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El año de Gustavo petro estuvo marcado por fuertes críticas hacia su forma de gobernar, sucesos que marcarán el rumbo de Bogotá por los próximos años y cantidad de funcionarios que han entrado y salido de la administración distrital.. Foto: Juan Pablo Pino |
A Petro le duró poco, por no decir nada, la clásica luna de miel que un gobernante suele tener con sus gobernados durante el primer año de mandato. Termina 2012 con una desaprobación del 68 por ciento, más alta incluso que la de Samuel Moreno cuando culminó sus primeros doce meses de gestión. Con una desaprobación del 58 por ciento, en aquel momento se dijo que Samuel tenía los más bajos índices de popularidad registrados por un alcalde de Bogotá desde 1999.
El desencuentro no fue sólo con los ciudadanos, al menos con los ciudadanos encuestados. Petro gobernó todo este año con un Concejo de mayorías en contra; tuvo unas relaciones agridulces con el Gobierno Nacional (que pasaron por una rectificación de Santos a Petro cuando el Alcalde dijo que podría haber racionamiento en Bogotá), hasta las peleas con Gina Parody y Germán Vargas Lleras; y padeció unos órganos de control cuestionando varias de sus decisiones; la mayoría de los medios, por su parte, fueron muy críticos desde el primer momento.
Eso además de las peleas que casó con el sector privado de la construcción por no querer vender agua en bloque a las zonas rurales vecinas a la ciudad y por parar la construcción en Cedritos argumentando que no había redes de acueducto; con los del transporte por tildarlos de “mafias” y querer renegociar los contratos de Transmilenio; con los de los toros por prohibir las corridas en la Plaza de Toros la Santamaría; con los del comercio por la peatonalización del centro y, recientemente, con los operadores de las basuras, a quienes también calificó de “mafias” y amenazó con sacarlos del negocio, aunque ya los volvió a contratar.
¿Por qué Petro no pudo tener su luna de miel con los bogotanos?
En la Administración de Petro creen firmemente en una teoría conspirativa, según la cual hay una mano negra que quiere impedir a toda costa que él termine su mandato. En julio, Jorge Rojas, el secretario privado del alcalde, dijo a El Espectador que detrás de esa supuesta mano negra estarían los poderes económicos afectados por sus medidas. Pero, además, reveló que al mandatario no sólo no lo quieren dejar gobernar, sino que también hay quienes quieren atentar contra su vida.
Sin embargo, también hay quienes creen que los múltiples cuestionamientos a la gestión de Petro están justificados.
“La inexperiencia en la tarea de gestionar fue la principal característica del Alcalde y su equipo este año. Eso condujo a la parálisis de la inversión pública. La improvisación, los continuos bandazos, el desconocimiento de los principios de una buena gestión pública, el menosprecio del conocimiento técnico, todo ello generó grandes desaciertos”, dijo el concejal de la ASI Juan Carlos Flórez.
Un asesor de Petro, quien pidió que se omitiera su nombre, dijo que el problema es que “el alcalde decidió casar demasiadas peleas al tiempo”.
Más allá de las percepciones, viendo los resultados en concreto, en el primer año Petro intentó llevar a cabo sus promesas de campaña. El primer logro, y el más celebrado por el mismo alcalde y su equipo, fue hacer llave con la Brigada XIII del Ejército, que tiene la jurisdicción de Bogotá, para sacar un decreto que prohibió el porte de armas de fuego incluso con salvoconducto en todos los lugares públicos las 24 horas del día.
Eso, más el Plan Cuadrantes de la Policía, ayudó a alcanzar los índices de homicidios más bajos de los últimos 20 años. Bajaron de 1.460 casos en 2011 a 1.143 a noviembre de 2012.
El alcalde también cumplió su promesa de campaña de garantizar a los estratos 1 y 2 un mínimo vital de agua. Esto es darles gratis 6 metros cúbicos de agua mensuales a tres millones de personas de pocos ingresos. Esa inversión le cuesta a la Empresa de Acueducto 60 mil millones de pesos al año, dineros que salieron del presupuesto de esa empresa.
Donde flaqueó la gestión del mandatario fue en lograr armar un equipo de gobierno sólido y estable. La Silla detalló en su momento cómo varios de los más importantes escuderos del alcalde se fueron yendo de la Administración por diversos motivos, algunos por desacuerdos con Petro, como Daniel García-Peña y Fernando Rey.
En la lista de los que se marcharon están también Antonio Navarro y Eduardo Noriega y varios de los subsecretarios que no alcanzaron a durar el año. Y Mario Álvarez, gerente de Aguas de Bogotá (encargada por el Acueducto de la operación de las basuras), quien salió del cargo por el descontento de la junta directiva con su labor en el tema del aseo. Si la Procuraduría ratifica su decisión de destituirlo, a esta lista podría sumarse Guillermo Asprilla, su segundo secretario de Gobierno.
Estas variaciones en su equipo cercano crearon la impresión de improvisación y una inestabilidad administrativa en varios frentes. Sobre todo teniendo en cuenta que, con los funcionarios que sí se mantienen a su lado, Petro tiene un constante cruce de versiones: Petro los desautoriza o ellos se desautorizan entre sí, como cuando el alcalde en varias ocasiones corrigió los anuncios públicos que sobre los cambios en el pico y placa hacía la Secretaría de Movilidad.
En la lista de desaciertos están sin duda los pocos avances logrados este año en materia de movilidad, exceptuando el pico y placa que ha sido bien aceptado en términos generales y la rebaja en las tarifas de Transmilenio. Aunque sobre la reducción de las tarifas existe el riesgo, según expertos en el tema fiscal, de que se genere un hueco en las finanzas de la ciudad, a las que le dejan de entrar 9 mil millones de pesos mensuales por cuenta de esta reducción. De hecho, la Contraloría distrital está adelantando al respecto una indagación preliminar para determinar si la rebaja tiene garantía fiscal.
El Alcalde cortó la cinta que dio inicio al esperado Sistema Integrado de Transporte, que promete acabar con la guerra del centavo en la ciudad. Pero casi todo el proyecto lo dejó listo la administración de Moreno y Clara López, quienes entregaron los contratos a los transportadores.
Además, se acabó el año y Petro no pudo solucionar el lío que heredó de la pasada Alcaldía sobre la doble tarjeta que deben usar los ciudadanos para pagar el pasaje del SITP, un requisito que es indispensable para que funcione el sistema.
El mandatario llegó con la idea de hacer un metro ligero por la Carrera Séptima y no una troncal de Transmilenio ligero para lo cual ya había firmado un contrato con la firma Sainc por 80 mil millones de pesos. Finalmente, y después de varios meses de tire y afloje, el IDU logró deshacer el contrato con Sainc que presentó una app (alianza público privada) para construir el metro ligero por esa vía. En conclusión, no hubo avances en el futuro de la Séptima, pues la administración cambió el proyecto que ya estaba establecido.
En cuanto a la primera línea del metro pesado, fue muy poco lo que hizo esta Alcaldía durante los primeros cinco meses del año. Un exconsultor del proyecto metro le contó a La Silla que sólo hasta mayo el Distrito empezó a negociar con el contratista elegido para hacer los estudios de ingeniería básica los términos de referencia del negocio, los cuales ya fueron enviados para aprobación del Banco Mundial, que prestará la plata.
Petro vivió uno de sus peores días el 9 de marzo, con el mayor bloqueo que ha padecido el sistema Transmilenio en su historia. Decenas de manifestantes furiosos bloquearon las troncales, intentaron dañar los buses y algunos saquearon las cajas del sistema. Lo peor fue que al alcalde le tocó enfrentar la polémica que se armó luego de que La Silla revelara un video en el que una asesora de la Secretaría de Gobierno (Selma Asprilla, hermana de Guillermo Asprilla) aparece reunida con usuarios descontentos de Transmilenio diciendo que hay que presionar a los operadores, días antes de los disturbios. Por twitter, Petro defendió a la funcionaria.
Un malestar que se sumó a mitad de año con una dolencia física: un hematoma subdural en la cabeza por el cual el alcalde tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en dos ocasiones.
Y cuando ya había suficientes tormentas en la administración Petro, comenzaron a hacerse evidentes los roces entre el mandatario y el ministro de Vivienda Germán Vargas Lleras. Un historial de diferencias que ha tenido varios episodios este año. Todo relacionado con la puesta en marcha del programa nacional que pretende regalar 100 mil viviendas para los más pobres y con la construcción de viviendas en general. Vargas Lleras ha criticado que el déficit habitacional vaya en aumento en Bogotá y que Petro no haya dispuesto de los lotes suficientes para estas viviendas. El alcalde ha respondido que los lotes para ese proyecto están listos y ha cuestionado además la relación de amistad de Vargas Lleras con los operadores privados de las basuras. Pero Vargas Lleras, a su vez, ha contestado que los subsidios no se han podido entregar porque en Bogotá no hay un programa para vivienda de interés prioritario como debe ser el sistema.
El de las basuras ha sido el mayor dolor de cabeza de Petro en los últimos meses del año y le llevó a, entre otras cosas, a enfrentarase con la alta consejera presidencial Gina Parody, quien advirtió que el Gobierno Nacional no dudaría en intervenir si el nuevo esquema del aseo salía mal justo después de lo cual la Superintendencia de Industria y Comercio realizó una visita administrativa al Acueducto.
Ese nuevo esquema del aseo a Petro le ha salido, por ahora, bien y mal. Bien porque logró poner en la agenda un tema importante hacia el futuro como lo es el reciclaje e incluir a quienes a él se dedican en un negocio formal que les permitirá obtener ganancias de la tarifa que paga el usuario. El alcalde dice también que logró reducir la ganancia de los operadores privados de la recolección de las basuras en los nuevos contratos.
Pero ahí viene el punto malo: el hecho de que el alcalde, luego de haberlos llamado “mafias” y denunciarlos por un servicio ineficiente, haya terminado contratando a los mismos empresarios le dio la razón a quienes dicen que estaba improvisando. Eso sin contar con que los primeros días de implementado el nuevo esquema de aseo se presentaron muchas quejas sobre la recolección, se vieron arrumes de bolsas de basuras en las esquinas y calles y un empleado del Acueducto sufrió un accidente grave cuando iba en una de las volquetas recogiendo las basuras. También sin contar con los costos incurridos por el Acueducto para prestar el servicio, los cuales todavía no han sido calculados. Se supone que, aún con los mismos cuatro operadores en el negocio, el Acueducto va a operar en unas zonas, pero, por ejemplo, ayer el concejal Antonio Sanguino denunció sobrecostos en el alquiler de los camiones compactadores que se encuentran en el puerto de Cartagena, provenientes de Estados Unidos. Sanguino asegura que el costo de cada camión (25) es de 25 millones de pesos mensuales, durante seis meses y que, comprados, estos mismos vehículos con similares carcterísticas cuestan entre 25 y 56 millones de pesos. Lo que indicaría que más le hubiese valido a la ciudad comprarlos usados y no alquilarlos.
Y cuando ya llovían suficientes rayos y centellas sobre su administración, Petro recibió un golpe contundente cuando, hace 15 días, la Procuraduría destituyó e inhabilitó por 12 años a su secretario de Gobierno, Guillermo Asprilla, señalado de incompatibilidad por ser funcionario y, al tiempo, aparecer como demandante contra el Distrito.
Así cerró su año: reconociendo que cometió un error en la implementación del nuevo modelo de las basuras y lamentando por twitter el fallo en contra de Guillermo Asprilla. Y viendo, a los lados, las amenazas de revocatoria los cuestionamientos de los organismos de control que prometen tomar medidas por sus acciones. Una luna con poca, poquísima, miel.
¿Cómo vió el primer año de Petro?

Aurelio Suárez
Excandidato a la Alcaldía por el Polo
Contrario a la crítica generalizada acerca de la improvisación en este año en la Alcaldía de Bogotá, o a un supuesto “chavismo”, creo que la carencia de preparación para sus iniciativas es el resultado de una confusión de ideas que no le permite actuar con coherencia. Lo acaecido con las basuras es reflejo del galimatías. A modo de síntesis, valen unas palabras de Marx sobre Proudhon: “Si por añadidura es, como Proudhon, una persona de ingenio, pronto aprenderá a hacer juegos de manos con sus propias contradicciones y a convertirlas, según las circunstancias, en paradojas inesperadas, espectaculares, ora escandalosas, ora brillantes…”. Es lo visto hasta ahora.

Juan Carlos Flórez
Concejal de la ASI
La inexperiencia en la tarea de gestionar, característica principal del alcalde y su equipo, condujo a la parálisis de la inversión pública. La improvisación, los continuos bandazos, el desconocimiento de los principios de una buena gestión pública, el menosprecio del conocimiento técnico, todo ello generó grandes desaciertos: la parálisis de la industria de la construcción, el pésimo despegue del sistema integrado, el desastre de las basuras y cero avances en movilidad. En definitiva, el actual alcalde perdió el año.

Angélica Lozano
Concejal Progresista
El primer año de Petro estuvo marcado por la lenta recuperación administrativa de Bogotá, que se había paralizado por la inestabilidad de los tres alcaldes que tuvo en 2011. El estilo del alcalde hizo que su gobierno no supiera conectarse con la opinión pública y en cambio casó peleas con todo el mundo. A Petro hay que reconocerle que haya podido sacar adelante el Plan de Desarrollo Distrital por consenso y la impresionante reducción de homicidios. Los principales problemas del alcalde fueron la protesta de Transmilenio en marzo y convertir el manejo de basuras en una guerra con tiro al pie que le restó credibilidad.

Antonio Sanguino
Concejal Verde
En lo político, Petro no quiso y no pudo construir una coalición que le permitiera mayores márgenes de gobernabilidad. Unas veces prefirió gobernar en solitario con gente de su confianza y cierta "intelectualidad orgánica" a su proyecto. Y en otras ocasiones escogió el camino de los ofrecimientos burocráticos para construir sin éxito unas mayorías en el Concejo. En su gestión hay que destacar el buen desempeño en materia de seguridad, la creación de la Alta Consejería para las Víctimas y de la Secretaría de la Mujer, la aprobación del Plan de Desarrollo en el Concejo y la extensión del mínimo vital de agua al estrato 2.
En total desacurdo. Muy buen artículo y, aunque hace como un año largo La Silla me iba decepcionando, en general muy buen nivel periodístico en la Silla.
Por otro lado, los problemas técnicos son apenas normales con un presupuesto limitado.
Tuvimos un problema con los comentarios pero ya quedó arreglado. Estamos montando toda la página desde cero para que el próximo año no tenga este tipo de problemas. Por ahora, pedimos un tris de paciencia.
Gustavo Petro gastó muy rápido el voto de cofianza que le dieron los bogotanos ,no tiene rumbo,se paso de la corrupción a la improvisación.
Hay que reconocer que la defensa a la vida y la protección a la mujer en todos los sentidos, inclusive contrariando al peligrosisimo procurador son una bandera importante. Las medidas del mínimo de agua por hogar se vende muy bien y las rebajas en las tarifas de transmilenio, el problema es que son decisiones subsidiadas y como tal se pueden convertir fácilmente en venas rotas de las finanzas del distrito y en consecuencia no serán sostenibles, con riesgos para las empresas que giran la plata. Ojalá sean sostenibles, eso sería lo deseable, lo estudios que han realizado personas serias dicen que no, que no son sostenibles y llevarán a esas empresas a la bancarrota. Eso le tocara a otros alcaldes y como reversarlas tienen un costo político muy grande tiene que ser alguien con un capital político para derrochar. Todo lo que signifique proteger el bolsillo es bienvenido y ojalá más tarde no toque pagarlo. Ese es el problema.
Ahora de ahí a que el alcalde sea un buen o siquiera regular administrador hay mucha distancia. Uno no puede gobernar dividiendo, el buen líder gobierna reuniendo, no se puede administrar ignorando a los tecnocratas que complican todo pero son los que tienen más herramientas para predecir el futuro, sin duda. Atropellar las leyes, atropellar por gobernar no conduce a un buen gobierno. Ahora vienen todas las "ias" a investigar, sería gravísimo para Bogotá otra destitución, por que el único capaz que hay dentro de los progresistas a mi juicio es Navarro que para mi gusto es excelente pero no bajo estas circunstancias.
EL alcalde paso algunas asignaturas pero perdió el año... y lo perdió por falta de acción, tuvo brillantes comienzos, ideas maravillosas, pero se quedaron así en ideas, porque no lograron concretarse
qué es esto, o mejor como diría el sabio Jaime Garzón, lo claro es que no es: no es un análisis político porque no establece los interesés y los actores tras el poder, tampoco es un análisis seudo periodistico académico sobre el concepto luna de miel del primer año porque dicha figura es propia de los presidentes y se hace sobre el perfil del electorado que voto por el ganador, tampoco es información porque si la fuente son los opositores como Florez, partido verde, etc, qué es esto, un comentario, una opinión, si es una buena columna de opinión, o de opinadera porque no da contexto ni artícula un argumento, es digamos opinadera de domingo después del brunch y está chevere, pero claro un brunch de miércoles, bueno pero esta cerca el año nuevo, digamos entonces que es una opinadera con champús valluno, unas marranitas y encima un cholao o una lulada,si es la opinadera propia de feria, bacano.
"la mayoría de los medios, por su parte, fueron muy críticos desde el primer momento" Por frases como esta es que logra ser TT en twitter el HT #PeriodistasBasura. Una cosa es ser critico y otra ser opositor. Los medios han sido opositores politicos del Gobienro Distrital, no simples criticos...Lastima que el tapentapen sea pan de cada dia de los periodistas
Y Vernot que?
Seria un buen entrevistado...
Le hicimos esta entrevista en febrero http://www.lasillavacia.com/historia/alex-vernot-petro-se-va-seguir-enfr...
Super buen entrevistado.
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