Qué podemos esperar de un monopolio o grupo económico? Las potencias suben y luego bajan; en qué quedó convertida la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) ? Los imperios suben y luego se desbaratan, entonces concluyamos en que LCSA sube y subirá hasta que le llegue su turno de desmoronarse. Toda crisis del capital no tiene reversa. Esperemos que los grupos económicos nos ayuden a financiar el posconflicto, así sea con préstamos en pesos colombianos, porque es mortal si tenemos que buscar préstamos en dólares porque eso se torna impagable. Por poco ya casi llegamos a US100.000 millones de dólares de deuda externa.
Pregunta: ¿Este artículo contenía un "disclaimer" de la redacción de El Tiempo, aclarando que LCSA es dueño mayoritario del periódico? Si no lo tiene, no hay que decir más (las notas sobre el tema publicadas en el tiempo.com no lo tienen). La regla es que el editor siempre debería hacer explícito este vínculo, en cualquier noticia que tenga que ver con intereses económicos del propietario. Aunque El Tiempo se llenara de aclaraciones, tendría que hacerlo.
De otro lado, también es chistoso que La República haya considerado que "crecen ventas de perros de seguridad" debía ir más arriba que la colocación de acciones de Aval.
Antes de que te domine la paranoia, tu comentario sigue existiendo en el artículo sobre la paz porque tú lo pusiste allí por equivocación.
Felicitaciones al Grupo AVAL en manos de su presidente y propietario LUIS CARLOS SARMIENTO ANGULO y de su hijo Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, de hecho eso no cambia nada la vida de los colombianos, si su capital invertido en la Bolsa de New York sube o baja igual los pobres de éste país, Colombia, seguiremos en picada mientras las arcas de este tipo de industriales ascenderá permanentemente. Ojalá el señor Sarmiento no se olvide de otro grande que ya pasó a descansar de tanto contar su capital y no poder dormir pensando en subir y subir, descanse en paz Don Julio Mario Santodomingo allá en su lujosa cripta en N.York donde a pesar de el lúgubre lujo no deja de ser uno más de los que se bajaron del tren de la vida.
Un medio que se ha dedicado solo a promover a Santos y al Grupo Aval no pude tener credibilidad y sin credibilidad los medios mueren. Yo hace rato que ni lo compro ni lo leo.
Yo creo q como van las cosas y el acceso a la información tan rápido y económico por la web, estaremos asistiendo + pronto q tarde al entierro de los periódicos en físico; así q no nos extrañe q n cualquier momento nos llegue el folletico a la puerta d nuestra casa sin suscripción alguna y d GRATIS, como inicio d ese proceso INHUMATORIO.
Lo de El Tiempo es vergonzoso, pero no hay que olvidar que otros le hacen el trabajito "gratis" o con vínculos menos evidentes. El Colombiano no lo puso de portada, pero le dedicó un editorial bastante elogioso.
Hay que quererse muy poquito, para leer El Tiempo. Y no es cosa de Luis Carlos Sarmiento, desde hace bastante tiempo el nivel periodistico es un insulto para una inteligencia promedio.
Si no mantienen la imparcialidad periodística y la discrección en el abordje de los temas y en el despliegue de la información caerán en picada. De hecho, con la información virtual, todos los periódicos impresos han disminuido su cobertura en los lectores sin que ello signifique riesgo alguno de desaparecer.
De otra parte, el gran capital no da puntada sin dedal y si es necesario contratar sicarios para quitar de en medio cualquier obstáculo, lo hace sin ningún pudor ni vergüenza.