En sus fuertes críticas a las empresas privadas el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, mezcla dos ideas. Una es su posición de que es el Estado, y no los privados, quien debe prestar los servicios públicos. Pero el mandatario también ha mostrado su obsesión por luchar contra las mafias. En algunas ocasiones, al mezclar las dos cosas y señalar a los privados de ser mafias, termina mostrando un sesgo antiempresarial.
Ese sesgo se ha visto en otras ocasiones, como cuando Petro ha echado para atrás licitaciones (como la del Transmilenio ligero por la Séptima, que si bien terminó en un acuerdo con los contratistas, envió una señal de zozobra), o ha criticado decisiones ya tomadas, como la construcción de la ALO. Y la decisión de imponerles más cargas a empresarios como los constructores o de sacarlos de negocios para reemplazarlos por el Estado, muestra la desconfianza que, con o sin razón, el alcalde siente por los empresarios.
La Silla Vacía revisó los más grandes frentes de batalla que ha abierto Petro contra los empresarios, para mostrar hasta dónde se trata de medidas contra ‘mafias’, de animadversiones sin muchas razones de peso o de decisiones sustentadas en su visión de ciudad y del Estado.
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La visión de las funciones del Estado
Desde fines de los años noventa, la operación del acueducto se le entregó, en varias zonas, a operadores privados, incluyendo los primos Nule. El Acueducto ya anunció que no va a volver a hacer licitación, cuyos contratos van hasta el 31 de diciembre de este año y están en manos de Proactiva y Aguazul, y va a dejar esa función en manos de la Empresa de Acueducto.
Por más que haya habido nombres tan polémicos como el de los Nule, es difícil señalar la existencia de una mafia. De hecho, Petro no ha denunciado la existencia de una mafia. Por eso, la decisión es otra muestra de la visión de Petro de dejar al Estado actuar en más espacios. También podría tratarse de un acto más político que otra cosa pues, según supo La Silla Vacía, devolver este negocio al Acueducto fue una promesa que el alcalde les hizo a los sindicalistas de esa empresa.
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Más sesgo antiempresarial que lucha contra las mafias
Hace 15 días, en una tertulia con periodistas, el alcalde Gustavo Petro dijo que en sus decisiones sobre las basuras se estaba enfrentando a mafias. Lo dijo luego de conocer un ataque virtual del que fue víctima la página del Acueducto, la empresa que se encargará de la recolección de basuras desde el 18 de diciembre, y específicamente en la sección que albergaba la información sobre el proceso licitatorio para comprar los camiones recolectores.
Para entender el sesgo hay que revisar primero los argumentos del alcalde. Petro dice que durante más de ocho años los privados no han tenido en cuenta en el negocio a los recicladores y que, en cambio, reciben 26 mil millones de pesos al mes y más de la mitad de estos recursos son ganancias netas. Además, que los contratos de las cuatro firmas (Atesa, Aseo Capital, Lime y Ciudad Limpia) se han ido prorrogando a dedo y que son ineficientes.
No obstante, estas empresas ganaron el negocio con el objetivo de hacer la recolección, barrido y limpieza de los residuos, no para reciclar. Le guste o no al alcalde, la exigencia de meter a los recicladores en el negocio la hizo la Corte Constitucional, apenas hace dos años, al Estado y no a los privados.
Respecto a la ganancia, la tarifa que se le cobra al usuario, y de la cual salen los recursos de los empresarios, está autorizada por la Comisión Reguladora de Agua Potable (CRA), que regula la prestación del servicio de aseo en todo el país. El 25 por ciento de esta tarifa va a una bolsa de dinero en la Uaesp. Eso indica que es la CRA la que permite que haya una tarifa techo y que los empresarios no están imponiendo cobros unilateralmente.
En cuanto a las prórrogas a los contratos, durante dos años éstos han sido prorrogados y entregados a dedo en diferentes ocasiones, porque el Distrito no ha sido capaz de sacar adelante otra licitación.
Por último, la ineficiencia es un asunto subjetivo: la administración y los mismos privados reconocen que hay puntos críticos en la ciudad en los que hay basura en la calle, pero no es un problema general en Bogotá.
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Más sesgo antiempresarial que lucha contra las mafias
Desde la campaña, Petro señaló su interés de que una empresa pública operara los buses de Transmilenio directamente y acabar con las concesiones. Además, hablaba de mafias en el transporte que habrían determinado la tarifa.
Luego, cuando se enfrentó a la realidad de contratos firmados tanto para Transmilenio como para los buses urbanos del Sitp, cambió su discurso para criticar las condiciones onerosas de esos contratos. En el caso de los operadores de las fases I y II de Transmilenio, Petro dijo que los contratos eran muy beneficiosos para ellos y actualmente los está renegociando para que los privados ganen menos a cambio de prorrogarles su operación. En cuanto al Sitp, aseguró que se trataba de las mismas familias que tienen el negocio de Transmilenio y que una concesión por 24 años, como en este caso, era mucho tiempo.
Aunque muchos de los accionistas del Sitp efectivamente tienen el negocio de Transmilenio, es difícil hablar de mafias del transporte. Con el Sitp, que está empezando a andar, los transportadores tuvieron que organizarse y vincular a 11 mil pequeños propietarios de manera formal,
Las críticas de Petro muestran más su preocupación por luchar contra las familias que han concentrado la propiedad del transporte, que a su juicio se han enriquecido excesivamente, que realmente por develar una mafia. Es decir, es más una crítica contra un oligopolio que ha entregado el Estado, y que encima ha producido enormes ganancias, que una demostración de que prácticas indebidas entre los transportadores.
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Otra visión de ciudad
La pelea de Petro con los constructores se ha visto en varias decisiones de la administración. Lo particular de este caso es que la construcción no es un servicio público y que los constructores viven en una feroz competencia por vender sus proyectos, por lo que es muy difícil hablar de un acuerdo entre ellos o de una mercado poco competido.
Primero, y desde el Plan de Desarrollo, Petro planteó que los nuevos proyectos de construcción deben entregar una parte de su valor a proyectos de vivienda de interés social (inicialmente el 20 por ciento del proyecto, y del 2014 en adelante el 30 por ciento).
Otro round fue el de la decisión de la administración, anunciada desde la campaña, de no permitir la expansión de la ciudad hacia el norte. La implementación del borde norte como zona de reserva forestal, que definió la CAR durante la campaña a la Alcaldía, significa que los constructores y los dueños de lotes en esa zona no pueden desarrollar más proyectos. La medida fue aplaudida por Petro, quien ya como alcalde anunció la reducción de las obras por valorización en la zona, lo que es un límite más para la urbanización.
El tercer round es el de la decisión de no venderle agua en bloque a las zonas rurales de otros municipios de la Sabana lo que afecta los proyectos de construcción en lugares como Funza, Sopó o Mosquera.
Además, Petro ha chocado con el ministro de Vivienda, Germán Vargas Lleras, por la construcción de viviendas en Bogotá, incluyendo la decisión de no apoyar proyectos privados como Campo Verde porque a su juicio sería inundable, después de que habia apoyado el proyecto.
Por todo eso el gremio de constructores, Camacol, ha hecho repetidas críticas a Petro a quien acusa de llevar a una disminución del empleo en el sector, de frenar el crecimiento ordenado de la ciudad y de crear una incertidumbre sobre los proyectos. Y en ninguno de estos puntos la administración ha mostrado que haya una alta concentración de los negocios en pocas personas, que éstos se hayan puesto de acuerdo o que hayan cometido ilegalidades. Es decir, acá juega más la visión estatista de Petro que su obsesión por perseguir mafias.
Solo se podría habalr de mafias en unos casos específicos, como el de la venta y reventa de terrenos en el barrio Marruecos. Pero las medidas de la administración para cambiarle las reglas de juego a los constructores, en nada afectan a estas mafias.
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La visión de la sociedad
Una de las peleas más sonadas de Petro ha sido la decisión de terminar el contrato de arrendamiento de la plaza de toros La Santamaría con la Corporación Taurina de Bogotá. Un asunto que el alcalde había pensado desde antes, fundamentado en una sentencia de la Corte Constitucional y, que luego resultó respaldada por un fallo del Consejo de Estado que rechazó una tutela de la Corporación Taurina contra la temrinación del contrato.
La Santamaría ha estado siendo utilizada para eventos que nada tienen que ver con toros. Eso podría cambiar ahora que la Corte Constitucional conceptuó que ningún alcalde del país puede prohibir las corridas. Pero la prueba de que se trata de una posición animalista del alcalde, es que, como contó La Silla, el director de la Coporación Taurina Felipe Negret es contratista de la actual administración.
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Lucha contra las mafias
En la educación la principal apuesta de la administración también ha sido la de sacar a los privados de la educación pública.
268 colegios privados tienen un convenio con la Secretaría de Educación, con los que educan a casi 130 mil niños, pero las condiciones son muy variables. Como mostró El Espectador, detrás de muchos de ellos hay un negocio tal que ha llevado a que una funcionaria de la Secretaría de Educación haya sido amenazada de muerte. Analistas de orillas ideológicas distantes a Petro, como Rudolf Hommes, o políticos de otros partidos, como el representante Guillermo Rivera han señalado que sí existen mafias en la educación. La Alcaldía de Clara López ya había tomado la decisión de reducir los colegios en convenio. El hecho de que Petro saque adelante esta idea, sí apunta a desmontar un negocio que tiene más de manejo de influencias que de otra cosa en la Secretaría de Educación..
Nota: una vez publicada esta historia, el título y la introducción fueron modificados para hacerlos más precisos.
O sea que cuando JMS impulsa leyes pro empresarios y anti ciudadanos no hay sesgo de nada(reforma tributaria 2012), pero cuando se pretende favorecer a los ciudadanos de a pie entonces pobrecitos los empresarios que nadie los deja trabajar.
Estamos acostumbrados a arrodillarnos a las grandes empresas y los grandes capitales en este pais, y no estamos acostumbrados a legislar en favor de la ciudadanía. Es tenaz que no se juzgue en este país a todos los "mandatarios" bajo la misma vara, pero bueno algún día los trabajadores triunfaremos y haremos de Colombia el país que todos deseamos y no el que nos quieren vender desde los medios de comunicación.
Koven, aunque han pasado varios meses, precisamente de esa doble vara hicimos una historia ( http://www.lasillavacia.com/historia/el-doble-rasero-con-el-que-se-mide-... ). La nota no apunta a que el problema sea criticar contratos como los del aseo o del Sitp (de cuya concentración también hablamos, http://www.lasillavacia.com/historia/19513 ) sino que el alcalde hable de 'mafias' sin demostrar cuáles son las conductas mafiosas. Saludos,
De hecho eso es lo peor, que ustedes hacen un artículo sopesando el rasero con el que se miden a los mandatarios en este país y caen en la misma trampa de medir a Petro con una vara distinta a los demás mandatarios.
A mi modo de ver este es un descache de LSV y los autores del artículo, todos tenemos nuestras preferencias en la vida y LSV ha demostrado que el modelo de ciudad que propone Petro no les gusta en lo absoluto y es totalmente respetable, cada medio de comunicación tiene una línea de pensamiento, pero el hecho que sea un medio independiente no quiere decir que sea objetivo.
Favor consultar Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española:
"MAFIA.
(Del it. mafia).
1. f. Organización criminal de origen siciliano.
2. f. Cualquier organización clandestina de criminales.
3. f. Grupo organizado que trata de defender sus intereses. La mafia del teatro
4. f. P. Rico. Engaño, trampa, ardid."
Bat, yo creo que la carga negativa de 'mafia' es innegable. Y en eso es diferente a 'grupo que defiende sus intereses', y que tiene una carga mucho más fuerte que 'rosca', tanto por el origen etimológico de la palabra como por el hecho de que quien la escucha no sabe cuál de las acepciones fue la que utilizó quien la usa. De lo contrario, podríamos reemplazar siempre y en cualquier contexto a un 'grupo que defiende sus intereses' por 'mafia': un sindicato, un gremio o una agrupación profesional, por ejemplo, serían todas mafias. Saludos,
"....quien la escucha no sabe cuál de las acepciones fue la que utilizó quien la usa" Pero ustedes escuchan que Petro dice "mafia" y ya infieren en qué sentido es que la está usando y se atreven a escribir artículos enteros al respecto. ¿Quién es el que está segado!?
¡Voila! Exactamente. Incluso "mafia" es un concepto(si nos basamos en la RAE) que se puede aplicar a los grupos que defienden su interés particular, por encima del bien público, incluso de manera legal. Es decir, amañando e interpretando la ley "con sesgos" a su antojo.
Entonces toca escribir a la Academia para que cambie el diccionario.
"muestra la desconfianza que, con o sin razón, el alcalde siente por los empresarios"?
,..cual desconfianza, que pasa con LSV, donde esta el profesionalismo y el analisis imparcial????? esta recibiendo LSV dineros para des-informar?,...
Eso no es desconfianza, Srs. de LSV, como se atreven uds. a afirmar eso como si fuera un capricho personal de Petro, Uds. muy bien lo saben que se trata de reestructurar un negocio que claramente se establecio en detrimento del distrito, es decir, en contra de TODOS NOSOTROS!!!!
Es un delito mentir como Uds. lo estan haciendo ultimamente, vaya uno a saber por que,...Petro no es que actue asi por que siente desconfianza , con o sin razon por los empresarios, Petro esta defendeiendo los dineros de los contribuyentes, de Ud, mismo, despierte Sr. Lewin. Por que el que anda dormido se lo lleva la pesadilla.Escriban con analisis, con un profundo examen y balance de las razones de lado y lado, ya LSV se empieza a parecer a los pasquines pagados por Pacific
+1
Tan pobre es el análisis que ni siquiera entienden que los recicladores, por ejemplo, también son empresarios. Y empresarios privados.
El debate que plantean los escritos de JUAN ESTEBAN y LAURA se refiere al tema de la legalidad y la ilegalidad en los negocios. Se deduce de sus análisis que es inapropiado tildar de mafias a un negocio que supuesta o no se sabe si realmente se lleva a cabo cumpliendo sagradamente los requisitos que imponen las normas constitucionales y más especificamente las contractuales. Las mafias siempre están por fuera de la Ley. Las persiguen día y noche la policía, cuando los integrantes de este cuerpo actúan bajo la debida solvencia moral, cumpliendo con sus deberes como servidores públicos. Las empresas privadas, quisieran decir los autores del escrito, con el hecho de ganar ingentes y billonarias sumas de dinero no se convierten en mafiosos.
Toda una discusión. Porque cuando los privados se toman al Estado para enriquecerse de allí a la corrupción no hay sino un paso. Es un problema estructural del sistema capitalista basado en la ambición, el individualismo y el afán de lucro.
En el país los politicos de turno hicieron de lo público lo mas aberrante saqueos,esos politicos abuelos hoy en dia se enriquecieron y los herederos continuaron con el mismo apetito, cuando se hace moda la privatización se encuentra que las empresas son de los mismos politicos con los nombres de accionistas, creo que el pais ha aprendido la lección y no veo inconvenientes para que lo público vuelva al estado.
Sesgo: 1. adj. Torcido, cortado o situado oblicuamente. 6. m. Curso o rumbo que toma un negocio. Este artículo podrían rerenominarlo "el sesgo antipetrista de la silla" Que análisis tan pobre. De la información (poca) en que se soporta la conclusión o el titular de este artículo, bien podría soportarse el intento de un gobierno local por afirmar al Estado como el convocado natural a la prestación de los servicios públicos, o incluso una heterodoxa concepción de la ciudad. !Pero qué rareza! En un mundo en el que el discurso de los negocios y las ganancias ha hecho del Estado una caricatura, parece "natural" esta lectura del periodista de La Silla. La información del artículo en cambio muestra el modelo de ciudad y de Estado que propone Petro. Uno puede o no estar de acuerdo con el, pero no es con titulares "sesgados" como se debería plantear la discusión. Mucho para reflexionar Silla.
Es cierto que el artículo hubiera podido explicar más, pero toca con mucha certeza los puntos donde el alcalde ha mostrado un sesgo ideológico cuando debe tomar decisiones que sumen y no resten. Totalmente de acuerdo con este artículo, muy bien hecho.
La Comisión Reguladora del Agua Potable, al igual que otras instituciones, nadie debe dudarlo, está al servicio de los empresarios privados, quienes son los que tienen "la sartén por el mango". Llegan a la dirección del Estado y del gobierno no para primordialmente solucionar los problemas de la sociedad y lograr la etabilidad y el equilibrio social que nunca han existido, sino para utilizar el Estado, poniéndolo al servicio de las empresas privadas que aspiran a tener el menor riesgo posible. Además, las empresas privadas mal pagan a los trabajadores. Los del Acueducto, por el contrario gozan de privilegios que no debieran tener, puesto que la Empresa es del Estado. No de ellos.
El ejemplo de las Empresas Públicas de Medellín resulta apropiado traerlo a cuento. Ello quiere decir que las empresas públicas sí pueden ser eficientes. Está participando en el Proyecto hidroeléctrico de Ituango por casi 2 billones de pesos.
Este artículo está muy mal planteado. El lente para interpretar las decisiones de estatización de Petro no es la intención de desmantelar mafias, aunque algunas veces lo sea. La cuestión va por otro lado. Se trata de revertir el modelo neoliberal de privatización y tercerización de servicios que completa más de veinte años. Es la lucha reciente de la izquierda en el mundo y la que en muchos países de suramerica desde hace años se está haciendo. Petro es de izquierda, y esas fueron las banderas entregadas. No es un sezgo antiempresarial ni mucho menos. Se trata de la posición de una corriente política que en una Colombia derechizada dificilmente se entiende. Un saludo a los autores.
Todavía sigo sin confiar en la Silla Vacía por la manera como algunos periodistas presentan sus columnas. Nos quieren hacer creer que su información es transparente y neutral, pero desde la misma forma como presentan los titulares toman partido y luego, como dice el exministro Silva "se acomoda" la información para que responda a la tesis que se quiere demostrar.
Para que vean cómo la información se puede mostrar de diferentes maneras dependiendo de lo que se quiera defender, aquí les dejo el link de Jhon Mario González
http://www.semana.com/opinion/basuras-linchamiento-petro/187858-3.aspx
Lo que yo quisiera encontrar en La Silla Vacía es un periodista capaz de presentar diferentes puntos de vista sobre una misma situación para que sean los lectores los que tomen posición, y no que sea el periodista el que "acomode" los diferentes puntos de vista para defender su posición, con toda la responsabilidad social que ello tiene.
Merypocav, el link que compares es muy bueno, les da pánico a ciertos grupos económicos en Bogotá perder los privilegios que tenian en anteriores administraciones, y lo que significa que un mandatario de autentica izquierda pueda tener exito en colombia.
Por favor lea el "quienes somos" dela silla vacía. Ahí lo dicen muy claro, no buscan imparcialidad o equidad de fuentes. Por que creen que hay quienes tienen o no razón y por eso no han de darle el mismo espacio a las posturas que la silla vacía considera equivocadas. Aquí se hace un periodismo con editorial, es decir con posturas planteadas. No se busca la imparcialidad y la teoría del periodismo hoy dice que la imparcialidad no existe, que es más honesto plantear abiertamente cual es la posición del periodista que tratar de borrarla o esconderla buscando demostrar una imparcialidad inexistente.
Usted dice "...[los de la Silla Vacía]Por que creen que hay quienes tienen o no razón y por eso no han de darle el mismo espacio a las posturas que la silla vacía considera equivocadas"; eso quiere decir, que La silla Vacía considera su posición como "¿no equivocada?"...Como no soy periodista, me perdí. Por otro lado, La silla Vacía dice "El objetivo principal de este medio es hacer buen periodismo. Aquel que está en el lugar donde suceden las cosas y que las puede contar porque estuvo allí o porque habló con los protagonistas; más que formular juicios buscamos plantear preguntas; ... más que aliarnos con una facción incluiremos la mayor cantidad de voces. Más que narrar eventos puntuales encontramos conexiones entre los sucesos".Y entonces con el título "Sesgo antiempresarial" no se están lanzando juicios?. Y entonces por no buscar "imparcialidad o equidad de fuentes" "la mayor cantidad de fuentes" son sólo aquellas que respondan a la tesis que quiere defender?
es la discusión de lo privado eficiente en busca del propio lucro y no del bien común vs. lo público con ineficencia burocracia y corrupción. Da el ejemplo de las EPM pero aquí en Bogotá antes estaba la edis que fue nido de corrupción y usada como pago de favores y fortín de políticos. No estoy ni a favor ni en contra de privado o público, sino a favor de un correcto funcionamiento de las instituciones para el bien común, ya sean instituciones privadas o públicas.
El otro tema es el alcance y la connotación significativa que se le da al concepto "mafias". Antes, se circunscribía a la conducta, comportamientos, formas de vida y modus operandi de los varones de las drogas alucinógenas. Posteriormente el mismo Senador PETRO lo extendió a aquellos grupos de políticos corruptos ligados al paramilitarismo que saquean las finanzas públicas de los municipios y demás entes territoriales e instituciones centrales.
Mas sesgo, pero contra los empresarios privados. Claro que si PETRO le prometió a los sindicalistas devolverle este negocio al Acueducto, nada mas desatinado, obstructivo del interés público y promotor de la privatización con cambio de actores e interlocutores. Sería amarrar el interés público a la ineficiencia y al populismo barato.
Lo único sesgado aquí es el artículo, y no lo digo porque sea una gran defensora de Petro, pero el análisis es pobre y amañado.
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