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Lunes Septiembre 25, 2023
 

Anoche, casi dos semanas después de arrancado el paro agrario, Santos convocó un consejo extraordinario de ministros para tratar el tema Foto: Presidencia.

Aunque el Gobierno finalmente logró que esta mañana los campesinos ordenaran levantar el bloqueo de carreteras en los departamentos más afectados, lo sucedido en los últimos días dejó en evidencia el fracaso del equipo político de Santos.

Después de una semana de bloqueos y sin ningún éxito en el diálogo, este lunes a Santos le tocó ponerse el traje de negociador. Fue a Boyacá justo después de haber dicho que “el tal paro agrario no existe”, una frase con la que buscaba bajarle el perfil ante la opinión pública pero que sólo consiguiera echarle más gasolina al fuego. Solo en ese momento empezó el diálogo entre el gobierno y los líderes paperos, cebolleros y lecheros.

Ese diálogo fue el que hoy arrojó un primer resultado positivo: el levantamiento de los bloqueos. Pero no en todas partes.

En Nariño los indígenas pastos anunciaron que no van a levantar el bloqueo hasta que no vaya el Presidente - y Santos ya anunció que irá mañana. Y en el alto de La Línea, los campesinos tolimenes están esperando que Santos también vaya.

El hecho de que ahora todo el mundo espere que el Presidente, en persona, les resuelva el asunto muestra la soledad política de su gobierno. Ni el alto Consejero para el Diálogo Social Lucho Garzón, ni el Alto Consejero para las Regiones Juan Carlos Mira, ni el Ministro del Interior Fernando Carrillo, ni el Ministro de Agricultura Francisco Estupiñán y ni siquiera el vice Angelino Garzón lograron evitar que el paro escalara hasta el punto que llegó ayer.

El ‘dream team’ de Santos en el paro
El Ministro del Interior Fernando Carrillo ha viajado a casi todas las zonas álgidas del paro, pero no ha tenido suerte a la hora de desactivarlo. Foto: Juan Pablo Pino.
El vice Angelino Garzón no ha tenido el rol protagónico que tuvo en otras protestas y se ha limitado a lanzar algunas frases efectistas sobre el paro. Foto: Juan Pablo Pino.
Ante el fracaso del equipo político del Gobierno, el Ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón se ha convertido en una de las figuras más visibles en la "lectura" del paro. Foto: Juan Pablo Pino.

El rol (por lo menos mediático) de Garzón, que se supone que era el experto en movilización social, se limitó a sus frases efectistas. Después de que Santos dijera que “el paro no ha sido de la magnitud que se esperaba” y que “el tal paro agrario no existe”, Lucho salió a explicar que efectivamente el paro era “ni muy muy, ni tan tan”. Y ayer, en plena conmoción por la violencia en las marchas en varias ciudades, dijo a los líderes del paro que “necesitamos ponerle el termostato a la lengua”.

Es posible que su incapacidad para entablar un diálogo social efectivo se deba a que cuando lo contrataron la idea del Gobierno era más que se dedicara a movilizaciones a favor del Gobierno, como la marcha de las víctimas en Necoclí a comienzos del año pasado. Su rol como Consejero no ha sido fácilmente entendido pues los consejeros tienen pocas facultades legales propias y la mera existencia de toda esta estructura paralela ha creado un gran ruido, pues en el gabinete no es claro en quién recae realmente la responsabilidad de este paro.

Por su parte, Juan Carlos Mira, el Consejero que está a cargo de coordinar el trabajo con las regiones, tampoco logró articular un trabajo con los gobernadores y alcaldes. Justo antes de la reunión de hoy entre Santos y los alcaldes y gobernadores de las regiones más afectadas, el gobernador de Antioquia Sergio Fajardo -de lejos el más visible de los mandatarios regionales- le aconsejó a Santos que “ese toro hay que cogerlo por los cuernos”. El nariñense Raúl Delgado reiteró su solicitud de que Santos vaya a ese departamento.

El ministro del Interior, Fernando Carrillo, no ha parado de moverse de un lado para otro y aunque ha desactivado varios paros focalizados este año, no ha tenido suerte con los más grandes. Y el de Agricultura, la primera instancia para abordar los problemas del campo, lleva pocos meses en el cargo y además, su salida parece cantada, lo que de entrada le resta legitimidad a la hora de negociar.

Y como si fuera poco, desde Presidencia le pidieron la renuncia a todos los funcionarios del sector agropecuario precisamente en pleno paro agrario nacional (cuando Santos pensaba que no había tal paro). Esta situación de incertidumbre ha llevado a que varios funcionarios, que tuvieron que presentar su renuncia protocolaria, estén más interesados en circular su hoja de vida y en buscar el siguiente puesto que en atender el grave problema del paro.

Al vice Angelino Garzón, que siempre termina siendo la última instancia de negociación con la calle, en este caso no lo han usado y se ha limitado a frases populistas como que los enfrentamientos del paro son una “pelea de pobres” y que “la gente está cansada de vivir tan pobremente”.

Una persona que estuvo en el consejo extraordinario de ministros anoche le contó a La Silla que la falta de liderazgo durante la reunión fue abrumadora. “Nadie se quiere meter ni nadie tiene claro de quién es la competencia”, dijo.

Este vacío en el gabinete ha sido llenado por el sector de Defensa. El Ministro Juan Carlos Pinzón, se ha dedicado a insistir en que el paro está “infiltrado”, específicamente por las Farc. “Que quede claro que aquí no hay ningunas palomitas: son vándalos, criminales al servicio de intereses oscuros, por supuesto, al servicio de los terroristas de las Farc” dijo anoche en una declaración pública.

No es por lo tanto extraño, que el Presidente haya pasado de desconocer la existencia “del tal paro agrario” a terminar acudiendo a ordenar “la militarización” de Bogotá y el destino de 50 mil soldados para que trabajen, junto con la Policía, en asegurar la movilidad en las carreteras.

El recurso de la “militarización” es otra evidencia del fracaso del equipo político.

Las causas y las consecuencias
Esta mañana, como respuesta al paro de ayer, Santos anunció que 8.500 soldados ayudarían a la Policía a patrullar por Bogotá, mientras que un total de 50 mil haría lo mismo en todo el país. Foto: Juan Pablo Pino

Cuando Santos posesionó a su gabinete, la mayoría de medios hicieron alusión a su “dream team”, un equipo de técnicos de primer nivel, expertos cada uno en sus temas. Sin embargo, muy pronto y sobre todo después de que Germán Vargas Lleras dejó el ministerio del Interior para pasar a Vivienda se comenzó a ver el hueco político del gobierno.

Como dice un analista político, “lo malo de este presidente es que tiene malos reflejos”. Es un gobierno sin políticos. Esta ausencia se ha visto con todo el manejo del frente interno del proceso de paz, con las inundaciones, con la debacle de la Reforma de la Justicia y con el conflicto en el Catatumbo.

Como contó La Silla en ese momento, la enorme rotación de altos funcionarios que iban a Norte de Santander y la imposibilidad de llegar a un acuerdo eran un mal augurio para la ola de movilizaciones sociales.

La orfandad política es tal que Vargas Lleras, hoy en día un mero ciudadano privado, líder de una fundación privada y -por lo menos en teoría- sin ningún vínculo con el Gobierno, tuvo que salir a medios a hacer declaraciones sobre el paro. También retomó su cuenta de Twitter para hacer lo mismo, luego de varias semanas de silencio.

El gobierno del campo
El protagonismo de Lucho Garzón, Alto Consejero para el Diálogo Social, ha sido mínimo, así como su presencia en las negociaciones. 
Tampoco Juan Carlos Mira, el Alto Consejero para las Regiones, ha logrado una interlocución activa con los sectores en paro.

Lo paradójico es que habría elementos para que este gobierno pudiera articular un discurso político creíble frente al campo. Al fin y al cabo, la Ley de víctimas y de tierras, la reforma a las regalías y sobre todo el proceso de paz atacan de manera estructural los temas más graves rurales: el posconflicto después de una guerra que ha sido eminentemente rural, la desigualdad entre las regiones más ricas y las más pobres, y 40 años de opresión armada.

Sin embargo, el foco del gobierno ha estado más en el campo del posconflicto que en el campo hoy. Por eso las necesidades de los cafeteros, primero, y ahora de papicultores, cebolleros y lecheros, lo tomaron por sorpresa.

Además, el que este gobierno haya puesto el foco en los campesinos ha permitido indirectamente que los problemas de décadas del campo hayan salido a flote y llegado a las primeras planas de los medios. Y que los campesinos, aquellos que no se desplazaron, sientan que por lo menos tienen una voz y derecho a ser oídos ahora.

Sin embargo, el Presidente ha optado, nuevamente, por un discurso doble que crea ambigüedad y que al final termina subordinando el argumento político al armado.

Así como con el tema del conflicto, Santos propuso un “gran salto estratégico” que permitiría llevar al Estado a las zonas del conflicto para consolidar la paz paralelamente a su operación Espada de Honor de encontrar a los mandos medios en sus “madrigueras”. Al final, el programa de consolidación ha terminado en la práctica -como contó La Silla- en manos de politiqueros y del ministerio de Defensa. Así ha sucedido con el manejo de este paro.

Santos ha tratado de combinar un discurso de respeto a la oposición y al derecho constitucional a la protesta con la idea -también legítima- de que ésta debe ser pacífica y sin recurrir al vandalismo. Pero apenas sucede lo segundo, opta por el discurso de la militarización. O de la estigmatización, como hizo con el senador Jorge Robledo durante el paro de pequeños mineros hace un mes.

Una de las razones para esto -según dos analistas consultados- es que todas las encuestas señalan que la mayoría de los colombianos lo que más castigan es la falta de firmeza en un mandatario. La solidaridad no es un valor preponderante. Y cualquier acto de tolerancia suele ser entendido más como una señal de debilidad. Sobre todo sucediendo a un presidente que se caracterizó por su discurso de fuerza y virilidad y que se ha convertido no solo en su principal opositor sino en uno de los principales forjadores de opinión pública.

El problema para Santos es que si su principal interlocutor es Álvaro Uribe y sus seguidores, se le pueden enredar dos situaciones extraordinarias paralelas.

Por un lado, tiene el problema que señaló el expresidente César Gaviria, de transmitir cierta desconexión con la gente (por lo menos de aquella que no sale nunca en las sociales de las revistas): “La gente no espera que el presidente le resuelva los problemas pero le importa mucho que a su gobernante le duelan sus problemas”.  

Por eso, sus declaraciones sobre que no existía “el tal paro agrario nacional” o sus referencias a Starbucks cuando el paro estaba que ardía terminaron echandole gasolina al incendio.

Y por otro lado, está el proceso de paz. Las declaraciones del ministro Pinzón de que las Farc están detrás de las movilizaciones y que están infiltrados en cuanta protesta hay no hacen sino crecer a la guerrilla a los ojos de los colombianos. Porque si esto que dice -y que es secundado por el Fiscal Montealegre- es verdad, entonces las Farc están lejos de estar derrotadas. Si bien pueden estar mermadas en lo militar, su capacidad de movilización política es tal que con razón sienten que pueden pedir una constituyente y más en la Mesa de La Habana.

El manejo que se le está dando a este paro también tiene un eco claro en la Mesa de Negociación, que precisamente está discutiendo el capítulo de participación política y uno de los temas gruesos es el manejo de la oposición, no solo en el Congreso sino en todos los ámbitos de la vida social.

Las fotos de los periodistas heridos por el Esmad en Medellín; los videos circulados por las redes de la policía golpeando manifestantes; o quitándoles alimentos a los campesinos les dan argumentos para su punto de discutir la doctrina militar. Ni hablar de “militarizar” una ciudad como Bogotá, que proyecta una idea de poca apertura hacia la oposición aunque en la realidad no sea sino aumentar el número de soldados, como bien lo explica Hugo Acero,

“Suena como un discurso contundente pero lo que hace es incrementar lo que ya existe”, dice el experto en seguridad en Bogotá. “Sobre todo los últimos gobiernos del Polo lo que han hecho es incrementar la presencia del Ejército en las calles”.

Esta supuesta “militarización’, además, puede tener unos efectos colaterales inesperados. El cubrimiento internacional del paro crea fisuras grandes en la idea que Santos ha tratado de vender afuera de que Colombia es ahora “otro” país.

The Guardian contó cómo “los campesinos bloquearon varias vías a tan solo 3 meses del momento en que el presidente Santos debe anunciar que irá por un segundo mandato.”. El periódico francés Le Monde dijo hoy que “50.000 soldados serán desplegados a lo largo y ancho del país para garantizar la movilidad y puentes aéreos podrán ser organizados para garantizar el abastecimiento de alimentos que comienzan a escasear en ciertas ciudades debido a los bloqueos de los campesinos que comenzaron el 19 de agosto”. 

Y El País de España anunció que “el presidente Santos pide a sus negociadores que abandonen la mesa de diálogo con los campesinos de Tunja y anuncia la militarización de Bogotá tras los graves disturbios del jueves”, mientras la BBC habla de que “Colombia despliega tropas en la capital, Bogotá, tras violentas protestas en apoyo al paro campesino.” No son realmente notas alentadoras para los inversionistas que supuestamente están viendo a Colombia como el nuevo “milagro”.

En las últimas horas, diez días después de que comenzara el paro, Santos se reunió por la tarde con todos los gremios del país y organizaciones campesinas como la Anuc para lanzar “un gran pacto nacional por el agro y el desarrollo rural”. Esta buena idea, sin embargo, solo será exitosa si logra “bajar” a los campesinos, a la calle, donde el Presidente parece no lograr pisar en firme.

Comentarios - Cada usuario tiene la posibilidad de incluir solo tres comentarios
Mié, 2013-09-04 15:17

Lucho Garzon: "¿Cual paro? deme otro whisky puro sin hielo" Y pensar que este personaje iba a ser el Lula colombiano

Mar, 2013-09-03 08:13

No se trata de que tenga un sueno como MLK, tengo el palpito de que este paro todavía será mas largoooo

Mar, 2013-09-03 08:12

Uno de los rasgos notables que ha hecho visibilizar este Paro Agrario que no termina, es el déficit general de información y la falta casi absoluta de análisis e interpretación por parte de personas expertas en los temas y ponderadas en sus valoraciones. Cada cual agarrándose a la especulación que mas le suene, consecuencia, la sociedad a la deriva de las interpretaciones derivadas del palpito presidencial, del palpito ministerial.

Mar, 2013-09-03 10:12

Te faltó el palpito de los medios informativos al servicio del gobierno. Esa influencia, sobre todo la televisada genera mas efecto que todo lo que expones junto.

Y sobre el larguerin del paro, no te preocupes, solo es una "bomba reprogramada".

Mar, 2013-09-03 10:18

Si en algo ha pecado Santos es precisamente en escoger sus asesores, parecen mas bien sus enemigos, Incluir la cuota "proletaria"(Angelino-Lucho) al Dream Team, no le funcionó como en las elecciones.

Lun, 2013-09-02 11:56

la parte subtitulada "el gobierno del campo" es el diagnóstico claro de lo que muchos han dicho de este gobierno: Santos busca colocarse en la historia con importantes, y necesarias, reformas, pero que no sabe ejecutar porque en verdad no piensa ni en la gente, ni al parecer, como político: militarización de Bogotá.

Lun, 2013-09-02 13:19

jajaja, Leocrator me caíste bien omee.

Dom, 2013-09-01 12:35

Lucho Garzón es la vergüenza para los trabajadores del país. Es el mejor ejemplo de cómo vender los ideales por su propio bienestar.

Cualquier "equipo político" que existiera habría fracasado porque son esas políticas macro económicas de fondo las que provocan la miseria en la que viven millones de colombianos.

Dom, 2013-09-01 11:27

Es impresionante el cambio que ha adquirido Semana,de un medio líder en credibilidad,poco a poco se convierte en uno mas. Será que todos los periodistas aguantarán este nuevo, .."enfoque"?. Si no hubo falsas imágenes, tiene que generarse algún movimiento, más pronto que tarde.

Dom, 2013-09-01 11:34

Kathy, tu poético-frentero estilo me hace falta siempre, y lo de un señor por ahí abajito, ..ese, el mismo de siempre,... no vale la pena.

saludos.

PD: tenemos una nueva ..mm visitante..Miranda, perdón la comparación, pero que Hps tan parecidas.

Ah y de mi parte bienvenidos todos tus acosos.

Sáb, 2013-08-31 19:26

Todos hemos extrañado a la poetisa caribe que es una mujer que se atreve a decir lo que piensa y a debatir con altura las afirmaciones poco dignas de crédito en la exposición de unos comentarios que deben estar anclados(si es váido ese término) en la profunda penetración de las tesis e ideas.

Sáb, 2013-08-31 20:09

Creo que el acosador es usted, con su febril furibismo y matoneo que le impide dar un debate respetuoso y civilizado con los que no comparten su visión.

Dom, 2013-09-01 09:54

Muy estimado (o estimada) Re-Indignado.

En vísta que sumercé ha estado cayendo en al trampa de ciertos usuarios insoportables, le recomiendo que aplique el dicho "Al bagazo poco caso y al cagajón poca atención".

No se malgaste; existen personas que al parecer tienen la "misión divina" de ser insoportables, a través de los ataques arrogantes o las desviaciones falaces en lo que se escribe. Será de esa especie que cree que en un foro solo debe estar aquellos "aristócratas intelectuales" con un conocimiento superior sobre lo divino y lo humano.

Cordialmente.

Dom, 2013-09-01 12:12

Muy de acuerdo JUANDARIOBONILLAMONTENEGRO,.....Uffffffffffffffffffffff.

Dom, 2013-09-01 10:42

Gracias Julián Darío por el consejo, solo quería ahondar en la pesquisa de la sicología de tales mentalidades, al servicio de la desinformación y el caos, mentes pagadas?, esquizofrénicas,? peligrosas?, fascistas?.

Dom, 2013-09-01 08:58

Que interprete matón como asesino, y no como intimidador y descalificador que es su acepción general y con la cual lo califiqué, ya dice mucho de usted.

Dom, 2013-09-01 22:27

elgato, ya, dejemos las peleitas personales y comencemos a debatir las historias.

Lun, 2013-09-02 13:25

En mora, pero mejor tarde que nunca. A veces frentearlos al aire, es mejor que el privado--al carajo el estilo--

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